sábado, 3 de diciembre de 2022

 

“EL LADO DE B DE QATAR”

Sin dudas que el mundial de futbol en una monarquía como Qatar es criticable pero, ¿Puede asombrarse el muerto del degollado?

 

Por Charles H. Slim

Desde que se conoció que la sede del mundial de fútbol sería en el controvertido emirato de Qatar, no han parado de retumbar por algunos medios argentinos, posturas contra el evento llamando a un boicot por considerarlo como una monarquía que viola los derechos humanos. A grandes rasgos los argumentos esgrimidos suenan muy fuertes y atendibles salvo, si tenemos en cuenta quienes son los principales impulsores de estas condenas morales.

En los medios argentinos se nota desde hace tiempo la influencia de ciertos sectores de la comunidad que bregan por mantener esta política de mirar la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. Con las ínfulas que les da una autopercepción engañosa, levantan el dedo y tratan de dar cátedra de moral a los demás cuando en lo que respecta a su propia conducta y la del ente con el cual simpatizan, deja mucho que desear. Otros de la misma calaña, hacen el mismo trabajo pero con un ángulo diferente.

Qatar es una monarquía árabe que está mucho más comprometida con la geopolítica de Washington y Londres que con los derechos humanos y es allí donde está el meollo de la discusión. Ciertamente que fue parte en la componenda tramada por la administración de Barak Obama (gestionada por Hillary Clinton) y que los medios llamaron “Primavera árabe” que destruyó Libia en 2010, que participó en la agresión contra Siria desde 2011 y que sin dudas cooperó con la fabricación del “Daesh” en Iraq allá por 2013.

Pero esto no es lo que estos intelectuales critican. No para nada. Para ellos, es más grave no permitir la militancia LGTBQ que se mate a una persona, mucho menos si son árabes y no digamos nada si son palestinos. Y es que las preocupaciones de estos farsantes del liberalismo no pasan por los derechos humanos o la violación de la legalidad internacional sino, por buscar degradar las sociedades árabes e islámicas con estas creaciones de la modernidad occidental.

Tratando de jugar de maestros de la “democracia” y eruditos en moralidad han hecho todas las observaciones habidas y por haber a esta monarquía corrupta, anteponiendo la plantilla del estilo de vida angloestadounidense sobre la realidad de pueblos milenarios, pero ¿Qué sucede con otras realidades tan o más aberrantes como lo es el Apartheid israelí? Obviamente no entra dentro de su campo visual.

Lo hemos explicado en varias oportunidades que los sionistas no necesariamente son judíos. Los denominados “Goy” (gentiles) suelen ser los partidarios y defensores más celosos de las políticas del estado de Israel, pero esto a su vez los vuelve obsecuentes y ciegos a la realidad de todo el panorama circundante. Desde la instauración de Israel en Palestina estos sujetos, mimados por los sionistas han sido la apoyatura invalorable (y muy costosa) para sostener las políticas de relaciones públicas del sionismo de cara al mundo, especialmente ocultando las brutalidades en los territorios árabes ocupados.

Esa política implicaba y sigue implicando (con mayor dificultad) el silencio sobre crímenes, arbitrariedades y violaciones a los derechos humanos cometidos contra los palestinos. A pesar de haber invertido cientos de millones de dólares en esta empresa, la realidad de los palestinos es imposible de ocultar y mucho menos de explicar y a razón de ello se ha visto lo que se ha visto en Qatar.

Los corresponsales israelíes como Moav Vardi del Canal KAN 11 pese a estar autorizados por las autoridades qataríes a ingresar al emirato, las reacciones de los árabes de a pie no reflejaron la cordialidad que los políticos fuerzan y transan por meros intereses. Esto fue rápidamente advertido por los israelíes quienes (como es su costumbre) y en algunos casos al verse increpados trataron de camuflarse con otras nacionalidades. Y es que esto último no es una capacidad camaleónica sino más bien, la demostración de la culpa y el simple hecho de que los israelíes son en su mayor parte, ciudadanos judíos de otros países quienes cumpliendo con un plan demográfico, Israel tras robar los territorios árabes a punta de fusil y topadoras que derriban sus casas los usurpan para emplazar “Kibbuts” o asentamientos (que encubren fabulosos negocios inmobiliarios) donde crecerán sus familias.

Pronto los israelíes se dieron cuenta que no eran bienvenidos y que incluso como dijo el corresponsal israelí Raz Shechnik de Yedioth Ahronoth “No sentimos odiados, sentimos la hostilidad, y no nos sentimos bienvenidos”. Con la execrable realidad que viven los palestinos y las injusticias como son el asesinato de la periodista de la cadena “Al Jazeera” Shireen Abu Akleh y una larga lista de otros colegas ¿Pueden mostrarse asombrados?

Esa es una realidad que los sionistas argentinos no ven (o mejor dicho no quieren ver) pero que los árabes de todo el mundo que han convergido en Qatar les han recriminado en las calles, en los bares e incluso en los estadios donde se blandieron banderas palestinas, prohibidas en el Apartheid.  Seguramente para los sionistas esto además de una patada en el hígado, caiga en el gastado y baladí argumento del antisemitismo olvidando que los árabes son tan o más semitas que un askenazi europeo venido de Lituania o de Canadá.

Si realmente están tan interesados en la “democracia” y en los derechos humanos, porque no se preguntan ¿Cómo están las cosas para los palestinos bajo la Teocracia judía de Israel? Porque y valga recordar, es un estado que busca la puridad, un estado de judíos y para judíos, y en ese sentido ha venido ampliándose a costa de los territorios palestinos. Hoy la ultraderecha sionista detenta el poder y lo peor de este sector se propone a llevar adelante una política para terminar definitivamente con los palestinos, una “solución final” como le gustaría manifestar al extremista judío Itamar Ben-Gvir y su partido “Poder Judío” que solo podría llevar a la práctica con la bendición de EEUU ¿Algún comentario sobre esto?

Aunque el discurso mesiánico del sionismo religioso que tiene su apoyatura en los evangelistas neosionistas de occidente siga balbuceando que es “Yaveh quien protege a Israel” la realidad es más terrenal de lo que ellos han pretendido mostrar y ella se vincula con los cientos de millones de dólares al año (este año 147 mil millones) y las toneladas de armas de EEUU que desde antes de 1948 ha permitido su estancia en Palestina.

Podemos concluir que a pesar del controversial acuerdo de algunos estados árabes con Israel y los negocios que ello les ha redituado, los simples ciudadanos árabes incluidos aquellos de esos estados firmantes, no se olvidan de la realidad de sus hermanos palestinos y ejercen su derecho de gritárselo en la cara a quienes tratando de disimular que no saben lo que sucede y caminan por sus calles creyendo que no les reconocerán, ocupan un lugar gracias al uso de la fuerza y no del derecho. Es por ello que la Copa mundial en Qatar no servirá para lavar la cara del estado de Apartheid y en el fondo los sionistas saben que como reza el refrán “Lo mal habido, se lo llevará el Diablo”.   

jueves, 1 de diciembre de 2022

 

“LA DEMOCRACIA DE LAS BALAS”

El fracaso de las tácticas sucias y la extorsión económico-financiera de Occidente, sumado a los reveces en el campo de batalla y la inminencia del invierno está desesperando a los cerebros en Washington y Bruselas dejando a la vista sus verdaderos rostros ¿Hasta cuándo aguantaran los caprichos de Zelensky?

 

Por Charles H. Slim

Como se sabe, para los medios occidentales lo que está ocurriendo en Ucrania no es más que una guerra producto de una invasión rusa impulsada por el capricho de Vladimir Putin. Esto significa (en teoría) que el gobierno ucraniano de Volodymyr Zelensky está luchando solo contra Rusia y que el apoyo occidental es meramente simbólico, pero en realidad todos sabemos que eso es una falacia que ya nadie se traga.

El famoso artículo 4º del Tratado de la OTAN que prescribe la posibilidad de que cuando “la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada”, se pueda consultar a los países miembros si se debe actuar, hace rato que se está implementando de forma solapada.

Cuando se montó aquella escenografía en Polonia sobre la caída del “misil ruso” sin dudas fue un intento por blanquear y apresurar la intervención de la OTAN y facilitar con ello (y entre otras cuestiones) el flujo fluido y urgente de armamento para tratar de sostener todo el frente oriental que más allá de la retirada rusa de Jersón, queda muy claro que como lo dijimos antes, fue un repliegue estratégico para dar un salto más allá de la capital provincial. Los hechos de la última semana avalan esto y la situación en los alrededores de la ciudad confirman la precariedad de los milicianos ucranianos. Sumado a esto, los avances en Donetsk recapturando Ugledar y Artiomovsk a pocos kilómetros de Sloviansk, esta comprometiendo de forma fatal a las tropas de Kiev.

Las fotografías y filmaciones de Zelensky y sus lugartenientes festejando la retirada rusa de Jersón solo captaron un instante de ese triunfalismo ya que no perduró mucho ese sentimiento y es que los bombardeos rusos han estado destruyendo las modernas y costosas piezas de artillería de fabricación francesa y estadounidense “Cesar” (de 155mm) y “HIMARS” (de 227 mm). Para peor, los últimos golpes sobre bunkers usados como depósitos de municiones para alimentar a estos sistemas han puesto en problemas a los ucranianos.

Ante esta situación fue que en una reunión celebrada el martes 29 de noviembre por los representantes de la OTAN en Bucarest y a la cual Kuleba fue el participante más interesado, se le prometió que Ucrania (recordando las observaciones formuladas en 2008 por William Burns) podría ser admitida pronto como miembro de la organización con lo cual, se estaría confirmando nuestra conclusión de que Bruselas y Washington buscan blanquear su participación en las hostilidades.

Pero también es posible que estas promesas sean solo un placebo para calmar las ansias de Zelensky y buscar que se siente a conversar con Rusia para un final de las hostilidades. Los norteamericanos no están interesados en que las cosas se salgan de madres y puedan escalar a un incidente nuclear. El incidente del misil sobre Polonia parece haber sido la gota que derramo el vaso. Hay algunos trascendidos que no podemos confirmar referentes a que la CIA habría abortado un par de intentos de grupos afiliados al “Sector Derecho” para provocar una catástrofe en Zaporiye.

Más allá de estos rumores, hay algunas señales de que Washington está perdiendo la confianza en el cómico -quien tras sus grandes metidas de pata ha quedado mal parado- y eso es muy peligroso para el personero ucraniano. En realidad, esto no es una novedad. Se sabe bien que la seguridad y la inteligencia del régimen está directamente controlada por estadounidenses y británicos con lo cual queda evidente que son ellos quienes tienen el control del régimen y obviamente, acceso directo a su cabeza. A los burócratas en Washington solo les importa poder enclavarse en Ucrania y ello -a estas alturas- podría negociarse antes de que las cosas empeoren con Moscú. No se olviden las palabras de Biden al preguntarle sobre la farsa del misil en Polonia …”las evidencias dicen otra cosa”, desacreditando las afirmaciones del personero de Kiev. Por lo pronto Zelensky seguirá siendo útil para la OTAN hasta nuevo aviso.

Por lo pronto y como es costumbre, Washington seguirá con su doble rasero dando con una mano armas y con la otra negociando con Moscú un posible acuerdo de alto al fuego.

Según algunas fuentes confiables Washington estaría evaluando la entrega de nuevos sistemas de misiles tierra-tierra de mayor alcance denominado GLSDB, producido por la Boeing y que el ejército estadounidense no ha probado en combate real. Las características de este sistema con un alcance de 100 millas constituyen una amenaza a la soberanía de la Federación Rusa ya que con este armamento será más fácil bombardear puntos estratégicos como son las bases aéreas rusas y navales de la Península de Crimea. 

Los últimos pedidos públicos del Ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba para que la OTAN aumente la provisión de armamento es sin dudas el síntoma de que las cosas están mucho peor de lo que Kiev quiere reconocer. También es la confirmación de la degradación material que están sufriendo sus unidades armadas con la pérdida de piezas como las nombradas.

Al mismo tiempo se supo que en Bruselas, los personeros de la organización atlántica pusieron en conocimiento a sus colegas del Pentágono sobre la necesidad de incrementar el apoyo material a las FSU reconociendo al mismo tiempo el riesgo que conlleva agotar los stocks de municiones y armamentos para consumo propio.

Esto solo es lo que se ve en la superficie. A esto debemos agregarle la perdida de personal (asesores) y de valioso equipamiento de comunicaciones que se conecta a la red de satélites “Starlink” que según varios informes de inteligencia y contrainteligencia (y aunque Elon Musk lo haya negado), ha sido hackeada en varias ocasiones dejando a brigadas y unidades de combate ucranianas totalmente ciegas y aisladas de apoyo. En cada una de estas ocasiones los ucranianos perdieron sus blindados y vehículos ligeros artillados los cuales se añadirían a los desesperados pedidos de Kiev.

Por supuesto que esto beneficia a los fabricantes de armas y proveedores de las Fuerzas Armadas estadounidenses y a sus pares de la OTAN pero también obliga a una comparecencia ante los estamentos políticos, en especial del Congreso norteamericano desde donde se requerirán informes pormenorizados del caudal de armamento que se está enviando a Ucrania y si realmente está llegando a destino. Como lo han señalado algunas fuentes, se ha visto parte de ese armamento en Bosnia y Kosovo. También será un tema muy interesante el saber a dónde está yendo el dinero que supuestamente se envía para financiar a la administración gubernamental en Kiev pero que, según algunas fuentes está enriqueciendo al mismo Volodymyr Zelensky y a sus más estrechos colaboradores.

martes, 29 de noviembre de 2022

 

“PUÑALES INVISIBLES”

A la luz de las evidencias recopiladas por las tropas rusas en territorio ucraniano y las conclusiones de científicos independientes sobre las causas de la Pandemia ¿Puede seguir sosteniéndose la versión que habla del Covid-19 como un virus de origen natural?

 

Por Dany Smith

Para quienes no creímos que el SarS-CoV 2 apareció por una trasmisión aérea y accidental de un animal al organismo humano, la declaración de la Pandemia por la nada confiable y parasitaria OMS solo fue parte de un ensayo general de quienes hace décadas construyen en laboratorios de alta sofisticación (financiados por multimillonarios presupuestos), las pestilencias más peligrosas y letales para la salud del ser humano.

Para mayor horror, en esos mismos establecimientos ha quedado establecido que trabajan expertos de farmacéuticas que han hecho de las vacunas para combatir ese supuesto virus “natural”, una fabulosa campaña de relaciones públicas y un negocio billonario. Sobre esto se está esperando que la eminencia mediática Anthony Fauci responda ante la justicia por los correos electrónicos (provenientes de DARPA) y su participación durante la administración de Obama financiando los experimentos con el SARS (usando ratas) mediante el NIAID, la Fundación Gates y USAID.

Pero Fauci y todos los implicados en estos negocios negros, incluido el hijo del presidente estadounidense Hunter Biden confiaban de que todo estaba bajo control y la Pandemia y todo lo que ocurrió bajo esa situación (vaticinada en el Event-21) quedaría guardado bajo la alfombra. Para reforzar este oscurantismo no era extraño esperar que las revistas científicas occidentales Science y The Lancet que se venden -y que los medios potencian- como las fuentes indiscutibles de la verdad revelada, se alinearan por la derecha con el relato oficial que se sintetizaría en el argumento de un virus de un murciélago en un mercado de Wuhan.

Pero desde el inicio de esto, muchos científicos y expertos en virología discutieron este argumento y muchos de ellos fueron rápidamente amenazados de destruirles la carrera profesional, otros cancelados o simplemente escarmentados por sus propios colegas. En fin, cosas de la democracia angloestadounidense.

Así mismo y como suele decirse, la verdad suele salir a flote tarde o temprano y en este caso lo ha hecho de forma presurosa gracias, a una potente y creciente oposición de las bases de la ciudadanía global que discutió y criticó tanto la veracidad del origen de esa pandemia, las medidas medievales impuestas y la inoculación de vacunas que no tienen las pruebas de rigor para certificar su éxito. La estafa quedó al descubierto y eso lo ven hoy los chinos revelándose en las calles ante el intento gubernamental de confinarles a los palos nuevamente.

Pero como una ironía del destino, sería la administración de Biden y la Secretaría General de la OTAN quienes empujando a que Rusia interviniera en Ucrania, terminaron facilitando el descubrimiento de sus tenebrosas instalaciones de Bioguerra desperdigadas en varias localidades de ese país. Inmediatamente, el Ministerio de Defensa ruso puso en conocimiento un complejo esquema de distribución de estos laboratorios (unos 46) que se hallaban bajo la dirección del Pentágono. Eso claramente no estaba en los planes de los funcionarios estadounidenses y hoy es un motivo de arduo tratamiento dentro de los más altos estamentos en Washington.

Apelar a que se trataba de una “teoría de la conspiración” o a la propaganda rusa no servía para explicar una mierda que rebasaba por los cuatro costados y que estaba a la vista por la fuerza de las circunstancias. Incluso más, EEUU hace décadas que se avoca al desarrollo de agentes pestilentes para agredir silenciosamente. Tal vez pocos lo recuerden, pero un tipo llamado Eduard Lanslade quien era el Subsecretario de Defensa para Operaciones Especiales quien en 1962 presento un plan de ataque químico y biológico contra Cuba denominado “Tarea 33” y que constaba en incapacitar a los trabajadores azucareros mediante agentes biológicos trasmitidos por insectos ¿Acaso eso era ciencia ficción? Para nada, eso era tan real como lo expuesto hoy en Ucrania.

Aquello fue un baldazo de agua helada y rápidamente los neoconservadores (principales involucrados en todo esto) salieron al cruce a tratar de explicar lo inexplicable. Fue así que la Subsecretaria de Estado Victoria Nuland por comienzos de marzo reconoció que EEUU tiene laboratorios en Ucrania pero, refuto que allí se desarrollaran armas biológicas ¿Es creíble esa respuesta? Los hechos están claros y la repregunta es simple ¿Para qué son entonces esos laboratorios dirigidos por el Pentágono, para hacer jarabes para la tos? Igualmente, Nuland fue prontamente puesta en evidencia cuando Avril Haines, directora de la Dirección de Inteligencia Nacional aseveró que había doce laboratorios para “la Biodefensa y en prevención de la propagación de la pandemia, es decir en beneficio de la Salud Pública” ¿? Igualmente Haines se quedo corta con el número por lo cual, estaba tratando de engañar al público estadounidense tal como lo estaba haciendo Nuland.

Como era de esperar, Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) hasta hoy mantienen un mutismo escandaloso que no es otra cosa, que una espera para ver que es lo que dirá Washington. Precisamente, en el Congreso estadounidense hay un revuelo importante tras haberse estado indagando sobre informes provenientes de expertos como el Coronel en retiro Lawrence Sellin y de investigaciones externas como las virólogos indios, del francés Luc Montagnier y del virólogo italiano Giorgio Palú que denuncian la existencia de rastros en ese virus que evidencian una manipulación artificial. A esto se han sumado otras evidencias referentes a que el SarS-CoV-2 conocido como COVID-19 fue el fruto de una fuga de laboratorio donde el ejército estaba ensayando nada menos que la variante “Omicron” de esta cepa.

Este último dato surgió de los elementos y evidencias recabadas en los complejos hallados por las tropas rusas y que dejaron plasmados en informes que al contrario de La Casa Blanca, algunos congresistas han dado lugar para que se indague sobre la veracidad de su contenido. Según la información, la variante “Omicron” es una creación surgida de las investigaciones en los laboratorios de Boston, con dos propósitos: Crear una vacuna eficaz y perfeccionar un arma bacteriológica. Al parecer esto fue lo que motivo que el 22 de noviembre pasado cinco senadores republicanos enviaran una carta la directora de la Oficina de Política Científica y Tecnológica en Washington DC, para que se informe los detalles de estos experimentos riesgosos que ponen en peligro la salud pública y de comprobarse los peligros, que los mismos se detengan.

Ante toda esta evidencia y las infructuosas maniobras evasivas de los funcionarios, muchos se preguntan si las preocupaciones de los burócratas norteamericanos pasan por una verdadera intención de exponer esta peligrosa infraestructura de producción bacteriológica para frenar su producción o más bien, crear un informe recortado, con datos amañados y lleno de huecos fácticos al estilo 11/S.

domingo, 27 de noviembre de 2022

 

“STATE LIES”

How the West has fabricated its foreign policy and justified its geopolitics on the basis of lies and false frameworks

By Sir Charlattam

The downing of that missile in the Polish countryside on 16 November was so far the most dangerous and at the same time the most devious episode that demonstrates the extent to which a government is capable of lying to gain strategic advantage. The abortive attempt to accuse Russia of launching a missile it never launched was undoubtedly a blunder that the British and Americans instigated in their puppet Volodymyr Zelensky who was then discredited without hesitation by the firm stand of Moscow and the West with no way of sustaining the hoax.

Again it must be said, nothing new in the Anglo-Saxon governments' manual of dirty tricks. For more than half the last century both London and Washington have deployed all manner of lies and deceptions that the media have helped to validate for the history books. The good guys were always in the West and the bad guys in the East, so we could reduce the thinking of those decrepit and supremacist political representatives of democracy.

The main excuse for their moves has always been democracy, but the results later showed that it was only a discursive ploy to destroy a nation and plunge it into chaos and thus dominate it.

The same with the falsification of reality. When the US was already invading Iraq in March 2003, politicians in Washington believed that the Iraqis would not resist, and this was reported in media outlets such as the BBC and CNN, which produced predictive stories that US troops would be greeted with flowers in the streets of Baghdad. When it became clear that this was not going to happen, Bush and his top officials such as Donald Rumsfeld stepped up their rhetoric against Islam as the factor preventing the arrival of democracy to the Iraqis, which in translation meant surrendering to the US. Blair did the same, like a monkey imitating the master's grimaces he followed Washington's script and Basra became a hell for his troops.

On this basis, the Western media, and in particular the American and British media, spared no effort in weaving all kinds of lies and stories that had gone from the usual Arabophobia they had been at the forefront to a more Islamophobic one, i.e., discursively hateful towards Islam and Muslims. The consequences were soon seen and the murders and attacks against Muslims in Europe[1] took off in a bloody boom and today it is a trend that is normalised by these same media.

For years and decades, certain lies have been used to cover up the dirty business of US governments and their allies. The case of the downed plane at Lockerbie in 1988, which was blamed on Libya, is one such cover-up -and a scam on public opinion- in which they tried to cover up shady dealings involving the CIA and other agencies[2].

Closer in time we saw how, under the argument of the supposed fight against terrorism, under the table the Americans and their allies fed what they proclaimed to be fighting by bringing to the Middle East a chaos that they disguisedly intended to extend to Central Asia with the hoaxes of ISIS and other monsters. Now, looking at what is happening in Ukraine, one can understand the purpose of this, but unlike in previous cases, there is a power that has cut them off.

Since before the collapse of the Soviet Union, the Western media have been disparaging the Slavic East and more precisely the Russians. The main interest in supporting and maintaining this Russophobic policy comes from the British Foreign Office, which responds to a historical rivalry dating back to the Tsarist era and which is enthusiastically maintained by its media. It can be said that the Russophobic propaganda has only gone through low intensity stages and has become increasingly fierce since Vladimir Putin came to power in 1999 and has become remarkably hysterical when NATO's shenanigans in Syria (chemical attack in “Al Ghouta”) and disarms several malicious attempts by British intelligence to implicate Russia internationally.

Today, of course, and taking advantage of the circumstances of the war in Ukraine, the situation could not be better to fabricate all kinds of stories that seek to generate not just anti-Putin but generalised anti-Russian sentiment, as we have seen since the beginning of Special Operation “Z”. In this plan, we have seen how situations as opaque and sinister as the executions in Bucha, which were blamed on Russian troops as they were retreating, have been made up and staged, and many indications point to the ultra-nationalist battalions as the real perpetrators.

Certainly and on the latter, the Western media have juggled discursively to try to cover up a socio-political reality in Ukraine that speaks of neo-Nazi militancy on the rise since 2014 intermingled and financed with the money of known Jewish oligarchs who in turn share very good relations with European governments and even Israeli ministers How to cover this up? Simply by not publishing it, that's how information “democracy” works.

Since then and without pause, the people of Donbass who refused to recognise the coup d'état shamelessly supported by Washington, have been enduring the indiscriminate shelling by the Ukrainian army that forced the people to live under the cellars of their houses. Where are the articles in the West about the coverage of these events?

For the British tabloid editors and their little boys paid by MI5 to remotely type in their heads at every moment and before typing on their keyboards they have to answer How the hell can I make up this mountain of shit?   

 



[1] TRTWORLD.com, Anti-Muslim racism institutionalised in Europe, report warns,  SEP 22, 2022, https://www.trtworld.com/life/anti-muslim-racism-institutionalised-in-europe-report-warns-61032

[2] Martin Jay, Why Is the Lockerbie Lie of Libya’s Involvement Still Being Kept Alive Today?, nov. 24, 2022, https://strategic-culture.org/news/2022/11/24/why-is-lockerbie-lie-of-libya-involvement-still-being-kept-alive-today/

sábado, 26 de noviembre de 2022

 

“UNA GUERRA QUE NO ES”

Cuando no se puede justificar el fracaso propio y cualquier argumento sirve para justificarse. La guerra que los argentinos tienen consigo mismo. La vieja historia de la Argentina

 

Por Pepe Beru

Cuando el presidente Alberto Fernández sermoneaba sobre los a los presentes en la Cumbre de Bali por los efectos de la guerra haciendo puntual señalamiento a su país y ante la mirada azorada de un Emanuel Macron quien parecía preguntarse: Qu'est-ce qu'il dit?, cualquiera hubiera dicho que la Argentina se halla en medio de las hostilidades. Pero cuando estuve caminando por las calles de Buenos Aires no oí las sirenas de ataque antiaéreo, ni estruendos de cañones o explosiones en la lejanía y tampoco vi caer un solo misil sobre esta maravillosa capital; entonces me pregunte ¿De qué diablos estaba hablando el presidente?

Se sabe que Argentina se halla en una severa crisis económica institucional, tal vez se la peor de toda la región producto de la acendrada corrupción que la infecta, pero eso no explica las palabras de Alberto Fernández ¿A dónde estaba la guerra? Tal vez el gobierno argentino estuviera cooperando con la OTAN en la guerra de forma secreta y las consecuencias las están sufriendo del mismo modo.

Solo un par de horas allí pude ver de que estaría hablando. La miseria, la inestabilidad económica y la precariedad social de sus ciudadanos no viene de lo que pasa en Ucrania, más bien viene de la mano de una larga y extendida decrepitud ética y moral que visualizada en el quehacer de sus gobernantes se está comiendo a los ciudadanos. Sumado a esto, un estado ineficiente y clientelista cooptado por el partidismo y que hace tiempo abandono sus objetivos estratégicos como estado, solo sirve para alimentar a punteros y arribistas. He aquí el meollo de la cuestión del por qué la guerra en Ucrania perjudica a la Argentina y ello solo se debe, a que este estado, hoy (por la corrupción, la venalidad y el desguace) carece de los elementos (buques, aviones, infraestructura, una educación y desarrollo de una política exterior propia) para aprovechar las oportunidades que este episodio de la historia brinda.

La inseguridad es un capítulo aparte y cuando se hace ver, impacta con la violencia de una batalla urbana, síntoma de una descomposición en la que el narcotráfico y el lavado de dinero en altas esferas lo está pudriendo todo.

Los argentinos no están en guerra contra otra potencia ni contra fuerzas subversivas que se han infiltrado sigilosamente en el país, es una lucha entre ellos mismos quienes entre entuertos, desconfianzas y traiciones van dividiéndose cada vez más. Aún parecen estar luchando por una identidad común.

Aquí la contienda es por y solo por el por el poder y el dinero a tal punto que a pocos les importa de dónde provenga éste último. Como si se tratara de un cíclico Deja vú, la Argentina vuelve como si de un sonámbulo se tratase al borde de un precipicio donde no ha caído aparentemente por la gracia divina, pero en realidad no lo ha hecho por la intervención de manos interesadas. Estas últimas vinculadas al poder anglosajón saben que el país puede estar en estado de coma pero no lo dejarán morir.

Igualmente los efectos de esta crisis se sienten en el aire y en cierta medida se asemejan a los de una guerra (salvando las diferencias que existen con quienes realmente la sufren). Hay incertidumbre, temor, la economía hecha trizas, el dinero no vale nada y la desconfianza mutua puedo percibirla ya no solo hacia sus gobernantes sino entre los propios transeúntes que pasan caminando por la esquina donde me hallo sentado tomando un café.

Es solo una postal de muestra de lo que se ve en su capital. La Argentina es mucho más que Buenos Aires e incluso, mucho más que su populoso cono urbano, donde miles de personas migran desde el interior y de los países vecinos buscando mejores alternativas de vida. Haciendo una comparación se podría decir que la llamada CABA es como el castillo del rey y ese cono urbano que lo rodea, son las villas de los andrajosos súbditos allende los murallones y el foso que en este caso serían la avenida General Paz. Si así se ven las cosas por aquí, no es de esperar que cambien en el interior, o incluso estoy seguro de que estén mucho peor. Ello lleva a una pregunta obligada y que es muy razonable que me haga ¿Cuánto faltaría para alzamientos y revueltas contra esta situación?  

Mientras por aquí se habla de macro economía, qué hacer con los dólares y los problemas de algunos privilegiados preocupados de cómo pagaran sus gastos en dólares en sus viajes al extranjero, el ciudadano común, el indigente, el desahuciado y el criminal caminan por la misma calle sin ser percibidos por aquellos que distraen sus cuitas con las banalidades del circo mediático , un voluntario servil del Status Quo de los plutócratas que se esconden tras el cartel de la “democracia” ¿Qué harían los poderosos y sus políticos sino existiera este verdadero partido que son los medios?

Mientras los simples ciudadanos de a pie ven como los precios de la comida y de los servicios se inflan día con día, los políticos y sus espónsores se actualizan los sueldos a grados obscenos demostrando que solo están allí para mejorar sus propias existencias. La arrogancia y la ineptitud de esta clase política se ve potenciada por esta sofocante corrupción elitista, tabicada por charlatanes y filósofos a sueldo de los medios sistémicos de esta capital ¿Cómo ubican a la justicia platónica en esta actualidad los filósofos de feria que se venden como eminencias? Humanistas de salón y con lenguas prudentes ante el poder y más interesados en el divague con doble intensión, no cuestionan la insoportable cotideanidad del hombre común ni las injusticias más aberrantes ¿Acaso un kilo de pan puede llegar a ser un bien de lujo como lo demuestran los precios? ¿A dónde está ese pensamiento tendiente al conocimiento de la verdad que Sócrates alguna vez enseño?

Como los medios a los que sirven, son buenos en crear antagonismos y manipulaciones que aparentan el ejercicio de un sentido crítico y aséptico de la realidad pero que en realidad solo buscan alimentar al “sistema” plutocrático. Así nacieron el “Kirchnerismo” y luego el “Macrismo”, dos monigotes para distraer la atención del ciudadano haciéndole creer que ellos son la única alternativa para soluciones que nunca llegaran.  

Solo son grandes difuminadores de la realidad que esconden tras sus máscaras de intelectuales, intereses que están muy lejos de una argentinidad que desprecian. Son los sacerdotes del Globalismo aunque traten de disimularlo. Tienen un pie aquí y otro allá y como los políticos, sirven al “sistema” el cual es lo que les sustenta.  

Podríamos decir que los argentinos de a pie se dividen entre quienes aún creen a estos predicadores (tanto de un lado como del otro) y aquellos que hace tiempo han dado la espalda a ese sistema y que hoy, de forma no tan representativa tratan de ser captados por personajes autodenominados como “libertarios” quienes (mirando detrás del telón de quienes les apoyan) poco o nada tienen de ese término.  

Hay entre ellos una grieta que ya se ha convertido en sectarismo que hace imposible cuajar un acuerdo común para reiniciar el sistema. Alberto Fernández es una víctima de ello y hoy vemos como su salud le pasa factura. En este enfrentamiento eminentemente socio-económico van quedando bien claros los bandos. En un lado están los que aún pueden gozar de algo de estabilidad temporal, en otro los, la elite política y gobernante (plutócratas) que se hallan asegurados por sus continuos reajustes económicos que favorecen sus vidas y en otro los olvidados, los que están sufriendo los efectos de esta guerra intestina y quienes en tal posición no tienen más expectativas que sobrevivir como puedan.