EN LA MIRA
“LOS HUEVOS DE LA SERPIENTE”
Como algunos gobiernos están cooptando ideológicamente a las fuerzas de seguridad y militares argentinas con claras intensiones geopolíticas
Por
Pepe Beru
Son casi
incontables las veces que en los informativos y en las ruedas de opinologos que
pueblan los programas de televisión que se trasmiten desde la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, se escucha como se debate histéricamente sin nunca llegar a
nada sobre la “inseguridad” y en muchos casos se han invocado a los expertos en
ese campo para que aporten soluciones o fórmulas que terminen con este flagelo.
Para
colmo de males, en dichos circos mediáticos no se toca ni someramente las
causas reales que están propiciando una avalancha de situaciones de inseguridad
que sin lugar a dudas, están siendo explotadas por otros sectores que ven en
éste florecimiento de la actividad criminal –de todos los niveles y grados- ,
un negocio rentable que puede llegar a mutar y a expander sus intereses más
allá de lo meramente policial. Resumiendo, lo que menos se toca es sobre seguridad.
Si
vemos el enfoque del aumento de la violencia criminal a un nivel escalar, la
misma revela tener un crecimiento sostenido en todo Latino América y que se
marca muy claramente en la situación de Argentina que durante los
últimos 20 años ha venido creciendo en forma sostenida y sin que ningún
gobierno acertara con la solución, tal como lo dejan entrever algunos “papers”
(http://www.pensamientopenal.com.ar/doctrina/44745-extension-del-sentimiento-inseguridad-america-latina )
israelies entrenando niños |
No
hay que ser muy brillante para darse cuenta de que a situación económica del
país ha empeorado ayudando a la proliferación de la inseguridad, aunque los
macro números cierren redondos para los banqueros y los grandes empresarios.
Hasta allí nada nuevo bajo el sol. Desde un cuarto de siglo para acá, la
situación de la inseguridad ha ido a la par de la corrupción política que
además fue descendiendo en forma asombrosa desde los altos pináculos del poder
hasta llegar a instalarse en los más sombríos rincones de las administraciones
públicas más olvidadas del país. Y si a ello le agregamos la costumbrista corrupción
en amplias franjas de las fuerzas policiales –especialmente en las
bonaerenses-, toleradas por todas las administraciones pasadas y raleadas
por un sistema judicial cómplice y/o participe en este Status Quo, se puede
intuir que a las mafias generadas con ésta enrarecida atmosfera, se fue
sembrando el camino con la semilla de la violencia inspirada tanto en la
impunidad como en la incredulidad en el
funcionamiento de una justicia recta.
Algunos
deliberadamente pusieron el ojo sobre y solo sobre las fuerzas policiales –dejando
de lado a responsables políticos-, que mediante purgas, exoneraciones y
todo tipo de limpiezas administrativas con
trasfondo político, solo diezmaron la capacidad investigativa de la fuerza,
dejando impolutos a los más peligroso e importantes sectores judiciales que
usaban (y siguen usando) a la policía como herramienta de sus asuntos espurios.
Ante esta descomposición institucional,
los sectores pudientes hace tiempo que han optado por contratar “agencias de
seguridad privadas” que van desde las de meros vigiladores con linterna hasta
aquellas más sofisticadas que como “Kroll Group” –que a los nexos con la CIA
y la SIDE, tenía algún vínculo con el fiscal Nisman- proveen servicios
especiales.
De
este modo, las fuerzas de seguridad públicas pasaron a ser superadas por éste
tipo de agencias que además de manejar una amplia variedad de recursos, e
influencias políticas, cuentan con el más importante de todos: el dinero.
Los
doce años de la “década ganada” solo acentúo este descalabro. Fuerzas
policiales sin autoridad, sin apoyo político y con fracasadas intensiones de
politizarlas bajo la égida de la “Campora” logro que el delito pudiera ascender
rápidamente a un sitial que obviamente el gobierno negaría hablando de
“sensaciones”. Para colmo de males,
crearon más cuerpos policiales –policías comunales- que más que paliar
la situación de inseguridad, sirvió para cubrir la creciente desocupación del
anterior gobierno provincial de Daniel Scioli.
Pero
desde que el gobierno del “globo amarillo” llego al poder, el tema de la
seguridad y la lucha contra la
corrupción pareció rodar con bastante
rapidez aunque, se fueron viendo con
seria preocupación cómo, bajo esta excusa, se estrechaban los lazos con
peligrosos socios de algunos gobiernos extranjeros, que aprovechando los nuevos
aires políticos tras la desastrosa gestión de Fernández y con la excusa de
brindar “asesoramiento y servicios en seguridad” decidieron desembarcar
masivamente en el país.
Y
cuando hablamos de esos “peligrosos socios” no nos referimos a los sindicados
como los tan vilipendiados “sostenedores del terrorismo” –a quienes les
gusta señalar a Irán- o del populismo bolivariano con la firma de Chávez
que a tan mal traer trajo a las administraciones neocon estadounidenses y sus
colegas sionistas alrededor del mundo –entre ellos a los argentinos-. Estos eran los mismos que continuamente
instalaban en los medios, la falsa idea de que “Hesbollah” había montado bases
de entrenamiento en Venezuela (http://www.infobae.com/america/mundo/2016/10/15/la-alianza-venezuela-iran-y-sus-lazos-con-el-narcoterrorismo/) y en la Triple Frontera
con el siniestro objetivo de atentar en la región, argumentos supuestamente
sostenidos por “informes de inteligencia”, proveídos por las hoy muy discutidas agencias como la CIA y
el Mossad, ambas con negros y extensos antecedentes sobre violaciones a los
derechos humanos en la región (http://www.veteranstoday.com/2017/01/28/israels-shadowy-role-in-guatemalas-dirty-war/ ).
Luego
se pudo conocer que estos infundios, acompañados por comentarios de intelectuales,
análisis de periodistas y medios argentinos,
buscaban la intervención directa de Washington en la región con el
consabido pretexto de la “guerra preventiva” contra el terrorismo, instalando
además esa odiosa tendencia islamofoba
que tanto campea por Europa y EEUU. Como vemos, la política foránea se mezcla
muy peligrosamente con la criminalidad doméstica algo que además de ser
malicioso, no debería de asombrar a nadie.
Hoy
ellos ya están dentro y han puesto en marcha sus planes políticos para que el
gobierno de Macri encare, bajo un argumento real, la lucha contra el
narcotráfico con todos sus recursos, entre ellos, a las FFAA algo que es
desaconsejable por la triste historia del país. A la par de estos esfuerzos
“oficiales”, se están multiplicando los ex policías, soldados y oficiales en
retiro que están siendo reclutados por agencias de “servicios de seguridad
privada” que casualmente, se hallan en la misma línea política de quienes
buscan insertar a las FFAA en roles de seguridad interior.
mercenarios latinos en Bagdad |
De
esta manera tenemos por un lado a las gestiones de Washington que trata por
intermedio de su embajada en Buenos Aires, que Argentina se una a las
estrategias operativas del “Comando sur” y de ese modo, reciba los beneficios
del equipamiento, asesoramiento y capacitación de las fuerzas militares regulares.
Por otro lado, tenemos a las agencias de seguridad privadas israelíes como la “Security
and Intelligence Advising” (SIA) que fue
introducida por el gobernador tucumano José Alperovich para entrenar a su
policía o la “O.F.I. KAPAP” (http://www.kapapcombatives.com.ar/ ) que con la autorización del Ministerio de
seguridad de la pcia de Buenos Aires y con el argumento de que instruyen lo que
se conoce como “SISTEMAS ISRAELIES” , han montado sus programas de
reclutamiento y entrenamiento en suelo argentino y que con su sede central en
La Plata, que está captando gran cantidad de personal capacitado para prepararlos y entrenarlos en tácticas
similares a las utilizadas por los “contratistas civiles” de la infame empresa
de seguridad privada BLACKWATER en Iraq y que hoy siguen operando en Yemen.
Por
último no hay que olvidar que fueron agencias de este tipo y por contrato con
el gobierno estadounidense, las que llevaron adelante –y seguramente
continúan haciéndolo- todo tipo de tareas sucias como secuestros, torturas,
asesinatos encubiertos y atentados disfrazándolos como si lo hubiesen ejecutado
grupos locales tanto en Iraq como en Afganistán siendo siempre sus blancos
predilectos, la población civil. Entonces habrá que preguntarse ¿Qué preparan
estos grupos de “servicios de seguridad” en la Argentina? ¿Se hallan acaso en
sintonía con los planes oficiales de Washington para el país?