miércoles, 7 de agosto de 2024

 

NUBES NEGRAS SOBRE EL LIBANO

La persistencia del primer ministro Netanyahu y su banda de ultraderechistas religiosos por retener el poder en Israel podría arrastrar a toda la región a una guerra terrible 

Por Ali Al Najafi 

Todos los movimientos de un enemigo poderoso siempre son fríos y calculados. El asesinato ejecutado por Israel del líder político de la resistencia palestina Ismail Haniye el 31 de julio en pleno Teherán sin dudas no fue al azar. Pero más allá del verdadero objetivo de sus perpetradores, esto marcará un escalón más hacia lo que nadie quería pero que a los sionistas tanto en Washington como en Tel Aviv les conviene: La guerra total.

Ello significa un mensaje y en el cual la impunidad es uno de sus componentes centrales. El asesinato de Haniye es solo otro hecho criminal que se suma al genocidio que sigue llevando adelante Israel con todas las armas posibles, incluso el hambre. Esto también vuelve a poner sobre la mesa la inocuidad de las convenciones sobre derechos humanos, las convenciones sobre la guerra y el famélico papel de las instancias jurídicas internacionales para hacerlos valer.

Israel con estas tácticas no solo vuelve a demostrar que se halla por fuera de estos marcos legales sino, que solo habla y entiende por medio de la violencia. Si hay algo que resiente Israel es no haber podido doblegar al Líbano y el único que lo consiguió fue Hesbollah que además de haber frenado cada una de sus intentonas y derrotado en 2000 y 2006, desde octubre pasado no ha detenido su apoyo a la lucha palestina.  En ese sentido, los aviones israelíes han estado bombardeando aldeas y zonas rurales en el sur del Líbano causando daños sobre la infraestructura civil y matando a simples trabajadores agrícolas como venganza por las acciones de Hesbollah contra sus puestos militares y su costosa infraestructura de inteligencia electrónica que mantienen en los montes fronterizos. Sumados a estos ataques y como respuesta a los deliberados ataques israelíes contra la población civil, Hesbollah comenzó a lanzar ataques contra los asentamientos judíos de Shtkua, Menara, Metat, Al Manaraa, Beit Hillel entre otros más.

Desde que Israel comenzó con su intervención en la Franja de Gaza, la resistencia islámica libanesa comenzó con sus operaciones en apoyo a los palestinos abriendo un frente en el norte de la Palestina ocupada. Desde ese momento Netanyahu y su ministro de defensa Yoav Gallant amenazaron con una escalada contra todo el Líbano, que incluso podría contemplar el uso de artefactos nucleares tácticos como una forma de crear el pánico en la población y la presión política interna contra Hesbollah.

Pero pese a estas amenazas y tras comprobarse que las gestiones estadounidenses supuestamente destinadas a calmar las cosas estaban urdidas con engaños, aquellas no prendieron en el gobierno libanés y tras el ataque terrorista en Beirut del 30 de julio pasado (dado que fue sobre un edificio de familias sin implicancias militares) que asesinó al comandante Fuad Shukr, a una mujer y dos niños e hirió a más de 140 personas, no le queda más alternativa al régimen extremista judío que buscar la guerra total.

En las últimas semanas se han estado registrando movimientos y acumulación de tropas israelíes sobre la zona desmilitarizada (línea azul bajo control de la ONU - https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADnea_azul- ) que separa a Israel y al Líbano que no hacen más que informar que Netanyahu va a poner todo lo que tiene para tratar de aferrarse al poder y es necesario, ampliar la guerra a toda la región.

Al mismo tiempo se vienen advirtiendo movimientos navales israelíes en el mar y vuelos militares de ida y vuelta al lado griego de la isla de Chipre donde con la colaboración británica Tel Aviv tendría una escuadrilla de aviones estacionada en la base de la RAF en la península de “Akrotiri”, preparada para lanzar un ataque desde ese flanco. Tampoco se debe descartar la presencia de grupos especiales israelíes que podrían ser movilizados desde el mar por los británicos mediante algún ardid.

Por supuesto que Tel Aviv no va a realizar esta maniobra sin el respaldo de Washington y pese a que actualmente sea la vice Kamala Harris quien oficialmente maneja los asuntos de estado, es el Establecimiento muy influenciado por el lobbie pro-israelí de AIPAC -secundados por sus monigotes en el Capitolio- quien dirige la política exterior de los EEUU.

Al mismo tiempo y mientras los medios hablan poco de lo que esta sucediendo, los camiones de transporte de blindados “Merkava”, obuses autopropulsados “Sholef” y acorazados con tropas se van posicionando en asentamientos y aldeas a pocos kilómetros del Líbano mientras desde las posiciones de la resistencia islámica con Hesbollah a la cabeza, los siguen con detenimiento.

Pero más allá de lo que se ve en la superficie con el ruidoso movimiento de vehículos y en los constantes vuelos de drones, aviones y helicópteros, hay una verdadera y silenciosa pulseada en las sombras entre los grupos especiales FDI israelíes y los libaneses de Hesbollah quienes están muy pendientes a los intentos, cada uno desde su sector, por tratar de infiltrarse tras las líneas de su enemigo.

En esta lucha muda se están usando toda clase de tácticas y entre las cuales los túneles tienen un protagonismo importante. Según fuentes confiables en terreno libanes los grupos especiales chiitas han logrado identificar varios puntos por los cuales los israelíes tratarían de cruzar a territorio  libanés usando túneles copiando a los construidos por Hamas en la Franja de Gaza.   

 

martes, 6 de agosto de 2024

 

CORINA DE TROYA

¿Por qué hay tanto interés en deponer al gobierno de Maduro y colocar a María Corina Machado?

 

Por Pepe Beru 

Más allá de la discusión en torno a si están o no las actas de votación y de las acusaciones que en apoyo a Corina Machado y su gente se lanzan desde ciertos puntos de la región que (no por casualidad) coinciden con la línea política del Departamento de Estado en Washington, hay un marco geopolítico mucho más complejo y amplio que los medios (entre ellos los argentinos) siempre tratan de obviar pero que, si lo visibilizaran cambiaría sustancialmente algunos de estos posicionamientos.

Hay, ante todo un prejuicio político y hasta cultural contra la llamada Revolución Bolivariana que tiene varias interpretaciones y todas ellas tendenciosas.

Están quienes la califican de comunista como lo vería el presidente argentino Javier Milei que coincide con la opinión de los rancios neoconservadores en Washington, otros lo califican como una autocracia un término también bastante usado desde el norte pero que tiene predilección en el lenguaje de los editorialistas de los medios argentinos o directamente una dictadura, también muy trillada entre los pendulares y nada fiables opinologos argentinos.

Lo que en realidad fastidia a todos estos actores es el nacionalismo que representa la revolución venezolana y las relaciones geopolíticas que tejido con China, Rusia y el mundo islámico, esto último intolerable para los atlantistas y sionistas del Cono sur.  Pero lo que aún más les retuerce a todos estos, es que Venezuela tiene con que defender su sistema político. La estructura de la defensa es tan cohesionada y leal que haría muy difícil a los US marines repetir su “hazaña” de Panamá en 1989. La posibilidad de que un estado con importantes recursos energéticos e intereses geopolíticos propios pueda oponerse a los intereses globalistas que vienen en una lucha sin cuartel por disolver las soberanías en pos de instaurar una tutela centralizada en un gobierno mundial, no puede más que darles migraña.

A las varias intentonas con mercenarios de empresas de seguridad privadas de generales retirados del Pentágono y el estrangulamiento económico-financiero producto de la aplicación de sanciones completamente ilegales por parte de Washington, los venezolanos deben lidiar con los enemigos internos que bajo el ropaje de renovación democrática se prestan a estas medidas y todo, por el poder.

Hoy toma protagonismo María Corina Machado, presentada por los medios como una alternativa mejoradora y verdaderamente “democrática” para Venezuela; muy buena presentación, pero ¿Qué implicaría esa alternativa mejoradora?

La palabra democracia vuelve a la escena, como el gran moño en las argumentaciones tanto de la oposición como de los medios que les apoyan. Pero viendo lo que están impulsando y los medios que proponen para hacerlo (una posible intervención armada), es aquí donde deberíamos preguntar ¿Qué implicaría esa democracia con María Corina Machado?

Más allá de su conocida y fatigosa actividad en Washington para buscar la desestabilización de Caracas e incluso, muy cercana al por entonces y muy apreciado por los medios argentinos Juan Guaidó, Machado pretende una vez llegada al poder deshacer todo lo que tenga rastro de la revolución bolivariana y que se simplificaría en una privatización profunda y masiva de todos los servicios públicos e incluso, la entrega de PDVSA y la producción petrolífera a las empresas estadounidenses que hoy se ven obligadas a  comprárselo.

Para concretar estos planes la reforma de la banca financiera o más bien borrarla definitivamente de Venezuela para ser una mera extensión de la Oficina del Tesoro norteamericano, Machado le abrirá las puertas a supuestas inversiones que no tendrán fines productivos para el país sino, un negocio financiero meramente corporativo para gigantes como Blackrock, Vanguard, State Street que -seguramente por medio de alguno de sus mega bancos- luego de deglutir las instituciones nacionales y cooptar el mercado interno, solo le dejara migajas a un estado que a no dudarlo, además de políticamente controlado por el capital privado inyectado por estos vampiros financieros, será desarmado.

Así, de un estado que se halla sobredimensionado y con los problemas de ineficiencia que lo aqueja, con semejante panorama queda claro que el interés público mal que mal desaparecerá por el simple motivo de que estás corporaciones solo tienen clientes, no ciudadanos.

Estos tres monstruos financieros además de megabancos que “brindan ayuda para financiar proyectos” como son Fidelity (https://www.fidelity.com/)  y Morgan Stanley (https://www.morganstanley.com/), controlan la mayoría de las acciones de grandes medios de comunicación del hemisferio occidental con lo cual, el relato y la realidad de esa nueva Venezuela serán editadas a medida y conveniencia de Washington.

Machado y sus seguidores aspiran a esa democracia que no es otra, que la de las grandes corporaciones que no por casualidad son angloestadounidenses y que lejos de hacer crecer las oportunidades económicas entre la población los empujarán a niveles de pobreza que simplemente los sacarán del mapa político.  

Sinceramente, los cantos de sirena de Machado y Cía terminarán siendo una pesadilla para el común de los venezolanos quienes ni siquiera una motocicleta tendrán.

Hasta el momento el gobierno legítimo de Caracas ha logrado resistir los embates externos que buscan provocar la conmoción interior y muy especialmente, instigar fracturas internas dentro de las Fuerzas Armadas que son el factor de la realpolitik para proteger las soberanías de los estados y si no lo creen así, vean como está entregada la Argentina.

Los grandes catadores de democracias en Buenos Aires -meros charlatanes a sueldo- ya han puesto el grito en el cielo ya que han dejado en evidencia su impotencia ante la solidez del gobierno de Nicolás Maduro que no cayó por una ansiada revuelta callejera, como las que sus admirados demócratas del norte suelen arman de consuno con elementos corruptos de un estado para poner a un títere ¿Se olvidan acaso la participación de la CIA y sus colegas europeos en el derrocamiento y asesinato del presidente libio en 2010 o su innegable papel en el golpe de estado en Maidan de 2014?

Para desgracia de los conspiradores pro-estadounidenses los venezolanos y en particular sus gobernantes también han aprendido de la historia.

 

 

lunes, 5 de agosto de 2024

 

DESCASCARANDO

TESIS

¿Por qué la administración de justicia federal argentina sigue siendo un mero apéndice de los gobiernos de turno? Camionetas fantasmas, bulos de la inteligencia extranjera como verdades reveladas

 

Por Javier B. Dal

En todo lo que sucede en este mundo y mucho menos en la política, la casualidad no existe. Las maniobras políticas que el gobierno de los Milei está llevando a cabo en la justicia federal para acomodar la autoría de los atentados de 1992 y 1994 a una culpa contra la república Islámica de Irán tampoco lo son. Incluso me atrevería decir que va coordinados con los planes de llevar adelante una agresión militar conjunta tanto sobre el Líbano como contra Irán.

Sabemos que los hermanitos Milei fueron colocados en el poder entre otras cuestiones, para arreglar esta cuestión geopolítica pendiente que importa y mucho a Tel Aviv y que sus redes locales con la DAIA y la OSA a la cabeza han estado durante al menos dos décadas tratando de acomodar a la fuerza.

Huelga repetir todas las inconsistencias y falsas acusaciones que tempranamente se ventilaron contra los árabes, los palestinos y obviamente los musulmanes para que cerrará a gusto y conveniencia de la embajada israelí en Buenos Aires. Incluso no olvidemos como uno de sus embajadores, se jactó y los sionistas locales -entre ellos algunos periodistas- festejaron el asesinato de los supuestos responsables de la “Yihad Islámica”.

Al final, esa acusación no era cierta pero los asesinados palestinos siempre han sido una realidad de la bestialidad y el terrorismo sionista que los medios porteños -muy sesgado por cierto- escondieron bajo la alfombra.

Desde el principio la actividad de la justicia se vio interferida por curiosas deficiencias y contaminaciones que a la luz de lo que hoy vemos, buscaban desviar o incluso inventar hechos inexistentes para tratar de difuminar responsabilidades muy difíciles de explicar ante la propia comunidad judía y la sociedad argentina. En este sentido, el encubrimiento de políticos, jueces, fiscales y miembros de la misma colectividad (como el entonces banquero Rubén Beraja) dejó un fuerte tufo que pese a las costosas y constantes operaciones mediáticas no se ha disipado.

He aquí entonces el meollo de la cuestión ¿Justicia con la verdad o un invento político para que pase por justicia?

Desde el primer atentado en 1992, el vector -según el entonces jefe de seguridad en la embajada que era del Shin Bet- para llevar a cabo el atentado fue un vehículo cargado con explosivos conducido por un suicida de la “Yihad Islámica” palestina. Para cuando se produce el segundo atentado en julio de 1994, se continuo con el mismo libreto y pese que no hubo una sola prueba sobre esto, basto para instalar en el imaginario colectivo a los malvados palestinos.

Ante la inviabilidad de esa tesis, los editorialistas de los medios porteños afines con la embajada de Israel comenzaron a centrarse en hablar de una componenda entre “nazis y policías de la federal” o la llamada “pista siria”, de las cuales tampoco se hallaron evidencias creíbles. 

Pero, con el “desinteresado” aporte de informes del Mossad y la CIA -permitidos por el entonces gobierno de Néstor Kirchner- y ante cambios en la geopolítica regional se comenzó a redireccionar la pista hacia una tesis de mutuo interés que se sintetizaba en: “El culpable debía ser Irán”. Una de las fabricaciones centrales para argumentar esa “pista islámica” centrada sobre Irán y la organización de la resistencia árabe-islámica libanesa Hesbolá, fue la tan mencionada camioneta Renault “Traffic” que ya ha quedo comprobado que nunca existió.

Esta conclusión sigue siendo resistida por la versión mediática instaurada desde el inicio de las causas y que trata de cristalizarse con ciertos libros pese a las investigaciones y documentos que hablan sobre esta invención. Se sabe que el paso del tiempo aleja la posibilidad de reconstruir materialmente la verdad, pero también permite que en su lugar se establezca una ficción que se haga pasar por aquella.

Pese a que muchos se han rasgado las vestiduras hablando y clamando de buscar la verdad, con esta clase de invenciones han demostrado todo lo contrario. Para el ala política de la comunidad judía argentina y su núcleo sionista militante, la verdad debe involucrar a los musulmanes y en particular a los chiitas iraníes y libaneses. Las razones de este odio van más allá del entendimiento y conocimiento del simple ciudadano argentino y es allí donde radica el hueco por donde se ha pretendido colar este infundio.

La existencia de una camioneta “Traffic” cargada con explosivos era fundamental para el folklore estereotipado del “ataque suicida” de un yihadista árabe-islámico. Hollywood así lo muestra en sus películas entonces ¿Por qué no se lo van a tragar?

Si bien podríamos hacer una extensa descripción de fallas en aquel relato y más allá de las indagaciones de periodistas como Juan Salinas (su sitio: https://pajarorojo.com.ar/) que pusieron en evidencia este embuste, la más esclarecedora de las evidencias que le pone una tapa definitiva a esto fue el relato de un testigo que segundos antes de la explosión, no vio ninguna camioneta que hubiera pasado por el frente de la mutual y que sobrevivió de milagro tal como el mismo lo cuenta en una entrevista radial (https://pajarorojo.com.ar/atentado-a-la-amia-otro-testimonio-irrefutable-que-derriba-el-engano-de-la-trafic-bomba/)

Ante estas evidencias y en el crítico momento que salen a la luz que se materializa tras los atentados terroristas contra altos funcionarios (uno de ellos, Ismail Haniye asesinado en Teherán) del eje de la resistencia que hace previsible una inminente escalada bélica en todo el Oriente Medio, se hace imperioso que el gobierno argentino (claramente inclinado hacia Israel) no siga con los planes de consagrar una “verdad política” (y por ende arbitraria) que además de falsa, solo responde a los intereses geopolíticos de Israel y del establecimiento que controla a los EEUU.

 

sábado, 3 de agosto de 2024

 

LA NECESIDAD DE UN NUEVO SISTEMA DEMOCRATICO

Si la Argentina busca realmente cambiar de rumbo y levantarse de las cenizas, deberá morir para volver a renacer con los dolores de un parto

 

Por Pepe Beru

Para quienes vivimos en la Argentina, las subidas y bajadas en la vida institucional no es algo que sorprenda. El gran tema de nuestra existencia ha sido, sigue siendo y lo seguirá hasta que cambiemos, la economía. Pero quienes administran las arcas del estado al cual financiamos con nuestros impuestos suelen ser recurrentes ladrones quienes bajo formas muy elegantes y blandiendo títulos adquiridos en Londres y New York, embaucan a toda la nación.

No han llegado de otro planeta o han sido enviados por alguna potencia, surgen de nuestra propia sociedad.

Obviamente que debemos preguntarnos ¿Cómo llegaron allí? La gran puerta para llegar al botín es el llamado sistema democrático por el cual, los ciudadanos por medio de la “democracia representativa”, eligen en comicios libres a sus gobernantes. Todo muy lindo y épico, pero ¿Por qué pueden estafar y robar con tanta impunidad e incluso, volver (como el actual ministro de economía Luís Caputo) como si no hubiera pasado nada?

Leyendo un interesante artículo de un libertario estadounidense llamado Sheldon Richman, editor del sitio The Libertarian Institute[1], pude darme cuenta que nuestro problema no es tan nuestro después de todo. Por supuesto que no tenemos nada que ver con la idiosincrasia estadounidense (aunque por aquí los anglófilos que viajan a Miami crean lo contrario), pero el punto de vista de donde proviene esta tara de los pueblos, es interesante.

Según él, esta democracia representativa lleva a que una mayoría ignorante de cuales son los temas del estado y sus implicancias, termine consolidando gobiernos que no les representan sino que además obligan a quienes si saben y están informados que los representantes son unos estafadores. Según Sheldon, los ciudadanos informados pueden prescindir de los gobiernos, pero se ven atrapados por este sistema a no poder hacerlo.

Como saben acá en la Argentina desde hace ocho meses gobierna un supuesto” gobierno libertario” o más bien, se halla a cargo de un sujeto que dice serlo. Bajo ese argumento y otras promesas de cambio llego al poder pero ¿Fue realmente votado por esa postura ideológica tan estrambótica?

Esto es Argentina y por más que haya citado a un libertario estadounidense, no quiere decir que sus puntos de vista se ajusten a nuestra realidad. Aunque mal que les pese a mis compatriotas, una ínfima parte de los votantes que eligieron a Javier Milei tenía en mente al libertarismo como móvil para elegirlo, el resto (una gran mayoría) lo hizo por espanto a los que habían gobernado por casi 20 años. Hasta podría decir que casi nadie, sabía que carajos era eso del “libertarismo”. Incluso más. Muchos de esos ciudadanos, fueron fervorosos votantes de aquellos mismos populistas de los que hoy reniegan.

Al ver esto, alguien quizá se pregunte ¿Tal vez hayan visto en Milei, el redentor de la nueva Argentina? Para nada. La situación económica del país se estaba yendo por el desfiladero y aunque al día de hoy la situación de la economía doméstica de las familias argentinas sigue siendo precaria y agravada por los brutales aumentos de precios, impuestos a los servicios y una política financiera muy opaca (con la entrega de reservas de oro a Londres), por primera vez en mucho tiempo los argentinos prefieren arriesgar por algo novedoso.

Igualmente, aunque Milei se ha presentado como el libertario, se ha coligado con muchos actores de la antigua política e incluso, ha realizado pactos en las sombras con los antiguos administradores y caucus de la política argentina con lo cual ¿Dónde estaría el cambio? Esto no puede sino, ser un alivio para los conservadores que hoy circunstancialmente se disfrazan de libertarios para (como el zorro en un corral de ovejas) pasar inadvertidos en esta nueva etapa.

Los componentes funcionales que Milei ha colocado en su gobierno son tan rancios en algunos casos, que apestan a la vieja política, haciendo ver a la masa de votantes como un rebaño de ovejas que solo balan cuando hay elecciones.

Los partidos tradicionales del país prácticamente son piezas de museo y todos han traicionado los ideales con lo que se fundaron. El sistema democrático no es lo mismo que la democracia. Este es un truco semántico constantemente esgrimido desde las tribunas en Washington cuando hay que justificar alguna trapisonda de sus políticos y que en Argentina desde 1983 los políticos han copiado como buenos alumnos que son.

Esta enseñanza se resume en el siguiente axioma que es “el sistema no se toca”, que no significa proteger la libertad, la verdadera democracia y los valores que la sostienen sino, el negocio electoralista que sustenta a la casta política y a todo el aparato de medios que sirve como difusor de los relatos necesarios para controlar al sujeto. Cuestionar la corruptela, el accionar mafioso de organizaciones criminales que se han encubado y crecido al calor de la impunidad política y que conviven con ella, es tomado como un atentado contra ese axioma.

La perversidad que oculta esa maquinaria queda en última instancia ejemplificada en el caso “Loan” de Corrientes, un niño de 5 años que no aparecerá seguramente, por las intrincadas conexiones parentales-sociales-político e institucionales existentes que encumbren siniestros negocios que se vienen llevando a cabo desde hace décadas. Si fuera real una de las versiones que habla de que el niño pudo haber sido entregado por solo 50 mil pesos (que es nada) por uno de sus parientes, vemos el grado de miseria moral existente. Pero más allá de la miseria moral que esto representa ¿Puede considerarse libre a una persona semejante?, ¿Qué clase de libertad o democracia puede verse en este pequeño ejemplo de como funciona la institucionalidad argentina?

La verdadera democracia solo provendrá de los hombres y mujeres del común verdaderamente libre pensantes y no de aparatos y sistemas que solo apuntan a ser, una caja de recaudación.     

 

 

 

FABRICATING A CASUS BELLI

The consecutive assassinations of two senior officials of the Arab-Islamic resistance axis by Israel in violation of Lebanon's and Iran's sovereignty - are they a well-calculated provocation, what will be the consequences?

 

By Sir Charlattam

On 27 July last, a missile that landed on a football pitch in Majdal Shams in the Israeli-occupied Golan Heights killed twelve children from the Druze community, a despicable act but one that has become all too common in the region. Tel Aviv was quick to blame Hesbollah, but in reality, beyond the official denial by the Shiite organisation, the Israelis themselves knew full well that they had nothing to do with it.

An Israeli air defence missile had been responsible for this after it had gone off course. It was also an excellent opportunity for Israel to deploy an accusation that would give it an excuse to continue the mobilisation of forces on the Lebanese border and explain two bloody affairs it was about to execute.

Despite the gruesomeness of such a ploy, it is not the first time that the Israelis have exploited or created such a horrible event to their advantage. One might even be suspicious about the accidental nature of the missile.  As the hours went by, it became clear that capitalising on the event was the ultimate goal for Netanyahu and his cabinet, as we would see later on 30 and 31 July.

For the time being, the attempt to manipulate the Druze community to turn it against the Lebanese Shiites (as they have done in the past) failed, as was seen in the repudiation and expulsion of an Israeli representative who wanted to participate in the funerals of the dead children.

How can Israeli social and political communication experts, who are used to twisting reality to Israel's advantage, explain this?

The terrorist attacks in Beirut and Tehran, according to Tel Aviv, would have been part of a response to what happened on the Golan Heights. Certainly, a very convenient response, but there are many holes in this argument.

If we take a cold look at this situation, we will see that there is a well-organised and premeditated pattern that does not respond to an instinctive action of revenge as Tel Aviv tries to sell it. From the Israeli perspective, and obviously maintained by the Western media, the bombing of a building in Beirut to kill commander Fuad Shukr along with three other innocent civilians and wounding hundreds of others, and a day later blowing up the room where Ismail Haniyeh was staying, was in revenge for the dead Druze children.

And supposing it were true, was this instant revenge planned and executed in three days? Whichever way you look at it, it seems implausible.

Leaving out certain details such as whether they were operations designed by military intelligence “Aman”, “Mossad” or both together, one thing is out of the question and that is that they could not have assassinated the political leader of Hamas without the consent of the CIA and in turn the CIA without the authorisation of the White House. Considering this framework of implications and beyond the Western diplomatic posturing to keep Tehran from responding, there is no doubt that the US establishment wants an escalation.

In support of this argument, the Israelis claim that both attacks involved the use of "missiles" or some kind of drone, which in the case of Haniyeh reached the room where he was staying. But that would not have been the method. Some anonymous sources in the West and more precisely in Washington boasted that Haniyeh's assassination was planned in advance and in anticipation that he would go to Masoud Pezeshkian's inauguration, explosives were planted in the room structure where he would be. Answering how and by whom those explosives were installed (and who supplied them) is another matter, although it does make clear the extent of the network of local assets on Tel Aviv's payroll.

The problem with these assassinations is not only the violation of all international laws, although if we consider them as terrorist acts, laws matter little. What they represent is the breaking of the minimum codes that exist in what is called the Intelligence Community. Israel, in addition to repeatedly violating the sovereignty of Lebanon and Iran, is carrying out its criminal actions indiscriminately, as it does in Gaza, where, in order to kill one Palestinian resistance fighter, it murders hundreds of civilians, regardless of whether they take refuge in a school, a mosque or a hospital.

I am not surprised that Netanyahu would order such daring actions because if we remember the CIA activating its cells attacking on Russian soil and even assassinating with impunity inside Moscow, why should it have limits when its great sponsor has none?

How many British soldiers and protectorate officials were killed by Zionist gunmen before they succeeded in imposing the state?

I doubt that in any of those cases, but especially of Ismail Haniyeh, Tel Aviv would seek to wash its hands of any case of overreach by one of its black agents as happened here in Britain with the double agent “Stakenife”, an MI5 recruited asset, a real son of a bitch who enjoyed cutting throats working for British intelligence and who was infiltrated into an IRA squad, caused more deaths than the lives he was supposed to save.

There is no doubt in anyone's mind that Netanyahu and his seconds are up to something with these attacks and it is not exactly to save Israel, the already forgotten hostages or any other hoax that the media in the West and especially the paid ones like the BBC in Britain or DW in Germany are already spinning. No doubt Netanyahu is up to something and it is not good.