miércoles, 26 de junio de 2024

 

ASOCIACION ESTRATEGICA

¿Cuáles son las razones de la gira del presidente Vladimir Putin por Corea del Norte y el Asia-Pacífico y los objetivos que se persiguen?

 

Por Charles H. Slim 

No caben dudas que la gira que Putin inicio por el sudeste asiático y que tuvo comienzo con su llegada a Corea del Norte, es una respuesta a la política agresiva de EEUU y sus socios atlantistas dado que de ello se subsume un mensaje en dos direcciones: Una demostración de apoyo estratégico a China y un mensaje a Washington de que Moscú (pese a las sanciones) se halla intacto y puede desplegar una agenda de contención contra sus operaciones de desestabilización e incluso establecer una pax rusica.

Como ya le hemos estado comentando antes, a medida que se deteriora la situación de las fuerzas ucranianas en el terreno, el régimen filonazi de Zelensky necesita crear cortinas de humo para distraer a la opinión pública occidental tal como lo vimos con los shows montados por sus patrocinadores en Italia con la cumbre del G7 y la farsa de cumbre vista en Suiza. Como diría alguien en el Departamento de Estado “todo sea por nuestro hijo de puta en Kiev”.

Ello a su vez, pone en un entredicho a Washington con sus propios socios europeos, en especial con los más comprometidos en la OTAN -Alemania, Francia y Gran Bretaña- dado que sus gobiernos ya están entrando a comprender -aunque bastante tarde- que se hallan en medio del fuego cruzado mientras EEUU se escuda detrás de ellos. En realidad, esa práctica ya deberían conocerla ya que durante toda la guerra fría, estuvieron como rehenes de las amenazas mutuas entre el mundo capitalista occidental y el comunismo soviético.

A diferencia de aquellas épocas los ciudadanos europeos de hoy y pareciera que sus políticos también, ya no se tragan la píldora con tanta rapidez y comienzan (tarde) a darse cuenta que seguir las políticas y las retóricas de Washington está arruinando a sus países. Los ejemplos más patentes de esto son Francia y Alemania que, cada uno bajo diferentes circunstancias y realidades sociales, están resintiendo en sus economías y el sistema productivo su seguidismo a las políticas de La Casa Blanca.

Quien más sabe de esto es Olaf Scholz, tras haber hecho todo lo que desde Washington le indicaban y como premio a su servilismo, la CIA y otras agencias atlantistas volaron los gasoductos por donde Alemania recibía el barato gas ruso que surtía a las industrias ¿Qué le quedo por hacer a su país tras esto? Comprarle GNL siete veces más caro a las empresas norteamericanas como premio -hasta ese momento- a su tibia relación con Moscú.  

Pero ese comportamiento de los atlantistas también se comprueba en las políticas agresivas que Washington despliega sobre el Mar Meridional enfocadas a provocar a China bajo la excusa de proteger la democracia de Taiwán y es por ello que Vladimir Putin con esta gira le da una señal clara a su socio estratégico que a su vez se replica en los países rivereños del Asia-pacífico y más allá.

Como primera escala, su llegada a Pyongyang y tras ser recibido con todos los honores, Putin se reunió con su homólogo Kim Jon Un con quien tras una muy distendidas y cálidas tratativas llegaron a un documento en el cual se condensa un “Acuerdo de Asociación Estratégica Integral” destinado -entre otras materias- a la defensa mutua contra amenazas extracontinentales tanto de alcance bilateral como global.  

Precisamente, la defensa es uno de los puntos neuralgicos para proteger el desarrollo de proyectos comunes ya que, a las amenazas abiertas de agresiones militares, deben estar preparados para conjurar amenazas subrepticias como son la subversión y el terrorismo impulsado por las agencias de inteligencia occidentales.

Uno de los puntos que más ha preocupado a los funcionarios en Washington es el referido a la asistencia en armamento y tecnología militar como una forma de devolver gentilezas por el abastecimiento a Kiev de armamento ofensivo (entre estos los F-16) que asesina civiles en territorio ruso.

Por su parte el presidente Kim Jon Un esta más que al tanto de las provocaciones que EEUU lleva a cabo por intermedio de sus vasallos regionales (Japón y Corea del sur) quienes al parecer, no contemplan los riesgos de seguir provocando a Pyongyang. Pero también es consciente de que Washington intentará sembrar la cizaña en Pekín para que desconfíe del acercamiento de su país a Rusia y de esa manera hacer naufragar el acuerdo arribado.

Así mismo los chinos son plenamente conscientes de estas intensiones y esta más que claro que hay varios nidos de ratas IVR (Inteligencia, vigilancia y reconocimiento) trabajando en las sombras para ese plan. Los atentados terroristas y los asesinatos dentro del territorio ruso ejecutados por activos en la nómina atlantista, son una lección que China no va a dejar pasar. No solo la isla de Taiwán es uno de los puntos desde donde operan estos activos de la CIA y sus homónimos chinos sino también, Hong Kong es uno de los centros de operaciones más activos de estos, también del MI6 británico y de sus empleados subcontratados indonesios, singapurenses y malayos.

Las tratativas de Putin no solo buscan estrechar relaciones y vínculos con antiguos socios del pasado sino también dejar en claro, que los cantos de sirena con los cuales Washington llega a la región, son un preludio de problemas y calamidades para cada uno de sus países. La historia contemporánea sustenta con creces este punto de vista y atendiendo a él, Putin aboga para que los gobiernos de la región se centren en mejorar las relaciones de vecindad y cooperación mutua, ya que ello redundará en beneficios que irán creciendo con el paso de los años.

Así mismo y atendiendo a los contemporáneos precedentes de EEUU, permitirle que planten sus intereses geopolíticos bajo las argucias que ya todos conocemos, terminarían en conflictos y agresiones de las cuales los estadounidenses no pelearán, pero que comprometerán sin pestañar a toda la región. Y estos riesgos se potencian aun más, sabiendo que Corea del Norte es un país que cuenta con ojivas nucleares en sus arsenales con las cuales no dudara en usar si ve amenazada su soberanía y una de esas amenazas podría ser entendida si EEUU surte de armas nucleares a Tokio y a Seúl.

En este último sentido las exclamaciones desde Washington sobre la “desnuclearización de la península” y las intenciones de retomar las negociaciones, los norcoreanos saben que solo son palabras huecas y parte de las recurrentes estratagemas discursivas para que Pyongyang baje las manos y allí es cuando EEUU y la OTAN simplemente le cortarían la cabeza. La potencialidad nuclear es garantía de una defensa preventiva y efectiva contra estos agresores y sino ¿Qué sucedió con Saddam Hussein y a Iraq?, ¿Qué le sucedió a Libia y a Gadafi?; ¿Qué es lo que no le han hecho a Siria para sumirla en el caos y la degradación tecnológica?, ¿Y cuántos ataques ha tolerado Irán a su programa nuclear y cuántos de sus científicos han asesinado estos demócratas occidentales?

El acuerdo con Pyongyang como dijo el mismo presidente Putin, tiene una finalidad “práctica”, es decir va más allá de las retoricas y los meros anuncios. Sintetizando, los objetivos que el mismo persigue serán de aplicación inmediata.

 

 

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