PLAN NUCLEAR
ARGENTO
¿En qué consistiría y a quiénes realmente beneficiaría el anuncio de un
plan nuclear para la Argentina?
Por Javier B. Dal
Según el
presidente argentino tiene la intención de poner en marcha un Plan nuclear
argentino que estaría destinado al desarrollo de la industria de la
Inteligencia Artificial y el abastecimiento eléctrico. Este anuncio busca
convocar a inversores extranjeros para que lleven adelante este plan siendo la
Patagonia un posible escenario para su desarrollo. Para que ello sea posible se
requiere de una especie de reactor que no son como los de “Atucha” o los que
simplemente se destinan a generar energía eléctrica.
Los
reactores para dicho propósito se denominan “modulares” que son más pequeños y
suelen utilizarse en propulsión de navíos de guerra como destructores,
portaaviones y submarinos. Obviamente el gobierno anglófilo y sionista de los
Milei no los destinara a esos fines ya que no va provocar a sus patrocinadores,
especialmente a los británicos.
Un repaso
histórico. Argentina supo ser una potencia en Sudamérica en materia del desarrollo
nuclear no solo por sus centrales como las ATUCHA (Atucha I fue la primera de
Latinoamérica) y Embalse sino por contar con el centro de investigación
científica más importante del cono sur como es El Balseiro.
Pero
incluso más. En la década de los sesentas y setentas ya estaba tan adelantado el
país en sus investigaciones que pudo haber llegado en algún momento a estar a
un paso de desarrollar un programa con fines militares.
Pero, tras
la guerra de 1982 y desde la llegada de la “democracia” en 1983 el área fue
siendo progresivamente descuidada sin aportarle los recursos suficientes para
que sus científicos y personal tuvieran el material con el cual investigar y
producir nuevos desarrollos. A falta de incentivos y una constante campaña
desde el exterior por reclutar cerebros, muchos de sus investigadores migraron
tentados por mejores condiciones para trabajar y suculentos salarios. A la par
de estas fugas propiciadas por una supina estupidez en la clase política, se
fueron condicionando las cooperaciones con otros estados en esta materia como
sucedió con los casos de Irán y Siria, que fue progresivamente recortada con la
llegada de Menem al gobierno quien cedió a las recomendaciones de Washington y
Londres de frenar cualquier intercambio en esta materia que pudiera beneficiar
a los enemigos de Israel.
Incluso se
llegó a decir que los atentados de 1992 y 1994 correspondían a una traición de
Menem al gobierno sirio por no cumplir con su promesa antes de asumir y que
Hafez Al Assad habría adornado con una buena contribución de campaña, para que
recibiera un reactor nuclear. En su lugar y tras asumir Menem quiso contentar a
Damasco con un denominado “reactor caramelo” que no sirve para los propósitos
de un desarrollo potencial como el que Israel cuenta en “Dimona” en el desierto
del Negev.
De ese modo
Tel Aviv a través de los estadounidenses influyo para que se desmantelaran
acuerdos de cooperación e intercambios con los árabes y los persas.
A propósito
de esto, recordemos que Siria igualmente logro formar una camada de científicos
y establecer un centro de investigación nuclear propio donde se proyectó la
construcción de su primer reactor nuclear que se estuvo montando con la
cooperación de ingenieros de Corea del Norte en Dayr Az Zawr hasta que en
septiembre de 2007 y en un ataque ilegal y artero, Israel bombardeo el complejo
desactivando las expectativas sirias de un desarrollo nuclear.
Lo mismo le
ocurrió antes a Iraq en 1981. Pero ahí no termino todo. Tras la invasión
angloestadounidense de 2003 los científicos nucleares iraquíes comenzaron a ser
asesinados o secuestrados, operaciones en las que nadie duda la implicancia de
Israel.
Lo mismo han
intentado una y otra vez contra Irán. Usando el terrorismo para tratar de dañar
las instalaciones, asesinar a sus científicos y hasta llevar a cabo ataques
cibernéticos (mediante virus informáticos) contra las centrales para destruir
sus centrifugadoras, Tel Aviv se ha visto frustrado en frenar los legítimos
desarrollos nucleares de Irán y es por ello que aprovechando el descalabro que
vive la región no sería extraño de nuevas intentonas.
En las
actuales circunstancias y tras décadas de pisar y desalentar el uso de la
energía nuclear para generar electricidad, los Milei súbitamente plantean un
Plan nuclear que si bien suena muy pomposo ante los medios y ya han salido sus
argumentadores a dar sus loas de aprobación, la propuesta es técnicamente
inviable para los fines que dijo pretender salvo que, sean otros los fines.
El
desarrollo nuclear es de alto valor estratégico y lamentablemente Argentina
hace décadas que lo dejo atrás. Lo que hoy Milei plantea es más bien un interés
ajeno para desarrollar plataformas de negocios ajenas y que si bien dejarían un
redito al país, no estarán bajo su total control. Así mismo esos desarrollos
servirían para enmascarar otras incumbencias y de las que incluso Milei ni se
enteraría. Una vez más bajo la apariencia del progreso y de tentados puestos de
trabajo (de mano calificada) el gobierno tratara de impulsar este proyecto que
en sí, no se destina a mejorar la infraestructura eléctrica de los argentinos
sino como el cumplimiento de una condición que beneficia en apariencias solo a
la industria de la IA.
Milei y su
gente siguen demostrando un amateurismo preocupante ya que, al igual que Menem
en los noventas, (como se dice por acá) se está comiendo el verso de los
yanquis y de sus socios ocultos, los israelíes quienes no tienen otro interés
que el propio.
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