“MATEN A PUTIN…aunque sea con mentiras”
Cuando la debilidad se hace evidente las
mentiras se vuelven un rosario. Washington y Bruselas redoblan sus esfuerzos
para alentar la intriga contra Vladimir Putin y desmoralizar a los rusos
Por Charles
H. Slim
El ingenio del hombre no tiene límites y cuando
hace la guerra, la imaginación es solo una herramienta más para sacar ventajas.
La Operación Especial “Z” que Rusia viene llevando adelante en Ucrania ha
venido encontrándose con estas tácticas imaginativas que tal vez no sean
efectivas para frenar a los militares rusos, pero llegan a tener un fuerte
impacto en la opinión pública.
Desde los medios
occidentales (particularmente anglosajones) la difusión de rumores, supuestos y
acusaciones de toda clase han estado a la vanguardia de sus informes. En la
mayoría de los casos, todos embustes y adulteraciones fabricadas por las
unidades de inteligencia ucranianas que claramente cuentan con la cooperación
de las agencias de inteligencia de países de la OTAN. Esto último no es un
supuesto ya que hasta la fecha, son varios los oficiales canadienses,
británicos y norteamericanos capturados en diferentes circunstancias.
Para Zelensky y su
gente las cosas no van nada bien y ello lo advierten sus propios patrocinadores
en Washington. Las últimas revelaciones que ponen de manifiesto esto son los
testimonios de los civiles evacuados del complejo industrial de Azovstal en
Mariupol, quienes han declarado como los “heroicos defensores” los retenían
bajo amenazas para que sirvieran de meros escudos. Mientras duró esa mentira,
pudo conmover a una parte de los incautos que aún se tragan los reportes de las
cadenas de TV y periódicos de occidente, pero ahora que la verdad se ha
revelado ¿Cómo explicarán estas inconsistencias?
Como respuesta a este
bochorno ha sido el silencio. Similar postura con lo sucedido en Bucha, donde
los medios occidentales han repetido hasta el hartazgo la supuesta ejecución de
civiles por parte de las tropas rusas. Las pesquisas han rebatido esto y cuando
se comenzó a difundir la verdad de cómo y quiénes realmente habían matado a
estas personas, tanto la mafia de Zelensky como sus patrocinadores angloestadounidenses
callaron repentinamente.
Con esto en
consideración se puede ver la real y amplia responsabilidad del mandatario
ucraniano en el agravamiento de la situación de su población. Queda claro que
además de servirle a la OTAN, Volodymyr Zelensky está trabajando para su propia
gloria creyendo que llegara bajo el ala de occidente ¿Cuánto puede seguir con
esto?
Como no es posible
ganar con estos engaños, hay que pasar a utilizar otros más audaces e
increíbles. Para ello la manipulación del lenguaje, de las imágenes y el uso de
palabras altisonantes se vuelve crucial para la construcción de un relato épico
aún, cuando lo que se este describiendo (de forma engañosa) sea una montaña de
basura.
Así presentan a un
mandatario como Volodymyr Zelensky quien forma parte del sistema corrupto y
racista impuesto desde febrero de 2014 en Kiev como un héroe y a sus grupos
armados compuestos por neonazis y mercenarios de la OTAN como “heroica
resistencia”[1].
Pero detrás de estas escenografías se esconden realidades que siempre
estuvieron ahí y que rompen tabúes muy convenientes como ese tan trillado y
falso que supone que no se mezclan judíos y nazis.
Al mismo tiempo y sobre
el terreno, los hallazgos de laboratorios de guerra química y biológica donde
los ucranianos con la injerencia de EEUU (Departamento de Defensa[2]/RSTP[3])
y laboratorios como Pfizer, Gilead, Moderna y Merck producían cepas para
experimentarlas en humanos, ha despertado la preocupación internacional que se
ha instalado en Naciones Unidas[4].
Desde
hace años que EEUU ha venido invirtiendo en el desarrollo y modernización de
este tipo de instalaciones ubicadas en Eurasia[5].
La revelación de estas embarazosas situaciones que abren los ojos a la opinión
pública reclama medidas extremas y efectistas tendientes a desviar la atención
y tratar de culpabilizar de todo a Rusia y a Putin.
Tratar de desmoralizar
a la población rusa y en especial a sus Fuerzas Armadas ha sido y sigue siendo
el objetivo de Washington y sus aliados. Para ello la CIA y sus colegas del MI6
incrustados dentro de la estructura de inteligencia de Ucrania dan letra y fórmulas
para lograr dicha finalidad usando a los medios corporativos. Así desde el
primer minuto del 24 de febrero hemos escuchados supuestos tales como que “los
soldados rusos eran todos conscriptos”, “que fueron engañados”, “que no tienen
voluntad de luchar”, “que habían asesinado a diez generales rusos”, “que un
solo piloto ucraniano derribo a sesenta aviones rusos” o, “la heroica
resistencia de Azovstal en Mariupol” y así podríamos seguir.
Uno de los últimos
intentos por conseguir desmoralizar a la opinión pública rusa y al mismo tiempo
de condicionar a los gobiernos que no le han soltado la mano a Rusia (que son
muchos más que los que secundan a EEUU y a la OTAN) es el supuesto estado de
salud de Vladimir Putin quien según “fuentes de inteligencia ucranianas” el
presidente ruso estaría políticamente débil sumándole a ello estar muy enfermo
y que incluso tendría cáncer.
Otros afirman que el
mandatario sufre de epilepsia producto de la tensión nerviosa e incluso que
ello estaría fomentando un posible golpe en su contra.
Por supuesto que las
fuentes que muchas veces surgen de generales y oficiales leales a Zelensky, (además
de parciales y por ende nada fiables) son inconfirmables. Lo mismo con
supuestos “oligarcas rusos” que aseguran que Putin sufre “cáncer en la sangre”.
Igualmente eso no es una dificultad para que los medios occidentales y
particularmente los argentinos, hagan de estos bulos una información
irrefutable. El centro actual de estos bulos es la salud de Vladimir Putin como
una velada intención de que prenda entre algunos de sus más altos generales la
idea de traicionarlo. Esta táctica ya se vio antes y fueron los “democráticos” anglosajones
quienes han abusado de ella. Lo hicieron con el mandatario iraquí Saddam
Hussein antes de la invasión de 2003, con Gadafi en 2010 antes de la
intervención de la OTAN sobre Libia y lo intentaron de forma fallida con Bashar
Al Assad.
Con esto y según los
popes de la verdad de Occidente “Putin estaría moribundo”. Pero a la luz de aquellos
antecedentes debemos preguntarnos ¿Enserio?
El desfile del Día de
la Victoria en Moscú llevado a cabo el 9 de mayo último mostro todo lo
contrario. No solo se presentó el mismo Vladimir Putin a ocupar su sitial
central en el palco, sino que incluso, en el trayecto saludo a cada uno de los
veteranos que suelen asistir junto a él como invitados de honor. Su semblante y
su postura no indicaban lo que los buitres anglosajones afirmaban y siguen
divulgando con histeria. Mucho menos su discurso, que aunque cuidadosamente
medido, fue enérgico, certero y preciso dejando bien claro que Rusia no olvida
la historia y como no lo hace, esta muy segura de que lo que hoy se lucha en
Ucrania y los sacrificios que demanda es para conjurar una amenaza para los
rusos del mañana.
[1]
Los Angeles Times.com. Mariúpol no se rinde: Símbolo de la resistencia
ucraniana, 15 de abril 2022, https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2022-04-15/mariupol-no-se-rinde-simbolo-de-la-resistencia-ucraniana
[2]
Según un informe del Jefe de la Fuerza de Protección
Radiológica, Química y Biológica de Rusia, Igor Kirillov, el Pentágono no
solo estaba implicado en el desarrollo de armas biológicas sino también en la
recopilación de información sanitaria referida a la resistencia a los
antibióticos y desarrollo de anticuerpos en puntos poblacionales determinados.
[3] Rosemont
Seneca Technology Partners, es una firma dedicada al desarrollo del campo
químico y biológico creada por Hunter Biden y Christopher Heinz.
[4]
Según ha trascendido el Representante Permanente Adjunto ante la ONU, Dimitry
Polyaniskiy solicitó una reunión abierta del Consejo de Seguridad a los fines
de presentar la evidencia recopilada sobre los bio laboratorios estadounidenses
hallados en Ucrania.
[5] Según informes de la Fuerza de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, desde 2005 EEUU ha invertido en el desarrollo de estos laboratorios cinco mil millones de dólares
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