domingo, 2 de noviembre de 2025

 

ESCATOLOGIA DE LA MUERTE

¿Quiénes y por qué buscan la creación de una guerra global?

 

Por Yossi Tevi 

Cuando los argumentos políticos ya no convencen, poner a Dios en el medio es la última táctica de los embusteros. Esto es lo que estamos viendo en la política occidental y muy especialmente en el actual gobierno de EEUU con algunas declaraciones de ciertos sectores evangélicos que señalan a Donald Trump como un “enviado de Dios”.

En realidad esto no es nuevo allí. Durante la administración de George W. Bush la influencia de los evangelistas neosionistas como Billy Graham[1] fue notoria y tuvo un papel claro en tratar de presentar sus decisiones políticas (en especial su política exterior)[2] como signadas por Dios. Incluso por 2003 había consenso entre conservadores y algunos liberales en calificar las decisiones presidenciales como “basadas en la fe”.

Pero esa visión no representaba la realidad de la benevolencia y misericordia de Dios, era más bien una versión mesiánica y extremista de las corrientes cristianas ligadas a la teología sionista (pro-Israel) muy similar (en su ideología) al extremismo islamista de combatir y destruir a los infieles. Incluso toda la construcción de imagen preelectoral (1999) de un Bush “que ora todo el tiempo”[3] -a la luz de sus frutos- no se corresponde con todo lo que vino luego[4]. Justamente, ese mesianismo tóxico (que tergiversa las escrituras y daña al prójimo) fue el frontón para lanzar las invasiones[5], cancelar libertades y derechos y la persecución contra los musulmanes como parte de una escatología muy peculiar.

Donald Trump parece querer recrear esa “mística” y no tanto porque sea un buen “cristiano” o porque “ore todo el tiempo” sino, porque esos evangelistas siempre anidan en torno al poder (cosa rara para Cristo) y ven hoy como nunca, la posibilidad de hacer realidad su escatología apocalíptica basada en un Armagedón.

No hay dudas que esta visión es la que movió a Trump a ser gustosamente cómplice del genocidio de Gaza y permitir a Netanyahu y su gabinete de extremistas talmúdicos cometer todas las aberraciones (como el infanticidio) que hemos visto. Si algo también distingue a esta corriente es su racismo y notable antisemitismo contra los palestinos[6]. Tampoco hay dudas de que esta escatología le viene anillo al dedo a Tel Aviv y a los rabinos sionistas y recalcitrantes que abogan por la aniquilación de los palestinos y mediante sus colonos[7] hacerse con todos sus territorios. 

Como se podrá advertir hay en esto mucha confusión y poca claridad ¿Las razones? Es por la mezcla irreverente pero efectiva, de condimentos bíblicos sazonados con interpretaciones talmúdicas (de muy discutido origen), política y la omnipresente ideología sionista camuflada como una inspiración devenida “del eterno”. Por supuesto que este “protestantismo” es cultivado por una elite de plutócratas[8] que está lejos de las multitudes.

Trump parece estar siendo influenciado por esta teología tóxica y recordemos una vez más, no porque sea un creyente. Si bien es cierto que Jesús dijo venir a redimir a criminales y pecadores, Trump no estaría precisamente interesado en practicar esta parte de esas enseñanzas.

Esta teología y su visión escatológica también está tratando de filtrarse al cono sur y hoy lo vemos muy evidente con algunos liderazgos políticos muy peculiares. El caso del presidente argentino Javier Milei es insigne quien desde su asunción utilizó su conversión al judaísmo como un cable para conectarse a las organizaciones neoconservadoras estadounidenses ligadas a estas iglesias evangélicas y obviamente, a los grupos sionistas de presión tanto allí como directamente con los oligarcas que controlan Israel. Al mismo tiempo, ha ignorado a los católicos de su país relegando la participación con la iglesia católica.

Esto no tiene nada que ver con la fe o una elección personal, se trata de un simple proselitismo con finalidades geopolíticas favorables para el plan del “Gran Israel”. Solo con el cumplimiento de ciertas señales y que deberían desatar la gran guerra liderada por el Mesías esperado, podrán dar cumplimiento a la escatología presumida ¿Cuál es el pilar central de esta escatología? Es la guerra total, el Armagedón y como hemos estado viendo, los extremistas talmúdicos que dirigen actualmente Israel y que tienen una notoria influencia en los grupos de presión sionistas en EEUU y casi todo América del sur, han estado haciendo todo lo posible para que ello ocurra. Incluso la bestialidad y la inhumanidad demostrada contra la población gazatí forman parte de sus fantasiosas expectativas.

Ahora bien ¿Qué esconde toda esta elucubración teológica? Como lo demuestra la historia de 77 años de la instauración del estado de Israel, dar el golpe final para instaurar una monarquía teológica judía y bajo el influjo puramente religioso, hacerse con el control total de los territorios árabes que constituirían el llamado “Eretz Israel”.

Pero hay un evento central y decisivo que fundamenta toda esta teología sionista: la destrucción de la mezquita Al Aqsa[9] y la construcción del Tercer templo[10] para reinstaurar los sacrificios y el boato al reinado de un Mesías esperado (supuestamente de la Casa de David) quien bajo el argumento de autoproclamarse “Dios en la tierra” impondría un régimen absoluto del Gran Israel. Ello agravará la situación conflictiva con el mundo árabe- islámico que desatará una conflagración global.  



[1] Influenciados por las interpretaciones teológicas del anglicano John Nelson Darby (1800-1882), fundador del sionismo cristiano y que se complementan con la teología política de los rabinos Abraham Isaac Kook y su hijo, el rabino Zvi Yehuda Kook fundadores del sionismo religioso que presenta a la guerra como un factor determinante para la llegada del Mesías. En ese mismo sentido, esta teología exculpa a los judíos que violen las leyes universales de la moralidad y del respeto a la vida del prójimo basado en interpretaciones anacrónicas y amañadas del rabino Israel Hess quien aseguró que el “genocidio” es un mandamiento de la Torá. Por otra parte no podemos dejar de lado al “dispensionalismo” que algunos evangelistas usan como fuente teológica de estas posiciones sionistas

[2] No solo Billy Graham ha sido un conspicuo reinterprete de las escrituras con las situaciones de la política exterior estadounidense sino la mayor parte de los “telepredicadores” conocidos por su incongruencia entre lo que enseñan y lo que son.

[3] Considerado por los evangelistas conservadores como el apóstol 12.

[4] Los eventos del 11 de septiembre de 2001 nunca fueron esclarecidos amen de la versión oficial amplificada por los medios del sistema que muchos ciudadanos estadounidenses se tragaron. Aún no se ha explicado las implicancias de los cinco jóvenes israelíes que festejaron los ataques en tiempo real mientras observaban las explosiones desde un departamento en New Jersey ¿Implicados en los ataques o espías? https://abcnews.go.com/2020/story?id=123885&page=1

[5] Bajo el convencimiento del concepto de la guerra santa

[6] Porque y vale la pena reafirmarlo una vez más, los árabes y los palestinos en particular son descendientes del tronco de Abraham y étnicamente semitas 

[7] Varias iglesias evangélicas giran donaciones a los colonos para financiar los asentamientos en territorios robados a los palestinos

[8] La guerra y todos los negocios que se originan detrás es una de las fuentes de riqueza para la industria armamentística, para los grupos de presión y para los políticos que hacen lobbie en el Congreso,

[9] Una meta sionista que viene siendo incitada desde hace varias décadas por los colonos judíos ultraortodoxos quienes en realidad son la fachada de las intenciones de la elite sionista que se sirve del estado de Israel

[10] La alegación a una supuesta manda divina de la construcción de un Tercer Templo también ha tratado de ser argumentada por los cristianos sionistas quienes, diciendo que la biblia prevé esta construcción algo que no surge en ninguna parte de sus escrituras.

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