“PICHETTIZACIÓN”
Cuando todo parecía perdido para el gobierno de Macri surgió un hecho imprevisto que descoloco a la oposición y da un alivio a Washington y Londres ¿Qué efectos traerá la alianza del peronismo “racional” con los neoliberales de Cambiemos?
Por Charles H. Slim
Todo parecía estar perdido y muchos partidarios del
gobierno de Cambiemos y el PRO estaban a punto de darle un puntapié a Mauricio
Macri responsabilizándolo de los continuos traspiés y errores que se habían
venido cometiendo en su gestión. Los fracasos eleccionarios en las provincias
ha causado un sisma entre el partido radical y los referentes del PRO que
prácticamente ha desintegrado a Cambiemos. Su imagen caía en picada y la
situación de la economía no podía estar peor. En Wall Street las dudas se
acentuaban y también las preocupaciones por el futuro amenazado por el posible
regreso al pasado. Todo vislumbraba muy favorable para CFK y sus seguidores,
mucho más desde que logro reinstalar a un Alberto Fernández arrepentido haciendo
incluso que el diletante y camaleónico Sergio Massa, quien tras una
interminable procesión en círculos, terminara inclinándose a su favor destruyendo
el llamado “Frente Renovador”.
El día 11 de junio será para recordar para algunos y
para olvidar para otros.
Nadie esperaba que un solo hombre, y para colmo de los
colmos un ex funcionario kirchnerista y senador peronista, fuera quien patearía
el tablero dándole un respiro a un gobierno impopular. Fue así que Miguel Ángel
Pichetto pasara a ser el vice de Macri en la fórmula presidencial para las próximas
elecciones. Fue un movimiento sorpresivo y tácticamente inesperado ya que
cuando parecía que el gobierno neoliberal nacional estaba arrinconado por la
opinión pública y las presiones del FMI, este ingreso ha suscitado efectos
sobre el ánimo de la población y lo más importante, ha dejado impresiones
positivas para el mismo gobierno en su
proyección sobre los mercados externos.
Obviamente no se trata de un gesto patriótico o algo
por el estilo; se trata de una muestra de pragmatismo puro y duro para salvar el sitial que cada uno de
estos sectores del “sistema”, ha logrado acaparar durante los cuarenta años de
la llamada “democracia”, que a costa de las arcas del estado, subsisten y acrecientan
sus fortunas personales y familiares con
las consabidas consecuencias para el país. Si no se distendía esta situación,
todo podría salirse de control y el tan ponderado “sistema”, se haría añicos y
con él los beneficios de los que usufructúan toda la casta partidocratica.
Lo mismo puede decirse con lo ocurrido con Sergio
Massa y Alberto Fernández, quienes respondiendo a los sorpresivos anuncios de
Pichetto y en medio de un gran operativo de prensa frente al estudio jurídico
de Fernández (anticipadamente organizado) se tomaron el tan prometido café que
simbolizaría el perdón de las viejas afrentas y el nacimiento de una nueva
alianza, algo que además de poco creíble para muchos ciudadanos de a pie, tendrá sin lugar a dudas muy corta duración.
Para quienes miran desde afuera del país estos
vaivenes de la política interna argentina, no pueden entender que es lo que
anda mal o el porqué de las dudas que se plantean ante estos gestos y se
preguntan ¿Qué hay de malo en que se reúnan sus representantes y acuerden un
consenso para sacar el país adelante? Sin dudas que el cuestionamiento peca por
cándido.
Y es que no conocen la historia y la idiosincrasia de los políticos
argentinos, naturalmente diletantes, de poca vocación por los complejos temas
estaduales y de corta memoria para enfrentar sus responsabilidades. El grado de
inconsecuencias que ha quedo evidenciado en todo esto y que viene acumulándose
desde hace décadas, espanta a una gran parte del electorado que ya se ve
atrapado en la falsa opción entre lo malo y lo pésimo, sin que en apariencias exista
un camino intermedio, haciendo visible las palabras de otro de los grandes
personajes partidocraticos como lo es Felipe Solá, quien además de haber sido
otro de los gobernadores peronistas reciclados “K”, aseguró luego de estos
acontecimientos que no existe camino del medio,
pretendiendo dar clases de política.
inconsecuencias |
Como siempre, los medios hegemónicos nacionales (como
dice por aquí “bancados” desde afuera) ayudan a crear esa sensación de
resignación ya que, desde sus cómodas plataformas (radios, canales de TV o
portales de internet) argumentan que estas inconsecuencias y tomaduras de pelo
a los ciudadanos “son cosas del sistema”, un sistema que durante años lo
asimilaban a la palabra “democracia” y que últimamente varios de los exponentes
de la desinformación, ante el hastío de la población hacia toda esta
manipulación, con los amplios recursos de
aire con que cuentan, pasan maniqueamente a llamar “republicanismo”. Engañosamente, sacan a la palestra esta
palabra tan vapuleada por –salvo
excepciones- la mayoría de los miembros de ese “sistema” repleto de
prebendas, roscas oscuras, excepciones nada democráticas y sobre todo,
impunidad. ¿Desde cuándo estos exponentes de la rancia partidocracia argentina
han sido consecuentes con la cosa pública es decir Respublicae? A razón de verdad, nunca.
Esta fuera de discusión que el gobierno de los
Kirchner y en particular CFK, fue absolutamente corrupto, ideológicamente
indefinido, políticamente sectario y repleto de ineptitudes funcionales, algo
de lo cual hoy los llamados “peronistas puros” (como Pichetto) desde hace
tiempo pretenden separarse. El estado de
la nación lo atestigua. Si hay interesados en que un gobierno semejante regrese,
solo son aquellos quienes tenían un trabajo o algún puesto en innecesarias
secretarias gubernamentales a costa del erario del estado (nacional, provincial
y municipal) y de aquellos que vivían del subsidio, de las pensiones graciables
que muchas veces eran dirigidas a quienes no lo necesitaban.
Al mismo tiempo la grieta es funcional al gobierno
de Macri o más bien, el mantenimiento de una pulseada bipartidista. Una tercera
vía distorsiona sus intereses y también los de los Kirchneristas de CFK y es
por ello que ambos se necesitan para progresar en éste juego que se desarrolla
en este llamado “sistema” anodinamente calificado por ellos mismos de “democrático”.
Este es un “sistema” engañoso, exclusivo
y notoriamente corrupto que para peor, emula al tan celebrado por los
“liberales de oportunidad” sistema norteamericano.
Pero más allá de todas estas incidencias domésticas
y de las peculiaridades argentas, el discurso del peronista Pichetto, trajo
certeza a los ansiosos y expectantes actores externos, en particular a los
estadounidenses y británicos quienes mantienen con el actual gobierno muy buena
sintonía por su alineamiento en política exterior. Para los seguidores de CFK
se trata de una traición o como dijo Juan Grabois un “caso de prostitución
política”.
Sea como fuere esto tuvo efectos materiales en la vida política del
país. En este sentido, los dichos de Pichetto despejaron todas las dudas sobre ello
y dejo en claro que, el capitalismo es el camino para el desarrollo de la
economía del país (Wall Street y La City), las Fuerzas Armadas deben jugar un
rol preponderante en la política del país (cooperación con el Pentágono) y
destacando en la política externa, que
la visión hacia Venezuela seguirá
siendo la misma pudiendo interpretarse de esto, un estrechamiento y ampliación
en la participación de Argentina junto a los EEUU y sus aliados en peligrosas
aventuras geopolíticas en otros escenarios del globo.