domingo, 18 de agosto de 2024

 

GEOTERRORISMO

¿Se halla el mundo ante una nueva dimensión de la significancia de la palabra terrorismo?

 

Por Charles H. Slim

Así como en la vida la evolución es uno de los parámetros de la naturaleza humana, lo mismo sucede con la ciencia en todas sus disciplinas. En la geopolítica vemos como ha ido cambiando y adaptándose conforme a los procesos de cambio en las relaciones internacionales con consecuencias de alcance global.

Pero más allá de los academicismos, la realidad es la que marca la pauta en cómo evolucionan ciertas disciplinas y situaciones del diario vivir. Sin dudas, la geopolítica ha evolucionado, tanto en sus aspectos positivos como negativos estos últimos en la práctica de medidas como son la presión política-diplomática, las retaliaciones y las acciones hostiles para doblegar a un oponente.

Las sanciones económicas, el congelamiento de activos y su apoderamiento aprovechando el control del sistema financiero (SWIFT)[1], son los ejemplos más claros del uso y manipulación de la economía y las finanzas como otra arma de terror de alcance global[2]. Esto es lo que se denominaría Geoeconomía en el sentido negativo del término.

Así vemos como el Terror, ha ido evolucionando en cuanto a su uso y alcance. El terrorismo como táctica, se ha vuelto crónico en la vida política de ciertas regiones y que por su abrumador uso paso a ser una estrategia geopolítica de algunos estados con planes hegemonistas y es ahí donde es propio de hablar de geoterrorismo. Si hay un antecedente de esto ese fue el terror nuclear en la guerra fría.  

Ante todo, el terrorismo no es una ideología o una política identificable con una etnia, religión o nacionalidad como de forma maliciosa se ha estado implantando desde los centros de poder occidentales durante las últimas décadas. El terrorismo es una táctica bélica con una finalidad política (o geopolítica) que tiene un gran componente psicológico o mejor dicho, es el desencadenar un hecho muchas veces cruento para crear un impacto psicológico en el colectivo al que va dirigido.

Así, el acto de terror no se restringe al coche-bomba, o al hombre-bomba, aviones estrellándose contra torres (como la farsa del 11/S) o a un ataque con metralletas en un sitio público que durante las últimas tres décadas se le han endilgado de forma arbitraria y deliberada a los musulmanes tratando de hacer creer que ello es parte del Islam[3]. El acto de terror pretende crear esa sensación de inseguridad y desprotección, encender odios y desconfianza tal como la plantada por los medios “guerra sectaria” en Iraq. Estos ejemplos solo son variaciones o modalidades del terrorismo destinado a crear terror y como bien ya vemos, los comete cualquier interesado en crear esa sensación entre un colectivo determinado.

Así como las organizaciones paraestatales o no estatales (como ser guerrillas o células terroristas) han hecho de esta táctica asimétrica una de sus armas más empleadas para lidiar contra estados y potencias militares ocupantes, también es cierto que estos últimos también las han empleado y siguen haciéndolo con solo una diferencia: Los recursos con los que cuenta para llevarlos a cabo. En la mayoría de los casos, al ser una táctica sucia las agencias gubernamentales la emplean bajo la modalidad denominada “Bandera falsa” con el doble propósito de encubrir su autoría y crear disensiones políticas internas en el enemigo[4].

Ejemplo más cabal de este último caso son los atentados terroristas que agencias atlantistas (encabezadas por la CIA y el MI6) valiéndose de células neonazis y criminales a sueldo cometen contra civiles en Rusia (como hemos estado viendo en Kursk, Belgorod o ya antes en Donbass) o incluso contra algunos intereses de sus propios aliados (caso de Alemania por el gasoducto Nord Stream 2[5]).

Dos ejemplos muy notorios de como estados y organizaciones supraestatales también usan el terrorismo como un arma, son el programa GLADIO[6] de la OTAN (creado como un ejército irregular anticomunista en la guerra fría) o las construcciones “contrainsurgentes” de las agencias de inteligencia occidentales (lideradas por la CIA) como fue la “Operación Ciclón”[7] que dio lugar al surgimiento “Al Qaeda”[8], “Al Qaeda-Iraq”[9] o los “Muyahidin Al Khalq”[10] para desestabilizar a Irán, en todos ellos bajo la cooperación de las Mukhabarat árabes de las monarquías petroleras del Golfo. En los dos primeros casos más tarde serían empleadas -para dividir a las resistencias tras las ocupaciones- bajo nuevas denominaciones y reequipados (ISIL, ISIS, Al Nusrah)[11] en Libia, Siria, Iraq y Afganistán.

Siguiendo, el terror en su formulación de “terrorismo” no se limita a estos actores ni a los llamados “atentados terroristas” volando edificios o masacrando grandes cantidades de personas. También los ejecutan los estados autodenominados como “democráticos” imitando estas modalidades o directamente con sus propias armas para masacrar grandes cantidades de personas con una finalidad evidente, aterrorizar al enemigo tal como lo hace hoy Israel (de todas las formas y modos) en la Franja de Gaza o lo ha demostrado con sus arteros ataques en Beirut y Teherán.

Tampoco se resume a estos ejemplos. Si queremos ver un verdadero ejemplo de lo que llamaría geoterrorismo, eso lo vivimos apenas unos años atrás. En 2020 los habitantes de este planeta hemos sido víctimas de una escala superior de terrorismo que se llamó “pandemia de Covid”[12] y el cual claramente, no fue orquestado por el “terrorismo islámico” ni por otra fabulada cantinela que la corporación de medios repite para el poder político.

Su instauración y despliegue provino de los más altos niveles del poder global y que obviamente tienen sus sedes en Occidente. Tal fue el poder del terror implantado que se logró confinar a una buena parte de la población, conmover la psiquis colectiva con el miedo a enfermar, destruir sus modus vivendi y lo más importante para estos sectores, poner el mundo al borde de una crisis económico-financiera que serviría para el “reseteo financiero” y de lo cual aún persisten en conseguir.

Sin dudas que por el alcance y grado de manipulación que se inyecto desde organismos internacionales como la OMS -carente de independencia- y de allí a los gobiernos (con EEUU a la cabeza) y de estos por intermedio de los medios de comunicación hacia la población, tuvo un gran éxito en probar como se puede manipular a las masas bajo un bulo creado y presentado un mes antes de su declaración en una “simulación” presentada denominada EVENT 201[13] en New York por la Fundación Bill y Melinda GATES en conjunto con el Foro Económico Mundial, la Universidad Johns Hopkins y el conocimiento del Establecimiento norteamericano representado en ese evento por la CIA. Aún hoy y por dicha manipulación se están viendo las consecuencias que trajo aparejado el fabuloso negocio de las vacunas para los laboratorios privados y la casta de charlatanes (médicos, virólogos y epidemiólogos) presentados 24 horas al día como los salvadores de la humanidad.  

Es por eso que debemos ser conscientes de que estamos en una nueva instancia en la evolución del terrorismo y que más allá de las implicancias de ciertos actores estatales, se halla por encima de cualquier estado.

 

 



[1] Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales’ con sede en Bruselas, Bélgica: https://es.wikipedia.org/wiki/SWIFT

[2] Tras la guerra en el golfo pérsico de 1991, EEUU además de la batería de sanciones que la ONU (implicada en los negociados de Petróleo por Alimentos) impuso a Iraq y que costó la vida de más de 500 mil niños, se apoderó de los recursos financieros iraquíes en bancos estadounidenses y europeos buscando ahorcar la economía del país árabe. Dichas medidas unilaterales carecían de legalidad al igual de las que luego implementaría contra países como Siria, Irán, Venezuela y actualmente contra Rusia y China. 

[3] Esa fue la intensión de la entonces administración de George W. Bush y su circulo de neoconservadores con el finde justificar lo que luego veríamos con invasiones y toda clase de violaciones a los derechos humanos en los países ocupados. Estos planes ya habían sido delineados a comienzos de la década de los 90s en un “paper” por Paul Wolfowitz y modificado por Richard Perle en 1996 enfocados a beneficiar la geopolítica israelí. Al mismo tiempo ello reporto uno de los negocios más lucrativos y siniestros del aparato de inteligencia estadounidense que se resumirá con la llamada “Lucha contra el terrorismo” financiado con insondables fondos.

[4] Durante la ocupación de Iraq lo que menos hubo fue seguridad y los ataques terroristas cruzados contra musulmanes chiitas, sunitas y cristianos llegaron a niveles inimaginables sugiriendo que eran ejecutados por elementos que respondían a los invasores. 

[5] Ante las incomodidades políticas surgidas por las inocultables implicancias estadounidenses y de agencias de inteligencia nórdicas en el sabotaje de los gasoductos y el fracaso en acusar a Rusia, hoy la justicia alemana hace malabares para encubrir aquello.

[8] Aquí hay algunos puntos a considerar sobre el real origen del “terrorismo islámica”:https://iela.ufsc.br/24-cosas-sobre-isis-y-al-qaeda-que-no-quieren-que-sepas/

[9] Esta subsidiaria apareció en Iraq por mediados del 2004 tan pronto los angloestadounidenses invadieron el país e inmediatamente fueron combatidos por la resistencia iraquí acusándole de ser funcional a los invasores. Tras el conveniente asesinato en junio de 2006 de su jefe Abu Muzab Al Zarqawi, sindicado por la resistencia iraquí como agente de la CIA, apareció el ISIL una versión mejorada ideada por la inteligencia militar bajo el comando del General David Petraeus y que reaparecería en junio de 2014 como “Estado Islámico”.

[10] Convenientemente, Washington los presenta como “resistencia” y en ese plan les presta apoyo para impulsar operaciones contra Teherán  https://www.cfr.org/backgrounder/mujahadeen-e-khalq-mek

[11] Estos actores supuestamente islamistas fueron sospechosamente funcionales Washington y sus aliados justificando con ellos, intervenciones, más avances y ocupaciones sobre regiones estratégicas con importancia geopolítica, comercial y económica por los recursos que alberga (Como la provincia siria de Deir Ezzor ocupada por los EEUU).

[12] Un virus denominado SarS-CoV 2 que los medios en occidente siguiendo el libreto de Washington y de la OMS, lo vincularon a un pangolín o a un murciélago de un mercado en Wuhan, China.   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario