jueves, 16 de febrero de 2023

 

“ESPERANDO A LA CABALLERIA”

¿Qué hay detrás del anuncio del envío de tanques estadounidenses Abrams y Leopard alemanes? Pese al anuncio hay una inquietud que nadie en Washington ni Bruselas quiere responder ¿Llegaran a tiempo?

 

Por Charles H. Slim

El gran anuncio de La Casa Blanca del envío de los tanques Abrams al campo de batalla en Ucrania sin dudas fue solo eso, un gran anuncio. Y es que recién podrían llegar a finales de agosto. Como los laderos del presidente Joe Biden sabían que semejante medida no llegaría a cubrir las urgentes necesidades de unas fuerzas ucranianas que están siendo echas picadillo, los apretadores profesionales bajo las órdenes de Anthony Blinken y Victoria Nuland arrinconaron a la “salchicha de hígado” Scholz (tal como lo llamaron sus socios de la OTAN) para enviar inmediatamente a sus tanques Leopard.

Como ha sucedido desde que EEUU tomo la cúspide del poder hemisférico allá por las épocas de la guerra fría (tras el final de la segunda guerra mundial), otros son los que derramaran su sangre para cumplir con sus planes estratégicos y geopolíticos. Hoy Alemania debe seguir pagando por los pecados del “Tercer Reich” aún si los alemanes de hoy nada tienen que ver con aquellos. La culpa sigue siendo un activo muy explotado por Washington y sus socios.

Pero los políticos alemanes como Scholz ya están bien domesticados y como no lo estarían tras haber sido sus padres aplastados y sojuzgados por una ocupación brutal tanto de occidente como de la entonces URSS que convirtieron a su país en una mera mancha en el mapa. Hoy Washington y sus aliados siguen exprimiendo estas culpas y ponen como ariete de sus planes a los alemanes para que, si todo sale mal será Alemania la que pague por los platos rotos.

Pero a pesar de la inundación de armas occidentales (varias altamente sofisticadas) al régimen ultranacionalista de Kiev, la situación de Ucrania está peor cada día. Cuando el Pentágono calculo que la infantería ucraniana podría balancear el campo de batalla con misiles anti tanque “Jabalina” y manpads de última generación contra los aviones y los helicópteros rusos, creyó que enfrentarían una oleada de carros como lo ejercitaba el viejo ejército soviético. A pesar de que durante años la OTAN recogió información de inteligencia de cada uno de los ejercicios del actual ejército ruso, al parecer no les sirvió para contra restar las tácticas que vienen desplegando en el terreno.  Mucho antes de que esos misiles “Jabalina” lograsen destruir el número de tanques que los ucranianos presumen, o fueron destruidos antes de llegar al frente, o fueron destruidos por sus operadores en batalla o simplemente han caído en manos de las tropas rusas y de las milicias de las RPD y RPL.

Pero también hay otro factor para este fracaso y es de la corrupción existente dentro del régimen de Zelensky. No es un secreto que el mismo Volodymyr Zelensky, además de ser la cara de las relaciones públicas de la OTAN ante los medios tradicionales, es un consumado vicioso y un corrupto que está acaparando millones de dólares de todo el dinero que se gira desde occidente. Se sabe que muchos cargamentos de armas y municiones -los que han llegado a Polonia y Rumania- han sido desviados desde la aduana o han sido vendidos por elementos de las FSU en el mercado negro o incluso a los mismos rusos.

Al parecer el enemigo más peligroso y nocivo que azota a los ciudadanos ucranianos son sus propios funcionarios quienes se han estado beneficiando de todo el material que debiera ponerse a disposición de los combatientes en el frente.

Es en ese sentido que el reclamo de Zelensky de tanques para frenar a los rusos, responde a todo aquello. Pero es posible que muchos de esos tanques no lleguen siquiera a rodar para bajar de los vagones que los transporten o incluso los que si lo hagan sean destruidos por cazas fortunas que esperan agazapados detrás de las líneas enemigas. Sin dudas que en el Pentágono y en Langley (CIA) están muy bien al tanto de esta realidad y como lo han hecho en el pasado, valiéndose de cualquier matón y lumpen político de oportunidad al que pudieran manejar a su antojo, se contentan con saber que Zelensky es un maldito hijo de puta, muy necesario para los planes de la OTAN pero para justificarse entre ellos dirán “es nuestro hijo de puta”.

En ese papel y como forma de preservar los objetivos de Washington y que no son otros que la de extender la OTAN sobre toda Eurasia, solo cuidaran de este personaje haciendo a todo el staff que lo rodea, dispensables y reemplazables. Como hemos estado viendo en el último mes, los angloestadounidenses han venido “limpiando” los cuadros de altos funcionarios del régimen en Kiev, una medida adoptada por lo la pérdida de control y disciplina que gotea dinero para beneficio personal.

Como sucede en la mafia, “el padrino” no deja que sus subalternos le roben y para ello debe dar castigos ejemplificadores. Aquí no hay ninguna relación democrática o cosa por el estilo.

Esta realidad que los medios angloestadounidenses tapan de forma grosera y descarada, es algo que los mismos ciudadanos ucranianos de a pie ya no se tragan. En las calles de Kiev el descontento y el terror merodean abrazados entre sus habitantes. A las carencias de energía y agua potable por los portentosos golpes de los misiles rusos contra la infraestructura crítica hay que agregar las razzias de los “patriotas” quienes tras allanar un domicilio o detenerles en las calles se llevan a la fuerza quienes no quieren enlistarse mientras otras redadas a cargo de los equipos de enmascarados de “Azov” bajo la dirección encubierta de agencias occidentales, suelen incursionar sobre casas y departamentos llevándose a sus moradores ¿Por qué? Nadie se atreve a preguntar en esta democracia filonazi.

Mientras tanto, la picadora de carne del frente sigue haciendo de la infantería ucraniana y también de los grupos mercenarios estadounidenses y británicos que operan en conjunto una pesadilla sin termino.

El envío de estos tanques alemanes se centra en la finalidad de que la guerra se extienda y con ello, la influencia de la OTAN sobre toda la UE y los negocios para la industria armamentística estadounidense. Si llegaran o no eso lo dirá el tiempo. Pero quizá lo más importante de todo esto sea, que Washington logre de la UE una dependencia total, absoluta y extendida en el tiempo que haga que cualquier política tendiente a abandonar a la OTAN naufrague antes de poder exponerse.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario