lunes, 10 de junio de 2019




EL INSTIGADOR

Los últimos incidentes registrados en la entrada al Golfo Pérsico frente a las costas de Fujairah (EAU) señalan la participación de una compleja planificación, participación y ejecución militar ¿Quiénes están detrás de ellos?

Por Charles H. Slim
A comienzos del mes de mayo, a la par de las declaraciones provocativas del asesor John Bolton y el recrudecimiento de las sanciones aprobadas por Trump contra la república Islámica de Irán comenzaron a producirse extraños y muy convenientes  hechos en las aguas del Golfo Pérsico donde EEUU y sus aliados mantienen fuerzas militares que operan constantemente para tratar de jaquear al país persa. Alguien con claras intenciones de provocar un incidente internacional está operando a la zaga de los movimientos políticos de la Casa Blanca entonces cabría preguntar ¿Quiénes pueden ser o de dónde provienen estos instigadores?

Muchos de esos eventos nunca llegaron al conocimiento público en el cono sur, o más bien de la Argentina que como de costumbre maneja una información políticamente correcta, claramente tamizada por el Conglomerado de medios estadounidense y por las editoriales de los medios gráficos, televisivos y radiales locales con indisimuladas tendencias claramente afines a Washington y sus aliados, en particular con Israel. 

En lo que respecta a Irán, hay en estos medios locales argentinos (capitalinos) y en muchos de los periodistas que son parte de estos, una clara parcialidad en el posicionamiento geopolítico nacida principalmente de simpatías ideológicas, religiosas y políticas hacia Tel Aviv. Son estos sectores los que durante años sin pruebas y basándose en una repetitiva discursiva islamofoba trataron de argumentar mediante embustes y falsas pistas la culpabilidad de la república Islámica en los atentados de 1992 y 1994.

Pero lo que en realidad viene sucediendo y para disgusto de estos sectores, involucra y mucho a Tel Aviv que más allá de presentarlo como “un modelo” para ser copiado por Argentina, es más bien un ejemplo del actuar despiadado y solapado de un estado colonialista y belicista que con sus maquinaciones, termina causando la muerte a miles de personas argumentando como de costumbre el victimismo de que “los quieren destruir”. Pero ¿por qué de este comentario? Pues desde que Trump advirtió a Irán de que podría haber consecuencias por su conducta rebelde, alguien ha estado tratando de sacar provecho de la situación ¿Y cuál ha sido esa conducta rebelde que ha irritado a Trump o más bien, a los lobbies sionistas que impulsan la política exterior norteamericana?

Brevemente, fue la declaración de Teherán de apartarse de parte de los compromisos asumidos en el Pacto nuclear firmado con la administración de Barak Obama en 2015 que, recordemos, el año pasado (2018) fue dejado sin efecto por Donald Trump, hecho por el cual, los sectores neocon y el poderoso lobbies judío-estadounidense aplaudieron de pie. Ante esto Donald Trump amenazo con imponer “muy pronto” nuevas sanciones. Al mismo tiempo, ello ha sido apoyado por Israel y resistido por la UE que no está dispuesta a participar en otro juego sucio en la región. Como era de esperar, pronto llegaron las amenazas y presiones, una de ellas del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano que tratan de sujetar al bloque europeo de la dependencia en las transacciones bancarias en dólares, buscando alinearlos contra la intensión de Teherán por abandonar dicho sistema.

Rusia reaccionó inmediatamente a este comportamiento  irresponsable, acusando a EEUU de ejercer una “presión irracional”, respaldando así a Teherán en su decisión legitima de no tener que tolerar abusos sobre su soberanía política y económica.  

Mientras se mostraba este posicionamiento en política exterior de la Casa Blanca que el Secretario de Estado Mike Pompeo describió como “realista” –que supuestamente distancia a Trump de sus predecesores-, los militares y las agencias de inteligencia trabajaban a todo motor para concretar las fases operativas que se atienen a planes que solo ellos conocen.  Por lo pronto habrán despliegues de más fuerzas a la zona algo de lo cual no habla de ningún realismo político avanzado ni mucho menos de voluntad de paz.

De esta manera, se despacharon al Golfo Pérsico el acorazado “USS Arlington” portando vehículos anfibios y tropa de infantería abordo que se unió al grupo de tareas del portaaviones “USS Abraham Lincoln” que había llegado una semana antes. Sin dudas que quien realmente podía alegar preocupaciones y verse amenazado es Irán y no al revés. Las medidas adoptadas por la Casa Blanca estuvieron impulsadas por los informes que sus asesores de seguridad, en particular del asesor estrella John Bolton, que indicaban que Irán estaba preparando acciones militares contra las fuerzas estadounidenses en la región, algo de lo cual (además de increíble) Teherán refuto inmediatamente catalogando esas afirmaciones como de meras “tonterías”.

Como sea, las sospechas fueron lanzadas oficialmente e inmediatamente difundidas por los medios masivos, difundiéndose rápidamente  alrededor del mundo por lo que, solo había que esperar que algo, o alguien causara algún incidente contra las unidades navales estadounidenses o de alguno de sus aliados se produjera en las aguas próximas del golfo.

El 12 de mayo último se produjeron unos extraños ataques contra un convoy de buques de bandera noruega y de Emiratos Árabes Unidos que pasaban frente a las costas de “Fujairah” (en la entrada del estrecho de Ormuz) que claramente han estado orientados a tratar de justificar una intervención militar contra Teherán. Según las investigaciones preliminares, la magnitud del ataque, las técnicas y el equipamiento utilizado para su ejecución revelan la necesaria participación de un actor estatal en la operación. 
Quienes ejecutaron esto, contaban con inteligencia previa y en tiempo real que solo puede ser otorgada por un extendido y sofisticado entrenamiento. 
Además, los ejecutores usaron “minas lapa” colocadas en sectores clave de los buques saboteados demostrando que tenían un detallado conocimiento técnico y estructural de cada uno de ellos. Con ello se despejan las conjeturas (e interesadas intensiones) sobre el accionar de posibles células terroristas independientes.

Sobre la intensión por  tratar de ligar estos hechos a la “Guardia de los Revolucionarios Islámicos”, a las Fuerzas Armadas regulares o “facciones pro iraníes” ya se venía construyendo un relato que sirviera de “precedentes” que terminaran por justificar un golpe más grave que no dejara dudas sobre la participación iraní y con ello, poner en marcha las aspiraciones de Bolton que son ni más ni menos que el cambio de régimen. 
Pese a que esos son los deseos de Bolton y Netanyahu, ello es muy difícil de concretares por ello que no sería de extrañar que optaran por buscar a otro para endilgarle el asunto.

Uno de los chivos expiatorios elegidos serían nada menos que los “Huties” yemeníes quienes hace unas semanas atrás causaron severas perdidas a Arabia Saudita con el uso de Drones, pero a pesar estas proezas tácticas, no se sabe que ellos tengan buzos tácticos que puedan desplegarse en lanchas rápidas guiadas por inteligencia electrónica provista por satélite. Algún mal pensado ha sugerido que las miradas deben orientarse a Tel Aviv con la colaboración de una de las petromonarquías y es muy posible que puedan acertar con seguridad.

domingo, 9 de junio de 2019




FRAGMENTANDO LA GRIETA”

La proximidad del cierre de las candidaturas para la presidencia en Argentina está dejando en evidencia la falta de escrúpulos, las falsedades y las pocas expectativas de unidad entre los partidos políticos para enfrentar la profunda crisis que azota al país sudamericano ¿Se fracturara definitivamente la estabilidad interior?


Por Javier B. Dal
A pocos días de la conformación de las formulas partidarias para la presidencia de Argentina, se comienzan a caer las caretas de la mayoría de los exponentes al cargo, revelando el grado de incongruencias, mezquindades y traiciones que sin distinción de la ideología de cada uno de los candidatos ni sectores a los que responden, salpican al tablero partidario de un país que continua hundiéndose en el caos de frente a un mundo cada vez más complejo y hostil.

Las inconsecuencias a las que llegan cada uno de los candidatos presidenciales han creado aún más incertidumbre y división en una de por sí, descreída opinión pública que trata de ser manipulada por las empresas de comunicaciones que ya están negociando con los principales aspirantes a llegar a la Casa Rosada. Ante esto, desde varias partes del mundo esperan ver como evolucionaran los acontecimientos hasta el resultado final en el mes de diciembre.

No caben dudas de que son los mismos argentinos quienes tienen la solución para este “Status Quo” de relatos basados en falsedades, adulteraciones históricas y mentiras deliberadas que les han fragmentado como realidad social y política. El dicho de que “la política es el arte de lo posible” ha sido transformado por cada uno de los estafadores que han ocupado los gobiernos de los últimos 40 años (y que incluye a los actuales) en una regla para establecer la mentira y las falsedades en elementos de sus fórmulas de gobierno obteniendo con ello, una sociedad que por mezquinos intereses, ha  consentido sus embustes, volviéndolos parte de una masa de cínicos y ventajeros que no responden más que a intereses pasajeros y efímeros.  Con ello ¿Qué clase de país puede existir o más bien subsistir?

Ha quedado claro que Washington no ha sido el mejor aliado para Buenos Aires, aunque en realidad habría que preguntarse ¿Cuándo lo fueron en realidad? El obsecuente gobierno de “Cambiemos”, aplaudido por un sector anglófilo de los medios (que representa a un selecto sector de la capital), se ha dado un topetazo contra la pared y el único interés que proviene del exterior y en particular del tan admirado EEUU es el de los acreedores del Wall Street quienes no harán quitas ni concesiones a la deuda que esperan cobrar porque aquellos se sepan de memoria el himno estadounidense o el “God Save the Queen”.

Otros que miran con horrorosa preocupación la situación del país es el FMI, o más bien habría que decir la Directora Gerente Christine Lagarde quien ha comprometido su cuello por los préstamos concedidos a un gobierno al que erróneamente valoro como “fiable”. Ella sabe que si Argentina no baja la fiebre llamada “riesgo país” y no cotiza un dólar razonable para los mercados externos (que no puede ser inferior a los 52 pesos), no habrá inversiones y el colapso de la entelequia política argenta puede ser una realidad inminente que se la llevara a ella también, posiblemente a la cárcel en Francia donde aún tiene procesos por los cuales responder.

Sin dudas que el desfile de los candidatos y sus grupos de asesores por Washington tratando de congraciarse con los dueños de la situación financiera del país (Acreedores/buitres), les hace bostezar mostrando con ello, el grado de aburrimiento y descreimiento que tienen aquellos y los organismos acreedores por cada uno de estos “Clowns” del Cono sur. Para peor y para los representados argentinos, ninguno de estos representantes que viven a costa de los impuestos que aquellos pagan puede ofrecer un plan estratégico de desarrollo sostenido para generar una nueva realidad política.  

A la presentación de personajes tan poco creíbles como éticamente  impresentables, los argentinos observan absortos e incrédulos como uno de ellos que es ni más ni menos que la ex presidente CFK maniobra con una despampanante caradurez, la docena de procesamientos judiciales a las que está sometida.  Este solo es un caso dentro de todo el espectro político nacional que solo da las opciones que tiene en la vidriera que no son otras que las “malas”, “las pésimas” y “las horribles”. Dentro de este abanico sin permitir que haya otras opciones, los ciudadanos argentinos tienen que elegir con cuál de estos impresentables se quedaran.

Los argentinos no parecen darse cuenta que ninguno de estos personajes que de alguna manera y en algún momento legitimaron con sus votos (tirados a la basura), no resolverán los profundos problemas que afectan las bases de un estado que esta infestado por la corrupción estructural. Todos (salvo poquísimas excepciones) participan del sistema cloacal que sostiene el “Status Quo” que adornan con la palabra democracia y ninguno de ellos está dispuesto a perder los beneficios que obtienen este. . Es por ello que no importa el discurso ni las promesas de cada uno de los pretensos aspirantes a presidente ya que, cada uno de ellos solo aspiran a administrar momentáneamente este sistema mafioso de cosas que controla al país y que para peor, ya está prácticamente adjudicado a intereses externos.

Las roscas y las negociaciones que se han venido viendo son tan vergonzantes como políticamente inconsecuentes. Los alineamientos de última hora de supuestos “adversarios ideológicos” con algunos de los actores polarizantes (Macri y CFK), demuestra la falsedad y la vacuidad de los discursos de aquellos. En ello ayudan las llamadas “encuestadoras”,  que esgrimiendo estudios de sondeo serios y científicos, más bien son actores con muy poca objetividad y muchos intereses cruzados que en algunos casos crean artificiosamente sus propias tendencias.

Otro sector muy importante en la colocación de cada uno de estos candidatos son los medios de comunicación capitalinos, verdaderos emporios de lobbies que se haya a la zaga de colocarse detrás de la corriente que económica y financieramente esté más acorde con sus intereses. Por supuesto que con estas expectativas, buscan posicionar al candidato que mejor se ajusta a los intereses que hay detrás de ésta extensa corporación, que en última instancia se haya dirigida por inocultables participaciones angloestadounidenses.

Por ello y más allá de los nombres, de los hombres y los partidos políticos que se presentan para  estos comicios, hay una cuestión muy clara y ella es, que ninguno trae soluciones ni planificaciones novedosas que superen la mezquindad partidocratica y la desvergonzada  corrupción que ha llevado al país a estas instancias ¿el motivo para creer esto?, pues, como reza una frase de Louis De Bonald “Los hombres son pervertidos no tanto por la riqueza como por el afán de riqueza”.

viernes, 7 de junio de 2019




STALINISM USA

Las nuevas disposiciones del Departamento de Estado para los ciudadanos latinos (incluyendo a los argentinos) que quieran ingresar a los EEUU reflejan nuevos niveles de paranoia en los estamentos gubernamentales norteamericanos conllevando a una abierta violación de la libertad e intimidad de los individuos


Por Charles H. Slim
Suele decirse que si odias profundamente a alguien terminaras convirtiéndote en él o en lo que representa. Eso podría decirse sin lugar a dudas de lo que desde hace 17 años viene progresando en los EEUU.  Hablamos de las sigilosas políticas de vigilancia y control gubernamental que desde la sanción de la “Patriot Act” (Ley Patriota)  durante la administración de George W. Bush han venido invadiendo en forma progresiva y cada vez más agresiva, la intimidad de cada ciudadano estadounidense y con aspiraciones a extenderlo sobre todos los ciudadanos del globo.

Aquellos no explicados ataques del 11 de septiembre de 2001 fueron el punto de partida para establecer un sistema policiaco total que, aunque disfrazado tras elegantes trajes y corbatas, no le tenía –y aún no tiene- nada que envidiar a la temible NKVD (CHEKA)[1] de las épocas de Stalin.

Como no se podía esperar otra cosa, los medios y los analistas argentinos, se han mantenido a raya en estas cuestiones y han sido y siguen siendo muy parcos al momento de tener que posicionarse sobre estas aberraciones a la libertad que dicho sea de paso, afecta desde hace tiempo a todos sus conciudadanos. Es que, meterse en los asuntos internos de países como Venezuela es muy diferente que hacerlo con el “Tío Sam”. Y es que, más allá de las nuevas y corrosivas medidas que últimamente ha dispuesto el Departamento de Estado norteamericano para que ciudadanos de la región puedan ingresar a los EEUU, el espionaje y recopilación de información de las comunicaciones sobre Argentina ha sido continuo y sin ningún tipo de restricción, sin que se haya escuchado alguna reclamación seria de cualquiera de los gobiernos que han pasado por la Casa Rosada.

Estas medidas ya tienen sus precedentes y forman parte de una compleja política que viene extendiéndose en el tiempo y hoy por hoy pretende instalarse tanto en el hemisferio continental como dentro de la misma Unión.

Bajo la excusa de la “lucha contra el terrorismo” orientada en su inicio directa y arbitrariamente sobre la comunidad islámica mundial y norteamericana en particular, además de crear docenas de agencias federales de inteligencia (con lo cual se incrementó los gastos presupuestarios a niveles inconmensurables), la administración republicaba de George W. Bush volcó ingentes recursos para que el Departamento de Justicia y el FBI llevaran adelante actividades de seguimiento, interferencias y escuchas de las comunicaciones de sujetos particulares, infiltraran cuantas mezquitas, colegios e instituciones por el solo hecho de demostrar pertenecer  o mostrar “señas” de adherir al Islam. Ello era suficiente como para que grupos de tareas (de varios países) bajo la dirección de la CIA, llevaran adelante sin orden judicial alguna intervenciones telefónicas y hasta el secuestro de individuos para trasladarlos a prisiones secretas donde serían “interrogados” bajo métodos mejorados (torturas).

Aún perviven como símbolo de esta época oscurantista, monumentos al oprobio y la inhumanidad como son los campos de concentración de Abu- Graib en Iraq, Bagram en Afganistán y Guantánamo en Cuba, sitios donde se llevaron adelante infinidad de sesiones de torturas y ejecuciones contra prisioneros musulmanes.

Fueron años de locura y persecución que estaban inspirados por los experimentados y versados colegas israelíes quienes desde hacía décadas venían ensayando programas y sistemas de inteligencia, contrainteligencia y control sobre la población árabe de los territorios ocupados.

Esto llevo a que muchos ciudadanos estadounidenses clamaran ¿Pero qué demonios está sucediendo en América? El supuesto guardián de la libertad y la democracia en occidente durante la “Guerra fría” se había convertido en un verdugo oscuro y tenebroso que, emulando a las peores épocas de la Rusia “Stalinista”, pretendía controlar todos los aspectos de la vida de cada habitante de la Unión.

La administración neoconservadora de Bush-Cheney abrió la puerta a políticas que ya habían sido ejecutadas y ampliamente ensayadas en los territorios ocupados por Tel Aviv. Los mismos israelíes y en particular sus especialistas en inteligencia se han jactado muchas veces de sus talentos para estos asuntos. Fueron ellos quienes influenciaron en gran medida para que EEUU se convirtiera en un gran sistema “panóptico”, un gran hermano que lo tenga todo controlado.

En aquel entonces todo lo vinculado a lo árabe y mucho más a lo islámico, tomo un cariz de sospecha e hizo de la sociedad occidental en general pero en la estadounidense en particular (plagada del intelectualismo sionista), un “gran hermano” donde los vecinos se espiaban entre sí e incluso entre parientes, formulando denuncias anónimas al gobierno federal reportando “conductas sospechosas” que podían ser representadas por el uso de barbas largas, ropas orientales o la simple manifestación de profesar el islam.

También fueron perseguidos y censurados, aquellos ciudadanos que sin ser árabes o musulmanes, se atrevían a criticar o a poner en dudas las versiones informativas provistas por el gobierno y mucho más, sobre sus políticas exteriores tendientes a meter al país en guerra que más tarde lamentaría.

Aunque esto hubiese sonado por entonces como una exageración digna de una mentalidad paranoica, la realidad a la que asistimos actualmente (y la cual está repleta de ejemplos gráficos), le dan la razón a estas conclusiones y quedan más que evidentes con las últimas medidas que la administración Trump ha puesto en vigencia para otorgar visados a los ciudadanos provenientes de los países de centro y Sudamérica. Según las nuevas disposiciones por una Orden Ejecutiva del año 2017 del mismo Donald Trump y puestas en vigencia por el Departamento de Estado, antes de que alguien proveniente de países del continente  pretenda ingresar a los EEUU deberá llenar una planilla con nuevos campos de datos que incluyen, informar por el requirente “su correo electrónico”, el número de teléfono que ha venido usando en los últimos cinco años, la suscripción a  “redes sociales” identificando cuáles son  aquellas que utiliza y sus identidades en las mismas y cuál es el uso que hace de ellas.

Ciertamente se puede intuir que se trata de nada menos que el intento oficial por parte de Washington por establecer un “control ideológico” directo determinando a discreción y conveniencia, según lo que opine el requirente en las redes sociales (Facebook, Twitter, Telegram etc), si es merecedor o no, de entrar a los EEUU.

Pese a lo evidentemente indebido de semejante medida, que no es más que una nueva invasión a la privacidad de los ciudadanos de otros estados, los medios informativos argentinos –como de costumbre- tratan de reducir todo a meros requerimientos “administrativos” haciendo centro en los detalles de los formularios y los requisitos que deben completar a requerimiento de la embajada norteamericana en Buenos Aires. Y es que, como ya lo hemos dicho en repetidas oportunidades, la idiosincrasia de su populación, en particular la capitalina (que termina reflejándose en sus gobernantes), destaca en su abulia y conformismo al poder de turno.

Este tipo de solicitudes no solo representa una extensión de las actividades clandestinas de recopilación de información que desde hace 17 años hasta esta parte las agencias de inteligencia de los EEUU y sus colegas británicos e israelíes  han venido llevando a cabo en toda la región (incluyendo por supuesto a la Argentina), sino que se encubre una clara y peligrosa política de “policía del pensamiento” que busca individualizar con precisión a potenciales disidentes y críticos de las políticas de EEUU alrededor del mundo. 

Esto se agrega a las ya ventiladas actividades clandestinas de las agencias de inteligencia norteamericanas y sus aliados, quienes han sido denunciados de intervenir (directamente o presionando a las empresas que proveen de dicho servicio) en los buscadores del internet para recopilar ilegalmente las preferencias, búsquedas y navegaciones de los usuarios de todo el globo. La prueba de que todos estamos siendo monitoreados por programas de infiltración en el ciberespacio, es la probada colaboración de la red social Facebook, estableciendo supuestas ventajas para favorecer la seguridad que no son más que ardides que sirven para redirigir información sensible a nada menos que la CIA.

Aún resuenan los estampidos tras las denuncias de Eduard Snowden (ex agente de la NSA) quien, tras abandonar rápidamente los EEUU, dejo expuestas las amplias e ilimitadas actividades de espionaje que dicha agencia y muchas otras, llevaban adelante sin el menor conocimiento de las agencias gubernamentales de varios países del mundo, la interceptación de las redes de internet, comunicaciones civiles y militares, incluyendo a los de gobiernos “aliados”. Entre sus últimas revelaciones están aquellas referidas al traslado a la frontera con México de los sistemas de interceptación de comunicaciones en tiempo real implementados en Iraq y Afganistán que sin lugar a dudas traerá mucha cola.

Más allá de que la excusa que repetidamente aduce el gobierno norteamericano ronda en la llamada “seguridad nacional” y el prevenir el ingreso de terroristas extranjeros, a simple vista, la nueva disposición firmada por el mismo Donald Trump se trata de una medida claramente ilegitima, invasiva y arbitraria que se aduna a la larga y odiosa legislación que se vino sancionando desde la era Bush-Cheney.




[1] Policia secreta denominada Comisariado del Pueblo para los Asuntos Internos Всероссийская Чрезвычайная

martes, 4 de junio de 2019




LA ESTAFA DEL SIGLO”

Los anuncios que la Administración Trump y los medios occidentales amplifican engañosamente como un Acuerdo definitivo para la “problemática palestino-israelí” esconderían en realidad graves desventajas para los derechos personales y colectivos de los árabes palestinos ¿Podrán los palestinos discernir el peligro que ello conlleva para el futuro de sus legítimas expectativas políticas?



Por Charles H. Slim
Los acuerdos son el encuentro de dos o más voluntades coincidentes referidos a un objeto en concreto que las partes contratantes mediante negociaciones en situación de paridad pretenden lograr. Algo así es lo que Washington trata de presentar ante el mundo sobre el tema palestino y su situación de brutal ocupación por Israel. Según la Casa Blanca existe la posibilidad de establecer el “Tratado del siglo” para resolver el asunto entre Israel y los palestinos aunque, ya se han filtrado algunos pareceres que reflejan escepticismo a su aceptabilidad.

Desde la Argentina, el tema no tiene la trascendencia mediática que merece y ello no sorprende. Esto es parte de una conducta que durante años se ha traducido en su política estadual de diversos gobiernos marcada por la cómoda e interesada equidistancia sobre este conflicto (JTA 1985d)[1]. Pero en los noventas, Buenos Aires con su alineamiento automático a EEUU fue al mismo tiempo girando moderadamente hacía una posición más pro-israelí que era (y sigue siendo) una conditio sine quanon en la política exterior norteamericana.

Tras un impas con la llegada de gobiernos populistas, esto se moderó (no desapareció) hasta la llegada del actual gobierno de Macri quien ha dejado en evidencia su explicito alineamiento hacía las políticas de Tel Aviv. 
Igualmente esto no termina allí. La influencia sionista que existe en los emprendimientos de comunicaciones y el entretenimiento del país es notable y cualquier posibilidad de promover un debate profundo sobre los puntos de vista de este antiguo conflicto que haga pensar a los argentinos sobre la naturaleza real de lo que sucede en el Medio Oriente y en particular en Palestina, será rápidamente interceptada para que no llegue a nada. Hay una mezcla de prurito hacia los árabes y musulmanes sembrado durante años por la industria del cine y los medios estadounidenses (muy consumido durante años por estos lares), muy bien explotado por sectores islamofobos y un miedo perenne de parte de la ciudadanía argentina (en particular de Capital federal) a caer bajo la cancina y falaz acusación de antisemitismo.

La iniciativa aunque presentada a bombo y platillo como una oportunidad histórica para la paz y la prosperidad en el Medio Oriente, solo es el intento por consolidar una nueva estafa que trata de beneficiar –solamente- a los intereses israelíes. Antecedentes de esto sobran y los acuerdos de Oslo[2] son quizá la muestra más palpable de la falta de respeto y violación expresa a lo acordado por parte de Tel Aviv con los palestinos, algo que Yasser Arafat sabía de antemano y maniobro con sagacidad hasta su muerte.

El problema es que hoy dentro de las facciones palestinas no hay líderes con la capacidad y el carisma de aquel viejo zorro quien supo darles muchos dolores de cabeza a los sionistas. Se dice que los racistas sionistas odiaban más la inteligencia y astucia de Arafat que los ataques que sus hombres de la OLP perpetraban contra sus objetivos. Ese vacío no ha podido ser llenado por los viejos dirigentes de la OLP y mucho menos por el líder FATA Mahmud Abbas quien no goza precisamente de la popularidad entre su población. Ello a su vez ha reforzado la posición de la resistencia armada sostenida por “Hamas” (en árabe “Entusiasmo”) que desde 2007 y más allá de ser un actor funcional a las políticas represivas del estado judío, es la única vía de contrapeso militar para canalizar el principio universal del “derecho a la resistencia” ante un agresor claramente brutal. Sin la presencia de “Hamas”[3] en Gaza hubiera representado la aniquilación de la población local y la ocupación inmediata por parte de Israel.

Igualmente dentro de la juventud palestina y de los países árabes circundantes la conciencia de lo que significa el sentir y el ser palestino no se ha perdido. El emerger mediático de casos como el de la adolescente palestina Ahed Tamimi ha trascendido al mero hecho de haber golpeado a un soldado israelí y actualmente lleva adelante junto a organizaciones simpatizantes de la causa palestina viajes al exterior para concientizar a la gente del mundo sobre el sufrimiento al que están siendo sometidos remarcando siempre que, “los palestinos no son víctimas que dan lástima sino luchadores por la libertad” .
inmoral y cobarde

Otra manifestación del activismo por continuar con la lucha política por un estado propio, surgió a comienzos del 2018 cuando comenzaron las manifestaciones populares de la llamada “Marcha del regreso” donde miles de palestinos autocongregados en los campamentos situados en el borde alambrado –no limite- de Gaza, demostraron y siguen demostrando que no habrá rendición a las condiciones unilaterales de un estado ocupante. Estas demostraciones no han pasado sin que los palestinos debieran pagar horribles consecuencias a manos de impiadosos e inhumanos tiradores israelíes quienes no han ponderado a la hora de disparar, si sus blancos eran mujeres, enfermeras, periodistas o niños.

Igualmente y pese a la brutalidad de las tácticas sionistas para tratar de aterrorizar y disuadir a las masas árabes de abandonar sus reclamos, la fuerza de voluntad de cada palestino ha prevalecido. Esta renovada conciencia de lucha política no solo se vive en Palestina sino que se ha extendido a todos los rincones del mundo preocupando en demasía a la militancia sionista que opera dentro de países como Argentina y que reporta a Tel Aviv.

A la brutalidad explicita de las fuerzas militares y de inteligencia israelíes hay que sumar las políticas de usurpaciones y desplazamientos que (involucrando fabulosos negocios inmobiliarios)[4] Tel Aviv viene llevando a cabo con la ayuda de “colonos”  y militantes ultraderechistas que son traídos desde varias partes del mundo, incluidos desde Argentina, para que ocupen los asentamientos y granjas en donde anteriormente habían aldeas con olivares o barrios árabes palestinos.

Sin eufemismos, estos “colonos”, son parte de la maquinaria bélica demográfica que con el apoyo gubernamental israelí y por supuesto de organizaciones sionistas internacionales (quienes proporcionan el apoyo político, financiero y económico), tienen el permiso de asaltar, expulsar y de ser necesario asesinar a los palestinos que se les interpongan.

Para peor, ha quedado en claro que Washington y más precisamente la administración Trump, es abiertamente sionista y para que no queden dudas de esta lealtad, le otorgó a comienzos del 2018 en forma ilegal e ilegítima a Jerusalén como la capital de Israel[5]. Igualmente y pese a los esfuerzos del régimen de Netanyahu por obtener el asentimiento de otros países para que radiquen sus embajadas en Jerusalén, ha tenido muy poco éxito.

A partir de allí, las bandas de colonos y matones sionistas han multiplicado sus ataques contra propiedades árabes en Jerusalén e incluso a la vista de la policía israelí han usurpado viviendas expulsando con el uso de la fuerza a familias enteras. Estas arbitrariedades son tan explicitas que causan fuertes debates y enfrentamientos entre los mismos sectores de la política israelí que sabe que el mundo los está observando.

Naciones Unidas como de costumbre ha sido un mero espectador demostrando su magra efectividad que garantiza la impunidad. Tel Aviv desde hace tiempo que ha venido incrementando la política de la presión psicológica y económica para obligar a los palestinos a volverse dependientes de sus fuentes laborales e incluso de su dinero. Incluso y está muy bien documentado, Israel corta los servicios básicos (agua potable, acceso al agua potable, medicamentos, comida, etc) para que los palestinos deban solicitarlos y pagárselos a las autoridades ocupantes. La situación en Gaza es paradigmática en si misma sobre los efectos de estas siniestras políticas de sojuzgamiento que conjugan la fuerza bestial, la presión psicológica y económica que causa miseria y muerte entre la población[6]
gozando con el dolor de los palestinos 

Las políticas y acciones israelíes encuadran en todas las previsiones sobre lo que es la agresión y el concepto del terrorismo de estado, las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad y ciertamente los sionistas lo saben muy bien. Y aunque hay una supuesta oposición de sectores judíos en el extranjero, solo sería un distanciamiento momentáneo, una actuación distractiva, por efecto del masivo conocimiento y publicidad que actualmente y gracias a las redes sociales tienen las aberraciones del estado de Israel. 

La propuesta que desde Washington denominan como “El Acuerdo del Siglo” que pretende cristalizarse en la conferencia de Manama, Bahrein,  programada para el día 25 de junio próximo solo se trata de un chantaje para que por una bolsa de dinero ofrecida a miles de familias palestinas empobrecidas por las políticas israelíes, el colectivo palestino renuncie por escrito a sus derechos soberanos. Ello además conllevaría a que la Autoridad Palestina y cualquier sujeto palestino victimas por las incontables acciones de Israel, renuncie a llevar ante la justicia (especialmente ante la Corte Penal Internacional) cualquiera de los innumerables crímenes que se han cometido en los últimos 75 años hasta el presente, representando semejante pretensión una abierta violación al derecho internacional.  Esto ha sido advertido por Rusia y China quienes ya han anunciado que no asistirán a la dicha conferencia.

Con esto, queda en evidencia que Israel ha ido pacientemente preparando el terreno para que los palestinos, por efecto de las políticas restrictivas y segregacionistas que los ha sumido en la miseria más oprobiosa y aprovechando las necesidades que ello conlleva, los sionistas esperan que los palestinos se avengan a firmar cualquier clase de acuerdo que les dé al menos un respiro. Que Jared Kushner, el yerno de Trump y un militante sionista con total influencia sobre la administración presidencial, haya sido quien propuso este acuerdo como una solución definitiva para el tema no lo hace el autor de dicho plan. Sin dudas que detrás de la ingenierización de este pretenso acuerdo que busca cristalizarse en esta Conferencia están los sectores neoconservadores y el Lobbie sionista que sostiene la política exterior norteamericana.




[1] JTA. 1985d. “Argentine jews concerned over anti-semitism and weakening of
Argentine-Israeli relations.” May 17.
[2] EL MUNDO. “Acuerdos de Oslo: Una paz utópica entre palestinos e israelíes, 25 años después”. Publicado el 13 de septiembre 2018. https://www.elmundo.es/internacional/2018/09/13/5b9944ed268e3e56778b467c.html
[3] HISPAN TV. “Resistencia palestina destruye dos vehículos blindados de Israel”. Publicado el 5 de mayo de 2019. https://www.hispantv.com/noticias/palestina/427757/hamas-vehiculos-israel-gaza
[4] AMNISTÍA INTERNACIONAL.org. “Israel/TPO: Las empresas de turismo contribuyen a la expansión de los asentamientos y se benefician de crímenes de guerra”. Publicado el 30 de enero 2019, https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/israeltpo-las-empresas-de-turismo-contribuyen-a-la-expansion-de-los-asentamientos-y-se-benefician/
[5] EL PAÍS. “14 de Mayo de 2018: Un día histórico”, Por David Harris. Publicado el 14 de mayo de 2018. https://elpais.com/elpais/2018/05/11/opinion/1526058297_825807.html
[6]HISPAN TV. “ONU advierte: Israel priva a los palestinos de agua limpia en Gaza”. Publicado el 18 de marzo de 2019. https://www.hispantv.com/noticias/palestina/413865/onu-israel-suministro-agua-gaza  

miércoles, 29 de mayo de 2019




JUGAR EL JUEGO

De acuerdo a la situación interna ¿Cuál es la posición de la Argentina en el actual contexto mundial?

Por Charles H. Slim
En tan solo cuatro años, el Cono sur ha tenido cambios políticos que hasta no hacía mucho eran imposibles de concebir. Los gobiernos con orientación populista o seudo nacionalista (con las más variadas tendencias) han ido cayendo uno a uno, sea por el peso de sus ineptitudes, las crisis económicas que los azotaron o la corrupción, o como ha sido  en otros casos, por la ayuda que ha estado proveyendo por debajo de la mesa Washington dc. Como haya sido en cada caso, todo demuestra como las poblaciones de cada uno de estos países siguen siendo un rebaño de borregos que tiran de un carro que montan sus corruptos políticos quienes poco hacen por buscar soluciones para sus representados.

Argentina no solo no escapa a la excepción, sino que es la regla en toda la medida sobre estos arreglos. La democracia que tanto vociferan los políticos sin distinción de partidos y que florean las empresas de negocios mediáticos de Buenos Aires, solo es una cascara vacía que no tiene nada en su interior. 
Aquí a la par de que los altos sectores ya son más ricos de lo que lo fueron anteriormente, los más carentes además de serlo más, son más ignorantes. 
Este país es un gran negocio pero no para sus habitantes; ellos son parte de lo que se negocia aunque algunos crean que porque simpatizan con sus verdugos estos les tendrán misericordia. En realidad cada uno de sus habitantes, y aun los que se disfrazan de “liberales” y “progresistas”, tienen sus culos vendidos. 

El país se puede decir que esta rifado y en Londres tienen todos los números para quedárselo. Mejor aún; es dentro de la “Milla Cuadrada” de la City londinense donde están sus propietarios y quienes hace poco –entre otros negocios- ya se han adjudicado los derechos de explorar y explotar una riquísima cuenca petrolífera de 84.600 kilómetros cuadrados situada en el mar argentino próximo a Malvinas ¿Y para quién cree que serán los réditos de esta empresa? No para la Argentina claramente. (¿Tal vez ello tuvo que ver el hundimiento del submarino ARA San Juan?)¿Algún medio o periodista que difunden “la pura verdad”, han dicho algo? Pareciera que nadie quiere ver la realidad en la que se hallan, producto de aquella maniobra financiera orquestada por el City Bank y financistas argentinos –varios de ellos todavía con aspiraciones políticas- en la década de los ochentas que terminaron cargándose al país con una de las deudas más oprobiosas e ilegitimas que se puedan recordar. La situación económica del país no pasa ni mejorara por la ayuda del FMI o por el regreso de los dineros que muchos empresarios mantienen en cuentas europeas o de los paraísos fiscales; siempre los pobladores serán estafados por sus representantes y es por ello que éste gigantesco pedazo de territorio no tiene futuro como estado nación con peso geopolítico propio.

Pero usted cree que hay democracia y cosas por el estilo por qué unos cuantos muñecos de alta voz que simulan pelearse por supuestas ideologías o porque habrá elecciones en octubre ¿Y qué cree usted que tienen para elegir? Pues,  permítanme que le abra sus pegoteados ojos; los políticos argentinos solo están jugando un juego siniestro en donde lo que parece ser no lo es y muy por el contrario, quienes están detrás de todo esto son intereses muy lejos de aquellas magnificas tierras.

Las opciones sobre la mesa son tan sosas como impresentables. No hay nada nuevo en el panorama político local y ello no es casual. Los partidos de izquierda siguen siendo tan anacrónicos como irrisorios en sus plataformas, tanto que parecieran estar en la misma jugada. Las alternativas nacionalistas son duramente opacadas ya que son la única vía para que el país pudiera recuperar algo de entidad. Desde Washington y Londres no permitirían alternativas sanas y desligadas de los arreglos económicos y financieros que sostienen a la tela de araña que es el sistema político argentino. Aquí solo se juega un juego, el que Wall Street y la City de Londres han puesto desde hace ya 40 años para que Buenos Aires desarrolle un sistema político sin salirse de los márgenes del mismo ¿O acaso usted cree que es una casualidad que cada uno de los candidatos que aparentan competir para la presidencia, concurran a Washington para ser entrevistados por organismos financieros y políticos como AIPAC o el WJC con sus sedes centrales en EEUU?

Y en esta jugarreta los actuales y principales jugadores son Mauricio Macri y su agrupación PRO y la señora CFK con su atrio de arribistas buenos para nada del “Kirchnerismo” todos ellos juegan sabiendo de antemano que todo es un engaño. Son piezas necesarias para mantener el negocio que representa para EEUU y Gran Bretaña un país sin contenido político propio y real que pueda complicar los fastuosos negocios que hay detrás. Y lo peor de todo es que los que se presentan como una alternativa a estos dos estafadores son parte de la misma trama o ¿Acaso cree que tipos como Massa, Lavagna o Espert, van a poder competir y tener horas de aire en las empresas de medios si no lo permitieran los señores de Washington y New York? Si ustedes creen eso, pues es tiempo que se despierte y comience a evaluar cuál va ser su actitud frente a esta realidad.  

Por estas horas enviados de la fórmula CFK y Alberto Fernández caminan mansos y como monjes mendicantes por las oficinas de algunos de los más poderosos “buitres” en Wall Street, New York tratando de convencerles de que el regreso de “Cristina” será moderado y con beneficios para sus intereses ¿Qué creen que pensaran tipos como Paul Singer, George Soros o David Solomon de Goldman Sachs al ver a estos tipos que vienen dóciles como palomas a suplicarles una cuota de bendición? A estas alturas, no hay mucho que un posible gobierno populista disfrazado de moderado pueda ofrecerles a los inversores neoconservadores sionistas anglosajones, Macri y sus partidarios ya se lo han dado todo.

Todos los estamentos públicos estatales o aquellos que mantienen una interacción necesaria con el estado no escapan a esto. El sindicalismo argentino está tono con esta situación. Atravesado por la corrupción, éste sector que alguna vez nació para defender los derechos del trabajador hace bastante tiempo que dejó de cumplir con este mandato. Podría decirse que hoy por hoy son un partido a parte y como factor de poder, venden su influencia a la fuerza política que pueda llegar a ocupar el poder.

En lo que se refiere a las empresas y los empresarios es claro que se acomodan a los tiempos de conveniencia. Primero está el interés propio y del sector, muy atrás de sus intereses esta lo que puede significar el bien común y mucho menos les importa ser parte de un proyecto estratégico para su país. Y es que sin la presencia de una fuerza política con autoridad sin poder real (fuerza militar) y un plan estratégico de país no puede haber desarrollo alguno. Es por ello que, el marco está muy bien demarcado y quien quiera jugar el juego, debe saber que todo está arreglado de antemano y que no habrá sorpresas en la decisión última la cual, ya fue tomada.