“ESCAPE
DE BAGDAD”
¿Es
posible que los estadounidenses y sus socios británicos salgan huyendo de Iraq
tal como sucedió en Afganistán? Para muchos, solo es una cuestión de tiempo
Por Alí Al Najafi
Como
ha sucedido siempre, las noticias del Medio Oriente tienen sus idas y venidas,
atendiendo a la conveniencia de Washington y de sus aliados que dan el “ok” a
los medios para que publiquen lo que según ellos está sucediendo. El caso de
Iraq es paradigmático y hasta traumático para los estadounidenses quienes a
pesar de haber demolido ciudades enteras y aplastado de forma brutal a miles y
miles de iraquíes que no aceptaban su ocupación, ellos, sus descendientes están
allí y esperan el momento oportuno para como sucedió en Afganistán en
septiembre 2021, ver huir en tropel a los estadounidenses y a sus
colaboracionistas por el aeropuerto de Bagdad.
Creemos que lo sucedido en 2014 con los Comités
Revolucionarios organizados en Al Anbar (sacando la injerencia y el papel de
ISIS) que hicieron huir a las tropas de Al Maliki de las provincias centrales
fue una muestra de lo que podría suceder.
Si bien hay varios factores que actualmente no están
presentes para que esto pudiera suceder en Iraq, el contexto es similar. Primero
que todo, no hay una resistencia organizada y homogénea (como el Talibán) que
venga empujando a los invasores desde el interior. Las bandas de ISIS que
pululan en el norte no forman parte de la resistencia árabe islámica ya que es
sabido que son activos que (financiados por Arabia Saudita) responden a las
agencias de inteligencia anglosajonas (e Israel).
Segundo, la geografía de Iraq ha demostrado una
desventaja para la resistencia ya que hay pocas opciones para ocultarse en un
terreno ampliamente desértico. La limpieza sectaria que se ha realizado durante
años en la capital impediría el surgimiento de alguna acción desde dentro. Sobre
esto en los últimos meses se han venido produciendo ataques con bomba sin
poderse distinguir si sus autores son de alguna célula de la resistencia, del
ISIS, de facciones chiitas opuestas al gobierno o de células dormidas israelíes.
Ante este panorama no quedaría otra vía que un
movimiento externo a la capital. Si una fuerza de liberación tuviera que
acercarse a Bagdad sería rápidamente detectada por los estadounidenses e
informada por las redes de alcahuetes locales con las que cuentan.
Tercero. En referencia a los informantes que forman
parte de la extendida tela de araña de corrupción que los estadounidenses y sus
aliados instalaron desde su llegada, gozan de los privilegios de manejar negocios
sucios como la pornografía, las drogas y el tráfico de armas, como podrá ver,
gentiles amantes de la democracia.
Ahora bien. Vistas estas consideraciones que
obstaculizan una conclusión como la de Afganistán, veamos ahora cuales pueden
ser las posibilidades de que ello pueda suceder en Bagdad. El primer factor
existente en el actual Iraq que posibilitaría lanzar a los estadounidenses es
la presencia de una fuerte oposición política que además cuenta con
organización armada propia que a su recibe un gran respaldo de la población. La
institucionalización de las milicias chiitas que lucharon contra la ocupación y
contra el ISIS son un factor poderoso que además de mantener cierta autonomía
del régimen colaboracionista, se hallan legitimadas por el apoyo que reciben de
un importante sector de la población.
Incluso estas milicias, al denunciar las implicancias
de estos indeseables huéspedes con el “Daesh” (como ser el abastecimiento de armas
desde el aire, las reuniones secretas y las coberturas aéreas cuando se veían
cercadas por las fuerzas iraquíes) han sido blanco de repetidos ataques tanto
de EEUU como de Israel, permitidos por la inexistencia de un gobierno soberano
en Bagdad que pueda (o quiera) controlar las acciones de estos actores (como
fue permitir el asesinato de Qassem Soleimani y Al Muhandis).
Otro factor preponderante es la adhesión de una parte
importante de la juventud que completamente desorientada, desempleada y sin
futuro busca una solución para un país postrado, sumido en la corruptela política
de un gobierno que fue instalado por la ocupación para proteger a las empresas
norteamericanas y británicas que hoy continúan controlando sus recursos
petrolíferos. Iraq un país con activos petroleros para mantener un nivel de
vida alto en sus habitantes, desde la invasión en 2003 no ve un dólar del
crudo, carece de combustible para los privilegiados que pueden tener un
automóvil o se vende a precios inimaginables.
Durante el comienzo de las manifestaciones callejeras
en octubre de 2019, situaciones extrañas tuvieron lugar contra los manifestantes.
Un joven estudiante de 20 años llamado Ali H.M residente de “Ciudad Sadr”
relato que varios de sus compañeros que estaban en la protesta contra el
gobierno corrupto, aparecieron uno tipos vestidos de negro bien enmascarados con
los logos bien resaltados del “Kataib Hizb´Allah” y de las milicias de
movilización popular “Al Hashd Al Sha`abi” quienes comenzaron a disparar sin
contemplaciones y a bocajarro contra la multitud.
Cuando comentaron lo sucedido entre varios de sus
amigos y familiares que participan en esas agrupaciones, ellos desmintieron que
hubieran sido ellos y les explicaron que eso habría sido ejecutado por grupos
de la mutkhabarat del gobierno cercanos a la CIA.
Desde la instauración de la “Autoridad Provisional” en
2003 con Paul Bremer a la cabeza, los invasores implantaron (entre muchas
otras) una estructura represiva que sus colaboradores heredaron y que aún al
día de hoy continúan utilizando. Una de las tácticas más utilizadas por estos
grupos oscuros son la de operar con engaños para confundir y dividir a los
opositores y quienes muy seguramente son empleados por los norteamericanos en
operaciones negras dentro y fuera de Iraq.
Pero pese a estos trucos, no lograron engañar a los
iraquíes en medio de la ocupación y está claro que no lo harán con las nuevas
generaciones.
A pesar de la violencia y tenebroso sadismo con la que
actúan los cuerpos de seguridad del régimen títere y del uso de este tipo de
trucos sucios para cubrirse, los jóvenes iraquíes no le temen a la mafia que
administra el país. “No existe ninguna democracia aquí” comenta otro joven bagdadí
que opta por cubrirse su rostro con su remera por temor a los alcahuetes del
régimen. “Todo lo que nos da este gobierno es miseria, injusticia y la
seguridad de que si los criticas o insultas a sus amos (los estadounidenses),
puedes ser asesinado”. En varias ocasiones Washington ha desplegado alguna que
otra actuación meramente efectista para los medios remitiendo al FBI para
“investigue” las irregularidades que allí suceden.
Pero en realidad, nadie cree aquí que una comitiva del FBI investigue las violaciones a los derechos humanos que se siguen cometiendo contra los mismos iraquíes, máxime cuando las cometen los esbirros de la CIA. Iraq es como una hoya a presión y los norteamericanos saben bien que estallará ¿Cuándo? No lo saben, pero si que estallará y el día que ello ocurra los norteamericanos se verán tan o más humillados como en su huida de Afganistán.
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