viernes, 23 de diciembre de 2016

NACIONAL



“LA TRAFIC MAGICA”

Como con un aparente descubrimiento de los investigadores de la UFI-AMIA buscaría en realidad avalar un casus belli contra Irán




Por Pepe Beru
Como muy bien hemos dicho en varias oportunidades “no hay misterio sino ocultamiento”, pero ello también ha sido blanco del uso y abuso de quienes tratan de crear situaciones y hechos que jamás existieron pero que son necesarios para beneficiar sus propios intereses.  Esto en referencia a sorprendentes anuncios realizados por los “investigadores” de la causa AMIA que en una supuesta búsqueda denodada y sin dejar una baldosa sin revisar, vinieron a toparse con nada más ni nada menos que los “supuestos restos de la famosa camioneta Trafic Blanca” que el Shin Bet israelí aseguró como arma para el atentado y que más tarde el Mossad y la CIA pondrían en la escena con un informe en el cual se asegura que hubo un conductor suicida árabe, libanés y musulmán,  hecho a medida para culpar a los musulmanes y en particular a Irán.

No, esto no es lo que los franceses llaman un Dejá Vu  que no arrastra a los turbulentos noventas.  Esto es más peligroso y a medida que los verdaderos implicados van quedando desenmascarados, más increíble puede ser lo que se oculta detrás de ésta supuesta novedad investigativa.

Como parte de esta novedosa afirmación, se alega que entre los restos hallados en ese balde  y entre las esquirlas se hallan los restos genéticos del “suicida” que muy curiosamente encaja en la historieta dibujada por Nisman y que había sido guionada por las agencias de inteligencia norteamericana e israelí.  Lo interesante de esto es que al parecer con solo ver ese “balde” y a simple vista pudieron llegar a conclusiones tan detalladas; de por sí eso huele feo. Por otra parte tengamos en cuenta que la denuncia de Nisman se había venido abajo y ante la recelosa mirada de la DAIA la misma fue desestimada por falta de sustancia por lo que, solo un “Nisim” (milagro en hebreo) podría una posibilidad para reabrir las investigaciones.

Sin dudas esto huele muy sospechoso y no solo por lo cinematográfico de lo anunciado. El diario “La Nación” publicaba el 17 de diciembre pasado que habían hallado un balde rojo dentro de un freezer abandonado de la Policía Federal, el cual contendría restos orgánicos y esquirlas de la explosión que sin lugar a dudas “probarían que el ataque fue realizado con una Trafic cargada con explosivos”. De no ser que se trata de una articulo de un diario que presume de ser el más serio de la Argentina, cualquiera podría decir que estaría viendo un capitulo de una serie televisiva como “CSI” o el epilogo de una película de espías con rasgos fantásticos.

Esta súbita y muy conveniente aparición de estos restos en donde supuestamente estuvieron por 22 años ante la vista de todos,  hace que haya razonables dudas sobre la autenticidad de semejante “milagro”, si es que podemos llamarlo de esa manera.   Hay demasiados nexos en este gobierno que despiertan estas dudas. 

Primero que todo, es un gobierno pro-sionista y ello no es poca cosa; segundo, hay varios funcionarios del mismo que durante años respondieron y siguen haciéndolo ante las embajadas de EEUU y de Israel en Buenos Aires –como lo hizo el fiscal Nisman-; los cambios de humor en los directivos de la DAIA cuando vieron que se quiso empezar a pesquisar las conexiones externas –incluyendo las israelíes- con la AMIA y la muerte del fiscal Nisman y por último y no menos importante, las purgas contra investigadores que habían venido planteando con sólidos argumentos la conexión israelí en aquel atentado ( PAJARO ROJO. “AMIA Desafío. A debate público a cualquiera que sostenga el embuste de la TRAFIC-BOMBA” . http://pajarorojo.com.ar/?p=30920 )

El relato de la camioneta cargada de explosivos conducida por un ciudadano árabe libanés, musulmán chiita, es el eje principal por el cual  Tel Aviv por intermedio de su embajada en Buenos Aires y de la DAIA ante la opinión pública nacional, trata de presionar a la Argentina para que corte  definitivamente todo tipo de relaciones con Irán y obviamente, busca usarlo un como argumento político para una represalia bélica directa –frustrada constantemente por Obama- que se orientara a cumplir objetivos geoestratégicos muy diferentes como son, privar a Irán de su desarrollo tecnológico nuclear, limitar su inserción política en el mundo árabe –especialmente en Palestina, Siria y el Líbano- y dejarlo en una situación similar a la de Iraq . Recordemos por último, que Tel Aviv ha intentado degradar  el conocimiento científico iraní mediante acciones criminales encubiertas , utilizando células pagadas por el Mossad, para ejecutar el asesinato de varios técnicos nucleares que en muchos casos llevo a cobrarse  la vida de sus familias (http://www.hispantv.com/noticias/energia-nuclear/52072/israel-admite-implicitamente-que-asesino-a-cientificos-nucleares-iranies )

Además este “descubrimiento” viene a darse en un momento muy peculiar de la geopolítica internacional, ya que sin lugar a dudas ( y no hay olvidarlo) estos ataques han estado envueltos en realidades políticas externas a la Argentina, especialmente del Medio Oriente y en particular de Israel, que los gobiernos argentinos anteriores y los medios locales contemporáneos  guardaron deliberadamente bajo la alfombra. 

 Estas circunstancias se enmarcan en el próximo ascenso de una administración republicana en la Casa Blanca  y en ese sentido  Tel Aviv ve propicio como no lo tuvo desde la era Bush,  la posibilidad de  elaborar un casus belli  solido contra Teherán para justificar una campaña militar que podría orquestarse a costa del apoyo político y logístico de Argentina, involucrando al país en una peligrosa intriga internacional que no tiene precedentes y que dista en grado de implicancias, a lo realizado contra Iraq en 1991.

Hoy día el posicionamiento de Buenos Aires es de por sí sugerentemente peligroso, ya que además de estas curiosidades, podemos ver cómo, sin tapujos,  el ejército israelí comisiona a sus reclutas en vacaciones a la Argentina en misiones de propaganda para tratar de contrarestar las informaciones sobre sus crímenes de lesa humanidad que impunemente ejecuta contra la población palestina  y de continua exploración en los territorios patagónicos tanto del lado argentino como chileno, un tema que desarrollaremos en otro artículo.
Igualmente y más allá de esta circunstancialidad política ineludible, no quedan dudas que este repentino descubrimiento, crea muchas dudas.



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