sábado, 28 de mayo de 2022

 

“UNA CHANCE PARA EL DESARROLLO MULTILATERAL”

Por qué el Foro Económico Euroasiático es una oportunidad de oro para Argentina y todo el Cono sur. Hay un mundo para el desarrollo más allá del occidente anglosajón

 

Por Charles H. Slim

La actual situación en Ucrania ha complicado el desarrollo y la economía no solo de Eurasia sino también de todo el mundo. Esto claramente se ve potenciado por las sanciones y las medidas tomadas por Washington tendientes a estrangular económica y financieramente a la Federación rusa intentando con ello, que el mundo le siga en este plan.

A diferencia de otras épocas y en particular de otras crisis, EEUU y sus socios no tienen el apoyo suficiente para tales pretensiones aunque igualmente y por la mera arrogancia de la administración Biden, está hundiendo a la economía propia de los EEUU y la de una buena parte de los países del hemisferio occidental.

Una vez más queda muy claro que invertir bajo las reglas del hegemonismo norteamericano trae pérdidas y mucha desigualdad, que aunque al comienzo no se noten sus consecuencias, solo basta esperar un breve lapso de tiempo para que estalle. Y es que el principio de su capitalismo autoproclamado “democrático” no es nada democrático ya que donde alguien tiene que perder para que EEUU gane, informa que es un sistema nocivo y excluyente.

En este contexto y tras una extensa exposición de lo que significa adherirse a las políticas estadounidenses ¿Cuáles serían las alternativas para que un país emergente o en vías de desarrollo pueda desarrollarse por fuera del sistema draconiano angloestadounidense?  La respuesta parece estar en Oriente.

Durante gran parte de la existencia política de Argentina (1853 hasta hoy), sus mercados y negocios han estado voluntariamente ligados al mundo anglosajón (principalmente con el Reino Unido). Hasta no hace mucho, la idea de apertura al mundo oriental (mundo árabe-islámico, China y Rusia) despertaba rechazos y escepticismo que era funcional a Washington y Londres.

Ese escepticismo también estaba (que aún se mantiene en algunos) en el empresariado argentino, acostumbrado a lo seguro y conocido.

Es la naturaleza de cualquier empresario cuidar sus inversiones y acostumbrados a tratar con mercados en occidente regidos por el dólar ¿Por qué salirse de allí? La respuesta a esta cuestión ya esta vigente en la realidad que se ha venido configurando en las últimas décadas. EEUU además que ejerce un proteccionismo sobre muchos de sus productos e industrias, impidiendo muchas de las exportaciones de otros países, ejerce políticas nada democráticas para el comercio exterior y para peor, escapa a cualquier tipo de observaciones por el nada secreto control de entidades como OMC.

Hoy Washington usa esas influencias para una guerra comercial contra Rusia y China algo que esta siendo pagado por el resto del mundo y en particular, por quienes se someten a sus políticas (la Unión Europea). En este contexto, Rusia ya venía negociando una amplia cooperación comercial estratégica con China y en la semana pasada ampliada más allá de Eurasia. Fue así como el presidente Vladimir Putin encabezó el Foro Económico Euroasiático en Bishkek, Kirguistán (https://forum.eaeunion.org/en/), al cual además de sus cinco miembros (Rusia, Bielorusia, Armenia, Kazajstán y Kirguistán), asistieron 14 representaciones de países de otros continentes. Esto último demostró la autodeterminación de estos países que no se dejaron intimidar por las sanciones occidentales.

Esto es una consecuencia de la actual situación en Ucrania y la señal clara de la formación de un nuevo paradigma geopolítico signado por nuevos escenarios para el desarrollo económico, comercial y financiero que abra nuevas rutas comerciales con el inevitable y necesario desarrollo industrial para construir sistemas logísticos aptos para este escenario.

Esto es muy auspicioso para la Argentina sea dentro del marco del MERCOSUR o de forma independiente ya que, es una asignatura pendiente para abrirse a nuevos mercados más amplios mediante sus propias flotas de transporte de carga. Obviamente que ello requerirá de políticas profundas y bien planificadas para tener al estado argentino como un socio serio y confiable. La participación en el esquema del Foro Euroasiático le daría esta oportunidad de oro y de esa manera, acercaría al cono sur el un extenso mercado euroasiático y perfeccionaría el aún imperfecto mercado que mantiene con China.

Con esto, Buenos Aires dejaría de rogarle al Uruguay que se acople al MERCOSUR y entienda que la Argentina no puede esperar que uno de sus “socios” haga la suya a costa de sus propios intereses.  Es por eso que hace tiempo que Argentina debió haberse unido al BRICS y es de extrañar -aunque en realidad no- que no hubiera hecho en momentos que había un gobierno (CFK) que supuestamente tenía buen entendimiento con Rusia.

Para que esta alternativa sea viable el gobierno argentino deberá estabilizar su economía y demostrar que tiene un compromiso basado en reglas de juego claras y seguras que den previsibilidad sobre sus políticas y participación dentro del área.

Abordar con seriedad esta posibilidad, podría llevar a la Argentina a integrarse a bloques económicos como Comunidad de Desarrollo de Sudáfrica (SADC), BIMSTEC y en los acuerdos de Libre Comercio entre ASEAN (China) y la EAEU (Rusia) como alternativa a un bloque occidental afectado por una inflación galopante, transportes costosos y una energía cara producto de políticas unilaterales y agresivas destinadas a beneficiar a y solo a norteamericanos y británicos.   

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