jueves, 15 de junio de 2023

 

LA PAZ ES POSIBLE

Hoy la guerra que se desarrolla en Ucrania entra en una fase crítica y ella es la de quienes buscan seguir con ella contra los que buscan la paz


Por Charles H. Slim

Los bombardeos indiscriminados contra emplazamientos urbanos es algo que nadie puede acostumbrarse y los habitantes del Donbass lo saben muy bien y no son la excepción. Este tipo de actos ha sido uno de los argumentos políticos del gobierno ruso de Vladimir Putin y es un objetivo a cumplir de forma acabada por la Operación Militar Especial “Z”.

Desde el 2014 los sistemas GRAD ucranianos (Verba y BM-21) y las viejas piezas de artillería D-20 y D-30 de la era soviética se habían venido ensañando con total impunidad contra las poblaciones de Lugansk y Donetsk a quienes desde el régimen de Kiev consideran dignos de ser erradicados. Aquí ni Washington, Londres ni Bruselas hicieron nada para frenar estas atrocidades, por el contrario, las apoyaron. La tragedia de los niños en el Donbass es uno de los capítulos que los medios (de alquiler) y gobiernos occidentales han invisibilizado. Sumado a esto, las incursiones de “escuadrones de la muerte” (similares a los usados por la CIA en Centroamérica e Iraq) integrados en parte por ultraderechistas de “Azov” que entre algunas de sus tareas estaba la de asesinar a representantes políticos y jefes de las milicias separatistas, daban cobertura a una siniestra red de traficantes de órganos que se extiende más allá de las fronteras ucranianas.

Sobre estas atrocidades hemos visto un sordo silencio desde occidente y mucho más desde Washington desde donde (como ha sido una costumbre) se hace gala de una impostada preocupación por los derechos humanos, la democracia y la libertad. No tenemos que aclarar que esto último solo es una gran máscara que hace tiempo ya se ha caído.

A pesar de que Moscú gestionó toda clase de iniciativas para que se investigaran estas acciones e incluso la impulsión de acuerdos de alto al fuego (Minsk 1 y 2), las interferencias de Washington y Londres hacía que tanto la UE y organismos internacionales como la Cruz Roja y Naciones Unidas no quisieran dar testimonio de esos hechos. Ante semejante actitud que costaba vidas, la salud, sus bienes y el normal vivir de los pobladores rusofonos del Donbass, las palabras de la diplomacia se agotaron.

En ese marco de hartazgo fue que el presidente Putin autorizó el inicio de la Operación Especial.

Hoy vemos con claridad los resultados de la operación rusa y uno de ellos, ha sido la de alejar las posiciones de artillería ucraniana de las fronteras del Donbass y de la península de Crimea. A pesar de que EEUU proporciono sistemas HIMARS y Reino Unido sus misiles “Storm Shadow” con los cuales incluso han atacado suelo ruso, el trabajo de la inteligencia en la coordinación y dirección del trabajo de la artillería y la aviación rusa vienen siendo altamente eficaces para eliminar estos recursos.

Esa eficacia le cuesta al occidente colectivo un gigantesco presupuesto que lo ucranianos pagaran por generaciones si es que Washington y la OTAN prevalecen. Con esto hay algo que es seguro y ello es, que Zelensky y su gente además de desangrar a su nación por haber seguido los cantos de sirena de Biden, han hipotecado la suerte de su país. Como coronación a este desastre, el inicio de la tan promocionada contraofensiva no ha dado los resultados esperados y ya se especula la pérdida de una buena parte del material enviado por los socios atlantistas de EEUU. Los tan promocionados tanques Leopard alemanes, los Bradley estadounidenses y los Challenger británicos terminaron rebotando contra las primeras líneas defensivas rusas. Entonces ¿Hay chances para la paz?

Si dependiera de Washington y sus adláteres de la UE claro que no. Incluso y pese a los perjuicios que esto le esta causando a sus propias capacidades como sucede con Alemania que no puede reemplazar los Leopard enviados a Ucrania, La Casa Blanca pretende renovar la apuesta. Esta muy claro que la guerra es funcional tanto a sus objetivos geopolíticos como a sus bolsillos (tal como lo ratifica la intensión de enviar nuevos tanques Abrams con municiones de Uranio para el Otoño) algo que por cierto, los ciudadanos europeos y ucranianos ya han caído en cuentas.

Quien se halla en la tarea titánica por buscar la paz es China, que ha propuesto varias alternativas.

Se trata sin dudas de una señal poderosa y a la vez muy peligrosa; el ascenso de China como la nueva potencia y el derrumbe de EEUU, algo que no aceptan en Washington sin importar las consecuencias de su negación. A comienzos de mayo tuvo lugar una reunión entre el embajador de EEUU Nicholas Burns y su par chino Qin Gang que habría estado enmarcada en la escalada que se esta produciendo en Ucrania. Así mismo Xi Jinping comisionó a un experto y hábil diplomático como lo es el representante para asuntos euroasiáticos Li Hui quien entrevisto con los representantes de Ucrania, Polonia, Francia, Alemania, la sede de la UE en Bruselas y Rusia en el periodo comprendido entre el 15 y el 26 de mayo a los fines de consensuar un plan de doce puntos.

Al mismo tiempo se llevaron a cabo reuniones en Viena, Austria entre los principales asesores de EEUU Jake Sullivan y su par chino Wang Yi las cuales se calificaron como “franca, sustantiva y constructiva”. También habrían sido muy productivas las llevadas a cabo Li Hui.

Más allá de las especulaciones y trascendidos, fuentes confiables aseguran que la cosecha que levanto Li Hui en sus visitas fue más prometedora de lo imaginado e incluso, en los gobiernos de los países europeos visitados advirtió la preocupación por la situación revelando un mensaje alto y claro de que el conflicto debería terminar lo antes posible.

La situación sobre el terreno marca la realidad y ella no es precisamente ventajosa para los ucranianos y sus patrocinantes occidentales entonces ¿Ha llegado el momento de sentarse a conversar?

 

 

martes, 13 de junio de 2023

 

OTRA PERSPECTIVA DEL OPERATIVO ALFIL 1

Precisiones sobre la participación argentina en la guerra del Golfo Pérsico de 1991

 

Por Dr. Carlos Castia

Parece estar muy lejos en el tiempo aquella misión naval argentina destinada al Golfo Pérsico en 1990, pero esa experiencia nunca estuvo más vigente atendiendo al complejo y peligroso contexto geopolítico actual.

Dejando de lado la óptica política que movilizó estos recursos a un escenario internacional desconocido hasta entonces para un grupo de tareas de la Armada y también las discusiones sobre su conveniencia o no de aquello, se me hace interesante comentar algunos aspectos técnicos que involucraron el desarrollo y ejecución de la fase ofensiva que dio inicio a la guerra contra Irak y que se conoció como “Operación Tormenta del Desierto”[1].

Si bien es un hecho muy bien conocido de la historia contemporánea, la “Crisis/Guerra”[2] del Golfo Pérsico no lo ha sido tanto para la opinión pública de los propios argentinos quienes al día presente siguen sin conocer a profundidad las implicancias y reales alcances que tuvo el grupo T.88.00[3] “Alfil1” (compuesto por el destructor “ARA Alte. Brown” y la corbeta “ARA Spiro”) en la consecución de los objetivos que llevaron al éxito de la operación y su reconocimiento por su contribución[4].

Desde los órganos gubernamentales se sigue con la versión reduccionista y claramente errada de una “Misión de paz”[5] bajo un ilusorio “mandato de la ONU”[6] rotulándola como “Fuerza Multinacional de Interdicción Marítima” lo que es una falacia ya que no se están considerando las finalidades bélicas de dichos actos[7] ni las tareas llevadas a cabo a posterior al inicio de las hostilidades. El estallido de la guerra el 16 de enero de 1991 y los resultados que arrojaron los 100 días de su duración (aproximadamente entre 100.000 a más de 200.000 iraquíes muertos[8], una gran destrucción en las ciudades iraquíes y las posteriores consecuencias sobre la salud de los participantes[9]) confirma con creces la naturaleza bélica (y no de paz) de la campaña en la que participaron como parte en el bando de la “Coalición”.

Para aclarar sobre este último punto, lo que existió -si se quiere- fue un intento pacificador en un marco crítico de nivel elevado que se vino abajo tras el vencimiento del ultimátum (Cfr. Res. Consejo de Seguridad 678). En síntesis, el grupo “Alfil1” fue parte de nada menos que un conflicto armado internacional.

Pero yendo más lo técnico, el desarrollo de la misión encomendada constó de tres grandes etapas: Su zarpada desde su base en Puerto Belgrano el 25 de septiembre de 1990, la llegada al Golfo de Omán por finales del mes de octubre donde desarrollaron tareas de interdicción hasta el 30 de noviembre en el marco de la Operación Escudo del Desierto y desde el 1º de diciembre hasta el fin de las hostilidades participaron dentro del Golfo Pérsico en las tareas de apoyo logístico y escolta a los grupos de batalla que operaban en el norte del golfo (liderado por portaaviones) en la Operación Tormenta del Desierto.

En cada una de estas etapas, se hizo necesario el mantenimiento, ajuste y preparación de los buques para operaciones de combate siendo una de las pruebas más visibles, el no desmonte del armamento de cada uno de ellos que supone una misión de paz (Cfr. ONUCA-Golfo de Fonseca)[10]. En su tránsito al teatro de operaciones, el grupo recaló en puertos de la OTAN (Francia e Italia) donde recibieron repuestos, combustible y municiones precisamente en previsión de hostilidades en ciernes.

A su llegada a las aguas del Golfo de Omán se integraron a los planes de la Coalición Aliada a cargo del General estadounidense Norman Schwarzkopf y como parte de ello, se unieron a las dotaciones navales de Australia, Canadá, España, Bélgica, Italia, Holanda, Noruega, EEUU y Reino Unido que ya operaban en la zona como parte de las acciones de interdicción[11] de embargo económico -a los fines de asfixiar a la economía de Irak- sancionadas por las resoluciones 660 y sstes de Naciones Unidas y en preparación para lo que se desencadenaría luego (Cfr. Res. 678).

Así podemos ver la temprana participación argentina en otra de las dimensiones de los conflictos contemporáneos como es la “guerra económica y que en aquella ocasión se direccionó contra Irak.

Para ello, los buques necesitaron adaptar sus comunicaciones para coordinar sus tareas a un flexible comando de mando y control que periódicamente actualizaban en “conferencias”[12] realizadas en tierra.

En lo referente a las deficiencias en comunicaciones, los buques argentinos debieron adaptar sus sistemas de Datalink y Criptografía a los de la OTAN. Para ello personal estadounidense realizó las adaptaciones técnicas en sus sistemas abordo e instalando antenas en cada buque. Estas adaptaciones no fueron solo para insertar al T.88.00 a las operaciones navales de interdicción de la Coalición sino, sino también en previsión de posibles acciones hostiles dentro del Teatro[13].

Dentro de esta segunda etapa, la misión “Alfil 1” además de cumplir con la interdicción de buques de carga rumbo a Iraq y Kuwait (más de 700), fueron parte de ese escudo destinado a custodiar las aguas de los Emiratos Árabes Unidos y de Arabia Saudita. Si los buques hubieran estado desarmados o no cumplido con las especificidades técnicas de su clase (Destructor y Corbeta) no habrían servido para la misión que se les encomendó. Con esto también queda claro que más que un intento pacificador, fue una misión defensiva y preparatoria para una fase ofensiva.

En la tercera etapa quedo bien claro la valía de su apoyo y es acá donde debemos atender al tipo de tareas que prestaron en pleno de las hostilidades. Aquí definitivamente no existió ninguna misión de paz y mucho menos la intervención de la ONU. El grupo “Alfil 1” era una “fuerza armada”[14] y como tal se inscribía dentro de la casuística de la guerra. Para salvar el problema de la permanencia de la misión, el Congreso (a último momento) cinco días después de iniciadas las hostilidades, sancionó la ley 23.904/91 que permitió la permanencia y el desplazamiento de las unidades para prestar el apoyo logístico a grupos de batalla dentro del T.O. identificándose con el bando de la “Coalición multinacional” y por ello desde ese momento, un blanco legítimo[15] dentro de la contienda.

 

 

 

 

 



[2] Esa es la denominación que la Armada Argentina mediante la RES.EMGA 328/2013 catalogo a las operaciones internacionales en el Golfo Pérsico.

[5] Según Naciones Unidas es una herramienta que se sostiene sobre tres principios: Consentimiento de las partes, Imparcialidad y No uso de la fuerza, salvo para la legítima defensa https://peacekeeping.un.org/es/what-is-peacekeeping

[6] Un mandato de Naciones Unidas se da a los fines de desplegar una fuerza de mantenimiento de paz algo que no existió en la guerra entre Irak y la Coalición multinacional https://peacekeeping.un.org/es/mandates-and-legal-basis-peacekeeping

[7] La interdicción en este contexto es a los fines de cortar los suministros y medios al enemigo.

[8] https://www.washingtonpost.com/archive/politics/1991/06/23/iraqi-death-toll-remains-clouded/a3a46ae0-11df-4aa5-accd-d8ac6dae7f2f/ ; El País.com, “210.000 muertos dice Greenpeace”, 29 de mayo 1991, https://elpais.com/diario/1991/05/30/internacional/675554417_850215.html . Solo en uno de los episodios más detestables de esta guerra que fue el bombardeo de la carretera 80 Kuwait-Basora cuando  los iraquíes se retiraban fueron asesinados más de 50.000 soldados y civiles https://visiongbl.com/autopista-muerte-final-guerra-golfo-persico/;  https://latinta.com.ar/2018/12/irak-la-larga-noche-de-los-tiburones/

[9] Tras el final de la guerra efectivos estadounidenses y británicos que volvieron a casa comenzaron a enfermar de una afección desconocida que se bautizó como Síndrome del Golfo.

[10] Misión de mantenimiento de la paz mediante observadores en Centroamérica  https://www.argentina.gob.ar/misiones-de-paz-de-la-armada-argentina/onuca

[11] Aunque las unidades navales de cada país acataban directivas de sus propias Armadas, las tareas de interdicción estuvieron a cargo del comandante del grupo de tarea canadiense, que como comandante de la Fuerza Logística Combinada (CLF). Sobre la interdicción, comportó una medida de bloqueo naval al libre tránsito, acceso y salida de los puertos iraquíes y kuwaitíes que implicaba el uso de la fuerza para el apresamiento y detención de navíos que hicieran caso omiso, detalle que no estaba contemplado en ninguna de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Antecedentes legales de esta acción hostil constan en La Declaración de París de 1856; Declaración Naval de Londres 1909 como fuentes clásicas.

[12] Estas conferencias se realizaron en la ciudad de Dharhan, Arabia Saudita.

[13] Según se ha referenciado en las dimensiones del Teatro de Guerra en el que se desarrollaron las acciones entre la fuerza multinacional e Irak el mismo abarcaba 434.442 kilómetros cuadrados, de los cuales 251.000 correspondían a la masa de agua del Golfo. GRAN ENCICLOPEDIA LAROUSSE, Atlas, Barcelona, 1984, pág. 104 y EL PAIS, Atlas, Madrid, 1991, pág. 131 

[14] Según el Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacional, 1977, en su art. 44 reglamenta el alcance del término “fuerzas armadas”.

[15] BINDSCHEDLER-ROBERT, D: The law of armed conflits, Nueva York, 1971; BLIX, H:

Aera bombardment rules and reasons, en BYB, 1978, pág. 31 y ss; y ss; ROUSSEAU, Ch: Le Droit..., cit., págs.

130 y 131; y MEYROWITZ, H: L'article 49.2 du Protocole additionnel de 1977, 1981, pág. 29 y ss; BINDSCHEDLER-ROBERT, D: The law..., cit., pág. 14 y ss. El autor citado, tras criticar los términos

"objetivo militar" y "objetivo no militar", propone la adopción de los términos "objetivo permitido" y "objetivo prohibido". Distinción que ha sido recogida por el Institut de Droit International en la Resolución de la sesión de Edimburgo de 1969 (Annuarie, 1969, tomo II, vol. LIII, pág. 359); CASANOVAS Y LA ROSA, O: Objetivos..., cit., pág. 747. Sobre la teoría del objetivo militar legítimo y su plasmación en la Resolución de 30 de septiembre de 1938 adaptada por la Asamblea de la Sociedad de Naciones, ROUSSEAU, Ch: Le Droit..., cit., pág. 130

lunes, 12 de junio de 2023

 

PLAYING BLIND

The Western media omit the reality of the facts on the ground in Ukraine that explain one of the latest crimes of the Kiev regime with NATO complicity in Kherson


By Sidney Hey

Last Tuesday's blowing up of the Nova Kakhovka dam on the Dnipro River in the Kherson region not only caused an environmental catastrophe affecting the lives of more than twenty thousand inhabitants, but also demonstrated NATO's cynicism and desperation in an attempt to pave the way for a Ukrainian counter-offensive.

At the time of the explosion, the facilities were under Russian control, so the Atlanticist version that it was a Russian act makes little sense and lacks logic. Similarly, so far in the war, similar events have been cleared up in which (despite accusations and speculation) Russia had nothing to do with (such as the missiles over Poland, missiles hitting buildings in Kiev, the massacre in Kramatorsk, the blowing up of Nord Stream, the executions in Bucha, etc.).

The declamations in the Western media about the righteousness of the Kiev regime in its crusade against Russia are as false as that allegory of a war “against evil” as recurrently and simply shown in the past by leaders such as George W. Bush to justify the so-called “fight against terrorism” (which involved the creation of an infinity of evils) and certain American intellectuals when telling about the causes of the Second World War.

But we know that in times of war these allegations are pure propaganda. Now, following a rather twisted reasoning, the Western media did not hesitate to accuse Russia of the fact. Still fresh and unexplained is another terrorist attack committed on 26 September 2023 with serious environmental consequences on the Baltic Sea as the blowing up of the Nord Stream I and II gas pipeline. Did anyone believe the fantastic story of a Ukrainian rebel group (which was never found) using a sports boat carrying explosives to carry out this attack?

To this day the collective Western press is making an impressive effort to try to keep Washington out of the picture on this issue, even if this is quite difficult to achieve. Perhaps, knowing that it is impossible to continue covering this up, these same media are already starting to talk about “collapse” and not attack.

Now, to come to the point of blowing up this dam, if we give this assumption a glimpse of attention, what does Russia gain from this? On the contrary, it complicates its defensive positions and distracts its forces from evacuating civilians. Let us recall that as early as last year, the Russian representative to the UN Vassily Nebenzia denounced Kiev's continuous attempts to destroy the Kakhovka hydroelectric power plant.

Even if for some reason it was useful to flood the site, simply opening the dam's sluice gates would have been enough. This is in response to the wild assumptions of US analysts and pundits that this is in Russia's interest.

In terms of economic damage, the flooding will spoil grain crops destined for the Middle East, creating a new food crisis chain that can only be alleviated by another source of supply, which could well come from South American countries, providing an opportunity for their economies.

If we look now from the Ukrainian angle, we will see something very interesting that the Western media have not shown and will not show. The dam not only provides electricity, it is also one of the most important sources of drinking water for the population of the Crimean peninsula. But it is also a source of water for cooling the reactors of the Zaporiye nuclear power plant. If we look at the harmful logic of the extremist groups in Azov led by foreign advisors, harming the Crimeans by depriving them of a vital resource such as water is a further demonstration that they do not care about the lives of the Crimeans, even though it is classified as a war crime.

But this is just another episode in the costly hybrid war that Washington and its Atlanticist allies (financed by tax money) are waging against Russia and a desperate reaction to the failed counter-offensives of the last few days.

In the face of this, the brains in Washington are planning to try to ruin one of the achievements of multilateralism in the global south by dismembering the BRICS. If that happens, it will mean extending the war to other jurisdictions. Fortunately for its members, they already know who will be responsible for possible sabotage, hindrances and setbacks to the economic and trade policies of their respective countries, and it will clearly not be Russia.

The hand of Anglo-American democracy is like an iron fist in a silk glove. Even lending you a helping hand hurts you.

That is the logic that their ultra-right-wing Ukrainian henchmen are using to try to turn the situation on the Donbass front. There is nothing merciful, let alone respect for the lives of innocents, in this kind of actions that they have already executed in the past. Why should it be surprising that the Ukrainians have blown up the dam if they have been killing their own Russian-speaking fellow citizens for eight years now?

 

sábado, 10 de junio de 2023

 

SUMANDO

REZAGOS

Poco a poco van quedando expuestas las adversas consecuencias de las políticas de La Casa Blanca contra Rusia. Es por ello que en la administración Biden se han estado preguntando ¿Detrás de quiénes nos cubriremos?

 

Por Charles H. Slim

Un golpe seco se escuchó en el despacho Oval que alerto al cuerpo de la seguridad privada. Había sido el efecto de un puñetazo sobre el escritorio presidencial de un desencajado Joe Biden que estaba con su móvil en el oído. Solo fue una falsa alarma y nada más. Había sido la reacción a una llamada que le informaba al presidente pésimas noticias desde Ucrania. Dos fracasados intentos de contraofensiva de las FAU sobre dos puntos del frente de contacto en Zaporiye y Donetsk ejecutados entre el 7 y el 8 de junio último, habían causado grandes pérdidas de material y combatientes haciendo previsible más retrasos.

EEUU y la UE ya no tienen la cohesión política ni el poder para tener en la palma de su mano al resto del globo. Ahora en medio del descalabro militar que se esta comprobando en Ucrania y los trastornos que ello ha traído a la vida de los europeos, poco a poco, pero sin pausa los aliados de la OTAN conscientes de los crecientes riesgos que significará provocar aún más a Rusia (con apoyo al terrorismo, la entrega de aviones polivalentes “F-16” y misiles británicos “Storm-Shadow”), están poniendo entre dicho a Washington y es por ello que de pronto y con desesperación han puesto sus miradas sobre el sur global.

La India ha dejado bien claro que los problemas de Europa deben ser resueltos por los europeos ya que no son el centro del mundo. El mundo árabe islámico también ha plantado su posición avocándose a reestructurar las relaciones regionales con las auspiciosas participaciones de Siria e Irán con lo cual, lejos quieren estar de las intrigas y las calamidades que los anglosajones han causado en los últimos treinta años.

Las miradas de La Casa Blanca solo bajaron a mirar el sur del continente para buscar “colaboradores” dispuestos a donar sus equipos militares y armamentos destinados a Kiev. Pero a pesar de que algún que otro genuflexo gobierno sudamericano (como en Uruguay) se prestó a ello, encontró una rotunda negativa en la mayoría de los países más importantes y en especial del presidente brasilero Lula Da Silva quien con su determinación incluso ha ido más lejos que cualquiera de sus insípidos vecinos, no solo negando esos pedidos sino incluso tratando de mediar entre Moscú y Kiev.

Pese a ello las presiones de la OTAN y del Comando sur no cesan en tratar de convencerlos.

Durante los últimos treinta años, Washington y sus aliados han confiado en la incondicionalidad política de los gobiernos de Europa y en especial el de la Unión Europea quien en los últimos tiempos se ha comportado como una herramienta geopolítica para implementar sus planes de política exterior proyectados hacia Oriente.

Al dañino aventurerismo impulsado por los neoconservadores (particularmente los Straussianos) en Washington que ha llevado a la actual situación en Ucrania se suma la imprevista (en razón del tiempo) extensión comercial de China que viene ganando plazas en todo el globo, algo que abruma de sobremanera a la administración de Biden quien tiene entre sus metas, desbancar la influencia política y comercial del gigante asiático usando a Taiwán como plataforma de operaciones.

A todo esto, se le suma el descontento de los ciudadanos occidentales aplastados por la crisis económico-financiera y energética surgida por las políticas de La Casa Blanca (entre ellas el sabotaje al gasoducto Nord Stream I y II) destinadas a tratar de dañar a la economía de la Federación Rusa. Y si no bastaba todo esto, las últimas dudas y preocupaciones expresadas por socios estratégicos de la OTAN y la reelección de un socio gatopardista como Recept Tiyip Erdogan en Turquía que no esta dispuesto a dejar de lado sus conexiones con Rusia, demuestra cómo se ha reducido el espectro de incondicionales a Washington.

Una señal más de esta desesperación se puede interpretar en el nuevo paquete de ayuda de 2100 millones de dólares en armamento autorizado por Biden que se suma a los 45 mil millones de dólares ya entregados a Ucrania en un intento por cambiar la dramática situación en el terreno, lo que representará a su vez, la continuidad del fabuloso negocio para las corporaciones armamentísticas estadounidenses como Lockied, Raytheon entre otras.

Es por ello que la administración de Biden y sus socios de la UE están intentando como último recurso meterse al bolsillo a los países de Latinoamérica y África para ponerlos como relleno y seguramente también como paragolpe para los efectos de su política exterior. En este plan se enmarca la anunciada gira de la presidente de la Comisión de la UE Úrsula Von Der Leyen quien visitara la Argentina.

Como van las cosas en la región es posible que Washington tenga suerte con el próximo gobierno en Argentina que podría pasar a manos de una alianza de partidos claramente pro-angloestadounidense que le facilitará desplegar los principales objetivos geopolíticos, en especial con aquellos vinculados a tratar de cortar el acceso de inversión china en Sudamérica y con ello, frustrar la concreción de los proyectados puertos en la Patagonia de Argentina.

Sobre el particular, no hay que olvidar la situación de ocupación británica del archipiélago del Atlántico sur.

Sobre la situación de Argentina en este contexto, la misma es altamente interesante y si el gobierno del signo que sea sabe explotar los intereses que hay en danza, podría obtener el impulso que lo saque del pozo en el que se halla, pero sabiendo de que deberá renunciar a algo si así está dispuesto. Lo que le quedaría a Buenos Aires es decidir de que lado se halla en esta pulseada: O apuesta por seguir en el camino de la multilateralidad que en encabezan China y Rusia o intentara volver al camino de la unilateralidad de EEUU y la OTAN.

jueves, 8 de junio de 2023

 

MULTILATERALIDAD

DEMOCRATICA

¿Por qué la multilateralidad es verdaderamente el camino del respeto a los derechos, la libertad y la soberanía de las naciones? Rompiendo las cadenas de la unilateralidad estadounidense

 

Por Charles H. Slim

Una serie de acontecimientos ya han dado muestra del inicio de un nuevo orden global fuera de la influencia atlantista y con ello, el languidecimiento de la hegemonía estadounidense como punta de lanza del bloque occidental.

Claro está que no estará exceptuada de sobresaltos y grandes revueltas en todo lo establecido y en particular, en escenario geopolítico que George H. Bush inauguró en 1990 como el NWO. El 24 de febrero del 2022 ha sido el inicio y punto de quiebre de esta realidad que poco a poco se va estableciendo tal como lo evidencia el desarrollo de los eventos en el campo de batalla.

Esta nueva era será la del respeto real a las soberanías de los países, los derechos de sus habitantes y de sus correspondientes culturas sin la insidiosa injerencia maquinadora de las sigilosas políticas disgregadoras que Washington y sus aliados han sabido desperdigar en regiones clave del mundo con un solo propósito: Establecer el caos controlado en pro de mantener la supremacía.

Durante estos treinta años lo hemos visto muy claro. Destruyendo países y atomizando sociedades, los intereses angloestadounidenses comenzaron con la creación de un círculo vicioso en el cual los negocios son lo principal. En esta lógica oscura fue que crearon las fuentes para el terrorismo e incluso lo han apoyado para crear una inseguridad permanente que obligue a gobiernos débiles y corruptos a comprar sus soluciones. En síntesis: Crean el problema y te venden la solución. 

La reacción de Rusia en Ucrania fue precisamente, el corte en seco y de un solo golpe al nudo gordiano creado en 2014 por Washington y Bruselas con la cooperación de un político mentiroso como Volodymyr Zelensky más interesado en su propio protagonismo que en la paz y la estabilidad.

Cuando escuchamos (hoy menos) que EEUU y la OTAN luchan contra las autocracias que según ellos representan Rusia, China, Irán y otros, no es otra cosa que el alegato desesperado de quién pierde el poder porque se le está escurriendo como el agua entre las manos.

Esta clase de argumentos son los más trillados entre los comunicadores de los medios argentinos (Capital Federal) obviando cualquier otro punto de vista que de un panorama más completo e imparcial de un conflicto que solo se lo mira con un ojo. Tal vez usted crea que es por la influencia de la comunidad ucraniana local. No es por eso. Solo siguen lo que Washington y Londres dicen.

Nada nuevo aquí en Argentina. Los medios y en particular sus empleados se mueven en la dirección que el viento angloestadounidense sople como las veletas del viento sobre un tejado. Cualquier material y en particular, elaboraciones culturales retrogradas que provengan del norte o de la deslumbrante Europa occidental son tomadas como grandes avances del progresismo aún si ello en realidad son grandes bolsas de excremento.

Para los “populistas K”, “republicaneros” y “liberales” argentos, todos por igual, enaltecer minorías como el LGTBQ poniéndolas por sobre una mayoría que no practica o incluso no tiene la intención de adherir a esa preferencia sexual, es un ideario de avanzada al que califican de “progresista” solo porque viene del adorado mundo anglosajón. A tal punto llega la influencia política de esta tendencia que se ha llegado al ridículo de ser una obligación decirle mujer a un sujeto trans por el solo hecho de una “autopercepción”.

No es casual que dichos movimientos hayan sido políticamente impulsados desde EEUU por sectores como la pervertida camarilla de Hillary Clinton sospechada de estar detrás de varios asesinatos en épocas de la gobernación de Arkanzas[1] y participar en (catalogado por los medios como Teoría de la Conspiración) fiestas pederastas en el llamado “Pizza-gate”[2].

Tampoco olvidemos que el lobbie LGTBQ ha sido generosamente financiado por el nada benéfico George Soros convirtiéndose al día presente en un poderoso y agresivo grupo de poder ¿Por qué? No porque interese la libertad y los derechos de los individuos de esta preferencia sexual sino, para usarlos como agentes disruptivos y subversivos contra sociedades con valores y comportamientos opuestos como sucede en los países islámicos y los orientales en general. Esto responde a una estrategia geopolítica de poner la vida privada como un asunto público y a partir de allí generalizarlo de forma indiscriminada para penetrar fronteras.

Esta táctica insidiosa y forzada articulada mediante ONGs y asociaciones ligadas al gobierno estadounidense (como N.E.D.  subsidiada -aunque digan que no- para “extender la democracia”)[3] es la demostración más clara de la no democracia y la falta de respeto a la libertad sobre cómo deben vivir y sentir en otras culturas.

EEUU no defiende y mucho menos le importa promocionar ninguna democracia y prueba de ello son los últimos treinta años de una lista interminable de crímenes que no pueden ser procesados por la terrible y corruptora influencia del poder político-financiero y militar que opera sobre La Haya, la CPI extendiéndose alrededor del globo. Con lo cual esa supuesta pulseada no es otra cosa que un eslogan muy gastado y no resiste un archivo de la historia contemporánea.

EEUU y su elite político-financiera que han vivido en los últimos treinta años a la sombra de conspiraciones, intrigas, invasiones y guerras por negocios, están sintiendo en carne propia como hoy el mundo les da la espalda precisamente, porque no quieren más inestabilidad y ser rehenes de los conflictos que crea para sus propios intereses.

La aventura atlantista en Ucrania es sin dudas uno de los capítulos finales de la hegemonía estadounidense y es por ello de la desesperación en La Casa Blanca.