sábado, 18 de febrero de 2023

 

“REACTIVANDO EL EMBUSTE”

¿Por qué la inteligencia rusa hace bien en preocuparse por la posible incursión del terrorismo yihadista del ISIS dentro de las fronteras de la Federación?

 

Por Dany Smith

Como ya ha quedado bien claro, EEUU y sus aliados de la OTAN no tienen ningún prurito en echar manos a las tácticas más sucias para tratar de dañar a Rusia y una de ellas es el terrorismo. Y es que este no es una entelequia política o religiosa como durante toda la década pasada el Departamento de Estado, la CIA y cada administración que ha pasado por la Casa Blanca han intentado (por vía de los medios) hacerle creer a la opinión mundial.

El terrorismo ha sido y sigue siendo un activo más en los arsenales de las agencias de inteligencia angloestadounidenses y eso quedo bien evidenciado con el asesinato de Daria Dugina en Moscú, los atentados explosivos contra el puente sobre el estrecho de Kerch y los edificios dentro de territorio ruso y obviamente, la voladura de los gasoductos de Nord Stream I y II.

La opacidad de la “democracia” angloestadounidense no puede explicar semejantes hechos que, dicho sea de paso, son los que han podido ser ventilados -pese a la censura que Biden y Blinken trataron de mantener sobre los medios rusos- a la luz de la opinión pública. Al parecer algunas fuentes están advirtiendo que el ejército de los EEUU está tratando de reforzar sus redes dañinas para extender está táctica reclutando a ex miembros del ISIS, los mismos que hicieron una carnicería con los iraquíes y los sirios. Los mismos que tras ser evacuados de Mosul en 2017 y trasladados pretendieron reiterar el engaño en Afganistán con la franquicia “ISIS-Korasán” donde fueron duramente golpeados por el Talibán. 

Tras la huida de los estadounidenses en septiembre 2021, los ataques contra mezquitas y lugares públicos se han vuelto más osados y brutales tratando de crear el enfrentamiento entre chiitas y sunitas. Como bien ya lo saben todos en la UMMA, esos tipos no son musulmanes ¿Quiénes creen que pueden ser?

El fenómeno del yihadismo presentado como el producto de un Islam radicalizado y anti occidental en realidad ha sido una gran charada de las agencias de inteligencia de este lado del mundo con la complicidad de sus colegas (Mukhabarat) de las petromonarquías. Este embuste que se corporizo con entelequias como “Al Qaeda” y el último producto de un falso “Estado Islámico” insertado en 2014 en el norte de Iraq a cargo de Abu Bakr Al Bagdadi un personaje creado por las agencias estadounidenses e israelíes, ha sido el causante de miles de muertes de civiles inocentes con el develado propósito de servir a los intereses de Washington.

No fue la inteligencia de las milicias populares chiitas “Hash Al Shaabi” y mucho menos las administraciones títere en Bagdad las que denunciaron que Al Bagdadi era el producto de aquellas agencias de inteligencia, socias en la difusión y perpetuación del caos en el mundo árabe-islámico. Incluso antes de la invasión de 2003 “Al Qaeda” no existía en Iraq y tras la ocupación floreció por arte de magia una franquicia (AQI) siendo combatida por la resistencia sunita como una pata de la contrainteligencia de los invasores.

Las implicancias que Washington tuvo en la creación por finales de los setentas de “La Base” o “Al Qaeda” en árabe y que seguiría siendo utilizada como un activo “árabe-islámico” en Asia para impulsar sus aspiraciones geopolíticas durante toda la década de los ochentas y noventas y que tuvo su climax durante la administración neoconservadora de Bush & Cheney con los ataques del 11 de septiembre de 2001, sería motivo suficiente para sospechar sobre sus intenciones.

A eso, no hay que olvidar la continuidad que tuvo este juego siniestro con la llegada en 2009 de la administración demócrata con Barak Obama a la cabeza, desde donde y con la gestión de Hillary Clinton en el Departamento de Estado se redireccionaron esos activos al norte de África y en particular contra Libia con los consiguientes y catastróficos resultados que aún persisten.

El intento de Hillary Clinton por recrear la misma estrategia en Siria termino en un rotundo fracaso en el cual y por la intervención en 2015 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, se puso en evidencia las inconfesables connivencias que existían entre ISIS, el gobierno turco de Erdogan y la aviación angloestadounidense (en especial en el robo y tráfico del petróleo iraquí y sirio).  Tan pronto sucedió eso comenzaron las rencillas internas y en julio de 2016 la CIA intenta dar un golpe contra Tiyip Erdogan y desde entonces todo lo relacionado con el ISIS comenzó a desmoronarse y para 2017 esta franquicia dejo tener sustento turco. Cuando se hizo insostenible la farsa, ambos embustes fueron rápidamente sacados de escena y desde entonces los medios occidentales no hablan del tema.

Pero y más allá que la Corporación de medios en occidente acompaño el engaño mediante la desinformación que secundaba la farsa de la llamada “lucha contra el terrorismo”, Moscú no perdió la pista a este peligroso asunto ya que tras la disolución de la URSS y durante toda la década de los noventas debió hacer frente al terrorismo de los independentistas chechenos y del “Ichkeria” quienes eran apoyados por el MI6 británico y el Mukhabarat saudita. Así las migajas de estas oscuras complicidades como vimos se irán extendiendo con el paso de los años en acciones como fueron la invasión y ocupación de Iraq, Afganistán, la intervención y destrucción de Libia, la agresión a Siria, Yemen y allí donde sea necesario y de interés instaurar el caos.

Hoy en las actuales circunstancias, el SVR ruso parece haber estado recabando información sobre el reclutamiento y adiestramiento de ex militantes de ISIS quienes bajo la dirección de militares y agentes estadounidenses serian usados para lanzar una campaña de terror sistemático dentro de la Federación rusa. La posibilidad no es descabellada. Se sabe que además de sus variadas tácticas para difundir el terror, están dotados de una poderosa droga como el Captagon que usan quienes son seleccionados para inmolarse con vehículos cargados de explosivos.

Dentro de los confesados objetivos de Washington es hacer colapsar al gobierno del presidente Vladimir Putin y para ello han estado saboteando mediante sanciones ilegales a la economía rusa. Desde antes de que se diera inicio a la Operación Especial rusa se previó que entre las tácticas de una guerra hibrida desplegada por Washington y sus socios, el terrorismo sería una de las más utilizadas pero limitada a las zonas de combate en Ucrania. La voladura de un tramo del puente de Kerch fue la muestra de ello. Como hemos visto los estadounidenses y sus colegas ya han cruzado todas las líneas rojas con sus acciones dentro de territorio ruso pero la implicancia de estos ex miembros de ISIS potencia aún más el peligro para la seguridad de toda Rusia.

 

 

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