UNA PROFECIA AUTOCUMPLIDA
¿Por qué y quiénes pudieron haber perpetrado el sabotaje al avión del
líder de la agrupación Wagner caído en la región de Tver en cercanías de Moscú?
Por
Charles H. Slim
La muerte del líder de Wagner Yevgeny Prigozhin era una de las posibilidades que él mismo sabía que podía pasar en cualquier momento, incluso bromeaba de forma recurrente sobre la suerte que deberían tener sus asesinos para poder acertar en el lugar preciso donde se hallara. La caída de su avión el miércoles pasado a pocos momentos de haber salido de Moscú rumbo a San Petersburgo hizo cumplir aquel presagio ¿Qué ocurrió?
Había sido amenazado públicamente por el SBU ucraniano con lo cual
muchos podrían decir que allí estaría su perpetrador, pero las cosas no siempre
son como se ven. Alguien aprovecho esto para cubrir sus rastros. Prigozhin
causó un severo dolor de cabeza a los jerarcas de Kiev ya que a los éxitos de
su agrupación en el campo de batalla en especial en la captura de Bakmut, sus
formas extrovertidas, desenfadada y hasta groseras de expresarse sumaban más
odio en sus enemigos. Esa personalidad seguramente le granjeo enemigos incluso
dentro del Ministerio de Defensa ruso (donde hay una burocracia detestable y
esos “generales de parquet”) y de los sectores liberales del establecimiento que aceptan al gobierno de Putin a
regañadientes.
Desde ya que la caída de su avión no fue un fallo o una fatalidad. No
hay que olvidar la campaña de asesinatos y atentados provocados en suelo ruso
en el cual sin dudas estuvieron involucrados equipos de agencias atlantistas (de
países nórdicos) coordinadas por la CIA.
Como hombre de acción, Prigozhin conocía y aceptaba los riesgos, esos
que compartía con sus hombres en cada aventura en la que participaban, pero sin
dudas el corría otros muchos más al ser la cara visible de la organización.
Acusar al SBU de Zelensky sería darle mucho crédito salvo que (como se sabe muy
bien) la operación haya sido planificada y dirigida por la CIA y el MI6.
La lista de sus presumibles asesinos es larga pero no todos podrían
haber llevado adelante una operación semejante.
Antes que nada, descartemos las tesis que involucran una supuesta
represalia ordenada por Putin por la “rebelión” pasada. Ya había quedado claro
que no existió tal y solo se trató de una opereta montada con el conocimiento
del mismo presidente ruso que tuvo un doble propósito: Confundir y engañar a la
OTAN y detectar a generales desleales e ineficientes. Esto a cuento de las versiones
noveladas de los medios occidentales y en particular los estadounidenses que
centran sus hipótesis en una supuesta “amenaza para Putin” como fundamento para
que él lo haya enviado a matar.
Si eso fuera cierto, Putin no habría esperado para realizar semejante
espectáculo que circularía por todos los medios del mundo. Quienes desde los
medios occidentales argumentan que fue “un mensaje” a quienes no están de
acuerdo con Putin no cabe dudas de que es parte de esa retórica gastada de
“buenos y malos” y que los mafiosos son los otros. Si en realidad le hubiera
resultado una molestia o una amenaza para su poder tras aquella opereta
simplemente lo habría hecho arrestar en el mismo día que concurrió al Kremlin o
incluso, en el agasajo que le brindo el mismo Vladimir Putin a los comandantes
de la Wagner y al mismo Prigozhin. Es por ello que dicha tesis no cuaja.
El mismo presidente bieloruso Aleksandr Lukashenko le advirtió que
había información de inteligencia de un atentado en proceso. Pero Prigozhin
además de un bocón era un temerario y eso quedo muy claro ya que sin su personalidad
no habría logrado todo lo que logro.
Algunos comentarios a parte, son los que vale hacer en referencia a los
medios y algunos analistas estadounidenses quienes le catalogaban como “infame
mercenario” al frente de una organización “extremadamente violenta” o
calificativos similares como si EEUU no tuviera personajes tan o aún mucho
peores como Erik Prince el fundador de la execrable agrupación “BlackWater” que
además de estar salpicada de la sangre de miles de civiles iraquíes y afganos -con
quienes si eran muy valientes- en lo profesional como combatientes no le
llega ni a los talones a sus homólogos rusos.
Andy Milburn ex marine quien se ve en la foto trató de poner en marcha la agrupación “Mozart” como parte de un intento por competir con “Wagner” pero los resultados en el terreno lo dijeron todo
Para darle un punto final a las especulaciones de estos sectores solo
basta recordar la parodia que significo el intento del Pentágono y la CIA de
colocar una competencia sobre el terreno como fue el fugaz papel de la
agrupación “Mozart” liderada por el ex marine Andy Milburn que además de los
problemas de alcohol y drogas de muchos de sus miembros, terminaron abandonando
despavoridos Ucrania ante la crudeza de los enfrentamientos. Sobre esto
recordemos que no son los únicos que han tomado esta determinación ya que la
llamada “Legión internacional” compuesta por mercenarios extranjeros hoy ya se
halla prácticamente diezmada por sus cuantiosas bajas y las deserciones.
Pero más allá de las fabulas de los novelistas y editoriales
estadounidenses, Wagner perdió a un componente importante de su estructura
aunque no por ello dejará de operar y tampoco tapa el carácter terrorista de
este evento.
Sobre el método usado para derribar el avión Embraer 135 donde viajaba Prigozhin
y su mano derecha revela un meticuloso trabajo de inteligencia y complicidades
que podría llevar a una mano bien conocida por Moscú. Por lo pronto las
investigaciones preliminares han determinado que la colocación de un explosivo
en el tren de aterrizaje habría sido el factor para el desplome de la aeronave
y eso a su vez llevaría a pesquisar la operatoria de pista con lo cual, las
preocupaciones del Kremlin por la seguridad están bien fundadas.
En éste último sentido, si fue un explosivo en el tren de aterrizaje lo
que causó el derribo, sería interesante saber cuál fue el medio de detonación,
si lo fue por presión a medida que el avión tomaba altura, o por un detonador
de tiempo o (quizá el más plausible) una detonación remota desde tierra.
Si prestamos atención al tamaño que debió tener ese dispositivo,
claramente pequeño para encastrarlo disimuladamente en el tren de aterrizaje en
momentos previos a su salida, revela además de la pericia del agente que lo
monto, el uso de un explosivo potente y el dispositivo que lo detonó habría
revestido un sofisticado mecanismo ¿Acusara Washington a algún grupo de
aficionados ucranianos de este asesinato?