lunes, 18 de abril de 2016

EN DEBATE



¿PRAGMATISMO O INTERÉS NACIONAL?

Cuáles de estos dos criterios será el que Macri seguirá para sacar a la Argentina de la crítica situación socio-político y económica




Por Charles H. Slim


Mucho se ha dicho sobre el supuesto pragmatismo que encarnaría las decisiones del presidente Mauricio Macri al momento de encarar políticas de estado que beneficien a la república. Pero ahora bien ¿qué significa una política pragmática? Bien, si miramos un poco para atrás en la historia veremos varios ejemplos de ello. Si lo vemos desde el punto de vista de la hermenéutica la palabra nos dice que se trata de tomar en cuenta, solo los efectos prácticos y nada más, es decir, solo importa lo que funciona. Se trata de una visión de cómo funciona el mundo real y objetivo.  Esta acepción del término pareciera que encaja muy bien en la mentalidad de un ingeniero como lo es el actual mandatario, acostumbrado a la frialdad de los números, dimensiones precisas y una esquematizada visión de la realidad que no deja lugar a las abstracciones sin aparente sentido.

Pero el pragmatismo es también una ideología –aunque Macri no lo sepa-, en la cual, se actuara teniendo en cuenta cuales pueden ser las consecuencias futuras por acciones presentes. Además y como elementos muy importantes de esta visión,  nada es fijo y en especial no hay verdades absolutas que se hallan sujetas al cambio con el paso del tiempo. Tal vez mucho puedan ver en esto último, a las conductas de los políticos argentinos que cambian de bando según la conveniencia del momento, pero eso no tiene nada que ver con el pragmatismo.

Se podría decir que el pragmatismo es una forma de seleccionar fórmulas o caminos que aseguren un éxito rápido y concreto alejándose de cualquier lealtad a una ideología o incluso a una tradición.

Yendo a su aplicación en el área de gobierno, vimos como otro gran pragmático como  fue Carlos Saúl Menem en la década de los noventas, creyó que su apertura descontrolada de la economía, su alineamiento sin cortapisas claras con potencias extranjeras y privatización de amplias zonas del estado a favor de corporaciones extranjeras y traicionando principios irreductibles del verdadero Peronismo, eran no solo efectivas sino  que también, presuntamente benéficas para la población argentina, una falacia que no tardó en verse reflejada en la realidad.

En el caso del menemismo, al paso de los años se pudo ver que más que pragmatismo pudimos vivir un verdadero  ejercicio del “interés sectorial” que beneficio a una pequeña porción de la sociedad argentina –encarnada en especuladores financieros y yupis- y por supuesto, a los grandes intereses extranjeros que, bien recibidos por su gestión, terminaron adueñándose de empresas públicas y llevándose sus sacas llenas de dinero a sus países de origen. En este caso pudimos ver que aquel pragmatismo implementado no sirvió en nada para el interés nacional sino que incluso, pareció ser contrario a éste.

En la actualidad y pese a que muchas veces se han hecho paralelismos entre Menem y Macri, lo cierto es que no son lo mismo por el simple hecho de que no son las mismas circunstancias geopolíticas en las que Argentina  se halla inserta en el mundo y menos aún, por el grado de conciencia que hoy existe en una sociedad mucho más atiborrada de información y con una experiencia clara en lo que representa un gobierno neoliberal.   

Menem era un pícaro pero que termino pagando cara su picardía. Por aquel entonces, se alineo a Washington esperando los beneficios por su obsecuencia. Con lo visto, ni su gobierno ni menos aún el país, recibió nada de EEUU más que promesas incumplidas.

En ese entonces, la Unión Soviética de venía abajo y Rusia perdía toda su influencia geopolítica por lo cual, Menem y Cía trataron de colgarse del tren de los triunfantes para salir en la foto de la historia.  Ahora bien ¿Tendrá Mauricio Macri la misma capacidad de sorpresa para jugar en la política y en especial con la geopolítica? Al parecer y solo a simple vista, no parece que el presidente tenga ese toque y menos aun el carisma para lograr obtener un giro a la situación en la que se halla enfrascado el país.  Y es que, a pesar de su lealtad a las políticas de Washington y su alineamiento a la postura de Israel para abandonar todo apoyo al reconocimiento a un estado árabe-Palestino, todavía no llegan las tan prometidas inversiones que dicho sea de paso aclarar, provienen de estos lares. Pese a que su equipo económico se encuentra implementando un plan que debería abonar el terreno para obtener la atención de potenciales inversores extranjeros, nada parece moverse en ese sentido.  Algunos mal pensados sostienen, que desde aquellos sectores que han respaldado a Macri, se está tirando del sedal para ver hasta donde aguantara el gobierno argentina con fin último de crear un caos controlado.  No hay que olvidar que el mundo se halla sumido en una guerra que tiene tres frentes, el campo de batalla con las armas, el del espionaje y el mediático mundial, donde los directores a cargo de ella, podrían bien asignarle un rol a la Argentina y al Cono sur.

Si aquella posibilidad fuera cierta, sin dudas de que Argentina estará en serios problemas. Ahora bien, a pesar de aquellas cercanías con la ideología sajona el gobierno parece haber interpretado la realidad geopolítica que se basa más en intereses comunes que en lealtades ideológicas. Pareciera ser un contrasentido pero, créanlo, ello es así.  Y así a su vez pareciera –gracias a Dios- que Macri y su gabinete  han reconducido o, -al menos están comenzando- su política exterior tratando de despegarse de la tan criticada posición de un posible “alineamiento automático” como se vio con el gobierno menemista. Y la motivación para tomar estas iniciativas –muy acertadas por cierto- podría radica en que Macri y Cia se han dado cuenta de que, una cosa son las simpatías y otros los intereses que en el caso de la ideología que encarna su sector, está muy ligada a quienes contrariamente son los enemigos históricos del país.

Una de estas señales se vio cuando la representante exterior de Argentina Susana Malcorra se reunió en Moscú con el canciller ruso Sergüei Lavrov, en donde entre otras cuestiones, trataron la situación actual de la política entre ambos países y la continuidad en los nexos que se habían establecido con el anterior gobierno, algo que fue muy bien recibido por el Kremlin y visto con no muy buen agrado por Washington y sus satélites.  Además y algo que ambas partes dejaron sentado, es que no son aceptables las políticas “de intervención unilaterales” en franca alusión a las aventuras de EEUU y sus aliados que desde hace 25 años hasta esta parte, vienen sembrando de caos varias regiones del mundo.  Ésta visita protocolar y las declaraciones que se obtuvieron muestran un inesperado giro en lo que los intereses “anglosajones” esperaban del empresario avenido en presidente; y es que, aunque para algunos esto suene a poca cosa, créanlo bien, para Washington y los sectores ultraconservadores y del Neocon estas declaraciones no caen bien. Desde un punto de vista político, sin dudas, Macri le ha tapado la boca a muchos y si profundiza estas relaciones, es muy posible que Argentina pueda llegar a ser el socio que con el otrora gobierno no podía ser.

Hoy Rusia y China se hallan en una clara carrera de ascenso dentro de la geopolítica y lejos de aquellos años en los que Washington y la OTAN acapararon el poder mundial mediante aquel unilateralismo que el mismo George W. Bush en su discurso del 11 de septiembre de 1991 ante el Congreso bautizó como el comienzo de un “Nuevo Orden Mundial”. En estas nuevas circunstancias, Macri –a diferencia de Menem- tiene opciones: o seguir con el unilateralismo norteamericano o seguir el camino del multilateralismo el cual ha venido siendo apoyado desde la Federación rusa y China. Desde esta perspectiva, las posibilidades de buscar asociaciones es mucho más democrática que la subalternidad que trae implícita aquella postura norteamericana.  

Y la pregunta que ustedes se harán es ¿por qué el otro gobierno no habría podido ser un “socio” confiable para Rusia? La respuesta surge tajante y breve: No había paridad para semejante situación; ello se puede graficar metafóricamente con poner a un ratón al lado de un oso ¿qué clase de sociedad puede haber entre ese pequeñín y el gigante peludo? Pues cualquiera menos una sociedad.  Además, el gobierno de la presidente Cristina Fernández era políticamente un cartón pintado que entre otras cuestiones, rebosaba  por su inconsecuencia política  en temas de política exterior  y que solo eran el reflejo de su política doméstica (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/nacional-la-dudosa-geopolitica.html )

La misma situación es la que existe con la China Popular, con quien el anterior gobierno trabó lazos más profundos, un punto acertado en lo que hace a expandir los mercados para productos nacionales, la apertura de una nueva plaza financiera  y a su vez  -mediante la instalación de la base china en Neuquén- buscar balancear la influencia geoestratégica de EEUU y el Reino Unido en la región, que se materializa con el triangulo militar y de inteligencia con las bases militares de Ascensión (Brasil), Isla de Pascua  (Chile) y Malvinas.   Y a pesar de que los intereses externos que financiaron la campaña mediática de algunos periodistas   -entre otras cosas-  se buscaba crear una mala impresión de la presencia china en Argentina y de sus posibles segundas intensiones (v. http://www.perfil.com/politica/Que-esconde-la-base-espacial-china-en-Neuquen-20150629-0005.html ), cierto es que ello no ha causado los efectos esperados. 
Susana Malcorra y Sergüei Lavrov

Igualmente y más allá de las posturas en pro o en contra, una cosa es real y es que, Argentina se halla inmersa en la pulseada geoestratégica entre la OTAN, China y Rusia que tuvo como episodio cercano, el hundimiento del supuesto pesquero chino en aguas argentinas. Recuerden que el episodio se dio en momentos previos a la llegada de Obama al país, lo que agregado a fuentes reservadas, que aseguraban que dicho navío no habría sido ni un pesquero ni menos aun, hundido por la prefectura argentina, hizo repensar la situación de la defensa nacional.    

 Pero con las nuevas orientaciones del gobierno que buscan sanear amplias áreas del estado, que se había convertido en un conjunto de meros apéndices clientelistas de una estructura partidaria construida por el matrimonio Kirchner, el país ha entrado en una nueva etapa donde podría verse un cambio superlativo en el funcionamiento de todas las áreas vitales de aquel. El despido de varios miles de “funcionarios y empleados” que habían sido colocados por la era K se enmarca en esos planes.  Y aunque se ha tratado de argumentar una arbitrariedad en estos despidos lo cierto es que, de las arcas del estado salían millones de pesos al mes para pagar a gente que en muchos casos no tenía idea de lo que hacía en esos puestos y muchos otros jamás concurrieron a trabajar.  Sin dudas, ésta decisión  se enmarca en una clara práctica pragmática que busca cerrar la canilla de gastos a cuenta del estado y de la cual –a costo de un alto precio político-, no cualquier presidente hubiera llevado adelante. 

Habría que creer que, el presidente Macri ha entendido que su país no es un pequeño cantón suizo como muchos de sus colegas creen que puede manejarse, ni tampoco un país como Alemania –como dijo un energúmeno no hace mucho- o incluso como alguno de sus vecinos.  A pesar de las cercanías, las situaciones de cada uno de ellos, está marcada por una realidad político-social muy diferente. Y si no basta mirar lo que está sucediendo en  Brasil, donde el gobierno del PT, enlodado por fastuoso casos de corrupción,  se derrumba como un castillo de naipes. Por estos mismos momentos, se ha desatado el escándalo con el pedido de juicio político a Dilma Rosseuff lo que ha polarizado a la sociedad en forma peligrosa.


En lo que hace a la política exterior, si el presidente Macri ha interpretado los verdaderos intereses nacionales, sin dudas que deberá enfilar sus políticas hacia una mayor apertura al resto del mundo, no dejándose sujetar por el engañoso lazo anglosajón que dicho sea de paso, no representa a la diversidad que existe en la comunidad internacional. Es más, éste último terminó que fue robado y continuamente usado por Washington y sus socios de la UE para arrogarse una representación que nadie les dio, terminó siendo el argumento para que se concretaran grandes crímenes internacionales que, pese al paso de los años, aún están por juzgar. 

miércoles, 13 de abril de 2016

NACIONAL



“CRISTINA, QUE Kgada!”

De presidente a  imputada: Cómo puede evolucionar la causa penal abierta contra Cristina Fernández y Cia bajo las presiones político- sectoriales de la Campora sobre la justicia


Por Charles H. Slim

Tras la declaración que hubo realizado el gran arrepentido “Leo” Fariña,  en la que dejo en claro quiénes estaban en la cabeza de la gran cadena del negocio de lavado de activo y la ruta de los dineros públicos en la Argentina, se comenzaron a mover las placas tectónicas de la política nacional donde como si de un terremoto grado 9, sacudiera a todos los estamentos del estado y en especial el de la administración de justicia.  Y es que entre los sindicados por el joven contador se encuentran  nada menos que el difunto ex presidente Néstor Kirchner y su predecesora en el cargo, Cristina Fernández.

A estas declaraciones que han colocado al joven arrepentido en una peligrosa posición, se agregó la aparente valentía de los jueces federales, que dicho sea de paso, se habían olvidado de ejercer sus funciones en aquellos momentos cuando reinó en imperio K y sus más incisivos lugartenientes. Hoy “aparentemente” revitalizados en sus puestos, parecieran estar decididos a hacer cumplir la ley y la manda que reza en  la Constitución nacional, que el artículo 16 a grandes rasgos garantiza la igualdad ante la ley, agregándose la del presidente Macri que realizó unas horas antes en la que, indirectamente lanzó contra la ex presidente Fernández diciéndole “se acabó la impunidad, todos somos iguales ante la ley”.
Fariña luego de una golpisa en la cárcel

Para Cristina Fernández y su círculo intimo, la situación fue un trago amargo muy difícil de pasar.  Tras meses de ostracismo y ausencia en los medios, la ex presidenta saltaba a la publicidad por la nada agradable noticia de haber sido procesada y en virtud de ello, citada a declaración indagatoria para el día miércoles 13 de abril.  Un revitalizado juez Casanello asistido por el fiscal Guillermo Marijuan, decidió que había motivos suficientes para impulsar varias medidas tendientes a acreditar las aseveraciones del “valijero”  Fariña.  Y para la ex presidenta y su nutrido grupo de obsecuentes que manejan a la provincia de Santa Cruz, los allanamientos realizados en varios sitios estratégicos de la “familia K” en Río Gallegos, fue una situación altamente estresante y claramente corrosiva para los nervios de la ex mandataria que, según algunas fuentes presentes en esos momentos, alegan que la situación de estar siendo asechada la propiedad en donde se hallaba, desató un ataque de histeria que debió ser calmado con medicamentos.  Incluso, la molestia de estas medidas habría llevado a que sectores afines a la “Campora” se atrevieran a lanzar amenazas contra la familia del fiscal Guillermo Marijuan.

Algo había que hacer para tratar de contra restar esta situación y entonces Cristina ordenó  a su hijo Máximo reorganizar y mover todos los elementos disponibles –desembolsando dinero obviamente- para tratar de girar la escandalosa realidad que había salido a la luz no solo por los testimonios de valijeros arrepentidos o de empresarios que hasta no hacía mucho eran grandes amigos.  De esta manera y mediante una acelerada  e ingente gestión telefónica desde Río Gallegos, “el nene” bajo las ordenes de la “mamá” llamó  a los capos de la Campora en la pcia de Buenos Aires, para que hicieran los arreglos  del “operativo regreso” que algunos caraduras se atrevieron comparar con el “17 de octubre”.
Diana Conti ¿Viva Perón?

Más allá de la movilización de “militantes” que partió desde Aeroparque y que se allegó hasta el barrio de Recoleta, la ex mandataria sabía que en unas horas debería presentarse ante un juez que le haría saber que tiene la posibilidad de ejercer su defensa ante los cargos que se han levantado contra ella y que, de creerlo conveniente, poder quedar detenida. Lejos de las fábulas mediáticas, tanto de un lado como del otro, lo cierto era que “Cristina” cortaba clavos y la tensión a la que se vio sometida en las horas previas a presentarse ante el juez Casanello, quedaron reflejadas en los más cercanos felpudos de la ex mandataria que –indiscreciones mediante- filtraron que la “señora no debe ser molestada ya que tiene un terrible dolor de cabeza”.

Sin dudas de que la ex mandataria, tiene sobre su cabeza la espada de Damocles que más bien se puede precisar que se trata la de la justicia y ella lo sabe muy bien.  No hay que olvidar que desde que abandono la Casa Rosada todos los obsecuentes de su entorno desaparecieron y hasta la desconocieron  cuando comenzaron a revolver en los asuntos que había manejado durante más de doce años.  Incluso algunos de los más insignes alcahuetes, al verse comprometidos o tocados con las investigaciones activadas por el gobierno de Macri, intentando explicar los claramente inexplicable,  quedaron sin argumentos sólidos para defender a la ex jerarca (v. http://noticiasargentina.com.ar/diana-conti-nestor-cristina-kirchner-no-tuvieron-nunca-testaferros/ ).
Agua y aceite, imposible de mezclar

A pesar de que ante las cámaras  “Cristina”  volvió a la impostación de fortaleza y una cierta algarabía que pretendía demostrar valentía y hasta un cariz desafiante, lo cierto era que pese a la movilización que la acompaño y que buscaba presionar la decisión del juez, la “combativa mandataria” se remitió a no responder ninguna pregunta y entregar un escrito de descargo, tan simple y breve como eso. Incluso, al leer el escrito presentado (v. https://www.facebook.com/notes/cristina-fernandez-de-kirchner/escrito-presentado-ante-el-juez-bonadio-por-la-causa-d%C3%B3lar-futuro/1320289047998958 ) , más que un descargo contra acusaciones de índole penal, se parece más aun líbelo político o incluso, a un revisionismo histórico matizado convenientemente a su gusto y conveniencia.  Mientras miles de “militontos” –muchos de ellos no tan tontos- se mojaban puertas afuera creyendo que la “Cristina” tenía un encarnizado  duelo de palabras con aquel juez,  lejos estuvo de esa situación.  El show comenzaría a la salida de Comodoro Py y aprovechando el momento para relanzar su figura ante los medios y a su vez, tratar de argumentar una especie de “persecución política”, la ex mandataria cree que con esta gran actuación logrará ocultar el robo de los miles de millones de pesos que han ido a parar a sus bolsillos y la de sus cercanos.


Pero hay malas noticias para la “gran actriz” de la política nacional: Parece que hay mucha más gente que no le cree, que los miles de militontos alquilados ¿Se habrá creído el juez Casanello la actuación  de la imputada?. 

lunes, 11 de abril de 2016

EN DEBATE



SEGURIDAD CON EDUCACIÓN

Por qué la situación de inseguridad y corrupción en la Argentina, se llevan de la mano con la impunidad política y la pobre educación ciudadana




Por Javier B. Dal

En la Argentina suele haber un problema continuo y kármico en el manejo de sus políticas institucionales y ese es, el de sectorizar los temas en forma estanca y casi autista.  Si vemos lo que ha venido sucediendo desde hace cuarenta años hasta la fecha, veremos cómo pareciera haber en cada rubro y cada estamento de la vida pública del estado (Nacional, provincial y municipal) una completa desconexión o mejor dicho una falta de complementariedad que pareciera inspirada por el temor a una especie de  contaminación. Y si, en la sociedad argentina si hay algo que sobra entre y dentro de cada uno de sus “ciudadanos” es un temor visceral al compromiso con los temas de la –como decían los romanos-  “res publica” (cosa pública), poniendo en evidencia aquel carácter pusilánime tan visto en su historia política a lo largo de décadas.

Como parte de este costumbrismo, hemos visto como temas tan importantes como es la seguridad y la educación, se tratan de arreglar con mayores presupuestos y nada más. En las últimas décadas a la par de las estafas provenientes del poder y las mafias que se mueven en el espectro político se ha sumado el abuso en las reclamaciones sindicales que llegan a situaciones tan bizarras que parecen sacadas de una de aquellas viejas comedias de Mel Brooks en las que el ingenio mal empleado se conjuga con empleados públicos que más bien, parecen personajes de una sátira. Pero la realidad no es tan amable como estas obras, tal vez disparatada, pero nada amable.

No cabe ninguna duda de que la educación es la base para el desarrollo de una sociedad, pero este “servicio” no puede transformarse en una tribuna de reclamos laborales que no beneficia a los realmente necesitados. Y para muestra basta un botón. Una maestra de Capital tiene un sueldo y un nivel de vida muy superior a la de una maestra de la Puna o de los perdidos impenetrables en el Chaco, pero aquella busca más beneficios para supuestamente mejorar la educación; algo que realmente no es verdad.

En el caso de la seguridad, obviamente no existe el reclamo sindical por lo que y atendiendo al crecimiento endémico del problema de la inseguridad, la situación de los salarios de los efectivos está en directa atención de los respectivos gobiernos. Aunque parezca increíble, el gobierno anterior convirtió esta área y con especial interés proselitista, como una “fuente de empleo público”.

Vimos como el anterior gobierno para solucionar el gran tema de la inseguridad, acudió a meras políticas cuantitativas que solo dan un parche pasajero para una temática que debiera ser con un enfoque global y entendida por expertos. Pero han sido décadas de artificios, improvisaciones y manejos espurios de la seguridad, en la que los supuestos expertos no lo eran y para peor, influenciada por una novedosa y nociva rama de los medios como es la “opinología”. Cada gobierno ha hecho del área cuanto le vino en gana y en rigor de verdad, solo se avoco a implementar medidas que en algunos casos fueron tan efectistas como desastrosas. Como olvidar la destrucción de las escuelas de Policía donde se formaban oficiales y suboficiales; o de las  purgas del Ministro de seguridad  Arslanian implementadas entre 2004 y 2007 que además de inútiles, destituyeron a muchos buenos elementos de la policía bonaerense. O más cerca en el tiempo y con una formulación inversa, durante el gobierno de Daniel Scioli que, bajo una égida ideológica contradictoria y con el objetivo de absorber el gran desempleo existente, terminó sobredimensionando las estructuras policiales hasta convertirlas en un organismo elefantasio casi imposible de controlar.  

No hay que olvidar que esto se parece mucho, a cuando los “brillantes” políticos de turno, trataron de reactivar el servicio militar obligatorio, no para formar parte de una política de defensa remozada sino, para solucionar problemas como el desempleo y el acuciante drama de la falencia educacional y el terrible flagelo de la droga en los jóvenes. De esta manera, los mismos que trinaron a los cuatro vientos para que se terminara este sistema de reclutamiento, ahora clamaban por su regreso para que se ocuparan de contener situaciones sociales y problemas familiares para los que las FFAA no están preparadas. Sin dudas que la postura más coherente sobre éste tema la aportó el entonces intendente de San Miguel Aldo Rico quien sostuvo en varias oportunidades ante los medios, que el sistema de reclutamiento para el ejército debería ser voluntario y de formación profesional, dejando siempre en claro que, quienes revisten en éstas fuerzas como en las policiales no cumplen un trabajo sino que son servidores públicos.

Pero han sido décadas de negocios y nada de políticas coherentes. Desde negociados a expensas del estado hasta la colocación de parientes y amigos en sitiales públicos, la clase política hubo embadurnado todas las áreas de lo público, incluyendo a la de seguridad.

Hoy consecuencia de aquellas políticas, queda una policía con serias deficiencias operativas y a la cual no puede exigírsele investigaciones complejas. Con una genérica tarea de prevención materializada con presencia callejera, la policía de la provincia de Buenos Aires solo aporta un básico rango de seguridad que se limita a los ladrones comunes, trifulcas callejeras o la comisión de un delito en lugares públicos. Para los delitos complejos como el narcotráfico, lavado de activos, las estafas varias que involucran micro-climas de corrupción en sectores públicos y privados, las DDI han demostrado ser más parte del enemigo que otra cosa. Pareciera que existe un prurito en la idea de que se forme una estructura de seguridad “inteligente”, que logre combatir los grandes males que se han enquistado desde al menos las últimas dos décadas con mucha fuerza: Narcotráfico y corrupción política.

Algunos mal pensados sugieren que la creación de una “AIC” (Agencia de Inteligencia Criminal) es una muy mala idea para la clase política –sin distinciones de izquierdas, centros o derechas-  que hoy está en danza, dado que se hallan enfermos del “efectismo instantáneo” que tanto reluce en los medios televisivos, que se diluye inmediatamente, para que no hayan rencillas futuras porque, como dice el dicho “entre bueyes, no hay cornadas”. Si se erigiera una agencia con las características de autonomía funcional, jurisdicción federal y personal calificado, muchos negocios en la Argentina dejarían de funcionar y las sorpresas en cuanto a los involucrados en los altos niveles del narcotráfico, dejarían a las estafas de Lázaro Baez, Cristóbal López y todo el séquito “K” como niños de jardín.

Además, una “AIC” rompería los tejidos de complicidades políticas que se han montado por años de corruptelas y connivencias toleradas, por las abultadas dádivas que aceptan los funcionarios corruptos y que tolera por conveniencia o simple temor una mayoría de empleados a sueldo de baja jerarquía.
  Ante semejante marco de infestación, habría que mirar algunos ejemplos de la historia contemporánea que se han dado en algunos países. El caso de la Rusia pos-URSS de mediados de los noventas, es un ejemplo de hasta donde había llegado la corrupción estatal. Desde funcionarios políticos, pasando por burócratas de los incontables departamentos que habían quedado del Politburo hasta generales y suboficiales del ex “ejército rojo”, se habían convertido en sus propios jefes y tomaban del estado cuanto les convenía. De ese modo, desde los nombramientos a familiares y cobros de sueldos sin justificación, el tráfico de influencias hasta el tráfico y  venta de armamento para las guerras separatistas que se habían desatado en el Cáucaso, el gobierno del “etílico” Borís Yeltsin no pudo combatir la situación y terminó saliendo del poder dejando una herencia muy dura para su sucesor.
Cuando asumió Putin en 1999, implemento las primeras medidas contra la corrupción estatal creando unidades especiales que más tarde, durante su segundo periodo, refinaría y modernizaría. La tarea no fue para nada fácil. Un estado anquilosado y que se había repartido entre algunos oligarcas que tenían cooperación desde Wall Street, hizo que la lucha contra todas estas ramificaciones llegaran a verdaderas pulseadas entre el poder del estado liderado por el ex jefe de la FSB y los multimillonarios que prácticamente compraban a los funcionarios como se compra pan en un almacén.

Mediante una implementación de una legislación puntual, control parlamentario y órganos de ejecución como los “Grupos Alfa”, el estado ruso ha logrado limitar el accionar impúdico de grupos concentrados y mafiosos que tratan de hacer pie en la Federación.   

Pareciera necesario estar continuamente recordando que la delincuencia no se agota a los ladrones violentos, los predadores sexuales o aquellos que nacen y para su prosecución, de la acción privada del ofendido y por los cuales, debe impulsar su causa sin la intervención del Ministerio público. Hay una amplio espectro de los delitos que se han venido cometiendo en el país, pertenecen a los que entre los ciudadanos de a pie se llaman “de guante blanco”, en los cuales, altos funcionarios públicos han venido esquilmando los presupuestos de hacienda por el único mérito del puesto que ocupaban. ¿Acaso alguien desde el ministerio de seguridad y justicia les investigo en su debido momento? La respuesta no es necesaria exponerla dado que la mayoría de los argentinos la conoce muy bien. Se ha tolerado como algo de “piolas” y de “vivos”, que alguien que entra en la política se enriquece en forma desvergonzada y obscena, a costa del dinero de todos.

Y este costumbrismo criminal que  claramente se enmarca en la tan invocada  y nombrada “impunidad”, por razón de su consuetudo a nivel social  y la ausencia de controles llevó a que dichas prácticas se instalaran en los más bajos escalafones de la función pública nacional, provincial y municipal, llevando a que se hallen pequeñas mafias que a la sombra de la estructura gubernamental, han estafado y robado miles de millones de pesos. Ahora bien ¿Cómo pudo progresar semejante metástasis de corrupción en tales áreas del estado? 

Nuevamente la respuesta radicara en un claro dejar pasar y hacer por parte de los organismos de control que, cooptados por funcionarios y empleados infieles, permitieron esto. Incluso en muchos casos, los fiscales que deben investigar este tipo de delitos lejos de realizar los esfuerzos tendientes a esclarecer los hechos en beneficio del interés de la sociedad (art. 120 CN), terminaron ejerciendo una defensa escandalosa de los influyentes imputados. Cuando se hicieron los señalamientos y en pocos casos las denuncias sobre estas prácticas viciosas, ningún juez de los que hoy parecen haber bajado de la luna y menos aún el Consejo de la Magistratura hizo nada por avanzar en estos hechos.

En este sentido se puede concluir que el instituto del Ministerio Público, creado para funcionar en el ámbito en la justicia, para perseguir el delito en beneficio del interés general, con la garantía de independencia funcional  y por fuera del poder judicial, es algo que en la realidad no sea cumplido. Sin dudas, la ausencia de un verdadero control y de un área especializada en atender los delitos especiales que se cometen dentro de un ámbito administrativo –clara y continuadamente influenciado por la política- como es el poder judicial, propició escandalosamente que esas situaciones avanzaran sin el mínimo escrúpulo dado que, no hay forma de establecer con fehaciencia –que no significa que no pueda ser probado-, la colusión de intereses para, por ejemplo, cerrar una causa que molesta a alguien adinerado o con vínculos con el poder.

En la Argentina los casos de éste tipo son tantos, que si se hiciera una investigación seria, los legajos de este tipo de causas “planchadas” se graficarían en una montaña de papeles que casi siempre han sido archivadas por la inoperancia de los fiscales y otras veces, por la ilegal operancia a favor de éste funcionario a favor influyentes denunciados. Con los últimos acontecimientos judiciales, ¿ será posible el comienzo de un cambio profundo de la justicia?





sábado, 9 de abril de 2016

VETERANOS DE AYER



“VOLVER AL FUTURO: ¿REGRESA ARGENTINA AL GOLFO?

Cómo podría encarar la Argentina una posible reinserción de sus FFAA en una posible campaña en el Golfo Pérsico




Por Pepe Beru
Despedida del G.T. 88 en 1990

Hace justo veinticinco años y en estas fechas las dotaciones navales del grupo de tareas 88.1, denominado como ALFIL 1, se hallaban  dentro de las aguas jurisdiccionales brasileras preparándose para un alto en el puerto de Fortaleza. Atrás quedaban las estresantes jornadas en aquel lejano teatro de operaciones en una exótica región en la que jamás hubieran imaginado terminarían yendo y menos aún que serían parte de una guerra que se sigue desarrollando hasta estos días.  Aquellas hirvientes y peligrosas aguas del golfo pérsico habían quedado atrás y con un muy bien ganado relajo, los efectivos de las dotaciones “ARA Alte Brown” y  la “ARA Spiro” mientras se fumaban un cigarro, recreaban la vista del magnífico clima tropical de las playas brasileras.

Pero una vez que paso todo aquel trajín en medio de una de las guerra convencionales más desastrosas de finales del siglo XX, muchos de ellos se dieron cuenta de que estuvieron al filo de la navaja y que solo fue una cuestión de fortuna el no haber sido el blanco de alguno de los dispositivos ofensivos que los iraquíes habían dispersado en las costas propias y del emirato de Kuwait.

Esc. Aluette, en 1991

A la misma conclusión habían arribado varios expertos internacionales  cuando advirtieron que, el precipitado final de la guerra trajo un alivio a los comandantes de las operaciones navales agrupados en el US.NAVCENT, quienes por aquel entones temieron lo peor si las hostilidades se extendían.  Desde aquel centro de operaciones fue donde se diagramaban y dirigían las operaciones y los movimientos de los grupos de tareas tanto para lo ofensivo como para lo defensivo, éstas últimas especialmente  asignadas al grupo de Tareas G.T. 88.I, que conformaban los dos buques argentinos y que se le denominó con el nombre clave ALFIL I.  Desde las 00300hs del 17 de enero de 1991 se cruzó la línea roja del estado de “Alerta pasiva” a “estado de guerra” y desde ese momento hasta la culminación de las operaciones bélicas, ambas dotaciones mantuvieron  actividad en “zafarrancho de combate”  tanto para atacar como para defender en el caso que el Comando respectivo lo ordenara.

En realidad, ambas dotaciones corrieron con suerte y no fueron blanco de los posibles ataques  aéreos y variados  misiles costeros que contaba Iraq y que incluso,  tras ocupar el emirato de Kuwait pudieron incautar las existencias de misiles como los “OTOMAT-MDBA” y los temibles “EXOCET M-39” que tenían los kuwaitíes para usarlos contra los buques aliados que se arremolinaban en la boca del Golfo.  Solo fue una cuestión fortuita y nada más, ya que la realidad en aquel teatro, los peligros eran múltiples y letales (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-desclasificando-en-el.html ).

De estas manera,  los emplazamientos de misiles Frog-7 con alcances intermedios de unos 100 a 150 kms o los C-801 chinos reformados que con un alcance de 120 kms podían cazar a una corbeta pese a sus contramedidas,  representaron un obstáculo que logro saltarse solo por mantener una distancia prudencial de la línea costera, que en varios casos no fue suficiente.   

Pero en aquella época, estos sistemas defensivos  aunque letales, tenían una limitada autonomía de operatividad, haciendo que mediante el mantenimiento de una distancia prudencial, se pudiera prevenir un golpe sorpresivo como los que sufrieron algunas unidades de la primera línea de aquella fuerza naval y que por cuestiones de política  informativa, fueron censuradas al conocimiento público. Actualmente la variedad de sistemas de misiles costeros son además de costosos altamente eficaces no ya para golpear a un buque de mediano porte como es un destructor, sino incluso el poder borrar en un abrir y cerrar de ojos al portaaviones más grande que EEUU tiene en existencia.
Argentinos operando con norteamericanos

En la actualidad, los sistemas de misiles antibuque superan los 200 kms  y las perspectivas de sobrevivencia de un buque en el espacio acuático del golfo lo hace prácticamente presa fácil.

Hoy el objetivo de los EEUU y de su aliado Israel es atacar a Irán, un blanco que a diferencia del Iraq en la campaña de 1990-1991, se presenta como un peligroso desafío naval. Para algunos, las acciones de estos socios solo se reservaran a una campaña aérea en búsqueda de destruir los principales centros de investigaciones nucleares y no nucleares. Pero aunque los planificadores de esta posible campaña ven más factible un ataque relámpago sobre el país persa, lo cierto es que Irán hace más de una década ha venido mejorando en forma asombrosa sus sistemas defensivos antiaéreos, incluso sin la tenencia de los “SS-300” rusos  -que fue acordada en abril del 2015, pero suspendida a último momento-, los iraníes cuentan con una variada clase de armas capaces de repeler una agresión furtiva con F-117 como la que seguramente lanzarían los estadounidenses e israelíes.

Además y según han analizado varios expertos, si Hillary Clinton llega al poder, es muy seguro de que su apoyo a Tel Aviv sea sensiblemente mayor al que incluso, George Bush le dio durante la mayor parte de comienzos del milenio. Esto se traduciría en una abierta política hostil hacia Teherán lo que seguramente llevaría a dar por concluidos los acuerdos que la Casa Blanca llegó en 2015. Caber recordar que a comienzos del año, el extraño incidente de las lanchas rápidas norteamericanas capturadas por la Armada iraní habría estado deliberadamente enmarcada en un plan más complejo, en el cual ambas embarcaciones serían blanco de un ataque orquestado por Tel Aviv  para luego endilgárselo a Teherán.  Los planes se vieron arruinados por la interferencia de la novedosa arma de las fuerzas aero-especiales  rusas que anula e incapacita todo sistema electrónico, lo que habría dejado inoperantes los sistemas armas del submarino israelí que se preparaba para la sangrienta charada (v. The Saker. http://thesaker.is/nuland-meets-surkov-to-warn-about-imminent-nato-attack-by-scott /) .

Tal como lo han revelado algunos medios, la finalidad  última de este conato que claramente se encuadra en una operación de “Falsa bandera”, habría sido la de crear la causa política a medida, un verdadero Casus Belli que le daría a La Casa Blanca y tangencialmente a Tel Aviv, los argumentos para victimizarse ante el foro de Naciones Unidas y obtener el aval de la organización para una campaña bélica  brutal y desmedida que seguramente, sería  justificada con resoluciones que dicho sea de paso, Israel jamás respeto.

En este marco de una escalada de juegos sucios y búsqueda por comenzar una nueva contienda  en la región, vemos como con se preparan nuevas situaciones para tratar de meter a Irán en un conflicto que sería muy provechoso para Tel Aviv dado que, es la república Islámica “el enemigo” que ha venido estorbando sus planes expansivos,  jurando destruirla sin importarle –como lo han hecho con el Líbano, Iraq y Siria- cuanta gente deba morir para satisfacer sus ambiciones mesiánicas. Pero lo preocupante de todo esto, es que podría haber tratativas entre el gobierno argentino y Washington para esbozar algún papel en ésa situación, usando como principal argumento, la supuesta autoría de Irán en los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y la explosión de la AMIA en 1994, algo que al presente estado de las FFAA y de la realidad armamentística de los contendientes, sería simplemente un suicidio.

Para compensar esta situación de total inoperancia de las fuerzas armadas, la visita de Obama el 24 de marzo pasado, trajo en su maletín entre otras cuestiones, un plan de re estructuración de parte de este sector supuestamente, para reforzar las intervenciones “humanitarias” en África.  En aquel se prevé la entrega de equipos, entrenamiento y aviones C-130 para la Fuerza Aérea Argentina  para operaciones logísticas en aquel continente. Según algunos analistas, el gobierno argentino podría insertarse en estas operaciones que abarcan a países como Mali y Libia, bajo el argumento de la ayuda humanitaria y en la lucha contra el terrorismo que, poco a poco llevaría a que Buenos Aires logre colocar efectivos en operaciones más al oriente, como las que se han venido planeando desarrollar en el Golfo Pérsico con especial atención en el control de estrecho de Ormuz, paso estratégico para el ingreso a la región y sector altamente peligroso para la integridad de los buques que traten de agredir a la soberanía iraní.

Otras fuentes hablan de que a estas cooperaciones con la Fuerza Aérea se agregaría una en el área naval, con la entrega de algunos buques de rezago, que podrían ser destructores clase Spruance o Kidd que con una antigüedad de treinta años en promedio, hace que la famélica armada argentina lo vea como un “juguete nuevo” para un niño.  Como contrapartida a estas generosas “donaciones”, el Pentágono requeriría que el ministerio de defensa argentino colabore con el Comando sur estadounidense y se pliegue a las maniobras de defensa hemisférica que, evidentemente, llevara implícitas las condiciones operativas señaladas previamente desde Londres (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html ).
Destructor Clase Kidd

Para tales fines, se abrieron oficialmente los contactos entre  el Pentágono y las Fuerzas Armadas Argentinas, cerrando el estado de congelamiento de las relaciones castrenses que se vino dando desde el 2009 y que se reabrirán con un encuentro a realizar en el mes de mayo próximo en la ciudad de Washington (dc), lo que traerá tela para cortar. En dicho encuentro, algunas fuentes aseguran que se plantearan los temas de “Operaciones de paz” y “defensa hemisférica” algo que, a lo que el gobierno de Cristina Fernández hubo acordado con China con la instalación de la base de control satelital en Neuquén,  desatara un tironeo bastante difícil de resolver entre Buenos Aires y Pekín.

En lo que respecta a las tareas sobre “Operaciones de paz” no se conoce bien cuales el itinerario que el Pentágono pondrá sobre la mesa. Sobre lo que EEUU entiende como “operaciones de paz”, se ha podido advertir como ha usado este rótulo como un mero eufemismo para intervenir en Libia en 2011 y Siria en 2014, causando una catástrofe humanitaria de la cual, Obama invitó a Macri a hacerse cargo receptando refugiados que, además de  huir  del “Daesh” y de los grupos mercenarios adiestrados por las agencias de inteligencia occidentales, han sido empujados por los bombardeos de la “Coalición liderada por EEUU”.  

 Esto ha desatado las preocupaciones de quienes conociendo las intervenciones estadounidenses en el exterior y que han desatado guerras que aún no terminan,  ven en la clara ignorancia del gobierno de Macri en lo que se metería si se aviene a acompañar misiones con aquel rótulo que en realidad, son acciones de intervención agresiva, tal cual hemos señalado al comienzo de éste articulo.  

Igualmente y pese a la experiencia única –en todo el Cono sur- de la Argentina y en particular de la Armada en una campaña militar de proporciones, adquirida  tras la participación en la crisis que desemboco en la guerra del Golfo Pérsico de 1991, los gobiernos pasatistas  de la “Rosada” nunca han tomado enserio la situación de operatividad de sus fuerzas fuera de sus fronteras, algo que vergonzosamente se puede ver en el imperdonable abandono del área de la defensa y en la hasta ahora no tratada situación de los efectivos que fueron remitidos a aquel conflicto  y que a pesar de haber participado activamente dentro del Teatro de Operaciones de Kuwait (TOK) para desalojar a las tropas iraquíes del Emirato de Kuwait, no hayan logrado el bien ganado reconocimiento legislativo que la calidad de combatientes les reconoce la ley internacional. Sin dudas,  éste gobierno tiene la oportunidad histórica de enmendar esta situación que se ha extendido por largos 25 años.




jueves, 7 de abril de 2016

INTERNACIONAL



CIRCO Y ELECCIONES EN U.S.A.

Cómo afectara a la Argentina la nueva administración estadounidense de acuerdo a cada uno de los posibles candidatos




Por Dany Smith
The White House

Como si de una comedia alocada se tratara, las elecciones primarias en los Estados Unidos parecen dirigirse a un final desopilante y ciertamente muy previsible.  Es más allá de la multifacética oferta de candidatos en la que la propaganda del Stablishment comunicacional estadounidense  se agarra para hacer gala de su tan promocionada “democracia”, en realidad se esconde un sistema electoral cerrado y muy lejano a las decisiones de pueblo llano y directamente al servicio de las élites que conforman el estado profundo norteamericano.

No se puede negar que todo el circo mediático en rededor de la campaña política que se grafica mediante las discusiones, debates y hasta las parodias que se realizan en importantes shows televisivos como “Saturday Nigth Live” trasmitida por la cadena NBC , son un poderoso estimulo para llamar la atención de un público que, sacudido por las crudas realidades cotidianas, ve en apariencias como candidatos demócratas como Hillary Clinton o Bernie Sanders se cruzan con republicanos como Ted Cruz, John Kasich o el inefable Donald Trump en aparentes e irreconciliables contiendas de ideas, donde todos y al mismo tiempo  ofrecen soluciones mágicas para la grave situación en la que el estado de la unión se halla sumido.

Pero serán los gobernadores de cada estado de la Unión, quienes se encargaran de elegir a su respectivo candidato a presidente, pesando para ello la opinión de entidades como la National Governors Association  que aglutina lo que se podría llamar, a la crema innata de la sociedad blanca estadounidenses, al espíritu conservador de los EEUU y que se representa en los llamados WASP (White Anglo-Saxxon Protest), tan preocupados por conservar la pureza de la sociedad estadounidense.  Tal como lo señalan interesantes artículos de periodistas como Therry Meyssan (v. ¿Quién será el próximo presidente de Estados Unidos? http://www.voltairenet.org/article191079.html ) , los candidatos para presidente no traen consigo ningún programa de gobierno o solución orientada al bien común dado que, el único y principal interés dentro de éste curioso sistema “democrático”, solo se busca beneficiar a sus electores quienes a su vez, están influidos por intereses del más variado índole.
Op. Gerónimo, un fiasco

De todo éste berenjenal de candidatos y de presuntas propuestas para un cambio superador de la era Obama, lo cierto es que, analizando a cada uno de los más posibles candidatos a ocupar La Casa Blanca, tienen en sí, graves y contradictorias situaciones que pueden ir en detrimento de sus gobiernos y del mismo país.  Primeramente tenemos a un extraño candidato como Ted Cruz, quien no puede considerárselo con chances para acceder a la presidencia. Para varios analistas éste hispano convertido en ciudadano estadounidense y en un converso  protestante solo es una maqueta para el adorno y la demostración de hasta dónde un hispano puede arrastrarse para tratar de ser aceptado por los círculos políticos estadounidenses. Del otro lado tenemos a Hillary Clinton, senadora por el estado de New York y convertida en una activista por los derechos de la mujer, cree que se ha metido al bolsillo al electorado femenino y varias organizaciones feministas que rayan con el activismo pro- Lesbianas. Pero aunque la fachada de la abogada neoyorkina se presente como una especie de “progresismo feminista”, lo cierto que detrás de ella, además de su genio neurótico e imprevisible  penden causas penales por graves delitos entre ellos, la sospechosa muerte del embajador estadounidense en Bengazi en 2012 y sus inexplicables implicancias con asuntos tan turbios como son la aparición del “ISIL” en Siria, tratativas para apoyarles monetariamente y con la provisión de armas. Y si eso no fuera suficiente, la farsa de la llamada “Operación Gerónimo” en la cual, supuestamente, se asesinó a Bin Ladem y se lo arrojó al mar.
Donald Trump

Otro de los candidatos en danza es el estrambótico empresario Donald Trump quien posicionado en una de las alas del republicanismo, es el representante de un populismo estadounidense que pretende alejarse de la clase política elitista que se ha vuelto rica a costa de sus posiciones dentro de la función pública. En este sentido, Trump representa una amenaza al Stablishment y no es para nada deseado tenerlo como ocupante de la Casa Blanca.

Pero ¿en qué puede beneficiar a la Argentina que triunfe una demócrata como Clinton o un republicano como Trump? Sinceramente no habrá cambios para la agenda de Argentina salvo que tal vez y de acuerdo a las posturas que han venido discursando cada uno de estos candidatos, es posible que sus políticas para el 
Cono sur y en especial para la Argentina, tenga algunas tonalidades pero nada que marque una diferencia contundente.  Una cosa es segura y es que sea quien fuese el presidente electo, Buenos Aires deberá bailar al compás de la tonada de la Casa Blanca. Lo que si a grandes rasgos es posible prever es que, si Donald Trump ganara la presidencia, habría lo que muchos analistas auguran como el regreso de un EEUU aislacionista –algo imposible en el mundo de hoy- o mejor dicho, la implementación de un el freno de las políticas expansionistas e intervencionistas a las que Barack Obama continuó de sus predecesores. Esto sin duda causa preocupación en los círculos conservadores –tanto republicanos como demócratas- y en especial en los grupos de presión sionistas –AIPAC y otros- lo que claramente, ha puesto al excéntrico candidato republicano en la mira de posibles obstáculos en caso de arribar a la presidencia.

Por otra parte, si Hillary Clinton fuese elegida como presidente, se prevé una política completamente contraria a la que esboza el multimillonario candidato. En lo interno las promesas de Clinton por mejorar la situación económica y empleo es una “remake” de las planteadas por Obama cuando aspiraba a la presidencia. En lo externo, la posición que ha demostrado cuando desarrollo funciones en el Departamento de Estado la acercan más a los “Halcones del Pentágono” y los “neocon” que a la histórica postura demócrata; aunque hay que recalcar que, la historia reciente ha dejado en claro que republicanos y demócratas no son más que posiciones variables y ajustables a los intereses del estado de la Unión que a su vez se ven influidos por las presiones de poderosos grupos e individuos. Es allí donde radica la panacea y las reales posibilidades para un candidato de llegar a la presidencia. En ése sentido, Clinton  estrechara lazos con el gobierno de Macri en un eje geopolítico que tratara de argumentar y justificar la autoría de Irán en las acciones terroristas de la década de los noventas en Argentina e incluso, la autoría del asesinato del fiscal federal Alberto  Nisman.

En éste sentido, la postura de la senadora de NY recibe con mucho beneplácito el apoyo de los grandes Lobbies pro-israelies y de poderosos individuos que –como Paul Singer, Goldman Sacks y muchos otros-, ligados a éste ideario sionista, están ingresando a la Argentina por la muy auspiciosa  posición del gobierno argentino.

De esta manera tanto Clinton como Trump, debieron pasar por el testeo sionista de estos grupos, quedando bien en claro que la postura que más agrado ha desatado entre sus adherentes ha sido las declamaciones de la candidata avenida en “feminista a ultranza”.

Obsérvese sino, como cada uno de ellos han pasado por el filtro de la poderosa AIPAC, en la cual éste 21 de marzo pasado, la candidata Clinton prometió entre otras cosas,  hostigar con mayor decisión a Irán con la imposición de las sanciones más duras posibles, obteniendo por su alocución un estallido de aplausos (v. TIME.“Discurso de Hillary Clinton a AIPAC”.  http://time.com/4265947/hillary-clinton-aipac-speech-transcript/ ). Tampoco hay que dejar de señalar, que la posición de Hillary Clinton es muy aplaudida por sionistas internacionales que esperan la profundización de las acciones de EEU en apoyo a Israel para que de una buena vez, se terminen con los reclamos y los reconocimientos de un estado Palestino.

Por último, la posición de Hillary Clinton congratula  sin dudas al poderoso sector de la industria armamentística que con éste tipo de expectativas, promete reactivar los jugosos contratos de defensa y desarrollo de novedosos  armamentos para probarlos seguramente en un nuevo escenario bélico que, con un gobierno a manos de Clinton  lleva a predecir sin margen de error, la ampliación de las operaciones militares a las aguas del Golfo Pérsico con objetivo en esta oportunidad, de atacar –o intentar alguna provocación- contra la República Islámica de Irán.  En éste escenario, la Argentina podría verse complicada por su nuevo posicionamiento geopolítico  sin despreciar la posibilidad de que llegue a ser parte activa, en operaciones conjuntas con las FFAA norteamericanas en otras latitudes, especialmente en el Medio Oriente.