“BALCANIZACION
O
MUERTE”
Desde
el realismo político ¿Cuál puede ser el destino de Ucrania?
Por Charles H. Slim
Las
consecuencias de la incursión rusa sobre Ucrania no se detendrán aún. Occidente
(entiéndase EEUU, Gran Bretaña y la UE) han lanzado su propia contraofensiva financiera
contra Rusia demostrando el alcance y poder del sistema financiero dirigido
desde Wall Street. El objetivo de esto, es descalabrar económicamente al pueblo
y al gobierno ruso de Vladimir Putin pero aún no están seguros de su eficacia.
La anglofilia argentina aplaude con algarabía esta
situación mientras desde sus medios continúan sus declamaciones antirusas y
descalificaciones personales contra el presidente Vladimir Putin con
comparaciones históricas tiradas de los pelos y fuera de lugar. Al mismo tiempo
y como no podía ser de otra forma mostraron su conformidad con las declaraciones
del canciller argentino ante Naciones Unidas condenando a Rusia, dejando en
evidencia la condicionalidad y debilidad del estado argentino. Porque ¿Acaso
creen que esa condena ha sido espontánea o surgida de la propia convicción del
gobierno? La situación económica del país y su subordinada situación ante el
FMI (que es lo mismo que decir Departamento del Tesoro) no le deja chances.
Pero estos sectores que tan bien se avienen a señalar con
el dedo autocracias, autócratas sin recordar el largo prontuario nada democrático
de Washington y Londres, tratan de disfrazar las implicancias (directas e indirectas)
que estos mismos han tenido en la actual situación en Ucrania. Para
simplificarlo, no saben nada o poco les interesa hablar del contexto de la
situación.
Las negociaciones que por estos momentos se llevan en
Gömel, Bielorusia abordarían este contexto en el cual occidente es el principal
protagonista y es por ello, condicionara sensiblemente la postura de Volodymyr Zelensky.
Su actuación se verá claramente limitada
a las condiciones de sus benefactores de la OTAN por lo que, como buen actor,
deberá aprenderse el libreto que le entreguen.
Pero aunque muchos anglófilos argentinos confían en
las presiones económico-financieras contra Rusia, no sucede lo mismo con sus
propios popes en los centros de poder. En el Pentágono y en la sede de la OTAN
en Bruselas se viven horas de nerviosismo extremo ya que tratan de evaluar cómo
podrían contra restar una respuesta nuclear de Rusia si las presiones financieras
llegan a poner en riesgo la estabilidad e integridad de Rusia.
La firma del decreto en el que Putin ordena el estado
de alerta para sus fuerzas estratégicas no es una mera actuación burocrática ya
que con ello se pone en movimiento una gigantesca infraestructura militar que
implican activar los sistemas de misiles intercontinentales (hipersónicos) y
alistamiento de los bombarderos estratégicos nucleares.
En estas consideraciones no hay lugar para las
rumiaciones de los charlatanes y medios argentinos pagados por el conglomerado
de medios angloestadounidense. Incluso estos, no parecen haber advertido que si
en realidad Washington, Londres y Bruselas tuvieran la capacidad real para
frenar a la Federación rusa o deshacerse de Vladimir Putin (como lo hicieron en
otras ocasiones) no se habrían detenido para llevarlo a cabo.
El realismo se impone y es de suponer que Ucrania en
su situación geopolítica y su conformación geográfica no será la misma e
incluso, no tendrá el mismo gobierno. Tampoco será el final del conflicto
aunque si hay que decirlo, habrá un obligado alto al fuego aunque (viendo las
fragmentación interna preexistente dentro de Ucrania) habrá que ver si es
respetado. La existencia sobre el terreno de agrupaciones irregulares y otros
elementos que persiguen desatar una guerra hibrida, complicará aún más la seguridad
regional. Esto último implicaría una posible “balcanización” del territorio
ucraniano conllevando a una solución que fragmentara territorialmente a Ucrania
entre un sector al oeste apoyado por occidente y otro al este bajo la
protección de Rusia.
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