viernes, 24 de octubre de 2025

 

LA ESPERADA PERO FALLIDA PAZ

¿Por qué los medios en occidente han cortado la cobertura de lo que sucede en la franja de Gaza y toda Palestina?

 

Por Charles H. Slim

No necesita recordar que pocos o más bien nadie se trago el montaje de acuerdo de paz entre el estado infanticida de Israel y la resistencia palestina. Nadie con dos dedos de frente se lo tragaría y sin dudas menos aún los palestinos. Quienes conocemos la política y los trucos con lo que acostumbradamente se manejan los sionistas, hacía previsible que Netanyahu y sus compinches de sinagoga no lo iban a cumplir. Si aceptaron las presiones de Trump fue porque estaba apoyado por los grupos de presión en EEUU que les dijeron basta. El fastidio podía leerse en sus caras y sus intenciones estaban veladas.

Pero los soportes pro-israelíes en EEUU no presionaron para frenar el horrendo genocidio sobre la población gazatí sino para tratar de limpiar la imagen ante la opinión pública de un estado que ya se esta hundiendo en su propia mierda. Para estos hipócritas y cómplices, Israel es como la casa de campo para vacacionar y sus propiedades se hallan erigidas sobre tierras que han sido arrebatadas a familias palestinas y es aquí donde empieza la punta del hilo de toda esta tragedia que se plantea con la siguiente cuestión ¿Quién inició todo esto?

Desde que se realizaron los intercambios de prisioneros Israel ha multiplicado las violaciones del alto al fuego y con ello, los asesinatos de civiles. Las excusas del régimen de Netanyahu abundan, pero han estado en su mayoría en torno a la no entrega de los cadáveres de muchos de los israelíes capturados por la resistencia que murieron, por los bombardeos de las FDI y no como los medios occidentales[1] desinforman hablando de Hamas. Al mismo tiempo estos mismos medios callan las aberrantes señales de torturas y abusos sistemáticos que muchos de los prisioneros palestinos presentan. 

Para ser honestos, nadie de los partícipes en el acuerdo se podía tragar la intención de paz por parte de Israel. Para Netanyahu y la ideología extremista a la que representa, la paz no es funcional a los objetivos colonialistas de apropiación de territorios árabes. Precisamente es en base a una teología oscura y claramente adulterada de las escrituras por la que el movimiento sionista desde hace 78 años trata de hacerse de todo ese lote inmobiliario que románticamente llaman “Eretz Israel”. No hay que argumentar mucho para que cualquiera que ha visto lo que hacen los israelíes en ese plan, le den un calificativo claro: Robar.

Lo torcido de esta forma de pensar y proceder de los sionistas supone que, oponerse a ello es un crimen, es decir, en su razonamiento los palestinos debieran dejarse arrebatar sus tierras, borrar su cultura y desistir de sus creencias religiosas para quedar sumidos bajo un estado teológico judío que la intelectualidad sionista, los evangelistas neosionistas (y su proselitismo mesiánico)[2] y sus lacayos de los medios en occidente disfrazarían como un estado “multicultural”. En conclusión, los palestinos son los únicos culpables de su sufrimiento. Si ello no fuera una tragedia humana tan grave, sería algo muy cómico. 

Hay en el brutal genocidio externalizado en Gaza, una gran enseñanza donde se hacen presentes todas las contradicciones, falacias y oxímoron morales que dejan expuestos los discursos de algunos de los involucrados que apelan a Dios como fuente de toda esperanza. Sabemos bien que no es él quien causa toda esta desgracia e injusticia, ni mucho menos que ha ordenado algún “Armagedón”, o apoderarse de las tierras ajenas bajo la muy brumosa interpretación de escrituras que muchos eruditos reconocen como adulteradas. Si en la vida de cada ser humano, como creación de Dios se haya contenida la humanidad toda ¿Qué clase de religiosos son los que ordenan atentar contra ella?

Es por ello que no debemos dejar que las operaciones psicológicas manipulen y desvíen la naturaleza de un conflicto eminentemente político e incluso legal. Israel y sus partidarios más extremos bregan por la aniquilación de la población palestina, hacerse con la franja de Gaza para crear asentamientos (con ellos pingues negocios inmobiliarios) y también anexar oficialmente Cizjordania que en los hechos, está administrada por un gobierno palestino ¨títere” de Tel Aviv.

Pese al sistemático terror y represión al que se hayan sometidos, los palestinos indistintamente de ser cristianos o musulmanes no están dispuestos a ceder al legítimo derecho a un estado y mucho menos, a ser aniquilados.

Israel lo ha hecho todo para tratar de sojuzgar a los palestinos y tras el 7 de octubre del 2023 lo ha multiplicado en formas alevosas e inhumanas. Más allá de las ineludibles complicidades de Netanyahu y su gabinete de “seguridad” en torno a la permisión para que la operación militar “Inundación Al Aqsa” pudiera ejecutarse (porque muchos israelíes no se tragan la versión oficial), la causa origen de este conflicto no empezó esa mañana. Pese a que los medios en occidente imponen esa visión, las actuales circunstancias y la variedad de fuentes para acceder y saber lo que sucede aún en lugares bajo censura militar (como Israel), permite a las nuevas generaciones no dejarse manipular.



[1] Como el alemán Axel Springer que tras lanzar una acusación falsa contra el periodista palestino Anas Zayed Fteiha. https://theintercept.com/2025/10/22/gaza-journalist-court-axel-springer-bild-hamas/ 

[2] Una práctica que es señalo en el evangelio de Mateo 23:15 como un acto abominable. Hoy esta actividad a cargo de ciertos sectores cristianos se halla alineada al sionismo mesiánico, como parte de la ideología extremista que fomenta la apropiación de territorios palestinos.

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