EN DEBATE
“UN
LIBRO INCOMPLETO”
Qué se esconde detrás de éste aparente documento de conciencia sobre la ocupación israelí y sus principales beneficiados
Por
Dany Smith
El anuncio de que para el 2017 un grupo de escritores famosos
participaran en un libro sobre la ocupación israelí de Palestina, tiene algunos
ángulos bastante incoherentes que no hay que dejar pasar. De por sí, hay que
partir de una situación de hecho que no comenzó en 1967 e incluso vino
gestándose desde mucho antes de 1948, que caracterizo por un trabajo de
imposición y de un ejercicio de la fuerza para reclamar un supuesto derecho
histórico.
En
el marco de un proyecto de la ONG israelí “Rompiendo el Silencio”, se ha
impulsado una propuesta que parece muy loable pero, viendo algunos de los
elementos que componen la propuesta, se hace claro que existen algunas falacias
centrales que son necesarias señalar.
Primera
falacia a señalar es la de que, según se ha publicitado, los escritores –entre
ellos Mario Vargas Llosa- harán una reseña sobre los años de la ocupación
pero, solamente desde 1967, año en el que los israelíes tras la guerra de los
seis días, aprovecharon para agrandar sus dominios a costa de mayores
extensiones de terreno palestino. Es
claro, que hay una omisión a la fraudulenta y violenta fundación del Estado de
Israel, lograda en base a acciones terroristas y presiones políticas que
llevaron a que Naciones Unidas en 1948 proporcionara a costa de Palestina, un
pedazo de territorio para dichas ambiciones.
Segunda
falacia, es la participación del escritor Mario Vargas Llosa, conocido defensor
de las políticas de Tel Aviv y sesgado sionista intelectual, que ha venido
sosteniendo que los atropellos que comete recurrentemente el estado de Israel,
son para defenderse. No es necesario –quizás a la altura de las
circunstancias- tener que señalar que son muchos los judíos e incluso
ciudadanos israelíes, que están hartos de verse entreverados en una situación
tan abominable y vomitiva como es el “Apartheid” racista que mantiene su “representante político” con
respecto a la población árabe-palestina.
Vargas
Llosa es una muestra de los llamados “sionistas” que no siendo judío, es un
activista político en pro de una ideología que se mueve en el espectro político
de la comunidad israelí y judía mundial. No todos los judíos son sionistas ni
todos los sionistas son judíos, pero suelen ser estos “goyim” los más
encarnizados defensores de las políticas siniestras y sangrientas que ha
elaborado, elabora y seguramente –si Naciones Unidas sigue igual- seguirán
implementando contra la humanidad
palestina. Como ejemplos de organizaciones
sionistas que agrupan y sostienen a muchos personajes de la política, los
medios y académicos está el AIPAC, uno de los principales Lobbies estadounidenses
pro-israelies que aportan jugosos cheques a las campañas de candidatos los
candidatos que simpatizan con el apoyo irrestricto a Israel.
Pero
no solo las armas y la intimidación han servido para contrarestar las
reclamaciones del pueblo palestino y de muchísimos individuos solidarios con su
causa. La pluma de periodistas, columnistas y de muchos intelectuales como
Vargas Llosa, han venido a servir como los escribas de una historia morigerada y
muchas otras veces adulterada (v. Rebelion.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=188686
)
El
drama palestino es diario. No se trata de un hecho aislado ni la continua
rememoración de una catástrofe ocurrida hace más de medio siglo. Día tras día,
tanques y tropas, avanzan sobre terrenos y aldeas para, topadoras mediante,
remover a los pobladores locales para reemplazarlos por “colonos” o para
establecer alguna posición militar israelí. Y aquel que se oponga puede llegar
a ser asesinado en el acto por las “heroicas” Fuerzas de Defensa Israelíes. Se
trata de la inaceptable situación de violencia esquematizada, continuada y muy
bien planificada por las fuerzas policiales, militares y de inteligencia israelíes
que, personajes como Vargas Llosa suelen pintar como “democráticas” y hasta
incluso, pretendiendo darle aires de “heroicas”. Para éste notable novelista y muchos otros, el
expanisonismo militarista israelí no forma parte de su particular visión de la
situación en Palestina y mucho menos, de su negativa a “mantener fronteras fijas” (v. http://www.javierortiz.net/jor/apuntes/de-judios-y-de-sionistas
).
Si
el proyecto solo trata a la situación de ocupación, desde los parámetros que
sus impulsores plantean estamos claramente ante una manipulación de la verdad histórica,
retaceando la parte fundamental, el origen de todo lo que ha devenido a lo
largo de estas décadas de implantación de un estado con características
netamente colonialistas y opresoras. Y estas
conclusiones son claramente verificables en la realidad. El estado de Israel se
amplía dramáticamente a costa de los territorios palestinos que va usurpando por
medio de la violencia de todos los grados y todas vías (militares, policiales,
judiciales e incluso con asesinos enmascarados) Ha
convertido a las comunidades palestinas en verdaderos guetos a cielo abierto
que son constantemente monitoreados por sus torres de vigilancia, Drones y por
supuesto, sus temibles “Shint Bet” o policía secreta.
Otros
aspectos de la realidad, son las aberraciones que han sido denunciadas sobre el
uso de pesticidas y químicos que son rociados impunemente sobre las poblaciones
palestinas para tratar de destruir la natalidad en la población árabe
palestina. Sin eufemismos, se trata de pura y muy sofisticada Eugenesia, que se enmarca en
sus acostumbradas políticas clandestinas de muerte porque –como ha escrito algún autor similar
a Vargas Llosa- son expertos en matar sin que se note; aunque traten de
señalar a otros como los malos del mundo.
Para
los palestinos que han seguido manteniendo la opción de la resistencia armada,
pese a su legitimidad, la misma se ha convertido en una trampa siniestra que
además de generar justificaciones políticas y mediáticas al Stablishment de
Tel Aviv, proporciona a la fructífera industria armamentística israelí,
fabulosos negocios mediante la producción de armas que serán probadas en centros
urbanos como Gaza, convertida en un “polígono vivo” para el testeo de todo tipo de armas
prohibidas por las convenciones internacionales.
El
último aspecto de la “democracia” del estado de Israel, esta vista en su
fundamento y sostén como estado, que se beneficia de la situación creada en las
zonas ocupadas no solo haciendo pingues negocios inmobiliarios con las tierras
que son robadas a los palestinos sino también, aprovechando su mano de obra que
dicho sea de paso, debe pasar de las zonas palestinas a las áreas urbanas
israelíes, por verdaderos cercos para ganado custodiados por militares y policías
que a gusto, pueden detener a un palestino que no les agrade sus gestos. Si sí,
muy democrático.
El
por ello, que si se pretende escribir un libro que ayude a entender la realidad
creada por la ocupación israelí, debiera tener un alcance total y no parcial;
pero además y en vistas de esta
particular obra a emprender, solicitar a los “notables” escritores que se
involucran en este líbelo –caso de Mario Vargas Llosa- hagan un breve
prologo para explicar desde donde hacen su aporte; si lo hacen desde el punto
de vista ideológico, el histórico o de la ficción que sin dudas es desde donde
escribirá el afamado defensor de las políticas de Tel Aviv.