domingo, 11 de agosto de 2024

 

TRIANGULO HUTIE

¿Por qué la “Operación Guardián de la prosperidad” liderada por EEUU en el Mar Rojo y secundada por la Armada Real para custodiar las rutas comerciales israelíes no ha funcionado?

 

Por Charles. H. Slim  

Se suele decir que en la guerra se ven las cosas más horribles, pero también se conocen a los combatientes más osados y destacados. En lo que sucede actualmente en toda la Palestina ocupada y en particular en las aguas del Mar Rojo, del estrecho Bab Al Mandeb y la Península Arábiga, las diferencias entre unos y otros es remarcable.

Mientras las FDI son muy valientes bombardeando campamentos con niños y mujeres (como el ejecutado sobre la escuela de “Al Tabain”) o torturando y abusando de prisioneros palestinos en sus calabozos de las prisiones de “Ketziot” y “Tse Teiman” , los combatientes de la resistencia árabe-islámica, en especial los yemeníes se llevan las palmas con sus tácticas navales cada día más osadas y novedosas que son un verdadero dolor de culo para Tel Aviv y sus aliados angloestadounidenses. Este es tan solo uno de los motivos por los cuales las usinas mediáticas en occidente no hablan de este frente.

Tan pronto la agrupación Ansar Allah y las fuerzas armadas del Yemen anunciaron su apoyo incondicional a los hermanos palestinos que estaban peleando contra la incursión israelí en la Franja de Gaza, desde La Casa Blanca Joe Biden y bajo recomendación del secretario de estado Anthony Blinken, ordenaba proporcionar todo el apoyo necesario para que Israel pudiera aplastar a la resistencia en Gaza. Cuando los milicianos Huties comenzaron a mostrar que hablaban enserio y capturaron el primer navío de un empresario británico-israelí, allí Washington y sus socios británicos (instados por un histérico Benjamín Netanyahu) despacharon una fuerza naval con la creencia que espantarían a los yemeníes.

Acatando al mandato de La Casa Blanca, el jefe del Pentágono Lloyd Austin despacho un grupo de tareas bajo el pomposo rótulo “Operación Guardian de la Prosperidad”.

Así en unos días llegarían a la zona el portaaviones USS Eisenhower y un grupo de destructores entre los cuales se hallan el USS Gravely, el US Cole y el USS Labon que en teoría garantizaría la circulación de los buques vinculados con Israel.

Apenas llegaron los buques al Mar Rojo los yemeníes les hicieron saber que no iban a renunciar a su consigna de no detener sus operaciones contra los buques israelíes y de otras banderas que fueran a puertos del enemigo hasta tanto Tel Aviv detuviera sus agresiones en Gaza.  Pese al despliegue bajo el control y coordinación del CENTCOM y los intentos de garantizar el tránsito de esta clase de buques, los Huties no detuvieron sus acciones, por el contrario las redoblaron. Sin detenerse a considerar la superioridad tecnológica y el patrullaje aéreo de los estadounidenses, los yemeníes lanzaron tan solo por el mes de diciembre de 2023 más de cien ataques de diversas modalidades contra embarcaciones comerciales vinculadas a negocios con Israel causando trastornos económicos y logísticos.

Precisamente una de las consecuencias de esto fue obligar a los buques con destino a puertos israelíes a tener que rodear por el Cabo de Buena Esperanza con lo cual, al incremento de las distancias también causa un incremento en los costos que terminan impactando en toda la logística. A pesar de la presencia naval estadounidense secundada con los buques de la marina real HMS Diamond y el HMS Duncan y de otros miembros de la OTAN (Francia y Alemania), los Huties han logrado su propósito de dificultar el transito comercial israelí con consecuencias incluso para los buques de guerra que tratan de escoltarles. Esto al mismo tiempo muestra dos situaciones y son: Las acciones de los yemeníes han sido exitosas y los estadounidenses y sus socios no han podido lidiar con aquellos.

Más allá del teatro de las acciones bélicas y muy lejos de las balas, en los costosos despachos de la organización United Kingdom Maritime Trade Operations (UKMTO), las preocupaciones por no poder proporcionar una solución a esta situación siguen quitando el sueño a sus responsables. Y no es para menos ya que pese al intercambio de información y sus vínculos con la real inteligencia naval británica, no han podido adelantarse y mucho menos conjurar las operaciones Huties.

Una de las empresas que se ha visto afectada por las acciones yemeníes es la gigantesca compañía de transporte y logística MAERSK que ha debido desviar sus viajes rodeando por la costa africana pasando por el Cabo Buena Esperanza y allí poder ingresar al Indico. Si bien la decisión impacta en los costos del flete y produce demoras en las entregas, es mucho más aceptable que correr el riesgo a ser hundido alguno de sus transportes y perder personal por los ataques yemeníes. Con esto queda en claro, la poca confianza que tienen los responsables corporativos en el operativo angloestadounidense.

En cuanto al desempeño de los combatientes yemeníes, los mismos generales en el Pentágono incluyendo al mismo Lloyd Austin deben reconocer que han sido sobrepasados en sus expectativas por el ingenio y el renovado espíritu de lucha que surge del endurecimiento tras una larga guerra contra Arabia Saudita apoyada (y no casualmente) por EEUU y sus socios israelíes. Sumado a esto, se halla el convencimiento que existe entre los yemeníes visto en el creciente voluntariado para entrenarse militarmente y estar listos para luchar hasta la victoria palestina en Gaza.

La asimetría que se presenta en este teatro de operaciones es sin dudas novedoso y tal vez muy seguramente, inesperado para los estrategas de la Armada quienes aún sigan apoyándose en la experiencia de las guerras contra Iraq en el Golfo Pérsico. A diferencia de aquellos días, el oponente si bien también es árabe no forma parte de una estructura militar convencional como era el ejército iraquí y por ello no responde a un mando regular. Aquí los atlantistas, deben enfrentar a un enemigo ingenioso, audaz y esquivo, que sabe disfrazar muy bien los puntos de lanzamiento de sus misiles que demuestra saber manejar muy bien y además, demuestra estar preparado para la rudeza de enfrentar una armada altamente sofisticada.

Pero ni siquiera con todas estas ventajas, los estadounidenses pueden sobreponerse a las embestidas que los yemeníes continúan lanzando tanto con misiles como con Drones y prueba de ello ha sido el repliegue de la flota para tratar de evadir ser atacada.

 

 

 

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