“UNA
FALSA CONTIENDA”
¿Por
qué la propaganda anglófila que los medios occidentales difunden sobre la
existencia de una guerra entre las democracias y las dictaduras es un engaño?
Por Charles H. Slim
Las actuales circunstancias geopolíticas que sacuden al mundo han dado origen a varios slogans que desde distintos actores políticos y mediáticos tratan de resumir el trasfondo que subyace. Obviamente, cada uno atendiendo a sus propios intereses pero respondiendo a la línea política de Washington. Uno de ellos es aquel que reza sobre la supuesta guerra “entre la democracia y las dictaduras” que desde Washington y sus repetidoras en el hemisferio se trata de instalar.
Se trata de un nuevo episodio en la táctica por
demonizar al enemigo poniendo maniqueamente a unos de un lado y a otros del
otro.
Este particular slogan es el que surgió desde la
plataforma electoral de los demócratas liderados por Hillary Clinton y Obama que
apoyaron a la candidatura de Joe Biden y quien una vez en la Casa Blanca ha
puesto en agenda para concretarlo en políticas activas. Obviamente, Biden
encabezaría al bloque de la “democracia” y Rusia y China al de las “dictaduras”
que amenazan a la humanidad. Como se ve, una muestra del simplonísmo sobre la
interpretación de la realidad.
Como no era de extrañar, sus acólitos liberales en
Sudamérica (Argentina en particular) levantaron con gusto este slogan y hoy
forman parte con sus posturas discursivas, de la propaganda anti rusa y
tendenciosamente sinófoba aprovechando las actuales circunstancias en Ucrania.
De esta forma plantean una falsa dicotomía que esconde
la argucia discursiva de una lucha épica entre “buenos y malos”. Una de las
acostumbradas difusoras de estas esnobistas posiciones es Elisa Carrió, una
diputada argentina trasuntada en varios espacios políticos (funcional al
Establishment) quién presentándose como revestida y pretendida moral religiosa,
no ha escondido su pasión por el sionismo y por ende, justificando sus
arbitrariedades y criminalidades en Palestina. En realidad, ello no sorprende
dado que forma parte del arco anglófilo argento que, apelando a esta falsa
dicotomía, busca retornar al poder con alguien que no sea Macri. Para este
sector, la actual guerra entre Rusia y Ucrania es una lucha global entre las
democracias y las dictaduras.
Ciertamente que lo que estamos presenciando en
Ucrania, es una guerra hibrida con alcance global, pero no se da por las causas
y los actores que estos propagandistas de occidente dicen. En su relato no
aparecen los antecedentes de la actual crisis y si los nombran lo hacen de
forma segada y recortada. La existencia del “Banderismo” ucraniano como
militancia filonazi y de su apoyo por la CIA y el MI6 en épocas de la guerra
fría y que hoy se refuerza contra Rusia es algo es algo que trataron de
esconder bajo la alfombra. Una vez más queda expuesto la hipocresía y las
contradicciones de los “demócratas liberales” ¿Dónde está la supuesta
preocupación por los crímenes de odio que se radian desde aquella ideología?
Es muy posible que estos obsecuentes argentinos ni
sepan de esto demostrando que -como sucede muy seguido- hablan (en especial
Carrió) de cosas que no saben o también no quieren ver.
Incluso y más allá de los objetivos que Rusia trazo en
el desarrollo de la Operación Especial para desmilitarizar a Ucrania y las
bajas causadas por dicho accionar, quienes desde occidente sustentan al
gobierno de Volodymyr Zelenzky son los mismos que ahora buscan extender la
guerra a costa del sufrimiento de los civiles ucranianos algo para lo cual, se
apoyan en la nada democrática medida como es la censura.
Sumado a esto, la conspiración, la propaganda, la
intriga y las intervenciones bélicas siguen siendo las fórmulas de Occidente para
(anteponiendo la democracia y los DDHH como excusas) poner de rodillas a los
países.
Desde esta perspectiva ¿Son democráticas estas acciones
sabiendo que ello solo redunda en la calamidad para los civiles y la
estabilidad de la propia Ucrania y quizá de toda Europa? ¿Qué tiene de
democrático impulsar una escalada (proporcionando armas) que extenderá la
guerra y solo beneficiará a la industria bélica? Para encubrir todos los
negocios e intereses que se persiguen por detrás de estas aparentes y
beneméritas intenciones, se ha colocado esta máscara discursiva de una supuesta
lucha entre demócratas y dictadores que simplemente es falsa.
En EEUU hay una parte de la elite política que sigue
apostando por revivir la hegemonía intervencionista (financiada por la Complejo
Industrial Militar) a costa de cualquier precio. Para eso (y como hicieron en
el pasado) necesitan de las armas pero a diferencia de ayer, hoy el Pentágono
cuenta con una nueva generación de generales libre pensantes y críticos que no
concuerdan con los enjuagues políticos como los que los neocon y sus aliados
han montado en el pasado y que han terminado en costosas guerras. Es aquí,
justamente en Washington donde existe una lucha feroz y que nada tiene que ver
como la democracia sino más bien por el poder.
Incluso dentro del partido republicano hay una
fractura muy clara sobre las políticas de Biden en Ucrania que claramente
apuestan por una guerra duradera que terminará arruinando a la economía de
Unión y del globo.
Quienes actualmente se presentan como demócratas e
instructores de los derechos humanos han sido los instigadores de la actual
crisis. El solo hecho de proporcionar apoyo a grupos de asesinos nazi
ucranianos como “Azov”, “Aidar” y el “S14”, deja en entredicho aquella
pretendida calidad democrática. Como lo han hecho desde los últimos treinta
años hasta esta parte, los gobiernos anglosajones trabajan bajo cuerda y en
secreto, tendiendo estrategias sucias mediante operaciones subversivas como
forma de seguir extendiendo la OTAN al Oriente. Ayer los extremistas islamistas
(Al Qaeda y el ISIS) y hoy, son los patrocinadores del extremismo
ultraderechista eslavo que rinde culto al nazismo y a la limpieza étnica contra
los rusos. Entonces, sobre la base de estos hechos ¿Pueden autoproclamarse
demócratas aquellos que incurren y quienes asienten en el impulso de estas
estrategias de fomento del terror y la inestabilidad?
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