domingo, 12 de marzo de 2017

EN DEBATE



 “TRUMP IGUAL A NIXON?”  

Como la prensa estadounidense y los medios editoriales de pensamiento político tratan de argumentar la caída de Trump



Por Leonard D`Head (Traducido a español)
Claro que cualquiera que no sea estadounidense, puede recordar mucho de quien fue aquel personaje de la política llamado Richard Nixon y sus actos de gobierno. 
Últimamente los medios neoconservadores y las editoriales de pensamiento han estado especulando con esta loca idea.  Entonces usted puede preguntarse ¿Qué diablos tiene que ver Nixon con la actual administración de Donald Trump? Permítame desarrollar la idea y verá a donde apunta el asunto. Como usted puede imaginar, el estado profundo en los Estados Unidos ha venido trabajando en forma acelerada e histérica para lograr algún modo de derrumbar los proyectos del mandatario de la Casa Blanca.

Similar a Richard Nixon, Tump se ha ganado el odio de los pilares institucionales de la Unión. Ha dicho que no confía en el FBI para la inteligencia interior, ha ido contra las decisiones de la Corte Suprema, ha provocado a la CIA con sus recriminaciones que se materializaron con los cambios en el Consejo Nacional de Seguridad; acuso a los medios insignes de EEUU de “fabricar noticias falsas” y lo peor para los neocon, ha defendido a Vladimir Putin señalando los crímenes que los mismos estadounidense habían cometido alrededor del mundo.

Al parecer estos sectores oscuros del poder norteamericano vienen malenando el poder para condicionar al caprichoso Trump, que parece estar reconduciendo su dirección a la ruta trazada desde hace más de dos décadas destinada al control global.  A no dudarlo que ello fue por los golpes contra sus más importantes funcionarios como el general Michael Flynn a cargo del Consejo de Seguridad Nacional y una ola de renuncias en el Departamento de Estado.

Sin dudas, a partir de esos episodios Trump comenzó a entender el mensaje aunque el solo parece que lo hace con matices. A pesar de que la prensa conservadora lo califica como un “supremacía blanco”, la realidad es que él es solo lo que sus cercanos lo alientan y en ese sentido, está rodeado por los más peligrosos extremistas neocon y sionistas que los republicanos pudieron conocer desde la olvidable administración de George W. Bush.

Detrás de todo esto haber estado la “Comunidad de inteligencia” y en especial la CIA, como un escarmiento ante la desafiante postura de Trump de pretender sacarles el control de sus operaciones más rentables y subordinarlos al Pentágono. De este modo, las filtraciones molestas y hasta peligrosas de documentos clasificados de la misma CIA son una advertencia a Trump pero para la agencia y el estado profundo solo lo toma como una situación de control de daños.

Como se puede ver hay una guerra dentro de Washington y puertas dentro de los círculos políticos entre los mismos sectores neocon y del Lobbie sionista que por un lado detestan las formas del presidente vulgar y los otros que simpatizan con la frontalidad de Trump siempre y cuando esté dispuesto  a meter a los EEUU en una nueva aventura ésta vez contra Irán.

Todo esto enmarcado en una feroz campaña de propaganda contra Trump que se parece a una de las tantas guerras psicológicas montadas contra otros gobiernos antes de derribarlos.

Así ver como Trump ha ordenado el financiamiento multimillonario para reconstruir despertando las sospechas de que habrá una mayor política de intervención bélica en el extranjero. Esto ya se está viendo con el incremento sin autorización de tropas regulares en Siria lo que se agrega el mejoramiento de las Fuerzas Armadas que además comprende, el crecimiento numérico de sus unidades

Otra señal de esto, es la cuestión inmigratoria que se apoya en políticas islamofobas que a pesar de agradar a los sectores neocon y sionistas, causan contrariedades con la opinión pública pero en especial, con los árabes colaboracionistas como ser los del régimen de Bagdad en Iraq, el repentino cambio de rumbo de sus férula de criminales que apenas pueden sostenerse sin que su pueblo los descuartice.

Otra notable señal del doble rasero Trump es su consecuencia con Israel para llevar adelante sus planes de atacar a la república Islámica de Irán a como dé lugar sin importar lo que la campaña había prometido. En este sentido, quien ser consecuente con estos planes ser el vicepresidente Mike Pence, un sionista militante recalcitrante y muy aplaudido por los Lobbies judío-americanos que poco puede envidiar al psicópata Steve Bannon y equipo de manipuladores de la información.

Desde el punto de vista de estos sectores del poder que manejan el poder real estadounidense y su agenda exterior, nadie y menos un estúpido engreído va a desviar la agenda globalista que tan bien llevo adelante Obama y que debe continuar Trump sino quiere salir de la Casa Blanca de una patada en el trasero.

Las campañas de propaganda en su contra arrecian y no parecen que disminuirán en su intensidad. Prueba de ello es la participación de los más costosos operadores y especialistas en operaciones psicológicas que el dinero puede pagar. Entre los más destacados se halla David Brock el agitador psicológico en la nómina de los Clinton y que además cuenta con nexos con la CIA y otras agencias de inteligencia federales.  

A estas alturas Trump debe haber entrado en cuentas sobre lo que le conviene. Seguir jugando al revoltoso mediático, desafiando a los pilares del estado profundo o prepararse a ser reemplazado por su vice Mike Pence, reserva inmoral para el trabajo sucio que el Lobbie sionista estadounidense prepara contra Irán. Con todo este panorama y más allá de las diferencias de época que existen entre el EEUU de Nixon y el actual con Trump, el final que puede hallar el mandatario de la Casa Blanca puede ser igual de escandaloso (TIME. http://time.com/4697223/trump-nixon-comparisons/).

En este sentido Trump sería como el Nixon del pasado creador de una incertidumbre político y social similar al “Water-gate”, un chivo expiatorio para las torpezas de la política norteamericana que acumular en cantidad desde hace 25 años a la fecha y que parecer que puede pasarlas por debajo de la puerta del olvido sin que nadie lo note.

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