EL DELGADO HILO DE
LA CREDIBILIDAD
¿Por qué el
gobierno de los hermanos Milei es el artífice de su propia incredulidad hacia
la opinión pública?
Por Charles H. Slim
Argentina no escapaba a la crisis de credibilidad que han estado creciendo en los sistemas políticos y en sus representantes en occidente y como parte de eso, en octubre de 2023 un personaje mediático llamado Javier Milei gracias a una alianza con varios partidos de centro derecha gana las elecciones y da inicio a lo que para muchos sería una nueva era en la que la transparencia sería la regla.
Pero ya en la
misma ceremonia de asunción quedaría a la vista la orientación geopolítica
pro-estadounidense y atlantistas (OTAN) no exenta de tintes mesiánicos y
alineaciones con regímenes poco agradables[1] para el respeto a los
derechos humanos. Igualmente eso poco importa a la mayoría de los argentinos
quienes buscan algo diferente al populismo prebendista que les arrastro a una
economía inflacionaria y encima con un estado harto deficiente pero muy presente
para crear impuestos y puestos de trabajo.
Pronto la
personalidad desbocada de Milei causó sensación con su “motosierra” con la cual
terminaría con los negociados y la corrupción de la política que desfinanciaban
al estado y empobrecían a los argentinos. Rápidamente se subieron a la cresta
los advenedizos de siempre y poco a poco comenzaron a desplazar sus propios
cuadros de militancia para reemplazarlos por los mismos que Milei había dicho
venir a sacar. Así los Menem y toda la aureola de la vieja política se
encargaron de ir empujando a quienes dificultaban sus operatorias, una de ellas
a la vice Victoria Villarruel para darle mayor protagonismo a Karina Milei y a
un joven ignoto como es Santiago Caputo y así poner en marcha un triunvirato
que llamaron “triángulo de hierro”.
Desde entonces,
los manejos y desmanejos de la política de estado pasan por las manos de estos
dos. Karina Milei ha sido sindicada como una cajera que recauda dinero vendiendo
audiencias con el presidente y tal vez, otorgando ventajas a sujetos privados y
públicos extranjeros para posicionarse dentro de la infraestructura del estado.
Santiago Caputo pese a su nula experiencia en el área de inteligencia, se hizo
cargo de la SIDE gracias a la influencia de personajes ligados con los círculos
neocon y MAGA estadounidenses (Leonardo Scatturice) convirtiéndola al día de
hoy en una subsidiaria de las agencias extranjeras especialmente, las
angloestadounidenses e israelíes.
El desencadenamiento
del escándalo por la manipulación de los fondos de la agencia para incapaces y
la ventilación de una serie de audios muy comprometedores que involucran a la
misma hermana del presidente, parece haber agotado la paciencia de muchos
ciudadanos incluso, muchos de sus votantes que a pesar de su aversión al
kirchnerismo no estarían dispuestos a ratificar sus votos en las elecciones de
octubre.
Hay una gran
desilusión en la población y eso impacta en los cuadros de la militancia de LLA
aglutinada bajo el ideario de cambiar las formas para no repetir las prácticas
de la vieja política y de una renovación que traería transparencia en el manejo
y administración de los asuntos de gobierno y especialmente en lo referente a
los fondos públicos.
Por el contrario,
los audios del abogado Diego Spagnuolo en los cuales describe una mecánica en
la que involucra a parte del clan Menem y a la hermana del presidente Karina
Milei, que se empeoraron su situación con una misteriosa ventilación de nuevos
audios que ponen en contradicción esta supuesta renovación de la política
argentina.
La respuesta ante
estas inesperadas ventilaciones no pudo ser más aparatosa y en algún sentido,
fantasiosa. Con la intensión de desacreditar las investigaciones que se
originaron por estos audios tan inconvenientes, el gobierno lanzo una
contraofensiva judicial en un intento de amedrentar a periodistas y empresarios
de medios críticos de las políticas gubernamentales de los Milei. Precisamente
y en lo que ellos claman como una operación de inteligencia, alguien del
entorno (seguramente Caputo) le ha sugerido que quienes están detrás de todo,
son los rusos y los venezolanos algo que, tomando en consideración las
posibilidades de ello fuese viable, no tiene un ápice de realidad.
Hay un grado de
sobreestimación (para no decir exageración y petulancia) en el valor político y
geopolítico que los Milei se auto asignan. Cualquiera con dos dedos de frente
se da cuenta que ni Moscú ni Caracas ve algún beneficio en hacer algo así.
Ambos actores hoy por hoy, además de estar jugando en otra categoría
geopolítica, se hallan inmersos en asuntos mucho más serios y realmente de
entidad política para prestar atención a un insignificante gobierno que,
lamentablemente para el país y sus habitantes, administra los despojos que la
rapiña imperialista al que les funcional.
Sin dudas, el
enemigo de los Milei debe estar más cerca de lo que ellos quisieran creer pero,
pretenden distraer la realidad con imaginarios y ya caducos libretos de las
viejas películas de espías.

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