SUCURSAL DE INTELIGENCIA EXTERIOR
En el actual y convulso en el que nos
encontramos ¿Quiénes en realidad manejan la inteligencia en Argentina y qué
consecuencias puede traer ello?
Por Dany Smith
Por estas horas viene siendo un tema la desaparición de un niño de cinco años en la localidad 9 de Julio de la provincia de Corrientes en el noreste argentino, que no ha parado de ser material de especulaciones, intriga y seudo investigaciones por los medios capitalinos que muchas veces se arrogan capacidades que realmente no tienen.
Lamentablemente el norte argentino es como un triangulo de la Bermudas
donde -además de otras cosas- los niños suelen desaparecer por obra y
arte de quien sabe por qué ya que, además de la galopante corrupción policial y
política, la justicia es una de las grandes deudas de esta llamada
“democracia”.
Como ya hemos dicho, el país carece desde hace décadas de un área de
inteligencia tomada enserio y avocada la tarea requerida y en particular a la
más sensible e importante como es la inteligencia exterior. Si vemos esto con
la desaparición de un niño de cinco años quien podría haber sido sacado por la
frontera para trata o quien sabe para que otro propósito ¿Qué podríamos esperar
para abordar y dilucidar hechos mucho más complejos y peligrosos?
La anterior secretaría de inteligencia del estado (SIDE)[1]
que terminó convirtiéndose en un nido de toda clase de pájaros y ninguno
destinado a servir a los intereses argentinos, fue cosméticamente reemplazada
por la agencia federal de inteligencia (AFI)[2],
que en sí lo único que cambio fueron las siglas ya que la inoperatividad y su
servilismo a ojos externos siguió siendo la regla. Como se puede intuir, los
cambios de gobiernos con ideologías antagónicas no le quito la verdadera
función de esta área como la de ser una mera “sucursal” para servir a otras
agencias externas.
Con el actual gobierno aquella orientación no solo no cambiara sino que
además, la profundizara.
La inocultable simpatía y adhesión de los Milei a Israel y toda su geopolítica
informa con claridad para quien servirá la estructura de la AFI. En realidad eso
no es algo que debiera asombrar a nadie pero sí comenzar a preocupar a los
simples ciudadanos argentinos. Desde la era menemista (alineada a los designios
de EEUU) y en especial tras los inexplicados atentados de 1992 y 1994 -de
los cuales Menem conocía sus intrínsecas implicancias[3]-
la embajada de Israel tomo por así decirlo, un papel protagónico en la vida
institucional (en especial de las policías y las FFAA) argumentando la amenaza
del terrorismo.
La actual jefatura de inteligencia del gobierno argentino ya comenzó a
“rediseñar” las competencias y funciones de la “agencia” y ¿Adivine usted
quiénes tienen la sartén por el mango? Así es, la comunidad de inteligencia
pro-israelí. Para disfrazar esta injerencia política el gobierno ha convocado a
una Consultora internacional que se llama SLS Consulting
& Training [4]limitada
que tiene su sede en Israel y proveerá asesoría, personal y entrenamiento. A su
vez, esta tiene apoyo de otra consultora denominada Tcc Advice SA[5] una
máscara nacional en la que figuran como directores viejos operadores y estafadores
de la política nacional.
A la par de que se están realizando estas remodelaciones, hay peculiares
señales que acompañan esto como ser, la convocatoria de la Asociación Mutual Israelita
Argentina (AMIA) a una reunión de todos los gobernadores argentinos para
comprometerlos en lo que se presenta como “un pedido de justicia” por los
atentados mencionados pero que bien se sabe, en realidad buscan cerrar filas
para endilgarlos a un enemigo geopolítico del estado de Israel como es la
República Islámica de Irán. Con este compromiso se busca involucrar a la
Argentina, como estado, en la espiral conflictiva que pronto podría estallar en
todo el Medio Oriente.
Sin ver todo el cuadro de la realidad internacional, no podría
entenderse porque suceden estos hechos.
También no perdamos de vista lo que ocurre al mismo tiempo en la Franja
de Gaza con un genocidio innegable sobre la población palestina que ha puesto
bajo cuestionamiento global la moralidad de dicho estado y la muy posible
escalada que Netanyahu y su gabinete de ultranacionalistas ortodoxos buscan
abrir contra el sur del Líbano para tratar de frenar a la resistencia
árabe-islámica liderada por “Hezb ´allah” que ya anunció, no detendrá sus
operaciones hasta que Tel Aviv cese al fuego en Gaza.
Tampoco debería perderse de vista, los acontecimientos que por estos
días sacudieron a Rusia tras los ataques terroristas en Daguestán, llevados a
cabo por elementos “salafistas” quienes ya es sabido, forman parte de los
activos de las agencias de inteligencia occidentales (financiados por
monarquías árabes) y que anteriormente tuvieron detestables papeles en la
destrucción de Libia en 2011, en el intento de hacer lo mismo en Siria y en la
conformación del bulo “Made in USA” del Estado Islámico (ISIS) en 2014, éste
último con la estratégica e irremplazable complicidad del voluble y oportunista
gobierno turco de Recept Tiyip Erdogan.
A su vez, no hay que dejar de considerar que si bien estas creaciones
tienen su eje central en agencias como la CIA estadounidense y el MI6
británico, en ellas también sacaron y siguen sacando ventajas del “know how” para
operar el Mossad israelí. No olvidemos como Netanyahu tratando de justificar
las carnicerías que sus fuerzas realizan en la Franja de Gaza trata de equiparar
a “Hamas” y a toda la resistencia palestina con el bulo de “ISIS”.
Como se puede intuir, hay en curso una dinámica muy peligrosa puesta a
rodar dentro de la actual guerra híbrida que se desarrolla entre la OTAN y
Rusia y en la cual (y como ya quedó muy bien probado) el terrorismo es un arma
más de la que se valen las autoproclamadas democracias para sembrar la
inseguridad, el terror y crear la psicosis colectiva en pos de tratar de
imponerse a sus enemigos. Entonces y considerando que Israel es parte de este
club ¿Qué puede esperar Argentina de estos juegos sucios en danza?