EN LA MIRA
“NO TAN FÁCIL”
Tras las amenazas de EEUU de destruir a Corea del norte, Pyongyang no solo ha puesto sobre la mesa sus cartas sino que ha ratificado que no abandonara su programa nuclear ya que con ello ha logrado balancear la situación poniendo a raya a las ambiciones norteamericanas ¿Cuál será la estrategia de la Casa Blanca de ahora en más?
Por
Charles H. Slim
El público
estadounidense y porque no, el mundial ha escuchado repetidamente las
argumentaciones delirantes del presidente norteamericano Donald Trump cuando se
ha referido a la cuestión Corea del Norte y las posibles soluciones para
definir el problema. Si esto no fuera
tan serio el asunto, la situación gubernamental en la Casa Blanca y en los
altos estamentos como son el Departamento de Estado y el Pentágono, la misma sería
digna de una comedia de Mel Brooks. Muchos estadounidenses se preguntan
seriamente ¿Qué diablos piensa este hombre cuando deja libre a su lengua? Al mismo tiempo otros respiran aliviados
cuando la representante de EEUU ante Naciones Unidas Nikki Haley interviene
para explicar que “lo que dijo el presidente no es lo que precisamente quiso
decir”, incurriendo en absurdidades que rayan lo cómico.
Pero
esto no tiene nada de divertido y menos aún cuando en la memoria de los
norcoreanos, todavía están vivas las imágenes de la desolación que en 1953
sembró EEUU sobre Pyongyang con sus indiscriminados bombardeos, muy bien apartados
por cierto de las documentales hollywoodenses y de la historia oficial. Tal
como lo reseñan artículos de investigadores como Felicity Arbuthnot en
“Globalresearch”, la peligrosidad de Trump es advertida en sus círculos más
cercanos los cuales dejan entrever que con sus bravuconadas referidas al
potencial nuclear de EEUU, demuestra un estado mental cuando menos preocupante
(Globalresearch.ca. “North Korea and Trumps…”https://www.globalresearch.ca/north-korea-and-trumps-reality-free-zone-tweeting-about-armageddon/5613268 )
Desde
la perspectiva de Trump, con su arsenal nuclear podrían borrar a Corea del
norte y punto. Pero la realidad de las cosas informa que aunque ello en
principio sea cierto, de que tienen una capacidad bélica muy superior a
Pyongyang, ellos –los norcoreanos- también tienen con qué responder y
sin dudas que sería una respuesta muy dura e imposible de detener. Es por eso que
cuando Trump hace declaraciones de semejante tenor o envía cataratas de Twits
que no son más que provocaciones infantiles que no ayudan a distender la
situación, sus generales y en especial
el jefe del Pentágono James Mattis tratan de matizar sus incómodos discursos
con argumentos que traten de arreglar semejantes despropósitos.
Pyongyang tras los bombardeos de EEUU 1953 |
A la
vista de una cada vez más suelta comunidad internacional, las amenazas de un
mandatario como Trump sobre realizar un nuevo exterminio sobre una nación
soberana, es algo que no puede, a la altura de las circunstancias y de los
antecedentes que se conocen, ser tolerado al amparo de la letra de la ley
internacional.
A su
vez ello ha desatado todo tipo de especulaciones, una de ellas la que refiere
al reinicio de la política de la “guerra preventiva” que tanto caos ha traído a
la seguridad mundial y de la cual tanto Mattis como el secretario de estado Rex
Tillerson aplauden en la intimidad del salón oval. Pero a su vez, estos mismos funcionarios
saben bien que esta política justificada como un asunto de “seguridad nacional”
que sirvió para destruir a Iraq y a Libia, sería imposible de aplicar a Corea
del norte por el simple hecho de que, los norcoreanos han desarrollado una
poderosa capacidad defensiva y contraofensiva que puede hacerles pagar muy caro
la estabilidad y la subsistencia de sus aliados en Asia. Precisamente fue del
ejemplo de Iraq en 2003, que Pyongyang
tomo nota y aprendió la lección. Si se desarmaban como lo hizo Saddam Hussein y
entregaba todo su desarrollo tecnológico Washington elaboraría un montaje que
argumentara un casus belli y una
vez que Corea del norte no tuviera una capacidad para repeler un acción hostil,
terminarían siendo sacrificados como le sucedió a Hussein, a su familia y al
mismo Iraq. Fue sin dudas que por esta trágica lección de la historia que Kim
Jon Un no está dispuesto a cometer el mismo error.
Es
por ello que a pesar de las demostraciones de incontinencia verbal de Trump,
Tillerson había tratado en vano de establecer canales dialogo con Pyongyang que
se vieron truncados ni bien aquel abría la boca. Es más, la llamada “Comunidad
estratégica” ya se ha resignado a no tener más opción que orientar sus
esfuerzos a la contención de Corea del norte pero nada más.
A la
vista de cerebros maquiabelicos como Kissinger o como lo fue Brzezinski, los
movimientos erráticos de Trump son dignos de un imbécil y me los imagino de
haber podido cada uno de ellos dar su punto de vista sobre cómo está manejando
la situación de Corea, poniendo caras de incertidumbre y frunciendo los ceños
como queriendo decir “mejor pasemos a otro tema”. La situación que se presenta
en la actualidad reviste no solo una complejidad inextricable sino más bien,
una peligrosidad tan real como letal.
Alcance de misiles coreanos |
Y
ello es muy cierto. Cuando Trump se burla de Kim Jon Un llamándolo “hombre
cohete” o sus generales hablan con ligereza de los misiles ICBM norcoreanos
presumiendo de sus dudosas capacidades para llegar al continente, no solo pecan
de irresponsables sino también de ilusos ya que como lo aclaro el mismo
presidente ruso Vladimir Putin en una rueda de prensa en esta semana, “los
norcoreanos han aprendido de la historia y si deben comer pasto para garantizar
su seguridad, lo harán” y continuo diciendo “además, es un hecho de que tienen
armas nucleares y lo peor es que no hay sistema antimisiles en el mundo que
pueda interceptarlos a todos” esto último en referencia a la capacidad de
albergar en cada misil ICBM (Hwasong 12) a varias ojivas independientes.
Precisamente
y otros datos a tener en cuenta sobre los aspectos técnicos de los últimos
misiles intercontinentales ensayados por Pyongyang, el rango de alcance como su
capacidad de transporte de ojivas nucleares de los misiles “Hwasong-14” y
“Hwasong-13”, han dejado pasmados a los generales del Pentágono quienes a la
vista de las evidencias han sugerido a su presidente, más moderación en sus
ponencias (EL PAÍS. “Corea del Norte lanza un misil balístico que sobrevuela
Japón”. https://elpais.com/internacional/2017/08/28/actualidad/1503956158_131933.html )
Cuando
vemos como desde la Casa Blanca se hacen arengas infantiles y provocaciones
belicistas que algunos acusan al carácter “indómito” de Trump pero que muchos
otros lo califican sin más vueltas que más bien son las de un “estúpido”, no
puede esperarse que haya distensión en la región, mucho menos cuando EEUU
continua provocando incidentes navales con China en el Mar Meridional ¿Es que
acaso nadie se ha preguntado, qué diablos hace la marina estadounidense en el
mar de la China? ¿Quién le ha dado a EEUU facultades para discernir quién pasa
y quién no pasa por aquellas aguas?
Pero
volviendo al punto, hay que remarcar que Trump solo es el parlante de un sector
belicista dentro de su administración y uno de sus más conspicuos impulsores
hasta no hace mucho era nada menos que el general James “Mad Dog” Mattis quien
además de haber demostrado su notable desprecio por la vida de los civiles en
Iraq (especialmente en Falluya en 2004), hasta hace poco no dudaba en prometer
destruir a Corea del Norte (Globalresearch.ca. “El Secretario de defensa, James
Mattis, cometió crímenes de guerra en Iraq?” Por Aaron Glantz. https://www.globalresearch.ca/did-defense-secretary-james-mattis-commit-war-crimes-in-iraq/5607347 ). Eso claro, hasta que lograron entender que realmente Pyongyang
tenía sus misiles nucleares apuntando contra EEUU. Tal vez sea por eso que
desde un tiempo hasta acá, Mattis cambio radicalmente su discurso chocando con
las diatribas de su comandante en jefe. Como lo ha señalado algún artículo muy
interesante, EEUU puede llegar a cometer un terrible error si no pondera con
cuidado la situación y es que, Pyongyang ha demostrado que habla enserio (Red Voltaire.org. “¿Apretará Estados Unidos
el botón nuclear? Por Dimitri Konstantakopoulos. http://www.voltairenet.org/article198328.html )