martes, 13 de junio de 2017

NACIONAL




“LA CANCILLER”

La gira relámpago de la canciller alemana Angela Merkel ha dejado varias incógnitas sobre la causa de su visita a Latinoamerica ¿Una movida de la Unión Europea para contra restar la influencia comercial estadounidense?



Por Charles H. Slim
Sin lugar a dudas, la visita de la canciller alemana Angela Merkel a la república Argentina en la semana que se fue, represento un evento político muy importante para el gobierno de Mauricio Macri y una esperanza de que puede haber una solución a la galopante situación económico-financiera en la que se encuentra empantanada. Quizás hablar de “solución” sea demasiado pero si podría hallar un paliativo bastante sólido ante la escuálida economía argentina.

Las firmas alemanas que hay en el país, se comprometieron a trabajar junto al gobierno para ampliar sus inversiones y de ese modo absorber una modesta cuantía de cupos laborales que darán algo de respiro a la asfixiada economía argentina.

Aunque Macri espera que esta visita le traiga frutos contantes y sonantes inmediatos, Merkel tiene otros objetivos más profundos y de mayor alcance que una simple bolsa de dinero en la mano. Uno de sus objetivos en esta visita relámpago estuvo en la de hallar aliados contra los posicionamientos de Donald Trump con miras a la próxima cumbre del G-20 y acercar a su vez, las posibilidad de ampliar el campo de acción de la UE con un Mercosur prácticamente parado.

Pero más allá de los preconceptos existentes sobre la posición política de Merkel en el contexto mundial y su mediática apariencia sobre el respeto a las diversidades étnico religiosas que claramente quiso mostrar con su inexplicable visita a la Sinagoga de Buenos Aires sita en calle Libertad, en el trasfondo de sus políticas internacionales que se vinculan a la catástrofe creada en el Medio Oriente hay mucho de lo que Berlín debería explicar.

Fue precisamente por esas implicancias, que la visita estuvo rodeada de un sigiloso despliegue de las agencias de seguridad alemanas Bundesnachrischtendients que junto a la AFI,  establecieron desde 24 horas antes de la llegada de la canciller un minucioso sistema de vigilancia que fue desde el control de las líneas telefónicas (celulares, Whastapp, emails, Twitter)  -especialmente de sujetos sospechosos- y de todos los medios de comunicación existentes por el internet hasta la creación de anillos perimetrales de seguridad con especialistas en antiterrorismo apostados en varios puntos del trayecto por donde pasaría el convoy de automóviles blindados que trasladaba a la mandataria para evitar un supuesto atentado del “ISIS”.

De haber sido real la amenaza de esta organización seudo-islámica, no habría tenido problemas en atacar dado el bajo grado de seguridad que presenta el país, su ejecución no hubiera representado problemas. Igualmente, había guardar las apariencias y seguir con la farsa ya que otro de los logros de Merkel ha sido, hacer más dependiente que nunca a su país de los enjuagues de EEUU.

Alemania y más precisamente el gobierno social demócrata de Ángela Merkel ha venido siendo “el” ariete de las políticas y caja de resonancia de los intereses geoestratégicos de Washington dentro de la UE en al menos los últimos diez años hasta esta parte. Para ello, Berlín ha sido el interlocutor de EEUU ante la OTAN, factor preponderante para las aspiraciones norteamericanas. Sus injerencias en asuntos como Siria, Iraq y el sostenimiento de administraciones impresentables  como la de Erdogan en Turquía, llaman a que el gobierno de Macri se detenga por un solo instante, uno solo, para determinar que tan conveniente sería para la Argentina establecer lazos con un gobierno con tantos dobleces.

Con esa cara de solaz calma y de una aparente imperturbabilidad, Merkel se encargo de establecer un puente entre la anterior administración norteamericana y Ankara, ésta última, fiel sirviente de los planes ejecutados contra Siria que se halla desesperada para ser aceptada dentro del selecto club de la Unión Europea que no acepta y no aceptará (tal como se ha podido ver a lo largo de su existencia) a un país musulmán como miembro.

 Y no se trata de impedimentos puestos por oscuros intereses nazi o fascistas como cómica y repetidamente, los medios lelos de la intelectualidad seudo-izquierdista pagada por los verdaderos artífices de ese racismo, cuentan por los medios masivos. 

Son sin duda los llamados “conservadores cristianos”, los “neosionistas” y los lobbies sionistas europeos por excelencia, los que se encargan continuamente de bombardear intelectualmente sobre los “miedos” y los “peligros” de una inserción oficial e igualitaria musulmana en Europa.

Pero tras años de muy buenas relaciones signadas por la conveniencia mutua, Merkel y Erdogan entraron en una espiral de desencuentros que se enmarcaron, además de la crisis de refugiados que causaron las masacres de “ISIS” y los bombardeos indiscriminados de la “Coalición Internacional”, en la declaración por parte de la Cámara baja de Berlín como “genocidio armenio” lo acometido por las tropas otomanas en 1915, los conllevo a desplantes, injurias y afrentas de Ankara, que terminaron con la decisión de Merkel y su Consejo de ministros por retirar a sus efectivos de la base de la OTAN en Incirilik para trasladarlos a una base en Jordania.

Incirilik, que es una localidad al sur de Turquía, alberga la base de la OTAN más importante en la entrada al continente asiático y ha sido el punto de partida de las operaciones bélicas y de intervenciones clandestinas ejecutadas por EEUU y sus aliados sobre el Medio Oriente en los últimos 25 años y Alemania ha colaborado activamente en todas éstas acciones, especialmente en las que se están llevando a cabo actualmente contra Siria y Yemen.

Estas tropas germanas se hallan presentes en la región como parte de la  “Coalición Internacional” en el marco de la llamada “lucha contra el Estado Islámico”, una parodia siniestra que ha quedado develada ante variadas pruebas de ello, algo que Merkel no se da por aludida.
Fastidio de Merkel ante Putin

En otro frente, Merkel ha sido el frontón político de la OTAN contra Rusia, tratando de argumentar la necesidad de mostrar los puños (mediante despliegues y ejercicios militares en las fronteras de la Federación) a Rusia en el marco de los asuntos de Crimea, Ucrania y la confusa situación del Donbass, que según la versión de Washington que se entrelaza con la de Bruselas y que es presentada por Merkel ante el público, “hay una situación de invasión rusa” por la cual ellos –La OTAN- se hallan ampliamente preocupados.  Pero a pesar de varios e infructuosos intentos por embarrar a Rusia en la situación en esta región fronteriza, Merkel ha fallado en tratar de provocar a un Vladimir Putin impertérrito que tras la visita del 2 de mayo que tuvo lugar en Sochi, quedó en claro que Rusia (y más allá de las buenas conversaciones sobre asuntos comerciales y culturales) no compraba la versión geopolítica de Merkel –que es una copia extendida desde Washington- y menos aún, dejaría de decírselo en la misma cara.  

En ese sentido Putin fue directo y en la misma conferencia de prensa que dieron ambos ante periodistas acreditados de varias partes del mundo y ante una Merkel claramente disgustada, le señaló entre otras cosas, que el acuerdo de Astana era mejor que nada y que la situación que estaba destruyendo a Siria era el producto de políticas irresponsables habían implementado intereses foráneos a los que incluía a Berlín.

Sin dudas que Alemania puede llegar a traer inversiones para el 2018 y crear fuentes de trabajo calificadas, eso no lo dudamos, pero todavía no sabremos ¿a cambio de qué? 

El peligro radica que la línea geopolítica en la que se mueve Merkel y su gobierno, caracterizada por su subordinación a la política anglosajona que se halla signada por la agenda globalista que hoy por hoy –y le guste o no a la canciller- dirige un “psicópata” como  Donald Trump y que como lo ha demostrado en su última visita a Riad, puede causar daño tan solo con gesticular, hace llamar a la reflexión al mandatario argentino.




sábado, 10 de junio de 2017

EN DEBATE




“EL QUIEBRE”

Tras visita de Trump por Oriente Medio y en especial luego de la visita a Arabia Saudita, se produjeron una serie de hechos concatenados que reflejan un viraje en las relaciones entre Washington los países de la región en lo que les incumbe sobre el terrorismo ¿Se trata del final de los juegos sucios o un cambio de estrategia?




Por Charles H. Slim
El pasado 20 de mayo, el presidente estadounidense Donald Trump visitó Arabia Saudita en lo que se creía sería, una visita protocolar más en la que un mandatario norteamericano reafirmaría sus lazos con el poderoso reino petrolero. Pero en realidad, eso no fue todo. Luego de los agasajos y de los inconvenientes surgidos por las imposturas de su esposa al no respetar la tradición de la cultura del estado anfitrión y de la innegable incomodidad que causó la negativa al acceso de los lugares santos a su hijo político Jared Kusher, Trump habría puesto sobre la mesa una nueva agenda en la cual, el proyecto del “Caos controlado” para un Medio Oriente ampliado se daba por terminado y con él, el uso de las “brigadas yihadistas” como elementos tácticos de desestabilización.

Para compensar por esta súbita y hasta en cierta medida, inesperada postura de la Casa Blanca, el mismo Trump firmo con el rey Salman un contrato por más de cien millones de dólares en provisión de armamento, sin especificar cuáles y de qué tipo. Para Ryad se trato de una justa compensación por tener que literalmente, “abandonar” a su suerte al millardo de combatientes que había venido sosteniendo financieramente junto a otras monarquías del golfo y también, con la complicidad de actores tan disimiles como son Turquía e Israel.

Y los efectos de este acuerdo que sin dudas causó un quiebre en lo que venía sucediendo tanto en Siria como en Iraq, pudieron verse casi de inmediato, una cadena de consecuencias que se siguen replicando hasta ahora. Cuando Qatar, socio cercano de Ryad en toda esta aventura que a su vez colaboraba con Washington (muy estrechamente con la administración Obama), se entero del acuerdo llegado entre Salman y Trump, llevo a que se insinuara que igualmente los qataríes seguirían con su apoyo a los “yihadistas” sin necesidad de la asistencia norteamericana ni saudita.

Inmediatamente y casi como si se tratara de una novedad –cuando en realidad ya se sabía desde hace seis años hasta esta parte- se ventila por todos los medios que varios países árabes, entre ellos Arabia Saudita, rompían sus relaciones con el emirato por sus intolerables relaciones con los extremistas islámicos, una clara postura cínica e hipócrita que solo pueden creérsela ellos.

Como suele decirse, Qatar fue la “cabeza de turco” y en ese sentido se lo responsabilizaría de todo lo que había venido ocurriendo para cubrir a estos socios.

Esta supuesta primicia no era tal. Desde hace años hasta esta parte, se han ido recopilando todo tipo de antecedentes sobre la participación directa e indirecta de los países del Golfo en todo lo que tuvo que ver con la llamada “Primavera árabe” como también, la incursión de los llamados “rebeldes moderados” en siria quienes no son más que mercenarios que entrenados por la CIA, el MI-6, la DGSE francesa y que con la inocultable colaboración de Ankara y Tel Aviv, han tratado de configurar un mapa geopolítico a pedido y conveniencia de Washington.

Pues en apariencias todo esto se terminó. Y ciertamente varios hechos que han sacudido al mundo parece demostrarlo. La cadena de atentados que se vieron desde Londres a París y de  allí a Melbourne en Australia hasta llegar a producirse unos curiosos ataques dentro del mismo Teherán, dejan en evidencia que algo ha sucedido en toda esa red creada y manipulada a discreción por aquellas agencias de inteligencia y que está financiada por aquellos socios financieros árabes y no árabes que mantienen lealtades con Washington y Londres.

Ahora bien. En ese sentido podríamos preguntarnos ¿Ha sido la decisión de Trump el disparador para esta multiplicación de ataques? Y si así fueses ¿Cuáles son sus objetivos reales? Para muchos, serían una reacción interna desde el llamado estado profundo dentro de EEUU que no acepta está nueva agenda que propone Trump y hará todo lo posible por mantener el estado de terror y miedo que ( a costa de más sangre árabe islámica) justifique seguir manteniendo las políticas de intervención permanente. 

Las identidades de algunos de los involucrados en los ataques de Londres, señalan señeramente a elementos vinculados al MI-6 quienes son a su vez, claros socios de la CIA y viceversa.

Ante todo debemos dejar en claro que Donald Trump no actúa en pro de la verdad y menos aún para beneficiar a las castigadas naciones árabes que vienen siendo carcomidas por toda esta siniestra ingeniería. El tiempo dirá cuáles eran sus verdaderas intensiones pero por lo pronto, nadie crea que ello se basa en algún motivo altruista ni mucho menos, un interés por solucionar lo que administraciones anteriores han creado.

Otra señal de este cambio fue sin lugar a dudas, la inmediata salida de Libia de los grupos yihadistas (mercenarios) como “Al Qaeda” y el “Daesh” que habían venido siendo apoyados financieramente por Arabia Saudita y Qatar, y que la OTAN utilizó para derrocar y asesinar a Mohammar Al Ghadafy en 2011, quienes desde que Trump llego a Ryad, comenzaron a mudar sus campamentos y centros de operaciones nada menos que al sur de Turquía ( RED VOLTAIRE.org.”La Hermandad musulmana se va de Trípoli”. http://www.voltairenet.org/article196732.html )

Con esto puede verse que las cosas solo cambian de lugar, pero no significa un final. 

No hay que olvidar de donde salieron estos “combatientes” ni menos aún de donde surgieron las organizaciones como “Al Qaeda” y el “ISIS” ya que siguiendo su patrón histórico se puede corroborar que todo lo que actualmente se difunde por los medios masivos son una absoluta mentira y que con ello se pretende tapar –entre otros objetivos- los fabulosos negocios que vienen detrás de la inseguridad y la guerra.

No solo los norteamericanos se hallan involucrados en todo esto; tal como lo habían mostrado varias evidencias recopiladas en Libia y luego en Siria. Desde el 2011 comandos del S.A.S. (Special Air Service) británico han sido estrechos colaboradores con sus colegas norteamericanos e incluso miembros del S.B.S. (Special Boat Service) han participado en el entrenamiento y asesoramiento de mercenarios europeos, latinos, árabes y turcos operando en Siria, dejando en claro que hay relaciones muy oscuras que Londres no puede explicar y que actualmente  tienen sus frutos dentro sus propias fronteras (Globalreesearch.ca. http://www.globalresearch.ca/the-isis-was-allegedly-behind-the-london-bridge-attacks-who-is-behind-the-isis/5593524 )

Por último en lo que respecta a Gran Bretaña, surge muy llamativo que estos supuestos miembros de “ISIS”, atacaran de esa forma y en momentos que se debatía la suerte de Theresa May ante su adversario Jerey Corbin por la situación del Brexit con Bruselas. Claramente estos atacantes que clamaban con énfasis la palabra “Alá”, buscaban dejar bien en claro y ante la mirada de los testigos presenciales que los responsables eran musulmanes.

Por lo pronto se puede concluir que algo se trama con la nueva política de Trump, pero una cosa es segura, no será para mejorar las cosas ni menos aún para detener la guerra que el mismo Washington desató con aquella muy discutida situación creada el 11 de septiembre del 2001.






jueves, 8 de junio de 2017

DEFENSA Y SEGURIDAD




“AGUAS SEGURAS”

Tras haberse anunciado que la Argentina recibirá algunos aviones navales, muchos aún seguimos considerando que falta mucho para que los intereses económicos y geopolíticos nacionales se vean suficientemente protegidos





Por Pepe Beru
Cuando vemos la terrible realidad de algunos pueblos y naciones que no tienen una salida al mar, no podemos dejar de señalar que los argentinos deberían de agradecer que la Argentina es un país bendecido por sus extensas costas y riquísimas plataformas submarinas en las que además de albergar una variada vida acuática, posee inextricables yacimientos de minerales que por sí mismos, le dan un valor agregado a las bastas zonas marítimas adyacentes.

Mientras los bolivianos darían sus vidas por acceder a un estrecho frente costero propio, tan solo a unos pocos kilómetros de aquellas costas arrebatadas por Chile con la connivencia del Imperio Británico en el siglo XIX, los argentinos desprecian con notable desdén la responsabilidad de administrar y proteger sus intereses marítimos que se extienden a lo largo de unos 5.087 kilómetros.

Esta clara desidia que se ha extendido durante los últimos 35 años parece haber terminado y se vislumbran algunas actividades en pos de retomar la responsabilidad para que el estado argentino diseñe políticas de seguridad concretas para recuperar la soberanía efectiva sobre todo el extenso litoral marítimo.

Algunas alternativas para poder llevar a cabo esto, se estudian con bastante cuidado por los cerebros del gobierno habiendo sobre la mesa, posibles desarrollos de planes para conformar una flota moderna y dinámica.  

Las dimensiones del mar argentino no solo van hasta las 200 millas sino hasta los límites que cubren a la extensa plataforma submarina y la Zona Económica Exclusiva, lo que ha llevado a considerar la necesidad de volver poner en servicio a un portaaviones o incluso dos, dado que como naves comando, son tal como surge de su naturaleza, verdaderas bases de operaciones flotantes desde las cuales y por su característica de portar aviones de combate y reconocimiento, se pueden cubrir con gran eficacia grandes radios del espacio marítimo.
A-4Q sobre la cubierta del 25 de Mayo

Sin lugar a dudas que la Armada Argentina extraña a su viejo “25 de Mayo”, uno de los portaaviones que paso a la historia por ser el único en todo sud América al servicio de un país de la región.

Los beneficios de un navío semejante supera y en mucho las posibles críticas que acostumbradamente se lanzan desde sectores desconocedores del arma. Tal como lo señala uno de los expertos nacionales más reconocidos en la materia el Capitán de Navío (re) y veterano de Malvinas Juan A. Imperiale, el portaaviones no solo es un arma ofensiva sino que incluso, es una potente arma defensiva que le da a una fuerza de tareas, la flexibilidad y amplitud al momento de enfrentar una crisis que podría desembocar en una guerra (Cfr. “¿Por qué son tan necesarios e importantes los portaaviones?”. Por el VG CN Juan A. Imperiale.  http://www.cefadigital.edu.ar/bitstream/123456789/374/1/10_Revista_61_Porque_son_tan_necesarios_los_portaaviones_w10.pdf )
portaaviones de última generación

Otras opciones también se barajan sobre la mesa. La adquisición de destructores norteamericanos clase “Spruance” usados (actualmente de baja) hasta corbetas alemanas de última generación (K-130), están en estudio según afirman fuentes confiables, demostrando que La Casa Rosada no parece haber comprendido la posición histórico estratégica de la Argentina y su ineludible diferendo con Gran Bretaña. Desde este punto de vista estas posibles adquisiciones son un error que puede pagarse muy caro en el futuro.

Alemania como parte de la OTAN  junto a Gran Bretaña no dudara en ceder sus especificaciones técnicas y la información necesaria de cada unidad que le venda a la Argentina si Londres se lo requiriese. A estas alturas y con la disponibilidad existente en el mercado mundial, La Casa Rosada no puede explicar su falta de razonamiento estratégico salvo que, el mismo se halle a tono con el de Londres.
Sistema ruso REDUT

De esta manera Argentina desprecia las posibilidades que Moscú le había venido ofreciendo para que reconstruyera su flota con sus corbetas misilisticas tipo “Buyan” y fragatas ligeras con misiles  crucero “Kalbir”(con un alcance de 1.500 kms), dotadas con sistemas de vigilancia aérea por satélite que pueden sin lugar a error, detectar el ingreso y egreso de aviones intrusos a más de 300 kilómetros de su posición estacionaria. Esto fue lo que preocupaba a Londres ya que, de adquirir una tecnología semejante, la Armada Argentina en menos de una década pondría en problemas a la Real flota que se ancla en Malvinas.

Y no solo eso. Como estos buques rusos vienen dotados de sistemas antiaéreos para protección de convoyes como es el sistema “Redut”, llevan a bordo poderosos radares de alerta y guerra electrónica más precisos y sofisticados que los famosos Aegis de la OTAN (usados por las fragatas británicas y chilenas), un punto más favor para una verdadera defensa sin puntos vulnerables.
Misiles antibuqe BAL-E

Algo que aún no ha sido analizado y menos aún contemplado por el gobierno argentino ha sido la adquisición de sistemas de vigilancia pasiva y de defensa misislitisca costera que pueden proveer una valla electrónica de prevención muy interesante, que puede llegar a disuadir y evitar intrusiones de buques no identificados que se adentran en las aguas adyacentes. Uno de los sistemas más precisos y amenazantes para buques sofisticados de IV generación de la OTAN son los sistemas de misiles “ONIX” y el “BAL-E” con un alcance de más de 100 kilómetros sin importar el horario ni las condiciones meteorológicas.  

Como sea, el gobierno argentino deberá tomar alguna decisión inteligente y obviamente basado en una o varias hipótesis de conflicto que porque actualmente no existan, no quiere significar que no aparecerán y cuando ello ocurra, el país no se halle desguarnecido y a merced de los hechos consumados.


lunes, 5 de junio de 2017


NACIONAL



“REVISIÓN SETENTAS”

Los juicios de la memoria son una parte necesaria para sanear la memoria nacional pero ¿ Habrá juicios similares por los crímenes cometidos por los ex guerrilleros y pistoleros de los grupos armados como Montoneros y ERP?




Por Javier B. Dal
Se sabe que en Argentina desde la reforma de su constitución nacional en 1994 recepta una serie pactos y tratados internacionales vinculados a los Derechos Humanos que explicitan con firmeza su respeto y efectivo cumplimiento en beneficio de todos sus habitantes. Con este marco y desde que el gobierno de Néstor Kirchner se instalo en el poder allá por el 2003, utilizó la recepción de estas piezas legislativas como un puntal para llevar justicia para muchos casos de víctimas del terrorismo de estado vinculados a la última dictadura, causando la reapertura de las heridas devenidas de las cruentas épocas de enfrentamientos políticos propiciados y cabe aclararlo- desde la matriz “peronista” que terminaría con la instauración de un gobierno militar de facto en 1976.

Más allá de que pueda criticarse la impulsión de esta política de revisión unilateral de la violencia setentista con presuntas intensiones de justicia, lo cierto es que Kirchner inconscientemente (y sin quererlo) abrió la puerta para que esa revisión también llegue a los que él y su señora esposa y ex presidente llamaban “los revolucionarios” o la “juventud maravillosa” o más bien, a los responsables tácticos y estratégicos de haber impulsado a miles de esos jóvenes a la muerte.

Aunque hubiera habido un solo muerto del lado de los militares y de aquella en sociedad civil que fue protagonista en toda esta tragedia, la aplicación de los tratados y pactos internacionales son tan válidos para ellos como lo ha sido para los ex guerrilleros y personeros de la izquierda peronista de donde surgió Montoneros. Un conscripto o un oficial de las Fuerzas Armadas eran tan argentinos como aquellos “idealistas”. Esto como una aclaración para quienes han creído que los derechos humanos forman parte exclusiva de una ideología sectaria. 

Apropiándose de la bandera de los derechos humanos y cooptando a organizaciones civiles como “Madres de Plaza de Mayo”, aprovechando la declaración de nulidad de las leyes que otorgaron los indultos, los Kirchner crearon su propia visión y relato sobre los años de plomo tratando de reformar aquella historia tratando de versionarla con toques de un heroicísmo inexistente, tratando de cerrar la misma con juicios y sentencias judiciales ideológicamente contaminadas.

Los llamados juicios por la memoria, solo abordan una parte de la historia dejando de lado una extensa porción de aquellos años y eso no puede prosperar si lo que se busca es sanar las heridas del pasado, reabiertas por intereses partidocráticos que luego se volvieron económicos. Los casos en lo que existieron crímenes como fueron los asesinatos, desapariciones, las torturas y las apropiaciones de bebés son sin dudas (y en buena hora), los que realmente han sido justamente beneficiados con estos juicios.

Pero detrás de estas tragedias, se han encolumnado una pléyade de personajes arribistas y criminales de aquella época que, reciclados en avenidos políticos, periodistas y funcionarios desde 1983  han tratado de saltar el cerco de esta justicia histórica sin que nadie lo note. Son los protagonistas y responsables de sus pretensiones “revolucionarias” que lejos estaban de luchar por la tan voceada democracia –término que recién sería utilizado desde 1983- sino que bregaban por instaurar, basados en el uso de la fuerza, un sistema ideológico importado desde otras latitudes.

Decir que no existió una guerra, significaría que no existió enfrentamiento entre partes y eso no fue lo que sucedió en aquellas épocas. La cronología de los hechos de sangre y toda la tragedia que se ha usado para armar un relato político, se halla deliberadamente posdatada. Así es. No fue que el 24 de marzo de 1976 bajaron de Marte los militares a matar a todo el mundo; no señores, había un caldo de cultivo que venía gestándose desde comienzos de los setentas y en el que tuvieron mucho que ver, el mismo Juan Domingo Perón y lugartenientes del movimiento que tironeaban de izquierda a derecha.

Entre medio de esas pugnas internas del PJ, se colaron marxistas, maoístas y todo tipo de lumpen extremistas que buscaban recrear la hazaña cubana de “Sierra Maestra”. 

Desde los traficantes de armas que arreglaban los contactos externos, la compra y su traslado hasta los intelectuales que argumentaban en pasquines la gloria de una revolución (Mario Santucho), fueron los elementos que combinados con aquel nacionalismo popular tirado para la izquierda de Montoneros (con integrantes como Firmenich, Vaca Narvaja, Perdía, Galimberti), crearon el coctel explosivo que dio rienda suelta para que se dieran las condiciones de una lucha armada inspirada en el “foquísmo” del “Che”, usando como principal campo de batalla, las urbes. 

Desde 1970 y con una creciente operatividad, las bandas armadas de ésta calaña trataron de recrear una lucha de guerrillas, teniendo como especiales objetivos, comisarías y puestos de gendarmería en zonas rurales de las provincias del norte. Los principales reclutas provenían de familias de clase media alta porteña, muchos de los que actualmente forman parte del PJ.

De manera falas y engañosa se uniformaron los casos de civiles que fueron víctimas de abusos y crímenes por parte del aparto estatal de entonces con el claro y siniestro objetivo de tapar el otro lado de esa historia (EL HISTORIADOR.com. http://www.el-historiador.com.ar/ ). Como parte de esto hablar de una “guerra” o de la “teoría de los dos demonios” se volvió un prurito para tratar de acallar las preguntas como; ¿Y qué hay de los Montoneros; de los izquierdistas del ERP, FAP, FAL y otras células que operaban en aquel entonces? ¿Qué hay de sus jefes, de sus ejecutores, de las responsabilidades por comandar a miles de jóvenes a operar en cuadros armados? Es que acaso sus crímenes no serán procesados?

Más allá de que el matrimonio Kirchner levanto las banderas de los setentas, jamás levantaron un dedo para participar en la JP o en alguna célula armada al estilo ERP, FAP o Montoneros. Mucho menos supieron blandir un arma de fuego. Todo lo contrario; en esos años se dedicaron a los negocios al amparo del gobierno militar. Por el contrario, hay muchos otros que tienen sus manos teñidas de la sangre argentina, pero insignes personajes de esas épocas son claramente reconocidos por sus nombres, pululan libremente entre la ciudadanía: Felisa Micelli, Horacio Verbitzky, Carlos Kunkel, Jorge Taiana, Nilda Garré, Miguel Bonasso, Carlos Betini, Esteban Righi


Los derechos humanos no son un “mito” como dijo alguna vez aquel rapaz asesor polaco-estadounidense de nombre Zknew Brzezinski. Como tales son inherentes a los seres humanos y por ende, despojados de etiquetas ideológicas, étnicas y religiosas. Nadie está por sobre éste compilado universal ni nadie puede arrogarse la potestad de sindicar “quienes sí y quienes no” están alcanzados por ellos. Decir que unos están por sobre los otros, es un contrasentido, una incongruencia que significaría la inaceptable deshumanización del otro. 

viernes, 2 de junio de 2017


NACIONAL




“DIVERSIFICACIÓN GEOESTRATEGICA”

La crisis económica que afecta a la Argentina y que es reflejo de una crisis global puede hallar un paliativo en el abordaje de una nueva visión de su abandonada industria armamentística que puede abrir prósperos caminos para obtener ingresos más que apetecibles.





Por Charles H. Slim
La actual situación político-económica en el Cono Sur parece una letanía sin fin que pone a prueba la imaginación de la clase política y de los grupos de economistas de todas las tendencias filosóficas. El problema más grave de esto es que ninguno de los dos tiene una pisca de imaginación. En el caso de Argentina, la situación va aumentando en la desazón por la compleja problemática de la economía domestica que no halla reparo en la macroeconomía regional e incluso global, signada por una recesión interminable. Para el gobierno de Macri se hace claro que no vendrán las tan esperadas inversiones financieras con las que contaba, no al menos las convencionales.

Como en un círculo, la historia del país se ve nuevamente en aquella situación en la que solo tiene para ofrecer lo que siempre la hizo grande: “el campo”. Parece un Deja vu que nos retrotrae a los comienzos del siglo XX con aquella Argentina agro-ganadera exportadora que la hizo tan prospera como nación y muy ricos a unas pocas familias de la burguesía nacional vinculada estrechamente con Europa y especialmente con Londres. “Las pampas” argentas productoras del trigo y del ganado vacuno gordo fueron legendarias en los estrechos suelos europeos que tras las dos grandes guerras, quedaron estériles por el fuego y las bombas con no más lugar que para cementerios.

Cuando aquel papel de simple “granero” del cual se sirvieron muy cómodamente los británicos desde finales del siglo XIX se hizo insuficiente ante el avance tecnológico que devino tras el final de la segunda guerra mundial en 1945, hizo necesario que Argentina diversificara sus actividades productivas incursionando en campos que muchos jamás imaginarían. Fue sin dudas la visión de Juan Domingo Peron la que catapultó esa diversificación productiva para el desarrollo de una nueva economía productiva basada en la industrialización para llevar al país a la nueva era que daba comienzo tras la posguerra.
Gral Savio

Desde la manufactura especializada, la producción de acero siderúrgico (Hornos Zapla) hasta la creación de polos industriales para el ensamble de automóviles, construcción de buques y navíos (civiles y militares) en los astilleros nacionales y la creación e impulsión del desarrollo aeronáutico con sello propio, hizo que el país pasara al frente en lo que respecta a la competitividad comercial transnacional que llevó –entre otras cosas- a que el entonces gobierno de británico de Winston Churchill encargara a su Foreing Office y éste a sus recursos en el país para tratar de sabotear éstas iniciativas, especialmente las vinculadas a las de la concreción del Tratado  regional “ABC” (Argentina-Brasil y Chile).

Una de las anécdotas más cercanas en la historia referida al sabotaje del resurgir de la industria armamentística nacional fue la traición llevada a cabo  allá por finales de 1989 por el entonces candidato a presidente por el PJ el gobernador de la Rioja Carlos Saúl Menem, quien supuestamente había prometido –entre todas las promesas que jamás cumplió- reactivar la industria poniendo a cargo de esa tarea al Tte. Coronel Mohamed Alí Seineldín, un militar nacionalista (anti estadounidense) quien le había planteado un plan de reestructuración que apenas Menen llego al poder, fue abortado por el simple hecho de que se puso del lado estadounidense.

Actualmente y en medio de circunstancias tecnológicas muy diferentes, Argentina se encuentra desde hace 30 años estancada en el desarrollo de industrias propias y en continua desarticulación de las que aún quedan.  La misma vieja historia de siempre. 

Una de las industrias fructíferas que alguna vez llego a explotar con mucho renombre fue la del armamento llegando incluso a exportar diseños y productos finales propios (FMA) a otros países.

Pruritos seudo moralistas y más bien ligados a tironeos políticos partidistas llevaron poco a poco desarticular lo que quedaba del área. Durante los últimos 40 años hasta la fecha varios episodios ayudaron al desmorone de la industria nacional de tecnología militar. En la Era de Menem, la voladura (o más bien el sabotaje) de la fábrica de “Río Tercero” ayudo en mucho a ello.

Otro logro de aquella administración neoliberal fue el desguace de la empresa estatal de fabricación de tanques TAMSE y el literal abandono de los desarrollos aeronáuticos de puro origen nacional que se desarrollaban en Falda del Carmen, Córdoba.

Otra torpeza de aquella “Era” fue la desactivación del Plan misilistico Cóndor y entregado en paquete con moño de regalo a Washington, todo ello claro, con el especial beneplácito de Londres. Sumado a ello, la galopante corrupción que se instaló que fue carcomiendo los pocos recursos y productos que se elaboraban en lo que quedaba de Fabricaciones Militares llevó a que prácticamente desaparecieran los controles que evitaran los continuos robos de municiones y armas portátiles de la fábrica de Fray Bentos y ni que hablar del desguace de Falda del Carmen donde Argentina (de no haber sido por los gobiernos entreguistas) pudo haber desarrollado en la actualidad aviones de IV generación.

El negocio de la venta de armas es tan viejo como el mundo y siempre ha estado ligado a las ganancias exorbitantes que con el paso de las centurias ha sido un factor de peso para otorgar a ciertas potencias, su lugar preponderante dentro del concierto mundial fijando los lineamientos políticos al resto.

Corporaciones privadas como “Lockeed Martin” facturan números que superan los PBI de cien países juntos, pudiendo literalmente comprarse a una buena parte del globo.

Actualmente las ganancias en este negocio es muy difícil de calcular con exactitud pero algunas estimaciones revelan que anualmente se llega a facturar un Trillón y medio de dólares, surgidos de contratos legales de armas entre naciones y de reestructuraciones militares como las que actualmente está llevando adelante EEUU. A ello agreguemos que en la preocupante realidad internacional, existen organizaciones para-estatales –caso del ISIS- que absorben irregularmente una gran cantidad de la producción de armas, equipos y municiones que financiadas con dinero de petróleo robado en Siria e Iraq y de ilícitos como el narcotráfico, tráfico de órganos y otros,  ha llevado a superar las capacidades de algunos ejércitos del mundo.

Para la Argentina retomar el desarrollo propio de éste campo, abandonado por prejuicios baladí  de políticos obtusos (serviles a los enemigos externos), puede llevar a una reactivación meteórica de la economía local dado que más allá del valor del producto final, la industria absorbe una amplia gama de especialidades técnicas y de manufactura que asegura el crecimiento de la demanda de mano de obra nativa para laborar en industrias pujantes en constante demanda por los avatares mundiales.

Igualmente no hay que ralear la necesaria posición política que debería adoptar la Casa Rosada ante una empresa como ésta dado que, no puede ignorar –más allá de quienes ocupen transitoriamente la misma- la dura y decidida oposición proveniente de Londres y de varias corporaciones privadas norteamericanas que quieren seguir manteniendo la exclusividad en la provisión de armas y equipos para toda la región.  No todo el mercado es de armas ofensivas. Existe actualmente un alto desarrollo de sistemas defensivos dedicados a desarmar potenciales agresiones y conjurar actividades clandestinas que podrían terminar en un ataque. En ese sentido Argentina podría desarrollar en conjunto productos complejos para la defensa antiaérea y naval que tendrían gran demanda en los crecientes teatros bélicos existentes y los por venir.

En estos últimos, hemos ido viendo como en el caso de Rusia, los productos elaborados por sus empresas como “Almaz Antéi”, la corporación “OAK” para el desarrollo aeroespacial y la corporación “OSK” para el desarrollo naval,  han demostrado amplia eficacia contra sistemas de armas de la OTAN de  las cuales Gran Bretaña se sirve para sus operaciones globales incluidas las que despliega en el Atlántico sur.


Igualmente se requiere de un gran cambio de paradigma político y de un gran esfuerzo material en el que Argentina puede hallar como socios muy útiles y calificados a polos industriales como Rusia y China, países con industrias de armas muy respetables y competitivas que han demostrado como pesan sus productos ante las amenazas reales, tanto convencionales como no convencionales, algo de lo que Buenos Aires –abandonando sus oxidados  prejuicios- debería tomar nota.