miércoles, 4 de mayo de 2022

“LOS DEDOS EN LA RATONERA”

Cuando el cazador cae en su propia trampa. Una crisis económico-social más profunda aguarda a Occidente por las arrogantes medidas de La Casa Blanca y entonces ¿Quiénes respaldan a Biden?

 

Por Charles H. Slim

Cuando el presidente Joe Biden y su gabinete de neoconservadores disfrazados de demócratas lanzaron el bombardeo de saturación financiera sobre la economía de la Federación Rusa y una insidiosa campaña de acusaciones falsas (Bucha) todos se restregaron las manos y con una mueca sonriente en sus rostros esperaban que dichas sanciones mataría dos pájaros de un tiro: Ahorcarían a la potencia euroasiática y ello crearía un caos social y político contra el gobierno de Vladimir Putin quien tras semejante catástrofe sería colgado por una turba furiosa en la Plaza Roja.

Pero como estamos viendo, algo salió mal. Ni la economía rusa ha sido estrangulada ni Putin ha perdido el apoyo de su pueblo. Al mismo tiempo, las acusaciones de supuestas ejecuciones sumarias en Bucha repentinamente han sido calladas en los medios ¿Y por qué de ello? Simplemente, tras haberse pesquisado a los supuestos ejecutados se ha comprobado que todos ellos ya habían muerto mucho antes de que les ataran las manos y les vendaran los ojos para simular una ejecución. Pero ¿Qué sucedió?, ¿Quiénes fueron entonces? Ellos habían muerto por las esquirlas metálicas de municiones prohibidas del fuego de artillería ucraniana. Una vez más, se dejó en evidencia el accionar de la maquinaria de propaganda y desinformación occidental direccionada desde Washington.

¿Puede sorprender esto? Estos embustes ya vienen desde hace tres décadas siendo una marca registrada. Los psicopáticos del neocon que han hecho de estas medidas, un arte en la guerra psicológica con las cuales han destruido naciones, a advertirse estas inconveniencias rápidamente perdieron sus sonrisas y poco a poco han empezado a perder su fe en “sleepy” Biden quien pareciera aún no darse cuenta que sus errores podrían costar mucho más a los EEUU y sus socios europeos que lo buscado contra Rusia.

El congelamiento y saqueo de los activos de “Gazprom” en bancos de occidente (incluyendo los 300 mil millones de dólares del Banco de Rusia) simplemente carece de un justificativo legal. La actual opinión pública ya no se traga los discursos de la Casa Blanca y mucho menos le cree los motivos por los cuales está metiéndose en Ucrania. Podrá ser presentado como una represalia contra Rusia o un simple asalto a los bienes económicos del enemigo ruso (lo que implica una declaración de guerra) pero nunca (como los medios occidentales pretenden), una medida sustentada en la ley internacional; en éste último caso, si existiera una pieza legal que le permitiera ello habría que cuestionarse ¿Quién le otorgo legitimación a Washington para implementarla?

Al parecer se han dado cuenta que pretender cortar el abastecimiento del gas ruso a Europa y arruinar la economía de Rusia fue una efímera ilusión.  

La respuesta de Vladimir Putin a esta táctica de terror netamente financiero que enlaza a la banca occidental (Wall Street y La City) fue simple y punzante: “Ahora si quieren gas, habrá que pagarlos en rublos”. Para muchos banqueros y economistas de la línea liberal eso era una broma y nada más, pero al parecer no lo fue en absoluto. Polonia y Bulgaria, dos países que se han puesto a complotar contra Rusia y a las órdenes de Washington han sido los primeros en conocer la decisión de Rusia y simplemente no les causó risa. Por el contrario, además del pánico que ello desato en los funcionarios de ambos estados, los teléfonos en la Casa Blanca no pararon de sonar para preguntarle a Biden ¿Y ahora qué haremos?

La misma preocupación, aunque mucho más disimulada ronda en el Bundestag y en los despachos del primer ministro Olaf Scholz quien apelando a una obsecuencia brutal, intentando cumplir con las espectativas de Washington y Bruselas tratara de resistir comprar gas y petróleo aún a riesgo de arruinar su propio sistema productivo. Para confirmar esta posición el 1º de mayo su gobierno dejaba en claro que “apoyaría” el embargo de petróleo ruso como parte de un sexto paquete de sanciones, una decisión que ya está trayendo consecuencias para los alemanes de a pie.

Todo este descalabro económico propiciado por las sanciones ordenadas por Biden aún no tiene previsibilidad aunque se puede intuir que no traerán nada bueno.

Por supuesto que estas inquietudes han tratado de mantenerse calladas en el país de la “democracia y las libertades” pero, como siempre sucede y contra lo esperado por los políticos, ello se termina sabiendo. De esta forma el presidente polaco Duda y el búlgaro Rumen Radev han dejado entrever su pánico ante la decisión rusa de cortar el suministro de gas y todo por seguir las ilegales instrucciones de Washington.  

Similar preocupación esta sacudiendo a otros gobiernos europeos en especial al alemán quien se ha convertido en el vasallo más estrecho y obsecuente de las locas decisiones de Washington que claramente empujarían a que la guerra se desborde de las fronteras ucranianas.   

domingo, 1 de mayo de 2022

 

“¿DESINTEGRACION POLÍTICA DE UCRANIA?”

La falseada realidad que la propaganda anglosajona emite sobre lo que está ocurriendo en Ucrania podría llevar a que se haga real aquel refrán que dice “quien es hoy adulador, mañana será traidor”?

Por Charles H. Slim

Hay quienes suelen decir, rodéate de amigos para salir avante en la vida pero otros recomiendan, se cauto de quienes pareciéndolo en realidad pueden dañarte. Lo que está sucediendo en Ucrania es algo que podríamos asimilar a estos dichos. Más allá de que la propaganda occidental maniquea y simplona habla de una “Rusia mala y una Ucrania buena” quienes se dicen estar del lado de Kiev y de su causa podrían estar preparando bajo cuerdas otros planes que nada tienen que ver con sus aparentes preocupaciones.

Uno de los principales “amigos” que están dándole un fuerte apoyo contra Rusia, es Polonia quien obviamente está siendo la máscara de Washington y Bruselas. Esto le proporciona a los polacos poder tener una injerencia tan directa y profunda en el territorio ucraniano que ya ha despertado las sospechas de muchos en que pueda utilizar esta extraordinaria ocasión para reclamar (junto a rumanos y húngaros) territorios que a comienzos del siglo XX estaban bajo el dominio de Varsovia antes de la Segunda guerra.

En aquel entonces y cuando el Tercer Reich se levantaba en Alemania, Polonia ya ocupaba (desde la guerra de 1918-1919) el oeste de la actual Ucrania y por entonces se dio inicio y progreso al ultranacionalismo con Stepan Bandera, un caudillo quien como líder del nacionalismo ucraniano organizó una lucha de guerrillas contra los polacos. El ascenso del nazismo en Europa influyo en Bandera quien inmediatamente adopto el nazismo y paso a trabajar para la Gestapo con lo cual, logró más poder y más influencia en la región.

La intima relación entre el nazismo y una parte de los eslavos era un tema que siempre estuvo debajo del tapete y había sido convenientemente escondido durante la guerra fría por ambos bloques. La violación de los derechos humanos que se propinaron ambos en medio de la segunda guerra tuvo caracteres tétricos. Hay mucha historia de traiciones, crímenes (Matanza de Volinia de 1943) y despojos que polacos y ucranianos no han olvidado.

La hipocresía es de nunca acabar y en la cual, los políticos de ambas partes tras la culminación de la segunda guerra en 1945 se repartieron a muchos expertos nazis en varios campos de utilidad para sacarles provecho. Uno de esos campos fue sin dudas varios cuadros de las "SS" que no solo fue absorbida por la inteligencia rusa y de los americanos, sino incluso por quienes han hecho de del nazismo una mala palabra.

Polonia nunca se olvidó de esos territorios y solo se vio privado de ellos por la anexión que haría la URSS. Con en esto a la vista se constata que Polonia no era un pobre estado aplastado y repartido entre Alemania y la URSS, sino un oportunista e instigador solapado que al verse en medio de aquellas circunstancias geopolíticas no le quedo otra opción que sufrir desde ambos lados la indescriptible bestialidad de los asesinatos en masa, la miseria y las sangrientas purgas de sus instituciones.

Hoy parece que las actuales circunstancias, son propicias para los polacos y en particular para el ultraconservador gobierno de Andrzej Duda y su primer ministro Mateusz Morawiecki quienes pretenden regresar esas tierras ucranianas al mapa político de Polonia. Obviamente que esta movida no es independiente del control de Washington dado que es el principal interesado en hallar la fórmula en instalarse en suelo ucraniano. Ante esto muchos se debieran preguntar ¿Esta Volodymyr Zelensky y los banderistas al tanto de estas posibles intensiones o aquel es capaz de ceder la soberanía de su país para salvar su carrera política?

Al parecer la opción que estarían barajando en Varsovia sería la de ofrecer tropas que se destacarían en el occidente de Ucrania como una garantía de que los rusos no amenacen su integridad y evitar avances más allá de sus fronteras. Por supuesto que todo esto tiene ruido a un embuste bien urdido desde Washington y Londres, principales interesados (no en buscar la paz y ayudar a Ucrania) sino en arruinar a Rusia y así cercar a China.

Aquí, es donde Naciones Unidas entra una vez más en juego. La planificada intervención de tropas polacas en Ucrania sería en el marco de una “misión de paz” y por ende por fuera de la competencia de la OTAN. Pareciera cubierto bajo un manto de legalidad aunque no hay que dejar de recordar las lamentables acciones de la organización en anteriores agresiones e intervenciones. Igualmente y aunque la distinción legal parece clara, no lo sería tanto para sus intérpretes que podrían transformar esa incompetencia en una competencia excepcional. Los precedentes apuntan a que ello es muy posible.

Por otra parte, que no queden dudas de que una parte de esas tropas serán estadounidenses, británicos y franceses con uniformes polacos con lo cual, la OTAN estaría sin estar.  Por lo pronto esta presencia encubierta ya es una realidad. Actualmente en Kiev quienes dirigen y controlan la seguridad y las operaciones militares serian estadounidenses, con este posible panorama y aquel pasado de una Polonia ocupante ¿Quién cree usted que controlara lo que quede de Ucrania, los ucranianos?

 

 

 

viernes, 29 de abril de 2022

 

“A DARK STRATEGY”

When everything counts but the lives of innocent civilians

By Sir Charlattam

The attacks carried out on April 27th in the pro-Russian region of Transnistria (Moldova) are undoubtedly the continuation of the planning to destabilise Russia entrusted to the RAND Corporation. Coincidentally, a few days earlier, Brussels had warned of alleged Russian False Flag attacks and this is just what happened? Everything seems to have been staged to make its impact credible. Clearly a psychological warfare tactic. But don't be fooled, this has been going on for a long time and they are trying to throw Moscow off balance.

The means to achieve this seem to have no limits and this was seen in Kazakhstan at the beginning of the year with those demonstrations behind which cells of foreign agitators were hiding. If Russia had not intervened they would have been able to overpower the government.

What we see in Ukraine is part of that. It highlights the actions of cells of terrorists (Ukrainian Azov, C14 and foreign mercenaries) trained by advisors from intelligence agencies such as Britain's MI6 who are seeking to bring war to Russian soil, something that will undoubtedly have serious and grave consequences for the governments involved.

If you thought that terrorists are a spontaneous creation (as explained by politicians or media charlatans), pay attention to what is happening in Ukraine today.

Since the start of the Russian Special Operation, the FSB secret service has managed to dismantle several mercenary cells that were about to carry out attacks against civilian and government targets in the Russian Federation. On 20 April, an FSB raid in the Sverdlovsk region of central Russia netted and arrested five “ISIS” members from Central Asia. Clearly they did not arrive by chance, nor were they operating for and on behalf of the organization, but their presence is part of the plans NATO is trying to implement against Russia's stability.

Who finances and arms such organisations? How much does it cost to finance an army of mercenary cells? Also “someone” provides them by sending them to them by prearranged routes. In Ukraine, the US and its partners have been infiltrating arms through various rail routes from Romania and Poland, which have been cut off by Russian bombing for days now.  The latest blow to these routes has been the blowing up of the railway bridge over the Dniester river connecting the Odessa region with Romania, complicating this traffic.

The attack and destruction of the ARTIOM missile factory in Kiev was also a clear message.

But the infiltration of British (ex-SAS) and American-led mercenary and terrorist cells destined to operate within Russia's borders cannot be seen as anything other than what it is, a covert aggression under the guise of asymmetric warfare. The precedents were seen in Iraq, Afghanistan, Syria and Libya and are sufficiently grim to explain how dangerous this is.

This gives it a much more worrying and dangerous context for peace. Moscow warns that the same people who supported the "jihadists" in Syria are trying to reprise the strategy of chaos as they did in the Near East using terror as a central tactic in achieving their goals.  What happened in the Bucha district is very reminiscent of the countless executions in Iraq during the Anglo-American occupation, but much more reminiscent of the 2013 staging in Al Ghouta, Syria and that means that the strategy to try to win the war is to invent bloody scenarios to show Russia as a perpetrator of war crimes.

We know that the Anglo-Saxon West plays dirty but now it has been exposed and exposed in this. Will it retrace its steps and stop adding fuel to the fire in Ukraine or will it redouble its bets by boosting terrorism? The Russian government, through Foreign Minister Sergei Lavrov, has made it clear that if its partners continue with this “the war may end up being wider than expected”. 

Meanwhile on the plain, skirmishes and battles in the eastern countryside of the Donbass continue unabated. The neo-Nazi groupings armed by Washington and London are not so sure of taking the initiative as they do not have as many human shields to protect themselves as they had in Kiev, Kherson or Mariupol. Even the portable weapons (Stinger, TOW, Javelin) delivered to them by NATO and retired generals do not motivate them to go. It is even known that someone is reselling these toys. Why aren't these weapons arriving to the front if in Kiev the deposits of the donations of the “friends” of the USA, UK and Europe are overflowing, business of Zelensky and his mafia?

 

 

miércoles, 27 de abril de 2022

 

“UNA FALSA CONTIENDA”

¿Por qué la propaganda anglófila que los medios occidentales difunden sobre la existencia de una guerra entre las democracias y las dictaduras es un engaño?

 

Por Charles H. Slim

Las actuales circunstancias geopolíticas que sacuden al mundo han dado origen a varios slogans que desde distintos actores políticos y mediáticos tratan de resumir el trasfondo que subyace. Obviamente, cada uno atendiendo a sus propios intereses pero respondiendo a la línea política de Washington. Uno de ellos es aquel que reza sobre la supuesta guerra “entre la democracia y las dictaduras” que desde Washington y sus repetidoras en el hemisferio se trata de instalar.

Se trata de un nuevo episodio en la táctica por demonizar al enemigo poniendo maniqueamente a unos de un lado y a otros del otro.

Este particular slogan es el que surgió desde la plataforma electoral de los demócratas liderados por Hillary Clinton y Obama que apoyaron a la candidatura de Joe Biden y quien una vez en la Casa Blanca ha puesto en agenda para concretarlo en políticas activas. Obviamente, Biden encabezaría al bloque de la “democracia” y Rusia y China al de las “dictaduras” que amenazan a la humanidad. Como se ve, una muestra del simplonísmo sobre la interpretación de la realidad.

Como no era de extrañar, sus acólitos liberales en Sudamérica (Argentina en particular) levantaron con gusto este slogan y hoy forman parte con sus posturas discursivas, de la propaganda anti rusa y tendenciosamente sinófoba aprovechando las actuales circunstancias en Ucrania.

De esta forma plantean una falsa dicotomía que esconde la argucia discursiva de una lucha épica entre “buenos y malos”. Una de las acostumbradas difusoras de estas esnobistas posiciones es Elisa Carrió, una diputada argentina trasuntada en varios espacios políticos (funcional al Establishment) quién presentándose como revestida y pretendida moral religiosa, no ha escondido su pasión por el sionismo y por ende, justificando sus arbitrariedades y criminalidades en Palestina. En realidad, ello no sorprende dado que forma parte del arco anglófilo argento que, apelando a esta falsa dicotomía, busca retornar al poder con alguien que no sea Macri. Para este sector, la actual guerra entre Rusia y Ucrania es una lucha global entre las democracias y las dictaduras.

Ciertamente que lo que estamos presenciando en Ucrania, es una guerra hibrida con alcance global, pero no se da por las causas y los actores que estos propagandistas de occidente dicen. En su relato no aparecen los antecedentes de la actual crisis y si los nombran lo hacen de forma segada y recortada. La existencia del “Banderismo” ucraniano como militancia filonazi y de su apoyo por la CIA y el MI6 en épocas de la guerra fría y que hoy se refuerza contra Rusia es algo es algo que trataron de esconder bajo la alfombra. Una vez más queda expuesto la hipocresía y las contradicciones de los “demócratas liberales” ¿Dónde está la supuesta preocupación por los crímenes de odio que se radian desde aquella ideología?

Es muy posible que estos obsecuentes argentinos ni sepan de esto demostrando que -como sucede muy seguido- hablan (en especial Carrió) de cosas que no saben o también no quieren ver.

Incluso y más allá de los objetivos que Rusia trazo en el desarrollo de la Operación Especial para desmilitarizar a Ucrania y las bajas causadas por dicho accionar, quienes desde occidente sustentan al gobierno de Volodymyr Zelenzky son los mismos que ahora buscan extender la guerra a costa del sufrimiento de los civiles ucranianos algo para lo cual, se apoyan en la nada democrática medida como es la censura.

Sumado a esto, la conspiración, la propaganda, la intriga y las intervenciones bélicas siguen siendo las fórmulas de Occidente para (anteponiendo la democracia y los DDHH como excusas) poner de rodillas a los países.

Desde esta perspectiva ¿Son democráticas estas acciones sabiendo que ello solo redunda en la calamidad para los civiles y la estabilidad de la propia Ucrania y quizá de toda Europa? ¿Qué tiene de democrático impulsar una escalada (proporcionando armas) que extenderá la guerra y solo beneficiará a la industria bélica? Para encubrir todos los negocios e intereses que se persiguen por detrás de estas aparentes y beneméritas intenciones, se ha colocado esta máscara discursiva de una supuesta lucha entre demócratas y dictadores que simplemente es falsa. 

En EEUU hay una parte de la elite política que sigue apostando por revivir la hegemonía intervencionista (financiada por la Complejo Industrial Militar) a costa de cualquier precio. Para eso (y como hicieron en el pasado) necesitan de las armas pero a diferencia de ayer, hoy el Pentágono cuenta con una nueva generación de generales libre pensantes y críticos que no concuerdan con los enjuagues políticos como los que los neocon y sus aliados han montado en el pasado y que han terminado en costosas guerras. Es aquí, justamente en Washington donde existe una lucha feroz y que nada tiene que ver como la democracia sino más bien por el poder. 

Incluso dentro del partido republicano hay una fractura muy clara sobre las políticas de Biden en Ucrania que claramente apuestan por una guerra duradera que terminará arruinando a la economía de Unión y del globo.

Quienes actualmente se presentan como demócratas e instructores de los derechos humanos han sido los instigadores de la actual crisis. El solo hecho de proporcionar apoyo a grupos de asesinos nazi ucranianos como “Azov”, “Aidar” y el “S14”, deja en entredicho aquella pretendida calidad democrática. Como lo han hecho desde los últimos treinta años hasta esta parte, los gobiernos anglosajones trabajan bajo cuerda y en secreto, tendiendo estrategias sucias mediante operaciones subversivas como forma de seguir extendiendo la OTAN al Oriente. Ayer los extremistas islamistas (Al Qaeda y el ISIS) y hoy, son los patrocinadores del extremismo ultraderechista eslavo que rinde culto al nazismo y a la limpieza étnica contra los rusos. Entonces, sobre la base de estos hechos ¿Pueden autoproclamarse demócratas aquellos que incurren y quienes asienten en el impulso de estas estrategias de fomento del terror y la inestabilidad?

domingo, 24 de abril de 2022

 

“UNA CUESTION DE LENGUAJE”

El conocimiento es poder y en ello el lenguaje juega un papel trascendental. Saber quién trata de manipular una realidad depende de discernir si lo que se dice de una determinada situación se condice con la realidad

 

Por Charles H. Slim

Estamos en una época de cambios radicales en todos los ámbitos de la vida del hombre. Uno de ellos sin dudas es el de la velocidad en la comunicación de las ideas, los conceptos y de la misma realidad de los hechos que ha desatado una serie de consecuencias pisco-sociológicas como son el aumento de las falsas denuncias sobre la base de hechos planificados (Banderas falsas), la censura y últimamente la llamada cultura de la “cancelación” y todo lo que ella conlleva.

El fenómeno de la instantaneidad en la divulgación de la información, propiciada por las redes sociales y la sofisticación de los teléfonos actuales, ha permitido que hechos trascendentes que en otras épocas habría que haber esperado que lo contaran los grandilocuentes y “respetados” medios gráficos, radiales y televisivos de occidente hoy se conozcan en tiempo real tan solo con un “click”.

Hoy la historia no la cuentan solo los triunfadores ni quienes detentan el poder económico y el monopolio de los medios audiovisuales desde el final de la segunda mitad del siglo pasado.

Precisamente desde 1945 hasta finales del siglo pasado la construcción de un mito como lo es la “democracia liberal” y sus bondades han caído al suelo tras comprobarse en que consta esa formulación que durante décadas fue pintada como “única y mejor” al lado de otros sistemas de gobierno por el gigantesco aparato de propaganda como la única y ¿La causa de ello? El dinero y la economía, nada más (como lo vemos en Ucrania hoy).

Desde aquel entonces, la persuasión para generar emprendimientos expansionistas y justificar gastos para solventarlos ha pasado en cómo se utiliza y manipula el lenguaje. Lo mismo para informar sucesos y hechos que no debían ser conocidos directamente por los ciudadanos de cualquier parte del mundo o que eran políticamente incorrectos. La censura explicita y luego velada con eufemismos fue la solución más utilizada hasta finales del siglo XX. Hasta 2001 pocos se atrevían a denunciar conspiraciones y manipulaciones gubernamentales. Mucho menos las atrocidades y los excesos de EEUU durante la “Tormenta del Desierto” en 1991 pero ello se volvió algo común tras ventilarse en 2004 las bestialidades en los asaltos a Faluya, Najaf y las sistemáticas torturas y violaciones que se practicaban en Abu-Graib y una veintena de campos similares en todo Iraq.

El campo de concentración de Guantánamo en Cuba, donde se recluían a musulmanes “sospechados” de estar contra EEUU, es otro ejemplo de cómo se altera el lenguaje para describir mañosamente algunas cuestiones. Aún suele ser denominado “campo de detención” para diluir las arbitrariedades y las violaciones a los derechos humanos que allí se cometían.

El uso y abuso de la palabra “terrorismo” y su incoherente frase “guerra contra el terrorismo” (fabricada por los neoconservadores y sus socios sionistas), quiso ser la excusa para respaldar estas inhumanidades sin advertir que sus propias acciones estaban generándolo. De ese modo y ante lo evidente los abogados de la CIA sugirieron a La Casa Blanca que se usara el término “métodos de interrogación mejorada” para no hablar más de torturas, aunque ello no significara que se dejaran de practicar.

Lo mismo para explicar por qué y quiénes rechazaban a EEUU y Gran Bretaña en los países que habían invadido.

Aquí precisamente Washington y los medios que discurrían su posición no hablaban de “resistencia” sino de “insurgencia”, un detalle semántico que cambiaba la perspectiva del por qué EEUU y Gran Bretaña estaban allí. La resistencia implica el derecho a rechazar una fuerza extraña, mientras que la insurgencia es el levantamiento contra una autoridad, que en los casos aludidos fueron arbitrariamente colocadas por EEUU y la OTAN. Un dato adicional a esto, son los 25.000 efectivos norteamericanos que habrían muerto por efecto de la resistencia iraquí tan solo en la operación de invasión a Iraq (entre el 20 de marzo al 30 de abril de 2003) y que se incrementaría de forma geométrica con cada año de ocupación.

Lo mismo para ejecutar el espionaje masivo y global que usando la excusa del “terrorismo islamista” la NSA (y sus socios del Five Eyes) se dedicó a pinchar las comunicaciones de todo el mundo -incluidos los mandatarios aliados- violentando con ello uno de los preceptos sagrados de la libertad individual como es la intimidad.     

Para describir una situación bélica, de acuerdo a quien sea el emisor dependerá el vocabulario empleado. Lo que sucede hoy en Ucrania y en Mariupol en particular, es el ejemplo más cabal de lo que aquí hemos visto. Washington pese a imponer una censura absurda sobre los medios informativos rusos, no ha logrado controlar el relato. Tal vez haya logrado alinear algunos gobiernos en su política, pero no ha logrado establecer la “verdad suprema” sobre lo que sucede y mucho menos hacer creer el pueril argumento que “Putin tiene una obsesión por destruir a Ucrania y matar civiles”.

Una de las manipulaciones más destacadas se refiere a los supuestos “voluntarios” que acuden a Ucrania a luchar junto a las FAU. Primero que todo, no se trata de voluntarios sino reclutas de la CIA quienes forman parte de grupos que tienen un poder de fuego superior a lo que queda de las FAU. Incluso más. Ningún “voluntario” que llegue a Kiev será admitido sin la supervisión de asesores estadounidenses quienes incluso están a cargo de la SBU (inteligencia) muy entretenidos últimamente en detener a quienes critiquen a Zelensky y el manejo de la situación o expresen algo en favor de Rusia. Es un Deja Vu de lo que sucedió desde 2014. Entonces cabe preguntarse ¿Quiénes realmente están a cargo de las fuerzas ucranianas, los ucranianos? O tal vez nos debiéramos cuestionar ¿Quién realmente gobierna en Kiev?

La “heroica resistencia” de la que hablan los medios occidentales en realidad es parte del accionar de un conglomerado de grupos secretos que tienen el monopolio de la fuerza militar, controlados en última instancia por el Pentágono.

La inconfesable situación que se esconde debajo del complejo de Azovstal es por estas horas objeto de una fuerte operación de manipulación sobre quiénes y por qué se hallan allí. Para los mass media occidentales (anglosajones) allí “resisten miles de civiles inocentes a los violentos bombardeos rusos”. Pero en realidad, quienes se han atrincherado debajo del complejo son los restos de los grupos “banderistas” y de la 36º de Infantería de marina ucraniana acompañados por varios asesores (británicos, estadounidenses y francés) de la OTAN. Su celo tiene un propósito dirigido a impedir que los laboratorios grado 4 capaces de producir el agente biológico “Sars-Cov 2” sean desmantelados o de no quedar otro remedio, destruirlos.

Ha sido por ello que Washington y Londres lanzaron al unísono la conveniente acusación de que Rusia pretendía usar armas químicas. Con ello si la destrucción produjera alguna fuga letal, los anglosajones estarían cubiertos y las culpas recaerían sobre Rusia y todo por una simple pero maléfica forma de acomodar las palabras.