“MEMORANDUM DE LA
DISCORDIA”
El mundo es
actualmente pequeño para decir que los problemas de tal o cual lugar están lejos y no pueden relacionarse entre
sí. El memorándum firmado con Irán lo demuestra
Por Charles H. Slim
Horas antes de que el fiscal federal Alberto Nisman
apareciera muerto de un balazo en su cabeza dentro del baño de su costoso
departamento de Puerto Madero en Buenos Aires, habría dejado entrever que su
carrera estaba acabada y que concurrir a ser interpelado ante el Congreso en la
mañana siguiente sobre las pruebas que supuestamente sostenían su denuncia
contra la presidenta CFK y la conexión iraní, aceleraría su caída.
Obviamente que estas preocupaciones no fueron
manifestadas al aire o las paredes de su habitación. Nisman se lo había
exclamado horas antes de su muerte a la actual ministra de seguridad interior
Patricia Bullrich (una funcionaria a fin a Tel Aviv) y a otros interesados en
que la trama iraní se mantuviera vigente ya que, era (y sigue siendo) la piedra
angular de la lucha intestina existente entre Israel e Irán. La acusación de
que el memorándum firmado con Teherán en 2013 había sido un “pacto espurio”, un
acto de traición a la patria o la forma por medio de la cual se pretendía la
impunidad de los supuestos autores de la voladura de la AMIA, nunca conto con
pruebas materiales y objetivas para respaldarla. Nisman sabía eso y no podía
echarse atrás ya que ello implicaría contrariar la versión fabricada por la CIA
y el Mossad en ese falsificado informe que tan cándidamente avalo años antes el
difunto presidente Néstor Kirchner.
Sobre esto, destaquemos que la fuente que nutrió la
versión de la implicancia iraní en aquel atentado había provenido de un
disidente llamado Hadi Soleimanpour que tras comprobarse sus nexos con la
inteligencia británica y la absoluta mendacidad de sus alegaciones, termino en
un fiasco del cual los sionistas quieren olvidar.
El dilema asaltaba la cabeza del fiscal que sabía
que si concurría a esa audiencia –tras
pedírsele las pruebas con las que supuestamente contaba- quedaría en el más
absoluto ridículo; pero si iba y se comprobaba todo el embuste fabricado bajo
las directivas de los intereses sionistas (a los cuales respondía explícitamente),
su vida como funcionario a sueldo de la nación estaba acabada. Lo único que
respaldaba su historia eran los informes amañados que esas agencias habían
elaborado y nada más. Estaba claro que una olla pestilente se estaba por
destapar por lo cual, tuvo que tomar una decisión crucial o más bien, a quienes
incomodaba decidieron por él. Con la muerte de Nisman, se mataba dos pájaros de
un tiro, los orquestadores de toda esta trama se quitaban del medio a un
funcionario descartable –que como agente había
perdido utilidad- y por otro, se agregaba otro hecho para achacárselo a
Irán o incluso a Caracas[1].
¿Pero cómo los servicios de inteligencia argentinos
no advirtieron aquella falsificación y mucho menos advirtieron la situación de
Nisman? Porque la SIDE[2] (la
misma del petiso Stiusso) hacía tiempo que se hallaba colonizada por aquellas
agencias internacionales e incluso por otras como la DGSE[3]
francesa y el MI-6[4] británico. Hay que partir
de allí para entender como muchas cosas que no cierran en la hipótesis que los
sectores sionistas locales se esforzaron y siguen haciéndolo por hacerlo una
“verdad mediática”, tratan de que esta versión sea embutida en las mentes de la
población como de a cuenta .
A la par de esta estrategia de intoxicación y
adulteración de la información, los
gobiernos que han pasado y los medios informativos capitalinos abordaron el
tema, lejos estuvieron en investigar independientemente sobre lo sucedido y por
fuerza de las influencias ejercidas desde las embajadas de Israel y EEUU,
sumado al temor reverencial que existe en una parte de los católicos argentinos
culposos ante la tragedia de la “Shoa”[5]
(aprovechada y explotada por aquellos intereses), se encargaron de mantener en
silencio.
Las inconsecuencias en las acusaciones que durante
años blanden los sionistas argentinos contra los árabes, musulmanes en general
y los chiitas iraníes en particular, solo demuestran que hubo un tercer actor
que ejecuto esos ataques y que nada que ver tuvo el Hesbollah libanés y mucho
menos Irán. Incluso las verdaderas motivaciones para estas masacres, escapan a
lo que han pretendido directamente durante años los libretistas islamofobos que responden
a la DAIA y de la embajada israelí.
El gobierno de CAMBIEMOS fue la puerta de reingreso
del sionismo militante a las estructuras del estado argentino que el gobierno
memenista había abierto de par en par en la década de los noventas, en
particular en las áreas de seguridad e inteligencia. Con el actual gobierno
ésta penetración se convirtió en asentamiento que mediante la implementación de
algunos elementos (adquisición del Sistema Pegasus[6],
de espionaje masivo) ha dejado al país y a su población a merced de todo tipo
de posibilidades y a discreción de la decisión política de los intereses
geopolíticos de Israel en la región. En este sentido, Argentina ha quedado
conectada a esta red de intervención y robo clandestino de información masiva
que, complementada con otras fuentes de recopilación de información, termina
siendo trasmitida y almacenada en los archivos perpetuos de la Agencia de Seguridad
Nacional (NSA).
Incluso se ha legislado muy subrepticiamente la
discresionalidad del empleo de “Pegasus”[7] en
el ámbito interno, ya que a instancias del senador Rodolfo Urtubey hermano del
gobernador de la provincia de Salta (y supuestamente opositor), intentaba escamotear
dos artículos en la ley procesal que autorizan a que pueda usarse dicho sistema
invasivo de la privacidad y la libertad individual sin que se requiere la orden
de un juez lo que atenta contra las garantías constitucionales más básicas.
Igualmente y como se ha visto con la publicación en
algunos programas de TV de varios audios de llamadas entre CFK y algunos de sus
funcionarios, revelan cómo se emplea este sistema con total impunidad.
La justicia argentina también ha sido blanco del mismo
embate pero, con relativo éxito. A los esfuerzos por implantar figuras procesales
penales antagónicas a nuestra raigambre
constitucional, se ha visto como se busca encontrar partidarios en dichos
cambios que tras la cobertura del combate de delitos complejos y el crecimiento
del delito violento, se persigue la finalidad encubierta de consolidar dichos
cambios para que una vez vigentes, sean aplicados a la narrativa falsa de pretender
procesar a los culpables de origen iraní, algo que hasta el momento parece
haberse frenado pero sin miras de que sus mentores vayan a abandonar su
empresa.
Aunque algunos sionistas situados en lugares
estratégicos de los medios hoy parecen haber moderado sus retoricas inquisitivas
y ponzoñosa que supieron desperdigar sobre la comunidad islámica local y contra
los musulmanes en general, solo se han agazapado para esconder la cara ya que, cada
día los hechos van saliendo a la luz y también va siendo conocido por la
opinión pública en general cual es la naturaleza de un estado (Israel) que
acostumbradamente se presenta como víctima, cuando el mismo y por las vías más
brutales, ha victimizado a miles de seres humanos para apoderarse de sus
territorios y sus recursos e incluso, separa
y discrimina socialmente con revulsiva hipocresía y brutalidad a los judíos
negros Sefardíes llegados del norte de África de los judíos blancos Askenazi
(germánicos) quienes cada día ven peligrar la hegemonía político económica que
tuvieron desde 1948[8].
Es por ello que a nadie le quede dudas de que las
provocaciones que se han venido orquestando en el Golfo Pérsico, lo acordado en
junio entre Rusia, EEUU e Israel en la cumbre de Jerusalén está ligado a las
pretensiones de Tel Aviv por acelerar una ofensiva militar contra Irán (que se
ven apoyadas por la mayoría derechista del electorado), algo que los sectores
sionistas argentinos apoyan desde sus sitiales en el país señalando al
memorándum de entendimiento con Irán como un instrumento político de impunidad
firmado por CFK, algo que es claramente falso y peligroso.
[1]
Tal como lo señalo en su momento la diputada Elisa Carrió al hablar de un “Comando
Iraní venezolano”.
[2]
Secretaría de Informaciones Del Estado hoy llamada Agencia Federal de
Inteligencia AFI
[3]
Dirección General de Seguridad Exterior de Francia
[4]
MILITARY INTELLIGENCE, SECTION 6. También conocido como SIS.
[5] Un
término hebrero que remite al holocausto que sufrieron los judíos europeos a
manos del nazismo.
[6]
Firma de empresa integrada por ex agentes israelíes del Mossad.
[7]
Spyware o sistema de espionaje de origen israelí que ha sido adquirido por
varios países de la región usado para infiltrar y escuchar las comunicaciones
de los considerados “opositores” o enemigos.
[8]
AGUIRRE, Rafael, “El Nuevo Sionismo”, artículo publicado en diario español El
País, el 10 de junio de 1986, https://elpais.com/diario/1986/06/10/internacional/518738411_850215.html