EN DEBATE
“RETIRADA EN DESBANDE”
Tras la firma de la orden ejecutiva que obliga la salida de los asesores militares estadounidenses de Siria y los veloces avances del ejército árabe sirio en recuperar amplias superficies de territorio en manos de los mercenarios, surge la cuestión ¿Es un retirada definitiva de EEUU?
Por Charles H. Slim
Si alguien tenía
dudas de que EEUU ha perdido definitivamente la pulseada por derrocar al
legitimo gobierno sirio y establecer su estrategia del caos en la región, ahora
puede sacárselas con los repentinos cambios que se han venido dando desde que
el presidente Donald Trump, con la notoria aversión del estado profundo y de
los sectores del neocon que instigan desde las Cámaras de representantes,
ordenó el retiro de los asesores militares y de inteligencia que estaban
destacados en “Al Tanf”.
Pero ello no significaría que abandonarían a sus “yihadistas
especiales” del “Daesh”. Si bien no tuvieron problemas en darle la espalda a
los esbirros extranjeros que colaboraban con el embuste del “Ejército Libre
Sirio” que entrenaban en la base de “Al Tanf”, eso no ocurrió con los jefes de
aquella franquicia seudo-yihadista creada por el Pentágono en épocas de la
ocupación de Iraq.
Incluso algunas fuentes confiables filtraron que para finales del
mes de agosto cuando el avance de las tropas sirias a Deir Ezzor se hacía
imposible de obstaculizar, se realizaron discretas evacuaciones de varios
comandantes del “Daesh”, especialmente aquellos de origen europeo y
estadounidenses. Los encargados de este “rescate” fueron nada menos que las
fuerzas especiales estadounidenses
quienes sacaron en helicópteros, a más de veinte de éstos personajes y a
sus familias antes de que los misiles crucero rusos pulverizaran los centros de
mando de lo que quedaba de la franquicia de la CIA (Red Voltaire.org.
“Pentágono evacuó de Deir Ez Zor a comandantes de Daesh”. http://www.voltairenet.org/article197780.html )
Ello revela –como se vio en Iraq durante 2015 y 2016- que lo
que Ankara denunció públicamente a mediados del año pasado, referido a que EEUU
era quien estaba detrás del “Estado Islámico”, estaba bien fundado. Ante
incongruencias como éstas y otras incontables evidencias de esta oscura
connivencia, Donald Trump decidió terminar con los nexos que sustentaban estas
operaciones.
Aunque ello supuso el presunto epilogo de la intervención solapada
del Pentágono en Siria y el supuesto traslado de los militares norteamericanos
y británicos al norte bajo control kurdo, lo cierto que parece que sus ex “rebeldes moderados” al
verse traicionados, han tomado la determinación de agredirles en donde los
encuentren.
Según varias fuentes, el abandono presuroso de las tropas
norteamericanas y de sus colegas británicos no fue para nada distendido.
Disparos de fusiles y hasta de morteros fueron algunos de los sonidos que
precedieron a la retirada de los militares occidentales quienes en un estado de
histeria, solicitaban la pronta asistencia de cobertura aérea para repeler
“fuego hostil”. Lo extraño de este suceso sería que dicho fuego provenía de los
grupos que ellos habían estado financiando y armando hasta no hace más de un
mes.
Como han señalado algunos comandantes de estos grupos preparados
por la CIA y que fueron súbitamente relegados por la decisión del la Casa
Blanca, “ahora estamos por nuestra cuenta” (habría expresado uno de ellos) dejando
en claro que toda fuerza extraña dentro del territorio sirio –incluyendo a
los norteamericanos- es un blanco legitimo. Ello ha llevado a que los
asesores en Langley y el Pentágono se cuestionen si ello significaría que estos
grupos se unirán al ejército árabe sirio y dirigirán sus armas contra el último
embuste que EEUU logra mantener en la región como el “ISIS”.
Pero mientras los generales y los jefes de la CIA recalientan sus
cabezas para pronosticar como puede terminar todo esto, los hechos sobre el
terreno hablan por sí solos y los incidentes contra sus tropas crece día a día
y por parecen encontrar la protección que suponían en las zonas controladas por
los grupos kurdos. Y es que tampoco hay
una cohesión sólida entre los kurdos en lo referente a su simpatía con los
norteamericanos; muchos saben desde el comienzo que el “Daesh” ha sido una
maniobra orquestada por la CIA con la complicidad de sectores de su comunidad,
en especial las que se vinculan con el gobierno autónomo del Kurdistán iraquí manejado
desde hace años por la mafia de Mazud Barzani y Cía.
En ese mismo sentido, no hay que olvidar que una gran mayoría de
los kurdos que viven en la región noroeste entre Siria e Iraq, son en su
mayoría musulmanes de la rama sunita y han sufrido tanto como los otros
musulmanes sunitas árabes de la región, con quienes no hay más diferencias que
un trasfondo étnico. Esto a su vez, llevo a que se produjeran “extrañas”
coaliciones temporales entre kurdos y los grupos de la resistencia iraquí y con
el mismo “Daesh” cuando llego en 2014, convencidos éstos últimos de que era la
oportunidad para desbancar al gobierno colaboracionista de Nouri Al Maliki en
Bagdad.
Por otra parte y desde Ankara (parte en todo esto), se ve con un
gran interés el repentino giro de las cosas que ha obligado a sus anteriores
“amigos” –los estadounidenses- a correr por sus vidas y no llegar a caer
en las manos de los especialistas en cortar cabezas de cuajo. No es una broma.
Según algunos reportes de inteligencia que ventilaron la situación de la moral
de los soldados y oficialidad estadounidense en operaciones contra el “Daesh”
en el norte de Iraq, revelaban problemas de pánico, insomnio y severos
desordenes de personalidad en muchos de sus efectivos por el terror que les
causa la posibilidad de caer prisioneros de los combatientes del “Estado
Islámico” que no solamente estaba conformado por el “Daesh” sino también por
agrupaciones iraquíes armadas.
En medio de todo este desorden, Turquía no ha perdido el tiempo y
ya se halla la tarea de reforzar las conquistas de territorio sirio mediante
una “turquización” que entre otros lugares, se está llevando a cabo en la
ciudad siria de “Al Bab”, fronteriza con Turquía desde donde realizara
actividades comerciales irregulares (Red Voltaire.org. “Turquización de Al
Bab”. http://www.voltairenet.org/article197677.html )
Tampoco hay que olvidar la ocupación de la localidad de Bashiqa en
Iraq, que pese a no haber ningún tipo de argumento que justifique esta
violación del derecho internacional y de la soberanía iraquí, sigue allí
estacionadas tropas turcas.
Por su parte, Tel Aviv también tiene mucho que ver en todo este
drama.
Acostumbrado a pasar desapercibido en sus maniobras sucias, la dinámica
incontrolable de los acontecimientos y las torpezas imposibles de ocultar por
parte de los mismos que crearon al “Daesh” y lo desplegaron sobre el terreno,
han dejado caer el telón detrás del cual también se escondía el contacto
israelí, colaborando con fondos, armas y asesores para estimular el separatismo
kurdo de la llamada “Rojava” para que desintegre el territorio de la república
árabe siria.
Para ello se puso en marcha una gran maquinaria de propaganda y de
mitología mediática, usando –entre otros recursos- a las mujeres kurdas
como un símbolo del sacrificio por la autonomía de un pueblo que busca su
propio destino con la guía de un sistema “democrático”, esto último un gastado
cliché que además de inexistente, revela quienes son los guionistas detrás de
escena.
Sin lugar a dudas de que el principal apoyo israelí radica en la
organización y financiamiento de éste
proyecto para el cual, cuentan con la inestimable colaboración de las
autoridades del “Kurdistán iraquí”, socios junto a la CIA y Ankara para dejar
pasar al “Daesh” en junio de 2014.
Pero como hemos visto eso se terminó y el último recurso que les
quedaba a los norteamericanos para argumentar su apoyo a los “rebeldes
moderados” se ha visto desarmado sin
lugar a dudas por el avance de las fuerzas sirias pero en particular, por el
dominio de las fuerzas aeroespaciales rusas que han ido abriendo el camino
para, entre otros objetivos, desalojar a
los grupos entrenados por Washington. Ante esto parece que Washington no ha
considerado otra opción que la de la retirada presurosa.