sábado, 14 de julio de 2018

VETERANOS DE AYER



“EL SAQUEO DE MOSUL”

Como los medios norteamericanos tratan por cualquier medio reescribir la historia tratando de sostener embustes como el del mal llamado “Estado Islámico”. El robo de documentos de la ciudad de Mosul ¿persiguen ese propósito?


Por Ali Al Najafy
Cuando hizo su aparición el “EIIL” más conocido como el “Estado Islámico” (Daesh o ISIS)) en junio de 2014, nadie daba crédito a lo que estaban viendo; una organización irregular muy bien pertrechada presuntamente islámica se abría paso desde Siria y Jordania a través  del norte de Iraq y bajaba sin freno hasta detenerse pocos kilómetros de Bagdad. Nada podía detener esa máquina de combate que le dio a los iraquíes sunitas su día de venganza contra el gobierno colaboracionista y ultra corrupto de Nouri Al Maliki que ya tenía sus días contados.

Pero tampoco nadie o más bien la gran mayoría en Occidente, no advertiría que todo eso era un gran embuste que además de buscar favorecer planes totalmente ajenos a los intereses iraquíes, traería una vez más beneficios a los mismos que habían sacado rédito tras la invasión de 2003. En síntesis ese “Estado Islámico” le dio justificación a una nueva empresa de saqueo de las riquezas culturales y también de conseguir alzarse con valiosa información que aún no había podido ser robada por los estadounidenses durante la ocupación[1].

Washington estaba harto de las escandalosas malversaciones de dinero del régimen de Al Maliki y tenía planes para desplazarlo, pero sabía que volver masivamente sin algún pretexto atendible a los ojos de la opinión pública implicaba un riesgo político y diplomático que podía empantanarlos en una nueva guerra.

El combate al “ISIS” fue la excusa perfecta tanto para el gobierno estadounidense como para el conglomerado de medios informativos para penetrar en el territorio iraquí. Y aunque nada puede ya asombrar en las acciones que emprende EEUU alrededor del globo no podemos dejar de señalar la particular participación de medios como el “The New York Times” en comisionar a sus cronistas para nada menos que robar información en el lugar de los hechos. En ello podemos ver una notoria disputa entre las agencias del estado federal norteamericanas (CIA, DIA, NSA) y las poderosas corporaciones privadas a las cuales pertenecen medios como el neoyorkino.  Lo único que ambos sectores comparten en común es su nebulosa visión sobre los límites entre lo legal y lo legal. Todas las supuestas inquinas que estas empresas tengan con el gobierno por sus impostadas luchas por la libertad de expresión son solo actuaciones para los espectadores y nada más.

Aunque durante toda esta tragedia se obtuvieron supuestos archivos clave de la organización terrorista que detallaban nombres, direcciones y otros detalles personales de sus miembros (especialmente los británicos y estadounidenses)[2], todo  ello se presta a una razonable sospecha sobre su autenticidad y enfocándolo más bien como una operación de desinformación montada por las mismas agencias de inteligencia anglosajonas con el pretexto de estrechar aún más sus programas de vigilancia de la actividad privada de cada individuo.
La información es una mercancía muy preciada tanto por las agencias de inteligencia como las megacorporaciones informativas que dominan el espectro mediático anglosajón. En este sentido no asombra ni un ápice lo que aquí contaremos.

Uno de los objetivos de los invasores en 2003 fueron las reliquias de los museos, las bibliotecas y los archivos de los ministerios clave del gobierno de Iraq, en especial en el Ministerio de Inteligencia –Mukhabarat- donde se hallaban millones de documentos clasificados que involucraban –entre otras cuestiones- las relaciones que habían mantenido con la CIA durante los años de la guerra contra Irán. Claramente, hacerse con ellos era vital para tratar de esconder la basura bajo la alfombra y también para llevar adelante la llamada campaña de “limpieza de partidarios del Baas” con la evidente intensión de eliminar molestos testigos históricos.

Pero junto a los chacales destinados a llevarse todo estos documentos públicos, estaban aquellos que tenían una misión mucho más –si se quiere decir- comercial que la de robar documentación clasificada y secreta de un gobierno descabezado. Fue el momento de los saqueadores de reliquias, piezas históricas invaluables y obras de arte pre islámico de la cultura asiria y babilónica que sería muy bien pagada por los museos y coleccionistas privados de Londres y Berlín[3]. Para los británicos y estadounidenses son solo cosa de negocios, aunque en ellos se vea implicado un delito tan atróz[4] y la vida de muchos inocentes. Sin dudas que aquel saqueo estuvo muy bien planeado y ejecutado por locales pagados por el Pentágono.

Fue así que Mosul, la proclamada capital de ese “Califato” artificial y nada islámico fue durante la segunda parte del 2017 el blanco de una intermitente campaña de bombardeos de la llamada “Coalición anti-Daesh” que pulverizaron a la ciudad  asesinando indiscriminadamente a miles de sus residentes, obviamente bajo la excusa de luchar contra esos “extremistas”. Pero para varios componentes que se amparaban detrás de esa máscara, lo importante de esa ciudad histórica estaba guardado en sus edificios clave (Bibliotecas, Museos y Universidades) y solo había que esperar que los aviones barrieran el suelo para que ellos, escudados tras los grupos especiales y tropas regulares colaboracionistas, llegaran a cada uno de los edificios donde se hallaban los valiosos botines a recoger. Uno de ellos fue la periodista del The New York Times Rukmini Callimachi quien tras ser comisionada a Mosul y junto a las fuerzas especiales estadounidenses y del régimen de Bagdad, pudo acceder a sitios de la ciudad donde se habían instalado puestos y oficinas del “ISIS”.

Bajo los argumentos de “proteger y preservar” estos documentos, Callimachi y otros agentes que trabajaron a la par con este mismo propósito, sacaron los mismos para que sean consignados en los archivos del diario neoyorquino donde serán digitalizados retornándolos (según sus excusas) con posterioridad a Bagdad. Así lo justifico el encargado de la sección internacional del periódico Michael Slackman al comentar que esos documentos fueron hallados tirados en el suelo y en algunos casos quemándose en medio de los escombros, pretendiendo justificar una buena acción al salvarlos para la posteridad. 

Según algunas fuentes[5], Callimachi logro alzarse con más de 15000 documentos del sistema administrativo del “ISIS” que revelaría cómo funcionaba y cuáles eran los miembros funcionales de esta entelequia. Para las autoridades culturales iraquíes se trato de un nuevo acto de pillaje que trata de ser excusado con esta versión. Para otros, el intento de los medios occidentales de interpretar ese material con fines políticos que deformen la historia para perpetuar el fraude de “ISIS”. Pero para otros, (en especial la administración en Washington) un serio riesgo a la seguridad nacional ya que muchos de esos documentos podrían revelar varios datos inconvenientes y contraproducentes que tocan a las oscuras incumbencias de la CIA y estamentos militares DEL Pentágono con la aparición del “ISIS”.

Pero más allá de estas especulaciones, lo cierto es que para la mayoría de los iraquíes que han sufrido a los estadounidenses durante trece años de embargo que proseguida por una larga y brutal ocupación, les queda muy en claro una cosa y ella es que una vez más se repite la misma trama que se montó sobre Bagdad en 2003.


[1] PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLITICO. “Los archivos secretos de Saddam”. Por Dany Smith & John G.G. Publicado el 9 de enero de 2018. https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2018/01/veteranos-de-ayer-los-archivos-secretos.html
[2] THE INDEPENDENT. “ISIS files leak will throw terrorist group into crisis mode as thousands of fighters names and details revealed”. By. Lizzie Dearden. March 10, 2016. https://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/isis-files-documents-leak-will-throw-group-into-crisis-mode-as-thousands-of-fighters-british-names-a6922441.html
[3] DETECTIVES DE GUERRA. “operación Nuevo Amanecer a la caza de los tesoros de Irak”. Por Tito Andino U., Publicado el 12 de marzo de 2015. http://www.detectivesdeguerra.com/2015/03/sombras-siniestras-destruyen-irak-y_12.html
[4] RED VOLTAIRE.org. “La destrucción de patrimonio iraquí”. Publicado el 30 de mayo de 2005. http://www.voltairenet.org/article125505.html
[5] PAJARO ROJO. “SAQUEO ETERNO: 15000 documentos de Mosul fueron sacados ilegalmente por The New York Times”. Publicado el 9 de julio de 2018. http://pajarorojo.com.ar/?p=39206

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