“FRAGMENTANDO LA GRIETA”
La proximidad
del cierre de las candidaturas para la presidencia en Argentina está dejando en
evidencia la falta de escrúpulos, las falsedades y las pocas expectativas de
unidad entre los partidos políticos para enfrentar la profunda crisis que azota
al país sudamericano ¿Se fracturara definitivamente la estabilidad interior?
Por Javier B. Dal
A pocos días de la conformación de las formulas
partidarias para la presidencia de Argentina, se comienzan a caer las caretas
de la mayoría de los exponentes al cargo, revelando el grado de incongruencias,
mezquindades y traiciones que sin distinción de la ideología de cada uno de los
candidatos ni sectores a los que responden, salpican al tablero partidario de
un país que continua hundiéndose en el caos de frente a un mundo cada vez más
complejo y hostil.
Las inconsecuencias a las que llegan cada uno de los
candidatos presidenciales han creado aún más incertidumbre y división en una de
por sí, descreída opinión pública que trata de ser manipulada por las empresas
de comunicaciones que ya están negociando con los principales aspirantes a
llegar a la Casa Rosada. Ante esto, desde varias partes del mundo esperan ver como
evolucionaran los acontecimientos hasta el resultado final en el mes de
diciembre.
No caben dudas de que son los mismos argentinos
quienes tienen la solución para este “Status Quo” de relatos basados en
falsedades, adulteraciones históricas y mentiras deliberadas que les han
fragmentado como realidad social y política. El dicho de que “la política es el
arte de lo posible” ha sido transformado por cada uno de los estafadores que
han ocupado los gobiernos de los últimos 40 años (y que incluye a los actuales)
en una regla para establecer la mentira y las falsedades en elementos de sus
fórmulas de gobierno obteniendo con ello, una sociedad que por mezquinos intereses,
ha consentido sus embustes, volviéndolos
parte de una masa de cínicos y ventajeros que no responden más que a intereses
pasajeros y efímeros. Con ello ¿Qué
clase de país puede existir o más bien subsistir?
Ha quedado claro que Washington no ha sido el mejor
aliado para Buenos Aires, aunque en realidad habría que preguntarse ¿Cuándo lo
fueron en realidad? El obsecuente gobierno de “Cambiemos”, aplaudido por un
sector anglófilo de los medios (que representa a un selecto sector de la
capital), se ha dado un topetazo contra la pared y el único interés que
proviene del exterior y en particular del tan admirado EEUU es el de los
acreedores del Wall Street quienes no harán quitas ni concesiones a la deuda
que esperan cobrar porque aquellos se sepan de memoria el himno estadounidense
o el “God Save the Queen”.
Otros que miran con horrorosa preocupación la
situación del país es el FMI, o más bien habría que decir la Directora Gerente
Christine Lagarde quien ha comprometido su cuello por los préstamos concedidos
a un gobierno al que erróneamente valoro como “fiable”. Ella sabe que si
Argentina no baja la fiebre llamada “riesgo país” y no cotiza un dólar
razonable para los mercados externos (que no puede ser inferior a los 52 pesos),
no habrá inversiones y el colapso de la entelequia política argenta puede ser
una realidad inminente que se la llevara a ella también, posiblemente a la
cárcel en Francia donde aún tiene procesos por los cuales responder.
Sin dudas que el desfile de los candidatos y sus
grupos de asesores por Washington tratando de congraciarse con los dueños de la
situación financiera del país (Acreedores/buitres), les hace bostezar mostrando
con ello, el grado de aburrimiento y descreimiento que tienen aquellos y los
organismos acreedores por cada uno de estos “Clowns” del Cono sur. Para peor y
para los representados argentinos, ninguno de estos representantes que viven a
costa de los impuestos que aquellos pagan puede ofrecer un plan estratégico de
desarrollo sostenido para generar una nueva realidad política.
A la presentación de personajes tan poco creíbles
como éticamente impresentables, los
argentinos observan absortos e incrédulos como uno de ellos que es ni más ni
menos que la ex presidente CFK maniobra con una despampanante caradurez, la
docena de procesamientos judiciales a las que está sometida. Este solo es un caso dentro de todo el
espectro político nacional que solo da las opciones que tiene en la vidriera
que no son otras que las “malas”, “las pésimas” y “las horribles”. Dentro de
este abanico sin permitir que haya otras opciones, los ciudadanos argentinos
tienen que elegir con cuál de estos impresentables se quedaran.
Los argentinos no parecen darse cuenta que ninguno
de estos personajes que de alguna manera y en algún momento legitimaron con sus
votos (tirados a la basura), no resolverán los profundos problemas que afectan
las bases de un estado que esta infestado por la corrupción estructural. Todos
(salvo poquísimas excepciones) participan del sistema cloacal que sostiene el “Status
Quo” que adornan con la palabra democracia y ninguno de ellos está dispuesto a
perder los beneficios que obtienen este. . Es por ello que no importa el
discurso ni las promesas de cada uno de los pretensos aspirantes a presidente
ya que, cada uno de ellos solo aspiran a administrar momentáneamente este
sistema mafioso de cosas que controla al país y que para peor, ya está
prácticamente adjudicado a intereses externos.
Las roscas y las negociaciones que se han venido
viendo son tan vergonzantes como políticamente inconsecuentes. Los
alineamientos de última hora de supuestos “adversarios ideológicos” con algunos
de los actores polarizantes (Macri y CFK), demuestra la falsedad y la vacuidad de
los discursos de aquellos. En ello ayudan las llamadas “encuestadoras”, que esgrimiendo estudios de sondeo serios y
científicos, más bien son actores con muy poca objetividad y muchos intereses
cruzados que en algunos casos crean artificiosamente sus propias tendencias.
Otro sector muy importante en la colocación de cada
uno de estos candidatos son los medios de comunicación capitalinos, verdaderos
emporios de lobbies que se haya a la zaga de colocarse detrás de la corriente
que económica y financieramente esté más acorde con sus intereses. Por supuesto
que con estas expectativas, buscan posicionar al candidato que mejor se ajusta
a los intereses que hay detrás de ésta extensa corporación, que en última
instancia se haya dirigida por inocultables participaciones
angloestadounidenses.
Por ello y más allá de los nombres, de los hombres y
los partidos políticos que se presentan para
estos comicios, hay una cuestión muy clara y ella es, que ninguno trae
soluciones ni planificaciones novedosas que superen la mezquindad
partidocratica y la desvergonzada corrupción que ha llevado al país a estas
instancias ¿el motivo para creer esto?, pues, como reza una frase de Louis De
Bonald “Los hombres son pervertidos no tanto por la riqueza como por el afán de
riqueza”.
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