sábado, 24 de noviembre de 2018




EN LA MIRA



CREANDO SENSACIÓN”

La ola de denuncias y colocación de artefactos explosivos en varios lugares de Buenos Aires tiene un extraño tufo a operaciones de servicios pero ¿Quiénes están realmente detrás de estos artificios?



Por Javier B. Dal
Era inevitable no advertir que algo bajo cubierta se venía orquestando detrás de los anuncios del Foreign Office británico cuando vaticino con tanto acierto, el peligro de ataques “terroristas” en vísperas de la cumbre del G-20 en Buenos Aires. Si alguien por un solo segundo se cree que esto ha sido el producto del profesionalismo de la inteligencia anglosajona, ha estado viviendo en otra realidad y no se ha informado lo que realmente ha venido ocurriendo en los últimos diecisiete años en el mundo.

Con la comprobación acabada de quienes crearon, financiaron, armaron y encubrieron a “ISIS”[1] durante toda la sangrienta aventura lanzada en junio de 2014 y que sigue afectando a Siria, puede estarse seguro de que el terrorismo no es lo que los países centrales habían estado pregonando.

La ola de informaciones sobre actividades “terroristas” provistas por fuentes humanas de la inteligencia israelí y británica que operan en el país sudamericano, fue puesta en danza ante los medios para crear esta necesaria atmosfera de miedo que se requiere para que la opinión pública entre en pánico a la espera de “salvadores” que conjuren este peligro fabricado en los mismos cuarteles de quienes dicen combatirlo.  Pero hacía falta el hecho detonante para que todo este rosario de versiones intimidatorias y amenazantes tomara un cariz realista, pero no en el grado de los eventos que rodean al llamado terrorismo de entelequias tales como el “ISIS” o la fábula de “Al Qaeda”.

Se hacía necesario justificar el masivo despliegue de fuerzas militares y de inteligencia extranjeras que ocupan no solo la capital sino gran parte de la provincia de Buenos Aires.

Pero ¿Cómo recrear un evento de semejantes características en un país como Argentina, en donde es inexistente el conflicto inter étnico o interreligioso en el Islam local? ¿Cómo recrear algo que sea medianamente impactante y creíble? Sin dudas que quienes realmente han estado detrás del atentado en el cementerio de la Recoleta, vieron en los lumpen “anarquistas” locales, los mejores candidatos para crear un acto estruendoso, aunque bastante chapucero, orientado a sembrar el terror entre los vecinos de éste conservador barrio capitalino. Cualquier agente de inteligencia podría aseverar sin ningún tipo de escrúpulos que a esos “anarquistas” se les recluto y pago con unos pocos gramos de estupefacientes, haciendo mofa de la calidad organizativa de estos “antisociales”. Si hacía falta un poco de agitación para dar inicio a la psicosis colectiva, estos eran los mejores candidatos para ese fin.  

Pese a que la pareja que coloco unos explosivos caseros realizando una manipulación notablemente amateur, la elaboración de esos tubos explosivos llaman mucho la atención en cuanto a su diseño, muy semejante a los que elaboran los militantes extremistas de la supremacía aria estadounidenses, que actualmente vienen siendo una noticia de primera plana en la sección “Terrorismo doméstico”.

Pero como se sabe, las agencias de inteligencia no actúan con sus propios elementos; o al menos no siempre. En la mayoría de las veces se apoyan en sujetos locales o incluso con terceras agencias para realizar los trabajos más sucios. Los británicos son recurrentes participes del juego sucio a nivel internacional y siempre están allí donde sus colegas estadounidenses los requieran. Pero no hay que olvidar que el MI-6 británico (y sus colegas del área electrónica GCHQ)   mantiene también relaciones con otras agencias con amplio prontuario en esos negocios. Tiene como uno de sus aliados más operativos al Mossad israelí, claramente activo dentro de la región. 
Igualmente no hay que dejar de lado que son los estadounidenses quienes tras el telón, realmente manejan la batuta.

Si eso no bastaba, se buscaron otros chivos expiatorios para justificar el mega operativo de seguridad para el G-20, que se extiende mucho más allá de la capital federal. Como no podía faltar, las sospechas sobre la comunidad islámica local fueron nuevamente avivadas por una supuesta denuncia anónima que –casualmente- recibió por el mes de enero la DAIA y que tras haberla trasladado a las autoridades federales locales, recién en noviembre (tan solo hace unos días) determinan que supuestamente aquella –presuntamente- tenía fundamentos. Pero ¿Realmente tiene algún asidero esa denuncia? Desde el inicio cualquiera advertiría que no.

Dos jóvenes de Floresta eran sindicados como “terroristas” por su ascendencia árabe y de confesión islámica. La caza de brujas al ruedo nuevamente! Una demostración más del racismo islamofobo que se oculta tras caretas de organizaciones y sujetos de impostada honestidad dentro de la sociedad argentina.  Esto ya se viene viendo desde los atentados a la embajada de Israel y la AMIA, cuando –maliciosamente- se hizo de los árabes y musulmanes locales, aunque sin pruebas, los sospechosos obligados de turno. 

Y ello no sorprende en nada. Son los mismos acusadores de ese entonces quienes hoy tratan de reeditar la estigmatización y la persecución contra una comunidad local. A la par de estas jugadas sucias que se enmarcan en “operaciones psicológicas” van los periodistas militantes y obsecuentes con esa ideología venenosa, intentando crear la atmosfera direccionada a tener los culpables a la mano para el caso de que pase algo.
Nada hay de casual en esto y es por ello que los argentinos deben estar alertas ante posibles intentos de manipularles usando como marco, la cumbre que se celebrara próximamente en Buenos Aires.

Esto no sorprende. Se sabe que estos sectores como la DAIA y la OSA (Organización Sionista Argentina), así como también un extenso grupo de periodistas (especialmente los que se arrogan decir la pura verdad ), actores e intelectuales abiertamente sionistas, están a la cabeza de esta militancia venenosa, trabajando desde hace décadas codo a codo –y claramente no ah honorem- con la agenda internacional de la embajada de Israel, tratando en todo momento de degradar la imagen del Islam y en especial, tratando de tapar con desinformación y campañas de beneficencia aduciendo moralidad (aludiendo a frases tales como “hacer un mundo mejor”), los latrocinios y las criminalidades que Tel Aviv ha cometido y sigue cometiendo con total impunidad contra la población árabe de Palestina, el Líbano y otros vecinos árabes, y que hoy por hoy –para su molestia- son de conocimiento público.  

En estos medios, poco o nada se dirá sobre aquellas realidades y mucho menos, darán a conocer las posiciones políticas de  sus protagonistas. El descaro de estas empresas informativas (como ser A24, La Nación, Infobae , etc) ya han cruzado todos los límites de la credibilidad siendo funcionales en la creación de estas sensaciones.

Con respecto al Líbano, “Hizb allah” (Partido de Dios) para Tel Aviv y los sionistas en general (que no suelen ser precisamente judíos), es una obsesión difícil de olvidar. Todos los intentos de invadir al Líbano o de crear discordias internas fracasaron gracias a la milicia chiita.  Es por ello que buscan por cualquier medio, acusar a éste movimiento armado pero también político, como el artífice de todos los males incluso, acudiendo a discursos contradictorios cargados de argumentos ridículos e incoherentes como lo han expuesto personajes alineados con el ideario mesiánico como la diputada Elisa Carrió cuando llego a equiparar a “ISIS” –un embuste de la CIA y sus aliados- con el partido chiita libanés.    

Son muchos afortunadamente quienes ya desde hace tiempo no se dejan engañar, incluso dentro de la misma comunidad judía local donde hay un profundo debate por la confusión creada por estas políticas teñidas de sangre. Y es por ello, que tras esta ola de chapuzas,  hay una seria preocupación por la creación deliberada de un acontecimiento, de un hecho impactante que busque ahondar la estigmatización y la persecución que ya vienen impulsando desde hace tiempo pero que, tras el 11 de septiembre de 2001 –con las nefastas consecuencias vistas en Afganistán, Iraq, Libia y Yemen-, han aprovechado para reforzar y mantener latente mediante los variados recursos e influencias de las que disponen.


[1] PENSAMIENTO ESTRETEGICO Y POLITICO.com. “ISIS: últimos episodios”. http://pensamientoestraegico.blogspot.com/2015/12/en-la-mira-isis-ultimos-episodios.html;  SPUTNIK.com. “Lavrov: Washington considera a ISIS como su aliado en la lucha contra el gobierno sirio”. Publicado el 24 de noviembre de 2018. https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201811241083658524-acciones-de-eeuu-en-siria-contra-gobierno-legitimo/  

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