ELEFANTE CON CEREBRO DE HORMIGA Y TIGRES DE PAPEL
EEUU y la OTAN están empujando a su títere ucraniano a una matanza
asegurada sin querer reconocer que están varios escalones abajo en la
potencialidad estratégica ¿En qué puede terminar esto?
Por
Charles H. Slim
Alguna vez el mismo Napoleón Bonaparte dijo que
“en política, la estupidez no es un impedimento” y la actualidad no puede
reflejar tan claramente esta sentencia. Sacando toda la trillada argumentación
política de los gobiernos del occidente colectivo, la base sobre la que
sustentan su poder político se halla en el monopolito del poder bélico. La
democracia, la libertad y los derechos humanos se van al caño con los
bombardeos, las operaciones clandestinas para derrocar gobiernos o asesinar a
mandatarios, las invasiones y ocupaciones, así de simple.
Estamos entrando a la tercera década del siglo y ya no hay forma de
engatusar al ciudadano del mundo. Tal vez este occidente colectivo que coincide
(y no por casualidad con la Europa occidental y los EEUU) podía engañar a la
opinión pública con sus editorialistas estrella como The New York Times,
Washington Post y la BBC, hoy pocos les creen.
Para desplegar las geopolíticas disfrazadas de intereses democráticos,
este occidente colectivo se vale de la OTAN, una entidad que no es otra cosa
que el brazo armado de los verdaderos intereses que se digitan en Washington y
que, como tal, pone toda una fenomenal infraestructura militar al servicio de
aquel, pero ¿Es tan fenomenal?
Hasta el 24 de febrero de 2022 la OTAN pudo lidiar con pequeños estados
árabes, latinos y africanos a los cuales, aprovechándose de la superioridad
tecnológica, sus abultados presupuestos militares y el control de los medios
para manipular emocionalmente a la opinión pública y justificar sus campañas, llevó
al caos a cada uno de ellos para imponer agendas políticas diseñadas muchos
años antes por cerebros en Washington. Pero a partir de esa fecha las cosas
cambiaron de forma dramática y allí fue quedando en evidencia que esta
organización no era otra cosa que un (costoso) tigre de papel dirigida por
administraciones políticas elefantiásicas con cerebros de hormiga.
El plan inicial de obligar a Rusia a intervenir en Ucrania y allí
infringirle una derrota estratégica para causar un cambio gubernamental en el
Kremlin salió mal. Esto a su vez significa algo que se puede resumir en una
sola frase: “La Operación Militar Especial ha sido un éxito”.
La evolución de la situación en Ucrania y especialmente en lo que por
estas horas se esta viendo, marca dónde se hallan parados quienes patrocinan a
una junta militar neonazi en Kiev. Saben que a pesar de los aviones F-16, los
asesores militares y los sistemas ATACMS no hay forma de contrabalancear un
frente que se desmorona. Las fuerzas ucranianas están siendo pasadas por encima
mientras las tropas rusas conquistan y liberan más localidades del Donbas
dejando estupefactos a los estrategas de la OTAN que como medida desesperada,
orientan a los grupos nazis para que invadan y ataquen blancos civiles en
territorio ruso (https://infobrics.org/post/41913/) ¿Hay
alguna estrategia detrás de esto? Tal
vez están tratando de arrastrar a Rusia a esa lucha híbrida donde el terrorismo
es un arma más.
Pero mientras Kiev quema sus últimos cartuchos con estas tácticas
desesperadas, la pulseada estratégica parece bien definida y de eso son muy
conscientes en Washington DC.
La superioridad estratégica de la Federación de Rusia quedó confirmada tras
la presentación que el mismo presidente Vladimir Putin hizo a comienzos del
2019 y que fue ratificada con el excelente y destructivo desempeño en los
campos de batalla de Ucrania de algunos de esos exponentes como los misiles
“Kinzhal”. A su vez, esta potencialidad se refuerza con los últimos fracasos de
la industria armamentística estadounidense por desarrollar contra medidas
contra los sistemas de misiles hipersónicos rusos y mucho menos crear sus
propios misiles de esas características (https://infobrics.org/post/41566 ).
Aquello fue tomado en Washington como mera fanfarronería por parte de
Putin e incluso algunos llegaron a poner en duda las capacidades de esos
misiles hipersónicos ridiculizando aquella presentación como un cuento de
hadas. Y basándose en esas erradas conclusiones, continuaron con sus planes de
instigar a Rusia para que se viera forzado a entrar en Ucrania. En tanto el
régimen neonazi de Zelensky creyendo que con sus espaldas cubiertas por la OTAN
iban a recuperar de un solo golpe todo el Donbas con una ofensiva planificada
para marzo 2022, se pegó un duro golpe en la cara cuando la inteligencia rusa
adelanto el movimiento y justificando la intervención del 22 de febrero conjurando
aquellos planes con las consecuencias que hoy ya conocemos.
Las perspectivas actuales no son buenas. Kamala Harris (o mejor dicho
el Establecimiento norteamericano) y su vasallo de la Unión Europea han
decidido profundizar la pulseada, aún cuando los neonazis de Kiev están tratando
de involucrar a Bielorusia con lo cual ponen en evidencia los pocos sesos que hay
tanto en Washington DC como en Bruselas.