sábado, 3 de agosto de 2024

 

LA NECESIDAD DE UN NUEVO SISTEMA DEMOCRATICO

Si la Argentina busca realmente cambiar de rumbo y levantarse de las cenizas, deberá morir para volver a renacer con los dolores de un parto

 

Por Pepe Beru

Para quienes vivimos en la Argentina, las subidas y bajadas en la vida institucional no es algo que sorprenda. El gran tema de nuestra existencia ha sido, sigue siendo y lo seguirá hasta que cambiemos, la economía. Pero quienes administran las arcas del estado al cual financiamos con nuestros impuestos suelen ser recurrentes ladrones quienes bajo formas muy elegantes y blandiendo títulos adquiridos en Londres y New York, embaucan a toda la nación.

No han llegado de otro planeta o han sido enviados por alguna potencia, surgen de nuestra propia sociedad.

Obviamente que debemos preguntarnos ¿Cómo llegaron allí? La gran puerta para llegar al botín es el llamado sistema democrático por el cual, los ciudadanos por medio de la “democracia representativa”, eligen en comicios libres a sus gobernantes. Todo muy lindo y épico, pero ¿Por qué pueden estafar y robar con tanta impunidad e incluso, volver (como el actual ministro de economía Luís Caputo) como si no hubiera pasado nada?

Leyendo un interesante artículo de un libertario estadounidense llamado Sheldon Richman, editor del sitio The Libertarian Institute[1], pude darme cuenta que nuestro problema no es tan nuestro después de todo. Por supuesto que no tenemos nada que ver con la idiosincrasia estadounidense (aunque por aquí los anglófilos que viajan a Miami crean lo contrario), pero el punto de vista de donde proviene esta tara de los pueblos, es interesante.

Según él, esta democracia representativa lleva a que una mayoría ignorante de cuales son los temas del estado y sus implicancias, termine consolidando gobiernos que no les representan sino que además obligan a quienes si saben y están informados que los representantes son unos estafadores. Según Sheldon, los ciudadanos informados pueden prescindir de los gobiernos, pero se ven atrapados por este sistema a no poder hacerlo.

Como saben acá en la Argentina desde hace ocho meses gobierna un supuesto” gobierno libertario” o más bien, se halla a cargo de un sujeto que dice serlo. Bajo ese argumento y otras promesas de cambio llego al poder pero ¿Fue realmente votado por esa postura ideológica tan estrambótica?

Esto es Argentina y por más que haya citado a un libertario estadounidense, no quiere decir que sus puntos de vista se ajusten a nuestra realidad. Aunque mal que les pese a mis compatriotas, una ínfima parte de los votantes que eligieron a Javier Milei tenía en mente al libertarismo como móvil para elegirlo, el resto (una gran mayoría) lo hizo por espanto a los que habían gobernado por casi 20 años. Hasta podría decir que casi nadie, sabía que carajos era eso del “libertarismo”. Incluso más. Muchos de esos ciudadanos, fueron fervorosos votantes de aquellos mismos populistas de los que hoy reniegan.

Al ver esto, alguien quizá se pregunte ¿Tal vez hayan visto en Milei, el redentor de la nueva Argentina? Para nada. La situación económica del país se estaba yendo por el desfiladero y aunque al día de hoy la situación de la economía doméstica de las familias argentinas sigue siendo precaria y agravada por los brutales aumentos de precios, impuestos a los servicios y una política financiera muy opaca (con la entrega de reservas de oro a Londres), por primera vez en mucho tiempo los argentinos prefieren arriesgar por algo novedoso.

Igualmente, aunque Milei se ha presentado como el libertario, se ha coligado con muchos actores de la antigua política e incluso, ha realizado pactos en las sombras con los antiguos administradores y caucus de la política argentina con lo cual ¿Dónde estaría el cambio? Esto no puede sino, ser un alivio para los conservadores que hoy circunstancialmente se disfrazan de libertarios para (como el zorro en un corral de ovejas) pasar inadvertidos en esta nueva etapa.

Los componentes funcionales que Milei ha colocado en su gobierno son tan rancios en algunos casos, que apestan a la vieja política, haciendo ver a la masa de votantes como un rebaño de ovejas que solo balan cuando hay elecciones.

Los partidos tradicionales del país prácticamente son piezas de museo y todos han traicionado los ideales con lo que se fundaron. El sistema democrático no es lo mismo que la democracia. Este es un truco semántico constantemente esgrimido desde las tribunas en Washington cuando hay que justificar alguna trapisonda de sus políticos y que en Argentina desde 1983 los políticos han copiado como buenos alumnos que son.

Esta enseñanza se resume en el siguiente axioma que es “el sistema no se toca”, que no significa proteger la libertad, la verdadera democracia y los valores que la sostienen sino, el negocio electoralista que sustenta a la casta política y a todo el aparato de medios que sirve como difusor de los relatos necesarios para controlar al sujeto. Cuestionar la corruptela, el accionar mafioso de organizaciones criminales que se han encubado y crecido al calor de la impunidad política y que conviven con ella, es tomado como un atentado contra ese axioma.

La perversidad que oculta esa maquinaria queda en última instancia ejemplificada en el caso “Loan” de Corrientes, un niño de 5 años que no aparecerá seguramente, por las intrincadas conexiones parentales-sociales-político e institucionales existentes que encumbren siniestros negocios que se vienen llevando a cabo desde hace décadas. Si fuera real una de las versiones que habla de que el niño pudo haber sido entregado por solo 50 mil pesos (que es nada) por uno de sus parientes, vemos el grado de miseria moral existente. Pero más allá de la miseria moral que esto representa ¿Puede considerarse libre a una persona semejante?, ¿Qué clase de libertad o democracia puede verse en este pequeño ejemplo de como funciona la institucionalidad argentina?

La verdadera democracia solo provendrá de los hombres y mujeres del común verdaderamente libre pensantes y no de aparatos y sistemas que solo apuntan a ser, una caja de recaudación.     

 

 

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