UN PONTIFICE MOLESTO
¿Por qué el Papa Francisco es una piedra muy molesta en el zapato de
los poderes globales?
Por Javier
B. Dal
Se han cumplido diez largos años de pontificado del Papa Francisco y pese a las críticas que recibe de una parte de sus compatriotas y de una feligresía neosionista que se disfraza de cristiana, continua con su alta y a su vez muy molesta misión de acercar a las tres grandes religiones monoteístas en un concilio donde Dios sea el protagonista y no los intereses particulares de quienes más poder terrenal tengan en sus manos.
Tal vez esa
ambición peque de utópica e incluso, de cándida si nos ponemos a ver cuáles son
las realidades políticas y económicas que se viven en el terreno. Ha sido
directo al criticar el proceso financiero global caracterizándolo como una “globalización
de la indiferencia” sin tener que aclarar a quienes va dirigido el mensaje. A
diferencia de sus predecesores contemporáneos, el sacerdote argentino Jorge Bergoglio avenido a Papa, hoy Francisco
no ha dudado en ir a donde otros no se han atrevido no solo por los peligros
potenciales a su integridad física sino por las inconveniencias políticas que
ello podría traer e incluso, desoyendo las amenazas que le advertían por seguir
esas agendas.
Su viaje a
Palestina en 2014 fue uno de esos hitos. Más allá de las consideraciones positivas
de algún que otro rabino, en su mayor parte los rabinos que tienen un
compromiso político con Israel se sintieron muy molestos por la impronta de un
Papa que le prestaba atención a los palestinos sin dejarse manejar la agenda
como pretendió el gobierno de Netanyahu. Su gesto de descender del papamóvil
para rezar frente al muro de la vergüenza que los israelíes construyeron en
Cizjordania, sin dudas que molestó a los jerarcas en Tel Aviv y a sus
partidarios en Argentina. Como era de esperar, eso puso la sangre en el ojo a
los sionistas argentinos quienes (no necesariamente son judíos) ya no le
perdonan su cercanía con el peronismo, exponía la embarazosa realidad de una
ocupación ilegal y brutal. Sus acciones dijeron más que algunas de sus palabras
y sin dudas que su decisión de visitar primero a los palestinos en Belén, enardeció
a Benjamín Netanyahu y su gente ¿Cómo se atrevía a ir a Cizjordania sin permiso
de Tel Aviv?
Cuando tomó
la decisión de ir a Iraq para visitar al representante de Islam chiita el
clérigo Ali Al Sistaní en marzo de 2021 las especulaciones, las habladurías y
hasta en algunos casos advertencias de posibles consecuencias de seguir con ese
encuentro pudieron haberle hecho desistir de esa misión, no lo dudó y (para
disgusto de una parte de la feligresía) pudo oficiar una misa para la minoría
de cristianos iraquíes quienes durante miles de años convivieron en paz con el
Islam hasta que a mitad del siglo pasado hasta el presente, agentes del caos y
la instigación ingresaron a la región para sembrar el miedo, la violencia y la
desconfianza de la mano de intereses geopolíticos que hoy ya no pueden
esconderse en ninguna parte.
Francisco
pudo tomar de primera mano y sin intermediaciones, las consideraciones del
Ayatolá Sistani y los objetivos que desde el punto de vista de la comunidad
islámica (UMMA) deberían alcanzarse para que la paz sea una realidad posible de
alcanzar y no meras palabras vacías. Uno de esos objetivos remarcados es la
justicia (como uno de los principios de restauración de la venida del Mahdi) la
cual hoy está secuestrada por los poderosos, los mismos que tienen las manos
ensangrentadas. Esto obviamente en referencia a la injusticia sufrida y que aún
viven muchos musulmanes y en especial los palestinos a manos del estado de
Israel, siendo esta parte del encuentro la más corrosiva y molesta para los
israelíes sionistas y sus partidarios argentinos.
Tal como
fue su mensaje apenas tomo el cargo, su ministerio se ha convertido en una
misión por agitar y molestar a las altas esferas del poder global y de los
cimientos del propio Vaticano que no es un secreto (y como cualquier otro
estado), se hallaba infestado de corrupción, antagonismos y con severos
problemas de moralidad entre sus miembros. Tal como se comprometió su
predecesor Benedicto XVI, Francisco continuo con las investigaciones por abusos
de menores en las Iglesias y ha sido consecuente con esa tarea, apartando a
cuento sacerdote u obispo se vea involucrado en estos execrables hechos. Con
este panorama deberían preguntarse ¿Quiénes son los que realmente están
molestos con este Papa?
El Papa
sabe muy bien y como jesuita aún más, que Satán es un consumado divisor y es
allí donde él triunfa entre los hombres. Es en la injusticia, la perfidia y el
caos como logra sus propósitos. El escenario de la geopolítica es dónde se
conducen los altos asuntos que involucran a toda la humanidad. Hoy todos saben
muy bien quienes sirven a Satán y cuáles son sus obras. También sabe muy bien
que él se viste de belleza y usa palabras altisonantes que lejos de representar
sus significados culminan en caos y perversión. Mirando la realidad geopolítica
contemporánea se verá quienes son los mejores exponentes de ese comportamiento
siniestro y de crear esas obras, quienes con sus manipulaciones y engaños (financiados
con insondables recursos económicos) han traído la inestabilidad, las guerras
preventivas, las ocupaciones y usurpaciones ilegales, las grandes catástrofes
humanitarias de lo que va de este siglo e incluso, la amenaza de escalar a una
guerra nuclear.
Precisamente
hoy es en Ucrania donde una parte de la comunidad cristiana está siendo
perseguida, sus monasterios allanados y cerrados por el régimen integrista
ultranacionalista de Zelensky, acusándolos de ser pro-Rusia ¿Quiénes son los
que sustentan a Volodymyr Zelensky y todas estas políticas? ¿Tal vez aquellos
que pretenden convertir a Ucrania en un estado tapón como Israel? No hay que
olvidar que es éste régimen el que ha prohibido, hecho hogueras con libros de historia
de autores rusos y ha retirado de las librearías del país a todos aquellos que
estaban escrito en ruso por considerarlos “dañinos” ¿Dónde y cuándo vimos antes
esta aberración? Una gran contribución a la democracia que los
angloestadounidenses y sus subalternos de la UE obvian con su silencio.
Una vez más
y a pesar de que el Occidente angloestadounidense mira para el costado y trata
de legitimar a ese sistema de cosas, el Papa Francisco sale a la palestra a plantar
cara ante esta persecución pseudo-ideológica que no es nada diferente a la que
las fuerzas chinas y las de Myanmar llevaban adelante contra los musulmanes
Rohingyas, o las que los israelíes llevan adelante contra las mezquitas
islámicas en el Monte del Templo y las iglesias cristianas de Belén.
No es poca
cosa que Francisco en las actuales circunstancias en Ucrania haya pedido por el
respeto a los cristianos ortodoxos y su clero aún, si ello molesta a al régimen
de Kiev, a Washington y a los gobiernos europeos embarcados en la aventura
bélica.