miércoles, 13 de abril de 2016

NACIONAL



“CRISTINA, QUE Kgada!”

De presidente a  imputada: Cómo puede evolucionar la causa penal abierta contra Cristina Fernández y Cia bajo las presiones político- sectoriales de la Campora sobre la justicia


Por Charles H. Slim

Tras la declaración que hubo realizado el gran arrepentido “Leo” Fariña,  en la que dejo en claro quiénes estaban en la cabeza de la gran cadena del negocio de lavado de activo y la ruta de los dineros públicos en la Argentina, se comenzaron a mover las placas tectónicas de la política nacional donde como si de un terremoto grado 9, sacudiera a todos los estamentos del estado y en especial el de la administración de justicia.  Y es que entre los sindicados por el joven contador se encuentran  nada menos que el difunto ex presidente Néstor Kirchner y su predecesora en el cargo, Cristina Fernández.

A estas declaraciones que han colocado al joven arrepentido en una peligrosa posición, se agregó la aparente valentía de los jueces federales, que dicho sea de paso, se habían olvidado de ejercer sus funciones en aquellos momentos cuando reinó en imperio K y sus más incisivos lugartenientes. Hoy “aparentemente” revitalizados en sus puestos, parecieran estar decididos a hacer cumplir la ley y la manda que reza en  la Constitución nacional, que el artículo 16 a grandes rasgos garantiza la igualdad ante la ley, agregándose la del presidente Macri que realizó unas horas antes en la que, indirectamente lanzó contra la ex presidente Fernández diciéndole “se acabó la impunidad, todos somos iguales ante la ley”.
Fariña luego de una golpisa en la cárcel

Para Cristina Fernández y su círculo intimo, la situación fue un trago amargo muy difícil de pasar.  Tras meses de ostracismo y ausencia en los medios, la ex presidenta saltaba a la publicidad por la nada agradable noticia de haber sido procesada y en virtud de ello, citada a declaración indagatoria para el día miércoles 13 de abril.  Un revitalizado juez Casanello asistido por el fiscal Guillermo Marijuan, decidió que había motivos suficientes para impulsar varias medidas tendientes a acreditar las aseveraciones del “valijero”  Fariña.  Y para la ex presidenta y su nutrido grupo de obsecuentes que manejan a la provincia de Santa Cruz, los allanamientos realizados en varios sitios estratégicos de la “familia K” en Río Gallegos, fue una situación altamente estresante y claramente corrosiva para los nervios de la ex mandataria que, según algunas fuentes presentes en esos momentos, alegan que la situación de estar siendo asechada la propiedad en donde se hallaba, desató un ataque de histeria que debió ser calmado con medicamentos.  Incluso, la molestia de estas medidas habría llevado a que sectores afines a la “Campora” se atrevieran a lanzar amenazas contra la familia del fiscal Guillermo Marijuan.

Algo había que hacer para tratar de contra restar esta situación y entonces Cristina ordenó  a su hijo Máximo reorganizar y mover todos los elementos disponibles –desembolsando dinero obviamente- para tratar de girar la escandalosa realidad que había salido a la luz no solo por los testimonios de valijeros arrepentidos o de empresarios que hasta no hacía mucho eran grandes amigos.  De esta manera y mediante una acelerada  e ingente gestión telefónica desde Río Gallegos, “el nene” bajo las ordenes de la “mamá” llamó  a los capos de la Campora en la pcia de Buenos Aires, para que hicieran los arreglos  del “operativo regreso” que algunos caraduras se atrevieron comparar con el “17 de octubre”.
Diana Conti ¿Viva Perón?

Más allá de la movilización de “militantes” que partió desde Aeroparque y que se allegó hasta el barrio de Recoleta, la ex mandataria sabía que en unas horas debería presentarse ante un juez que le haría saber que tiene la posibilidad de ejercer su defensa ante los cargos que se han levantado contra ella y que, de creerlo conveniente, poder quedar detenida. Lejos de las fábulas mediáticas, tanto de un lado como del otro, lo cierto era que “Cristina” cortaba clavos y la tensión a la que se vio sometida en las horas previas a presentarse ante el juez Casanello, quedaron reflejadas en los más cercanos felpudos de la ex mandataria que –indiscreciones mediante- filtraron que la “señora no debe ser molestada ya que tiene un terrible dolor de cabeza”.

Sin dudas de que la ex mandataria, tiene sobre su cabeza la espada de Damocles que más bien se puede precisar que se trata la de la justicia y ella lo sabe muy bien.  No hay que olvidar que desde que abandono la Casa Rosada todos los obsecuentes de su entorno desaparecieron y hasta la desconocieron  cuando comenzaron a revolver en los asuntos que había manejado durante más de doce años.  Incluso algunos de los más insignes alcahuetes, al verse comprometidos o tocados con las investigaciones activadas por el gobierno de Macri, intentando explicar los claramente inexplicable,  quedaron sin argumentos sólidos para defender a la ex jerarca (v. http://noticiasargentina.com.ar/diana-conti-nestor-cristina-kirchner-no-tuvieron-nunca-testaferros/ ).
Agua y aceite, imposible de mezclar

A pesar de que ante las cámaras  “Cristina”  volvió a la impostación de fortaleza y una cierta algarabía que pretendía demostrar valentía y hasta un cariz desafiante, lo cierto era que pese a la movilización que la acompaño y que buscaba presionar la decisión del juez, la “combativa mandataria” se remitió a no responder ninguna pregunta y entregar un escrito de descargo, tan simple y breve como eso. Incluso, al leer el escrito presentado (v. https://www.facebook.com/notes/cristina-fernandez-de-kirchner/escrito-presentado-ante-el-juez-bonadio-por-la-causa-d%C3%B3lar-futuro/1320289047998958 ) , más que un descargo contra acusaciones de índole penal, se parece más aun líbelo político o incluso, a un revisionismo histórico matizado convenientemente a su gusto y conveniencia.  Mientras miles de “militontos” –muchos de ellos no tan tontos- se mojaban puertas afuera creyendo que la “Cristina” tenía un encarnizado  duelo de palabras con aquel juez,  lejos estuvo de esa situación.  El show comenzaría a la salida de Comodoro Py y aprovechando el momento para relanzar su figura ante los medios y a su vez, tratar de argumentar una especie de “persecución política”, la ex mandataria cree que con esta gran actuación logrará ocultar el robo de los miles de millones de pesos que han ido a parar a sus bolsillos y la de sus cercanos.


Pero hay malas noticias para la “gran actriz” de la política nacional: Parece que hay mucha más gente que no le cree, que los miles de militontos alquilados ¿Se habrá creído el juez Casanello la actuación  de la imputada?. 

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