EN LA MIRA
“LA INEXPLICABLE INVULNERABILIDAD DEL ISIL”
A dos años de la aparición del ISIL y
nadie puede explicarse el por qué de su invulnerabilidad
Por Charles H. Slim y Pepe Beru
Al parecer entraremos en el segundo año desde que hizo su
sorprendente aparición el “ISIL” o como lo conocen los iraquíes “Daesh”, sin
que haya perspectivas de que sea posible detenerlo. Su capacidad operativa sorprendió al
principio, a los más variados analistas militares que vieron como un grupo
presuntamente salido de una organización propia
e independiente, podía arrollar en solo unos días, a un ejército
equipado con armas y vehículos de las fuerzas armadas estadounidenses. Pero el asombro comenzó a difuminarse cuando
algunos analistas, investigadores y expertos militares notaron que “había algo
más” detrás de esta aparente ofensiva de combatientes yihadistas que
voluntariamente se allegaban a Siria
para combatir “al régimen”.
Es
que en realidad, aquellos enmascarados vestidos de negro y con armamento en
muchos casos flamante, no eran ni voluntarios ni menos aún los “muyajedin” –combatientes santos- que
pretendían impostar. Eran ni más ni
menos que una confederación de mercenarios venidos de varias partes. Incluso el
núcleo de la organización ni siquiera eran árabes, comprobándose más tarde, la
implicancia de una mixtura de elementos venidos tanto de Asia como de Europa.
Las
flamantes camionetas “Toyota”, armadas con cañones antiaéreos y con varios
hombres en sus cúpulas, cruzaban raudas la invisible frontera entre Siria e
Iraq y sin piedad pasaron por encima de las guarniciones militares del gobierno
colaboracionista de Bagdad. En esos
momentos el tirano –verdadera calificación para éste personaje- Nouri Al
Maliki completamente desinformado de la situación, se apresuro a minimizar la
situación. No pasaron 48 horas hasta que Al Maliki se dio cuenta que las cosas
estaban peor de lo que sus “aliados” estadounidenses le habían dicho.
Pero
el éxito de las fuerzas de la bandera negra, no se debió a su propio y
único mérito. Para cuando las camionetas
comenzaron a ponerse en marcha a lo largo de la porosa frontera iraquí, en todo el norte y centro oeste de Iraq, se
ponían en marcha micro operaciones tácticas en las principales ciudades del
norte llevadas adelante, por grupos de la resistencia como fue el caso de los
hombres del “Nakshaiabandi” que es una facción del partido Baas y que al
momento de los hechos, estaba liderado desde la clandestinidad por el hoy fallecido
vicepresidente iraquí Ibrahim Ezzat Al Duri.
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combatientes del Nakshaiabandi |
No
solo el “Ejército Nakshaiabandi” puso en marcha estas operaciones, sino también
los hombres del “Ejército Islámico de Iraq” que
creado en el 2004, también tenían un grueso componente de ex miembros
del partido de Saddam Hussein pero,
agrupados bajo una lealtad al Iraq Islámico –sin distinción entre sunitas o
chiitas- y libre de ocupantes extranjeros. A estos le secundaron una docena de grupos de
las más de diferentes extracciones pero unidos, por un
objetivo común, como era el de derrocar al gobierno
colaboracionista de Bagdad.
En
resumen, el ingreso del denominado “Islamic State of Iraq and Levant” no fue
una acción improvisada y menos aún, con el objetivo de “derrocar al régimen
colaboracionista de Bagdad”. No lejos de eso, aquella operación tuvo principal
objetivo, el instalarse junto a Siria y desde allí dar el soporte territorial
para que las operaciones contra Damasco pudieran ser más efectivas. Y aunque
los grupos iraquíes no sentían el más mínimo aprecio hacia el gobierno de Al
Assad –por su pasada colaboración en 1991- lo cierto era, que su
objetivo principal era y sigue siendo el destronar a la sécula del partido Dawa
que, es importante no olvidar, había
sido colocada por Washington tras la ocupación.
No
habría sido posible sin la valiosa participación de los grupos iraquíes que
agrupados en el Consejo General Militar de los Revolucionarios, que el “ISIL”
hubiera podido penetrar con tanta rapidez en el territorio iraquí. Tampoco
hubiera sido posible que las caravanas de camionetas que cruzaban por la
frontera, no fueran advertidas por los ojos electrónicos de los satélites y los
Drones del CENTCOM que, hasta la llegada de los rusos a Siria, dominaban a
gusto y placer, los movimientos y las comunicaciones de cualquier sector en la
región.
Pero
las incumbencias de EEUU en todo esto, fueron más allá del dejar hacer y dejar
pasar. Mientras la CIA le aseguraba al régimen de Al Maliki que no tenía que
preocuparse por los grupos que operaban en la frontera con Siria, las revueltas
populares contra su Status Quo que habían estallado en Faluya a mediados de
febrero del 2014 se iban propagando en forma exponencial sobre la región oeste
en donde se comenzaron a ver entremezclados, algunos grupos identificados con
el “Daesh”. De esta manera, los revolucionarios y los grupos de la resistencia
iraquíes ablandaron el terreno mucho antes que el “ISIL” entrara a Iraq. Sin dudas que fue el momento propicio para que
la franquicia de la bandera negra, entrara para consolidar un territorio
estratégico para asistir los planes de derrocar a Bashar Al Assad en Siria.
Tal
como lo señalamos al comienzo, estos mercenarios del “ISIL” pudieron ingresar
por la ayuda de los rebeldes iraquíes que para el mes de junio del 2014, traían
a mal traer los militares y policías del régimen que en varias ocasiones,
tiraron sus armas al suelo y salieron huyendo hacia Bagdad. Un punto curioso a señalar, es la extraña libertad
que existió para publicitar toda ésta situación y que se dejó cursar por el
internet. Quienes seguían los acontecimientos en Iraq podían oír y ver informes
detallados que se ventilaban los revolucionarios en sus propios sitios web (v. http://iraqispring.com/ ) o cuando eran suprimidos, por redes sociales
como Facebook (v. https://ar-ar.facebook.com/Iraqe.Revolution ).
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manifestaciones populares en Iraq 2011 |
Esto era algo muy raro, ya que la CIA y la NSA junto a sus
agencias aliadas, peinan constantemente el ciberespacio para tumbar las páginas
que fuesen inconvenientes para sus operaciones y para la imagen de la Casa
Blanca. Durante la invasión y posterior ocupación, para los norteamericanos y
sus aliados, el tumbar las páginas web de la resistencia era parte de los
objetivos en su misión por esconder las consecuencias que la resistencia estaba
causando sobre sus tropas y lo que realmente ellos estaban haciendo sobre la población
iraquí.
Pero
en el caso del “ISIL” la regla se invirtió y el internet estuvo libre de
obstáculos para propagar su doctrina y s violencia explicita.
Cuando
el proceso de infiltración del “ISIL”
estaba en pleno progreso, aquellas redes sociales y las páginas web se
mantuvieron intactas y en ningún momento sufrieron algún ataque de “hackers” o
fueron denunciadas como sitios “terroristas” –algo que le ocurrió a las
páginas de la resistencia iraquí-.
Una cosa era segura y es que la CIA y la NSA estaban al tanto del
contenido que trasmitían y claramente, eran muy útiles para argumentar sobre lo
que estaba pasando en Iraq. La brutalidad de las fuerzas de Al Maliki “sería la
culpable de la aparición de una insurrección masiva” que, obviamente sería
encarnada por ésta franquicia” que había sido reclutada y entrenada en
campamentos de Iraq y Jordania. Quedaba claro que para Washington, la violencia
y el caos en el noroeste de Iraq era esencial para realizar los movimientos que
se vieron posteriormente.
Sin
dudas, de que participaron otros actores tras todo esto. Para ello y como
extensiones de los estadounidenses en la región, los Peshmerga kurdos
del Clan Barzani y elementos turcos colaboraron clandestinamente para tomar por
sorpresa a las guarniciones del norte en Kirkuk y en especial en Mosul, donde
“casualmente” los norteamericanos unos meses antes habían sugerido al gobierno
de Al Maliki, que acopiara unos tres mil vehículos “Hummer” y Humvies” que
habían sido entregados para reforzar sus tropas mecanizadas. Todos estos
vehículos estaban con sus equipos de artillería, blindaje reforzado y para
cuando llegó el “ISIL” simplemente los tomaron para usarlos contra las
desmoralizadas tropas del régimen.
Para cuando Al Maliki se dio cuenta que el gobierno autonómico kurdo –aliado de
Washington- lo había traicionado,
Abu Bakr Al Bagdadi ya estaba en la gran mezquita de Mosul decretando la
creación del “Califato”.
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Un Humer capturado por rebeldes iraquies |
Con
el paso de los meses y tras el establecimiento del “Califato” con capital en
Mosul, los intentos por derrotarlo han sido vanos. Y no solo eso. El
“Daesh” se volvió tan fuerte que termino
absorbiendo a los grupos iraquíes que habían empezado a rechazar los métodos de
la franquicia, especialmente en lo referido a la interpretación del Islam. Pero
ésta aparente invulnerabilidad en el
campo de batalla no era por propio mérito. Cuando Obama decidió lanzar una campaña
aérea para –presuntamente- combatir a la franquicia, los resultados
mostraron ser más una distracción que acciones concretas. Esto a su vez, dio argumentos
a los llamados “neocon” y sus conspicuos aliados sionistas del AIPAC
para presionar a la Casa Blanca de que era necesario “volver masivamente a Iraq”
tildando a Obama como un presidente débil e inepto.
Sumado
a esto y en el terreno de los hechos, se comprobó que tanto estadounidenses
como ingleses, lanzaban desde aviones de transporte sin marcas, toneladas de
municiones, armas y pertrechos para sostener las posiciones del “Daesh”. Esto
vino a explicar, como era posible que las unidades de combate de ésta
franquicia, no se quedaran sin balas. Solo para que el lector se dé una idea de
la importancia de contar con una continua línea de abastecimiento de
municiones, cada combatiente que porta una “AK-47” usa en estas refriegas unas
400 a 600 balas al día, lo que haciendo unas imples operaciones matemáticas
veremos que el flujo de municiones necesario para mantener un frente
determinado con unos cincuenta a cien hombres hacen falta unas miles de balas.
Fue por ello que al complicarse la situación por la intervención rusa, todos los medios se hicieron necesarios para
aprovisionar a éstos tipos.
Sin
dudas de que la intervención de Rusia en Siria, ha representado entre otras
cosas, un freno a estas impunidades. Como habíamos señalado, el Comando de
operaciones militares de EEUU en la región –CENTCOM- anteriormente, podía interferir y monitorear
todas las comunicaciones de la región incluyendo claro, la observación
detallada de la situación en el terreno. De esa manera, podía guiar a sus aviones
constatando que no hubiera ojos indiscretos en las zonas de lanzamiento. Pero, con
la instalación de la base rusa en “Jmemim”, los norteamericanos comenzaron a
ver como sus equipos de inteligencia electrónica podían ser bloqueados y
literalmente dejarlos ciegos en un amplio sector de Siria. Y casualmente, tras
la intervención aérea rusa tanto las milicias mercenarias financiadas por
Arabia Saudita como los grupos del “Daesh”
que operan en Siria, comenzaron a ser
diezmados poniendo en jaque, los planes por derrocar al gobierno de Damasco.
Ha
quedado claro que el “ISIL” –o el Daesh- es una pieza más en el juego geoestratégico
norteamericano; es su principal excusa y argumento para volver a intervenir en
la región en especial, en Iraq desde donde con el desembarco de tropas de
tierra –algo que está sucediendo ahora- podrá operar con mayor eficacia en la zona norte de Siria en donde
junto a Turquía –que ha instalado un aerodromo en Bashiqa-, Francia e Israel
pretende crear un apéndice territorial del Kurdistán iraquí.
Por
lo pronto, los iraquíes están viendo impertérritos como los helicópteros norteamericanos
desembarcan tropas en el norte sin que el gobierno títere de Bagdad pueda hacer
algo al respecto. Y que no queden dudas
que lo último que harán, será combatir al “ISIL”.