jueves, 9 de noviembre de 2023

 

UN MUNDO FRACTURADO

¿Por qué la actual situación en Palestina y en particular en Gaza expone la falsa imagen de un estado que nunca fue democrático?

 

Por Charles H. Slim

Durante la mitad del siglo XX, el mundo estuvo dividido por el antagonismo entre dos superpotencias como fueron la URSS y EEUU con la OTAN. Y aunque aquello mantuvo al mundo en un constante vilo de temor a un enfrentamiento nuclear, había previsibilidad. Hoy, con la guerra por mantener la supremacía estadounidense que se libra en Ucrania y la actual matanza que Israel lleva a cabo sobre la Franja de Gaza, sin riesgos a exagerar se puede afirmar que el mundo se ha fracturado y eso, es algo que llevara por caminos de una total imprevisión.

Las visiones maniqueas de “buenos y malos” que EEUU y sus aliados han venido presentando sobre su visión del mundo, ha sido una caricatura que a la altura de las circunstancias insulta la inteligencia de la llamada “comunidad internacional”.

Las actuales circunstancias en Palestina vuelven a poner en evidencia el fracaso del sistema internacional que se halla vencido en parte, por las pretensiones angloestadounidenses de imponer un “derecho basado en reglas” (escritas por ellos y que no están codificadas) como base de las relaciones internacionales. Una concepción que además de elitista (ya que solo beneficia a los angloestadounidenses y a Israel) es contraria a la letra y el espíritu del derecho internacional humanitario.

A diferencia de la división, una fractura conlleva a una destrucción de la cohesión, una ruptura. Esto lo llevamos a las relaciones internacionales y con lo que se está permitiendo en Gaza, sin dudas que existe un orden internacional humanitario fracturado, pero lo ha sido por el golpe seco y premeditado de quienes lo detestan.

Para la Real Academia Española, la acción de fracturar es “Romper o quebrantar con violencia algo”. Los últimos eventos en Gaza son la prueba tangible de ese quebrantamiento, del respeto a la vida y de todos los derechos que un ser humano -indistintamente de su etnia, nacionalidad y religión- tiene como tal.

El martes 31 de octubre pasado la aviación israelí lanzo nada menos que seis toneladas de explosivos sobre un campamento de refugiados en “Jabalía” asesinando en el acto a más de 400 palestinos, en su mayoría niños (https://www.vtforeignpolicy.com/2023/10/gaza-pictures-story-told/ ). Los medios occidentales y en especial los argentinos mantuvieron silencio mientras la noticia recorría el mundo. En cuanto a la Argentina, la influencia política que tienen las organizaciones sionistas como la misma embajada israelí son destacables y se ven amplificadas por el relato de varios sectores dentro de los medios que se muestran abiertamente pro-Israel.

Esta masacre deliberada en el campo de refugiados de “Jabalía” puso en evidencia esta complicidad en tratar de tapar este crimen argumentando entre otras excusas que “eso era culpa de Hamas”.

El ataque fue tan alevoso y su premeditación tan inocultable que no hubo lugar para que Tel Aviv y sus adláteres sionistas pudieran disfrazar el hecho con falsedades como lo hicieron con los ataques al hospital “Bautista” y la iglesia cristiana ortodoxa donde murieron y quedo registrado la masacre de otros cientos de palestinos.

Tal vez el presidente turco Tiyip Erdogan, quien es tan poco fiable y taimado como el mismo Netanyahu, tenga razón cuando en su discurso ante el parlamento en uno de sus pasajes dijo: “Los países occidentales, que ayer derramaban lágrimas de cocodrilo por los civiles muertos en la guerra entre Ucrania y Rusia, hoy guardan silencio ante la muerte de miles de niños inocentes en Gaza. Si lloras por Ucrania, ¿por qué guardas silencio por los niños que murieron en Gaza?

— Türkiye no tiene deudas con Israel, a diferencia de los países occidentales. Por tanto, Türkiye puede criticar libremente a Israel”.

Más allá de las segundas intenciones que oculta el líder turco, ha sido mucho más directo que los líderes árabes en especial las monarquías.

Estas disimiles reacciones ante semejantes crímenes y que impactan sobre una misma humanidad no es una novedad. Durante todo lo que lleva este conflicto y que no comenzó el 7 de octubre pasado, el relativismo por el respeto de los derechos y el valor vida que baja desde la corporación de medios que sigue los lineamientos políticos de Washington y que servilmente siguen los organismos internacionales, ponen en evidencia una odiosa estratificación que claramente pisotea los principios y los derechos de la Carta orgánica de Naciones Unidas.

Este ha sido un manejo común que han venido teniendo tanto los gobiernos estadounidenses como los israelíes, quienes computan extensas listas de crímenes de guerra y lesa humanidad tipificados en el Estatuto de Roma de 1998 y que no se excusan usando el cansino latiguillo victimista del holocausto.

Los estadounidenses con sus artificios geopolíticos y perversas creaciones como fue el intervencionismo o las llamadas “guerras preventivas” para (según sus argumentos) defender los derechos humanos y promover la democracia, no solo evidencian un oxímoron imposible de conciliar con la realidad sino que los resultados fueron todo lo contrario.

Los precedentes son hechos duros y comprobados. Los más de 500 mil niños iraquíes muertos de inanición y por falta de medicamentos durante trece años de sitio y embargo (1990/2003), más otro millar de lisiados y nacidos con malformaciones por las armas químicas y la radiación de las bombas angloestadounidenses, más las brutalidades de la ocupación desde 2003 y la tortura sistemática en campos de concentración como Guantánamo, Bagram, Abu-Graib, Bucca, Faluya y la lista sigue, no pueden esconderse bajo la alfombra.

Tampoco se puede esconder la participación encubierta de Israel en muchas sesiones de torturas auspiciadas por los batallones de inteligencia militar estadounidense y de los asesinatos de académicos iraquíes posibilitados por la información provista por los invasores.

Otro precedente cercano es el asalto a la ciudad de Mosul en 2016 que fue pulverizada por efecto de los bombardeos indiscriminados junto a sus habitantes para “combatir” a los falsos muyahidín del “Estado Islámico”. La cantidad de iraquíes asesinados en esa campaña aún se desconoce. Igualmente eso no le importo a Washington entonces y tampoco le importa hoy cuantos palestinos puedan ser asesinados[1] por sus socios israelíes.

Esa misma demencialidad se ve hoy en Gaza aunque y pese a la participación encubierta de los estadounidenses (Fuerzas Delta y Seals), los defensores de la resistencia le están haciendo pagar un precio muy alto a las FDI, tanto que sus gobiernos tienen dudas en proseguir.

Más allá de las fundadas sospechas de la permisión de Netanyahu para que la resistencia palestina pudiera ejecutar el ataque del 7 de octubre y de las complicidades previas entre el Mossad y la inteligencia militar israelí AMAN en la creación y desarrollo de Hamas, hoy las cosas se han salido de madres y es posible que esto haya sido planeado para que los supremacistas judíos tuvieran la excusa para poner en marcha una “solución final”. Las masacres y las injustificables matanzas de niños parecen ajustarse a esa criminal intensión (expuesta en una reunión a puertas cerradas por el ministro de defensa israelí ante sus colegas de la OTAN en Bruselas el 31 de octubre pasado) y que en última instancia busca expulsar definitivamente a los palestinos de Gaza[2].

La fractura que hoy separa al mundo, es claramente mental y jurídica. Entre quienes tienen una verdad monolítica y quienes la descubren de todo el contexto; entre los que creen en supremacismos selectivos y los que ven a la humanidad como un todo. En un último sentido, se da entre quienes buscan detener esta gigantesca maraña de negocios sucios que representa Israel y que ha hecho de los palestinos su carne para picar y por el otro, quienes justifican a este estado con argumentos que decididamente ya no convencen ni conciernen a todos los judíos, siendo estos los principales afectados y también, diferenciadores entre lo que es el sionismo y el judaísmo.

 

 

 



[1] Sen. Graham Says ‘No Limit’ on How Many Civilians Israel Can Kill, The Pentagon has placed 'no limits' on the weapons it provided Israel, by Dave DeCamp Posted on November 1, 2023, https://news.antiwar.com/2023/11/01/sen-graham-says-no-limit-on-how-many-civilians-israel-can-kill/

[2] Red Voltaire.org. El ministerio de Inteligencia de Israel recomendó expulsar a los gazauitas hacia Egipto

RED VOLTAIRE | 31 DE OCTUBRE DE 2023, https://www.voltairenet.org/article219952.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario