EN LA MIRA
“RUSIA,
ARGENTINA Y EL G20”
Cuáles serán los beneficios de la Argentina ante los nuevos delineamientos geoestratégicos para Eursasia encabezados por Rusia y China
Por
Charles H. Slim
Hace tiempo que veníamos exponiendo con lujo de detalles, sobre la
necesidad de que Argentina comience una política seria de reestructuración de
sus Fuerzas Armadas visto el complicado contexto geopolítico en el que las
naciones se ven actualmente inmersas, con nuevos peligros y amplios desafíos a
sortear en campo militar y de los cuales no está exento el país. Con esto revive la importancia de reforzar las estructuras de
los estados nación que han venido siendo agredidos desde el lanzamiento de
aquel “Nuevo Orden Mundial” inaugurado por
el presidente George H Bush el 11 de septiembre de 1991. Quizá nunca y menos
aún hoy, haya habido lugar para la
improvisación en lo que respecta a la defensa nacional y la planificación
estratégica que debemos recordar, pudo verse condicionada a comienzos de año por
Londres, tras el encuentro entre el entonces primer ministro David Cameron y el
presidente Mauricio Macri en Davos.
Pero
a pesar de que el gobierno de Macri se halla condicionado políticamente a no
direccionar sus contactos externos con gobiernos que no agraden a Washington y
Tel Aviv, la regla parece haberse flexibilizado por una cuestión temporal y
obviamente bajo el más estricto control. Nos referimos al notable acercamiento
que se ha venido dando entre Buenos Aires, Moscú y Pekín que antes de tomar el
gobierno hubiera parecido impensado. Estos contactos que se han venido viendo y
que se están profundizando en áreas comerciales de diversa índole, parecen orientarse a entre otras cuestiones,
reestructurar a las mal trechas Fuerzas Armadas y dotarlas de equipamiento
tecnológico ruso de punta que muy seguramente no estará exento de quejas de
Londres. Habíamos analizado ya mucho
antes de que Macri y su gobierno llegaran al poder, cuáles eran las posibles
planificaciones para volver a levantar de los suelos a un ejército sin un armamento
a la altura de la realidad actual, de una Armada sin buques y de una Fuerza
aérea sin aviones de combate (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html ).
En
ésta última semana el viaje de Macri y su comitiva a la Cumbre del G-20 en Hangzu,
China, se ha visto circunscripta en un
momento histórico de la realidad mundial en la cual se pudo comprobar que EEUU
es un país más como cualquier otra en el concierto internacional, al menos así
se lo hizo ver el gobierno chino a la llegada de la prepotentes comitiva
norteamericana que vio con desagrado que no se le tendiera a Barak Obama una
alfombra roja para su recepción. Tal
como su conocido modo de conducir sus políticas en el exterior, se puedo ver a
una desaforada Susan Rice tratando de dar órdenes a los encargados chinos del
manejo de la recepción quienes además de no darle lugar a sus gritos, recibió como
contestación “Y este es nuestro país, okey!?”
Pese
a que la importancia del G-20 ha sido relativizada en comparación a las que
realiza el G-7, lo cierto es que para Argentina puede haber sido la entrada a
una nueva realidad, luego de décadas de ostracismo y obsecuencia enfermiza
hacia Washington y la Unión Europea.
En
este marco, además de las tratativas referidas al comercio, la cooperación en
varias áreas del desarrollo industrial y de intercambio de tecnologías, se dio
lugar a tratar temas de preponderancia política, estratégica y de seguridad de
alcance mundial como es sin dudas el terrorismo y los conflictos de Ucrania y
Siria.
Precisamente en estos temas, es
que se hallan íntimamente enfrascados los tres grandes actores participes en la
cumbre como son EEUU, Rusia y China, disputando tras las bambalinas de aquella
despiadada guerra en Medio Oriente, el control de la ruta de la seda.
Sobre
esto, luego de que fracasaran las negociaciones entre EEUU y Rusia para llegar
a un plan de paz en Siria, ha quedado en claro que dicho fracaso fue
deliberadamente buscado por la comitiva estadounidense.
Las razones para ello,
son que Washington pretende seguir manteniendo el caos en la región del Sham,
que abarca el desierto entre Siria e Iraq que precisamente es la ruta de paso
para restaurar las vías comerciales de Oriente a Europa mediante la recreación
de aquella vieja ruta de la seda. Con un caos controlado, los
estadounidenses con la colaboración de sus aliados, había logrado bloquear los
planes de abrir extensas vías de comunicaciones que conecten Pekín con Berlín
en particular y Europa en general.
Pero
luego de la intervención rusa que dio lugar a los notables progresos del
gobierno sirio por empujar a los mercenarios fuera de gran parte de su
territorio, La Casa Blanca debió comenzar a maniobrar diplomática y
militarmente para no meter la pata, más de lo que lo había hecho ya. Recordemos
sino el descalabro de sus programas de la CIA montados en el norte de Siria que
–con la colaboración de Ankara- se avocaban a reclutar, armar y entrenar
a varios grupos de mercenarios con el objetivo de derroca al gobierno sirio, no
de combatir a ISIS. Al ser todo esto puesto en evidencia, continuar con la
agenda tal como lo venía haciendo era inviable. Claramente, la intervención de
Rusia y el acercamiento de China a Siria ha cambiado el panorama.
Esto
se está evidenciando con el liderazgo político y diplomático indiscutible que Rusia encabeza desde los
últimos cincos años en todo lo que respecta a encarar los desafíos orquestados
desde occidente usando claro, a la OTAN y por supuesto al sector financiero que
maneja prácticamente todo el mundo.
Es
en medio de esta tensa disputa que la cándida delegación argentina ha ido
buscando oportunidades para agregar al país, especialmente en cuanto haga a la
posibilidad de abrir nuevos mercados entre Asia y el país.
Corbeta rusa clase Gremiaschi |
Y sin dudas de que
las expectativas son muy alagüeñas dada las cordiales relaciones que,
contrariamente esperaban muchos, fructifican entre el presidente Vladimir Putin
y su homologo argentino que han quedado ratificadas –para la sorpresa de
muchos- tras el encuentro en China. Al parecer el gobierno argentino hubo
autorizado a la delegación encabezada por el ministro de defensa Julio
Martínez, ha gestionar posibles adquisiciones de equipos militares para la
fuerza aérea y la Armada, con la opción de lograr transferencia de tecnología
que de concretarse, marcara una distinción cualitativa en toda la región. De esta manera Argentina podría participar en
un mercado novedoso para el Cono sur y de una amplia gama de variedades que en
otros mercados se hallan fuera del alcance.
El
momento no podía ser más propicio, dado que para Moscú las necesidades de
Buenos Aires pueden ser cubiertas en su totalidad y sin los condicionamientos
que acostumbradamente se prevén desde Washington y Londres a adquirir basura
residual que además de costosa es material que manejan y conocen muy bien los
enemigos históricos como son los británicos, quienes trabajan con paciencia y
muy sigilosamente en horadar la integridad territorial del estado argentino.
Las
posibilidades de un desarrollo en el campo de la defensa argentina, se ven
ciertamente muy propiciadas a tener acceso a material tecnológico que puede
resolver los problemas de varios puntos
estratégicos de los cuales el país adolece desde hace décadas, por claras
políticas negligentes. Desde estas perspectivas, habrán grandes beneficios
tanto para Argentina como para la Federación rusa que además de ofrecer un
amplio abanico de posibilidades en sistemas modernos de defensa, promoverá el
desarrollo de las industrias militares rusas con un alto grado de cooperación
en base a la confianza y las ganancias mutuas (.https://actualidad.rt.com/actualidad/218215-shoigu-rusia-argentina-estar-listos-cooperacion-militar )
La
sorpresiva decisión de Macri no sería otra cosa, que la natural reacción a las
costumbristas promesas sin cumplir de los centros de poder occidentales quienes
tras trazarle la agenda política bajo condiciones tales como “habrá inversiones
financieras si no se tocan las Fuerzas Armadas y otras cuestiones como Malvinas”
entre otras más, opto por tomar el toro
por las astas y romper con esta vieja situación.
Según
han precisado algunas fuentes en Moscú, la comitiva argentina habría sido
informada detalladamente de los catalogos de armas que se estaban exponiendo en
la feria ARMY 2016 de Moscú, especialmente sobre las que cubrirán las necesidades
que actualmente preocupan al gobierno
argentino. Entre las posibles
adquisiciones que darán mucho que hablar están los aviones de combate SU-25 o
posiblemente un lote de aviones MIG-29 remodelados con electrónica de última
generación. Para la Armada se habría planteado como sugerencia la adquisición
de lanchas rápidas tipo “Escorpión” e
incluso alguna corbeta tipo “Gremiaschi” que podría cubrir con éxito el actual y desprotegido
litoral marítimo argentino.
Precisamente
se prevé que las ganancias provenientes de la industria militar rusa aspiran a
llegar en lo que queda de este año a unos 15 mil millones de dólares según han
señalado expertos norteamericanos basándose en un artículo del diario ruso
Pradva (http://www.veteranstoday.com/2016/09/08/russias-arms-exports-to-reach-15-billion-in-2016/)
En
este marco, el mismo ministro de defensa ruso Serguei Shoigú calificó las
negociaciones como muy positivas y consideró a la Argentina un “socio
importante”, lo que además de romper el mito de que el anterior gobierno
seudo-Nacional y Popular de Cristina Fernández era revolucionario por
establecer unos timoratos lazos con Rusia,
demuestra que más allá de discursos sin contenidos, son los intereses
más que los ideologismos los que pesan en la real politik.