martes, 8 de mayo de 2018

EN  DEBATE



“LAS MIL Y UN FALACIAS”

Cómo y quiénes son los que informan en la Argentina lo que ocurren en Oriente Medio




Por Pepe Beru
Todo depende del ángulo de que se mire, reza un viejo dicho que no puede ser  más pertinente para explicar el tema que en éste articulo vamos a discurrir. Desde que comenzó la agresión contra Siria allá por mediados del 2011 y comienzos del 2012, los medios occidentales y medios financiados por los petrodólares de los emiratos del Golfo, no pararon de emitir todo tipo de informes y supuestos reportes sobre las atrocidades del “régimen baasita de Al Assad” que supuestamente estaba matando arbitrariamente a su propia gente.

El tema es que esos eran y siguen siendo los mismos medios que habían novelado en forma obscena y escandalosa, las supuestas violaciones a los derechos humanos del gobierno libio de Mohammar Al Gadafy, a quien acusaban en constantes informes de “Breaking News”, que los aviones libios estaban bombardeando a los manifestantes, cuando en realidad ello jamás sucedió. Por el contrario, cuando algunos aviones MIG-23 salieron a interceptar a los aviones de la OTAN que comenzaron a invadir el espacio aéreo libio mucho antes de que Hillary Clinton consiguiera que Naciones Unidas impusiera una restricción para los vuelos de la fuerza aérea libia, fueron derribados inmediatamente.

Lo mismo ha venido sucediendo en Siria. Con el mismo empeño y buscando los mismos efectos, los medios occidentales anglosajones han tratado de pintar al gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad como un estado totalitario al que hay que aplastar, aún cuando sea necesario sacrificar la vida de cientos de miles de civiles. Después de todo ¿Qué problema podría representar, matar a unos cuantos cientos de miles de árabes más que se sumaran a los miles de libios masacrados por los mercenarios y la aviación de la OTAN más los casi dos millones de iraquíes asesinados tras la ocupación angloestadounidense?

Estos mismos medios son los que han estado escondiendo bajo la alfombra, las injerencias externas en lo que sucede y en especial, las operaciones de ataque (terroristas) que el Mossad israelí montó contra varios altos funcionarios políticos y militares sirios durante todos estos años. En estas editoriales, el contenido está prefijado y ello se puede advertir en el acostumbrado uso de ciertos términos con los cuales se refieren a Siria, hablando de “régimen”, “armas químicas”, “violación de los derechos humanos”, todo endilgado a la república árabe.

Sobre el papel de Israel, olvídelo!, usted no encontrara una sola mención enjundiosa y puntillosa que repare en las continuas violaciones a la ley internacional contra la soberanía de Siria y mucho menos, de los incalificables crímenes que a menudo realiza contra los palestinos. Mucho menos en lo que hace a sus esfuerzos por deshacer el tratado firmado entre Teherán y Washington en 2015 y fabricar una guerra contra Irán, vista últimamente con el espectáculo cómico de Netanyahu mostrando supuestos documentos inéditos e históricos del Mossad, los cuales ya eran conocidos por Washington[1]. Mucho menos todo lo que viene siendo el escándalo de corrupción que involucra a “Bibi” y señora[2], quienes parecen representar una práctica bastante continuada entre los representantes sionistas tanto en Israel como en otros lugares. Si se toca el tema, será muy por arriba y sin mucha extensión.

Esta forma de presentar la realidad de lo que viene ocurriendo allí ha encontrado sus adherentes (como era de esperar) dentro del espectro informativo argentino, especialmente el de los canales de aire y de las radios de los medios más influyentes del país, quienes históricamente se apegan al pie de la letra a la postura política no solo de sus colegas y medios anglosajones sino, de la propaganda oficial de la misma Casa Blanca.

Es entendible que en estas empresas noticiosas como “Clarín”, “Infobae”, “La Nación” y “Radio Mitre” entre otros”, sean los obsecuentes serviles de una política desinformativa al servicio de sus inversores anglosajones; ya que existen por el simple hecho de que aquellos grandes conglomerados son quienes manejan el flujo de las noticias que se presentaran como importantes para el consumo. Igualmente hoy por hoy, existen espacios independientes donde puede hallarse una mirada muy diferente a la vendida por aquellos vendedores de realidades alteradas.  Contentados con contar todas las sandeces que desde Washington y Londres les bajan, lejos están por indagar sobre asuntos tan complejos como los que sacuden al Medio Oriente, menos aún acudir a otras fuentes para revelar cuáles son los verdaderos intereses que se ocultan por ejemplo, tras la agresión a Siria.

Por ejemplo, ninguno de estos medios se atrevería a investigar cuales son las injerencias francesas en todo esto y menos aún como París a lo largo de estos años ha empleado recursos privados para llevar una guerra clandestina contra Damasco. Por el ejemplo el “asunto Lafarge”, que se refiere a la participación de esta empresa cementera francesa que le vendió a nada menos que al “Daesh” –supuesta organización islámica-, toneladas de concreto y material con el cual fabricaron y a la vista de los aviones de la “Coalición anti-Daesh” la red de bunkers que fortificaron todo el noreste de Siria y el oeste de Iraq. 

Y eso no es todo. La senadora por New York Hillary Clinton (amiga de Mauricio Macri) fue abogada y miembro del Consejo de Administración de “Lafarge” en el marco de los servicios que dicha empresa estuvo prestando adivinen a quien…la CIA. O que decir de las injerencias de los países petroleros del Golfo en todo lo que hace al financiamiento y reclutamiento de mercenarios para integrar los grupos seudo-yihadistas (peones de la llamada Primavera árabe) que asolaron a Siria y que involucran directamente a los EEUU.  Demasiada información o más bien, muy pesada para que éstos medios con periodistas alquilados nacionales se tomen el trabajo de analizarla independientemente. “Solo me pagan por lo que tengo que decir”, alegaran sueltos de cuerpo. Hay demasiado riesgo para éstos meros mercenarios del papel, de no caer agradables a los intereses que maneja la circulación de  la información oficial, que no es más que la que conviene al Departamento de Estado norteamericano y al Foreing Office en Londres.

En este último sentido, los análisis de los supuestos expertos argentinos que opinan sobre lo que ocurre en Siria y en el Oriente Medio, pese incluso a ser algunos de ascendencia árabe, denotan demasiada parcialidad  con tufo saudita con matices que velan la mano de la embajada de Israel, lo que ha despertado muchas sospechas de que, tal vez Riad se halle (coordinadamente con Tel Aviv) actualmente desplegando sus influencias contante$ y sonante$ en el Cono sur ¿Será que se trata de recrear el juego sucio del terrorismo?

[1] THE WASHINGTON POST. “Strong Leads  and Dead ends in nuclear case against Iran”. By Dafna Lizner. 2004.http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/02/07/AR2006020702126.html 
[2] FOREIGN AFFAIRS. A Mess at the Knesset”. By Shalom Lipner. https://www.foreignaffairs.com/articles/israel/2018-04-26/mess-knesset?cid=int-lea&pgtype=hpg

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