miércoles, 31 de enero de 2018

DEFENSA Y SEGURIDAD




“POROSIDAD MARITIMA”


La desaparición del submarino ARA San Juan y las revelaciones de documentos clasificados de la Armada dejan en evidencia la indefensión




Por Javier B. Dal
El miércoles 15 de noviembre de 2017 ha pasado a ser una fecha negra para la historia argentina y el comienzo de un largo debate sobre cuál debe ser el papel de las Fuerzas Armadas dentro de las actuales circunstancias internacionales y a que delineamiento geoestratégico de país deben responder. 

La inaceptable desaparición del submarino “ARA San Juan” a la altura de las circunstancias y en vista de varios hechos que no terminan de explicarse, debiera desatar en el gobierno un interés por reestructurar en forma cabal a la Armada.

Más allá de discurrir si el submarino fue atacado por navíos británicos o se hundió por un colapso estructural vinculado a los años de desidia política en el área, lo cierto es que ello ha servido para mostrar hasta donde ha llegado el desarme del sistema de defensa argentino que no puede ni siquiera auxiliar a sus propias unidades. Sin dudas, que algo fallo garrafalmente y no ha sido precisamente el submarino ni su tripulación.

En los países que se toma en serio la seguridad territorial para la custodia de sus intereses y su patrimonio nacional,  hay una variedad de dispositivos que se activan ante una amenaza, tanto al territorio como a cualquiera de sus unidades que se hallan en operaciones dentro de su jurisdicción. Pero en la Argentina desde hace 35 años hasta esta parte, el desguace de las tres armas ha sido metódico, paulatino y lo peor de todo, consentido.  En ese sentido, es tarde para lamentaciones y hoy han costado 44 vidas, pero de seguir con la misma inercia política y de vacilación en el tema de la defensa, al país puede costarle mucho más caro.

Los argumentos que corrientemente suelen escucharse de sectores que poco y nada saben –y menos aún les interesa- sobre las posibilidades de la estructuración de Fuerzas Armadas operativas y eficientes es que no hay dinero para ello. Falso. El país como un ente político dentro del concierto internacional, cuenta con un PBI por el cual se financian varios sectores estratégicos de sus funciones, y la defensa es uno de ellos. Esto es una obligación del estado, si quiere jugar el rol de tal. Pese a ello, no faltan ganas en un sector del actual gobierno, de prácticamente privatizar el área comenzando con las fabricaciones militares y que podría llegar a la implementación incluso, de empresas privadas de seguridad como “Xe” o “Constellis” (entre muchas otras) para que se hagan cargo de la defensa, algo inaceptable desde todo punto de vista.

Pero volviendo a lo que hace a la custodia de los espacios acuáticos y los mares territoriales argentinos, vemos que para emprender una tarea semejante, el país carece de equipo, naves y hombres para cubrir con verdadera efectividad todo lo que ocurre dentro de sus aguas y del espacio aéreo que lo cubre.  Si hacemos un pequeño ejercicio y nos imaginamos por un momento que el submarino “ARA San Juan” al momento de haber sufrido el “incidente” que lo condeno a muerte, de haber habido una planificación de defensa coordinada y de respuesta inmediata ante semejante evento,  no solo habría sido posible ubicar inmediatamente el lugar preciso del siniestro sino también, tomar por sorpresa a los agresores que tratarían de retirarse a aguas internacionales cuanto antes. Pero ¿Qué aviones tiene la Armada para un propósito semejante? O mejor pregúntense ¿Qué habría sucedido si Argentina hubiera tenido una pareja de aviones “MIG-31M” de guardia ante un evento semejante? La cuestión suena a ciencia ficción ¿no? Pues, de haber existido estos recursos operativos, es muy probable que el episodio hubiera tenido una inmediata represalia sobre los intrusos. Es más, si Argentina hubiera tenido esa mínima potencialidad, los británicos lo hubieran pensado dos veces y hubieran dejado pasar pacíficamente al “ARA San Juan”.

Pero incluso si la Armada hubiera estado actualizada con los sistemas de inteligencia electrónica contemporánea complementados con misiles costeros multipropósito  y vigilancia aérea pasiva, no hubiera ni siquiera sido necesario que dos interceptores hubieran tenido que salir al encuentro de buques agresores. Ni hablemos si contara con aviones de exploración e inteligencia electrónica avanzada. Obviamente hablamos de modernos aviones de guerra electrónica tipo “AWACS”  para tareas navales que obviamente superen a los dos viejos “P-38 Orión” entregados en 1997; incluso con una pareja de “EA-18G” de fabricación norteamericana hubiera sido suficiente para disuadir una amenaza naval.

Pero hay otras opciones. La sola operatividad de un avión ruso “II-60” de guerra electrónica que barriera la costa patagónica hasta desde Bahía Blanca hasta el cabo de Hornos habría bastado para alertar movimientos irregulares de cualquier barco sospechoso como los movimientos de la flota británica y chilena que merodean a gusto por los mares argentinos, aunque ello cabe señalarlo, representa una decisión política que éste gobierno no estaría en posición de tomar.
BASTION K300-P 

Un sistema en red de defensa costera como el que ofrece el sistema ruso “Bastion K300P”, es una muy buena opción para vigilar y prevenir incursiones navales tanto de superficie como sumergidas que actualmente se prueba con éxito en algunos escenarios bélicos reales (Armadni Noviny. http://www.armadninoviny.cz/syrie-uvedla-do-provozu-dve-baterie-protilodniho-systemu-bastion.html )

Otra opción  muy eficaz y accesible a los costos operativos, es una flota de Drones para observación y guerra electrónica, como parte de una guardia pasiva de los mares argentinos que incluso podrían ser operados desde unidades navales con helipuerto o artefactos navales adaptados a dichos propósitos.  En este sentido,  la variedad de modelos existentes para tales propósitos es extensa pero, sería estratégicamente recomendable que los aparatos de transporte fuesen de ingeniería nacional y los equipos de guerra electrónica ajenos a la tecnología de la OTAN ya que (y no es necesario decirlo), la misma opera en las islas Malvinas.  

La operatividad de Drones  marinos clase “Sea Hunter” podría ser una de esas opciones pero no para la Argentina.

Lo que Argentina no puede seguir postergando y menos aún a la vista de lo ocurrido, es la adquisición de material naval óptimo y de alta tecnología que haga presencia en el extenso litoral marítimo incluyendo sus aguas insulares. Recuperar una capacidad naval movible y disuasoria no solo es posible sino que se hace evidentemente necesaria  ante los hechos consumados (Pensamiento Estratégico y Político. “Alternativas para mejorar la defensa naval”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/01/defensa-y-seguridad-alternativas-para.html )

sábado, 27 de enero de 2018

EN DEBATE.



“UNA FLOJA IMPRESIÓN”

Claroscuros de la visita de Mauricio Macri a Rusia y las posibilidades que pueden dar un giro notable en la política exterior argentina




Por Charles H. Slim
Había llegado la noche anterior a la llegada del avión presidencial argentino a Moscú y tras acomodarme en mi habitación del hotel me prepare para tomar todas las impresiones que se presentaran con la llegada de Mauricio Macri y toda su comitiva presidencial. Había en el ambiente una buena expectativa. Los rusos aprecian con sinceridad a los argentinos, hay una especie de admiración por ese carácter tan voluble y encendido que nos caracteriza. Pero en lo que hace a la política, esas características no sientan y no se ven muy bien al momento de tomar decisiones de estado y mucho menos en lo que hace a la geopolítica.

Macri representaba una chance de tratar con algo nuevo en el país, una nueva visión política que pueda allanar una fluidez en las relaciones bilaterales que durante décadas se vieron condicionadas por el Departamento de Estado norteamericano y Londres. Muchos en Argentina siguen viendo a Rusia como un país comunista, algo que es una total falacia que surge por una clara ignorancia producto de la típica abulia y dejadez de una parte de la población, que  en vez de molestarse por indagar de qué se tratan las cosas, se cree lo que los grandes medios (Clarín; Nación; Radio Mitre etc) les venden.  Por otra parte, muchos de lo que así opinan, lo hacen adrede a sabiendas de que ello es falso ya que están inspirados por sus filiaciones o simplemente convicciones políticas que se basan en la ciega admiración al unilateralismo estadounidense.

Otros detestan a Vladimir Putin, porque ha sido el freno inesperado a lo que se había plantado en Siria y que a su vez, ha interrumpido en forma permanente y decidida, los planes para que ese odioso eje de la resistencia árabe-islámica que conforman precisamente Siria e Irán (y que el sionismo falsamente llama terrorista) y del cual Venezuela ha pasado a ser un miembro latino, sea finalmente aniquilado.  Dentro de esta franja se puede intuir que están los sectores sionistas argentinos, muy presentes dentro de los medios nacionales y que se han visto repotenciados con el ascenso del presidente Macri.

Y por último, están esos que ayer habían dicho una cosa y luego se dieron vuelta para decir otra. Estos personajes vienen desde épocas remotas y que en plena dictadura militar, no tuvieron ningún problema para desempeñar sus labores en los medios. Son esos que en la década de los noventas se habían apegado lealmente al neoliberalismo político y económico de la era menemista, luego a principios del dos mil  se hicieron los populistas “pro-setentistas” con el gobierno de los Kirchner y hoy desde los medios de comunicación (donde laboran algunos de estos especímenes) se disfrazan de moralistas políticos vociferando con estridencia argumentos socialistas demodé que en realidad esconden sus verdaderas intensiones.

La pretendida aspiración a ser o más bien de mostrarse como un referente regional, llevó a Macri a hacer comentarios inconducentes y claramente fuera de lugar, tal como el señalar que en Venezuela no hay democracia y hacer señalamientos indebidos que se parecen más a los que surgen del Departamento de Estado Norteamericano que los que el mismo presidente pudo haber pergeñado. Fue por ello que cuando realizo tales comentarios, no encontró reacción alguna en Putin, que sabe muy bien cómo manejar los tiempos de una conversación y el lenguaje gestual.

Pero estas niñedades no son de la importancia ni menos aún de una mínima atención por parte del Kremlin, menos aún para el presidente Vladimir Putin quién como estadista,  lidia con problemas realmente importantes.  Es por ello, que en lo que respectaba  a la visita del mandatario argentino, más allá de su ideología o de sus orientaciones pro-estadounidenses, Putin esperaba encontrar un sujeto político pragmático y realista que volviera a ilusionar a Rusia, luego del soporífero y desilusionante gobierno de humo de Cristina Fernández que se presentaba como una alternativa multilateral más dentro de la región.

Y sobre éste último comentario, no podemos dejar pasar las oportunidades que tuvo el gobierno de  dicha mandataria, para concretar una relación bilateral mucho más osada y ligada a objetivos geoestratégicos comunes y determinante que Argentina viene postergando desde el final de la guerra de 1982. Pese a la oportunidad de pasar a la historia y realizar una verdadera revolución en la política exterior como lo hizo el presidente venezolano Hugo César Chávez, a “Cristina” simplemente le falto valor o tal vez, la sustancia política suficiente para pararse al lado de Rusia.  En resumen, el gobierno de Fernández y su partido FPV eran un simple petardo y para peor, con pólvora mojada.

He ahí una de las claras señales de la falacia política de ese gobierno, que se pintaba como independiente, de izquierdas y revolucionario y termino haciendo todo lo que los poderes centrales, en especial Londres, le pedían que tenía que hacer. Fueron un claro embuste político y ello era bien sabido por Putin, al menos así lo pudo advertir cuando a pesar de que le ofreció la posibilidad de adquirir material bélico de importancia para reequipar sus maltrechas fuerzas armadas, Buenos Aires lo rechazo, no porque tuvieran aspiraciones pacifistas –lo que de por sí, es un terrible estupidez- o blandieran las banderas de los derechos humanos que les impidiera moralmente un rearme, sino más bien para ajustarse a lo que autorizaría el Foreign Office británico.
Familiares del submarino con la bandera rusa

Pero Putin también sabe que su visitante se encuentra bajo los mismos condicionamientos aunque, también da la chance de que éste pueda saber maniobrar con ese problema y tal vez pueda llegar a saber resolver dichos inconvenientes, allí donde sus predecesores no supieron o no se atrevieron hacerlo. El incidente del submarino “ARA San Juan” ha sido una muestra real de la buena voluntad rusa por asistir a la Argentina para obtener resultados positivos en el hallazgo de la nave y sus tripulantes, algo que parte de los familiares han agradecido públicamente.

Argentina puede ofrecer mucho a Rusia y a la región euroasiática y viceversa. Rusia puede darle a la Argentina varias soluciones a los serios problemas de infraestructura del país en especial, a lo referente a la defensa y el reequipamiento de sistemas de armas poniendo al país a la altura de las necesidades actuales y salir de ese modo, del circulo vicioso de los condicionamientos externos (Londres) que bregan desde 1982 por mantener el actual Status Quo de completa indefensión, maquillada con la adquisición de algún que otro cargamento de chatarra que solo sirve para decorar.


Hay una complementariedad entre ambos países que los “neocon” nacionales quieren de todas formas obviar y que los medios actuales comulgan en tapar. Igualmente, aunque solo haya sido una visita protocolar, el gesto ha sido bastante importante y vemos en esto, una movida inteligente del presidente argentino que ya ha caído duramente en cuentas que los que él creía como los “aliados” naturales de la Argentina, no están dispuestos a dar nada sin –y como ha sido su larga costumbre- recibir todo lo que ellos quieran. 

viernes, 26 de enero de 2018


VETERANOS DE AYER




“LA BATALLA DE AMERIA”

La historia de un veterano iraquí tras la invasión de 2003 contada en primera persona




Por Horace Husseini
Cuando los americanos y los británicos cayeron sobre Iraq en marzo del 2003, el soldado Ali Kadra H. tenía solo 22 años de edad y se había criado bajo el cruento embargo anglo estadounidense que había matado a varios de sus pequeños hermanos, primos y vecinos. “Cualquier cosa antes que permitir que los enemigos invadan el país” era su lema, cuando pequeño jugaba a la guerra con sus amigos en las polvorientas calles de su barrio. Un año antes de que la guerra volviera a asomar por el horizonte, había ingresado al ejército como voluntario y a pesar del dolor de su madre y de sus hermanas, Ali dejo su natal Naserillah para ir a Bagdad.

Tras ingresar al ejército demostró tener una excelente puntería y muy buen pulso para usar el lanza cohetes autopropulsado incluso contra blancos móviles. Con una muy buena conducta y con esas capacidades innatas, sus jefes lo destinaron al 2º Regimiento de Combate de la Guardia Republicana y unos meses más tarde terminaría sirviendo para las Fuerzas Especiales “Al Saiqa”, todo un logro que no era para muchos.  

Cuando los angloestadounidenses lanzaron el 20 de marzo de 2002 su llamada “Operación Libertad Iraquí”, fue movilizado junto a una pequeña unidad de su comando a la zona del Aeropuerto de Bagdad donde debían establecer varios puntos de referencia y colocar minas y trampas explosivas en la carretera de ingreso y accesos secundarios. El aeropuerto era un punto estratégico controlar la ciudad. Sabían muy bien que los agresores necesitaban un acceso en condiciones para ingresar y para salir en caso de que el sector cayera en sus manos, por lo cual había que dejar plantadas muchas sorpresas que quedarían activas si debían retroceder. “Cuando llegamos el ánimo de la tropa regular era muy optimista y las posiciones defensivas se veían muy solidas para resistir una embestida de blindados”, comenta Ali mientras enciende un cigarrillo.

Tras dar una profunda pitada y lanzar una espesa bocanada de humo y un sorbo de café, nos comenta la llegada de las primeras bombas enemigas diciendo: “Recuerdo que estábamos a punto de subirnos a nuestra pick up artillada para volver a nuestra posición inicial en el distrito de Amiriyah, cuando escuchamos el primer estampido sobre nuestros pies y luego vimos como se iluminó a nuestras espaldas el cielo a la altura del centro de la capital…fue una inyección de adrenalina y una mezcla de emociones que no se pueden explicar”, comento enfervorizado. “En ese momento habíamos terminado de minar el cruce de la ruta 1 y 92 en “Abu Graib” así que cuanto vimos lo que sucedía nuestro comandante el capitán Sajid, ordenó subirnos al vehículo y marcha rápida al aeropuerto. Moviéndonos con miras de noche (NigthScope) y sin luces para evitar ser el blanco de alguna bomba inteligente, comenzamos a escuchar entre medio del fuego de los cañones antiaéreos el sonido de los aviones enemigos que volaban muy alto pero podías escuchar el zumbido de sus turbinas”.

Los estadounidenses tardarían unos diez días en cruzar el desierto por donde creían que no encontrarían obstáculos, algo de lo cual se equivocaron garrafalmente.  Las vicisitudes a las que se vieron inmersos fueron de toda índole nos comenta Ali. No solo hubo resistencia de las tropas regulares y de los comités del Fedayín de Saddam sino también de las tribus nómadas que salieron al cruce de los invasores.  Pero también hubo claros oscuros en la entrada de los invasores, nos comenta con rabia Ali. “Cuando llegaron los primeros reportes de inteligencia a mediados de finales de marzo que nos decía que los americanos estaban en las orillas de Bagdad, no podía creerlo, pero si nuestro comandante quien además de ser un hombre valeroso, era muy inteligente y tenía mucha experiencia en esas cosas de la política”.

Cuando algunos de nosotros nos dijimos ¿Cómo pudieron pasar varios cercos que estaban a cargo de la Guardia Republicana? Aquel viejo guerrero que había peleado en 1991 y que tenía contactos con el Partido Baath nos miró y nos dijo con esos ojos fulminantes…los dejaron pasar, eso es lo que ha sucedido!” Esas palabras calaron hondo en Ali y sus compañeros quienes encontraron mayor inspiración para luchar y de ser necesario, hasta morir antes de entregarse a los invasores y a esos traidores que habían sido comprados por la CIA como una forma de aliviar el ingreso de las tropas.

“No sé cuántos de esos perros nos traicionaron, traicionaron al pueblo y a Iraq, pero los que vi y estuvieron conmigo en Ameria lucharon como leones”, señalaba con énfasis mientras señalaba con su mano hacia el Tigris.  Según él, habían pasado el aeropuerto en la noche del 2 de abril cuando los norteamericanos lanzaron un feroz bombardeo en toda el área e incluso nos aseguró que una de las bombas usadas había sido algún tipo de ojiva táctica de carácter nuclear que tras detonar por encima del complejo aeroportuario, creo una especie de relámpago que luego se transformo en un hongo gigante que sacudió el pavimento de las calles en donde nos hallábamos apostados. “Las tripas se me sacudieron y parecía que se te iban a salir”, comentó.  
“Sostuvimos la posición cuanto pudimos”, comenta Ali, mientras me mostraba unas fotografías en las que podía verse unos tanques norteamericanos incinerados en las callejuelas del barrio de Ameria.

“Para el 4 de abril en momentos que estábamos patrullando al sureste de Ameria chocamos con las primeras tropas norteamericanas que venían por la autopista que venía desde el aeropuerto al centro. Las unidades eran parte de la III División de Infantería de marina con unos trescientos marines que venía montados en sus carros anfibios con algunos tanques Abrahams y Bradley en su columna. Una de las trampas explosivas que habían colocado los zapadores bajo una plancha de concreto de la carretera detono al paso de uno de esos BMP arrojándolo fuera de la carretera y matando casi en el acto a unos quince marines. Comenzamos a abrir fuego y a tirarles con todo lo que teníamos. Vimos la desesperación de los americanos que no sabían para donde correr y solo pudieron reponerse y abrirse camino cuando en unos minutos llegaron sus helicópteros artillados que barrieron con todo lo que vieron, entre ellos a muchos civiles que estaban en sus casas”.

Según continuo comentando Ali, los estadounidenses trataron de rodear el aeropuerto pasando por el barrio de Ameria, donde se hallaban unos cuarenta vehículos artillados, setecientos hombres del ejército y varios grupos de combate del Fedayín de Saddam. “Nosotros –comenta Ali- éramos diez y nuestra unidad de comando se encontraba en el Aeropuerto. Como teníamos libertad de movimiento pudimos realizar varias maniobras contra los tanques que intentaron pasar por las calles. Las minas lapa fueron útiles y logramos aniquilar un blindado que bloqueo una calle impidiendo el paso a la columna que lo seguía. Los RPG-7 funcionaron muy bien contra los transportes de tropas y sus `Hummer` pero eran inútiles contra los “Abrahams”. No teníamos tanques allí, pero si muchos morteros y ametralladoras pesadas con los cuales golpeamos duro a los americanos y se lo hicimos sentir”.  


Tras rechazar varios intentos de colarse por el barrio y dejar varios muertos y heridos entre los enemigos, los aviones artillados A-10 lanzaron una lluvia sobre nosotros y tuvimos muchas bajas. Solo pudimos soportar unas horas y cuando anocheció los que quedábamos, muerto nuestro comandante fuimos liberados a nuestra suerte y quienes pudimos retirarnos lo primero que hicimos fue sacarnos los uniformes y todo tipo de insignias. Desde ese día, la lucha contra los invasores paso a la clandestinidad bajo una resistencia celular y los únicos chalecos para protegernos fueron nuestros pechos”, recordó. Ali formo parte de varios grupos de la resistencia y cuando algunos transaron con el gobierno que colaboraba con los invasores decidió unirse a una de las unidades especiales del “Ejército Al Mahdi” y recién tras la retirada de los estadounidenses y tras haberse casado y con tres hijos volvió a Naserillah para reencontrar a lo que le quedaba de su familia.

martes, 23 de enero de 2018

EN DEBATE



“¿HAY UNA GUERRA MUNDIAL EN PUERTA?”


Los últimos eventos políticos y militares en el ámbito internacional parecen mostrar un gran preparativo bélico en puerta ¿Cuáles serían las causas y Quiénes podrían ser los contrincantes?




Por Charles. H. Slim

Cuantas veces habremos escuchado rumores de una guerra inminente e incluso hemos visto grandes movimientos de tropas en las regiones más calientes del plantea pero al final, no sucedió nada.   En realidad no fue que no ocurrió nada, sino más bien se había tratado de un acomodamiento de posiciones en vísperas de situaciones políticas complejas como las que actualmente se están registrando. Diríamos entonces, nada se mueve sin una razón, esto  en referencia a los últimos acontecimientos que se han venido registrando en dos frentes calientes como son el Medio Oriente y la Península de Crimea.

En el primero de estos escenarios vemos como Turquía ha abierto la caja de Pandora con su operación “Ramo de Olivo” que supuestamente busca combatir al terrorismo del “ISIS” pero con algunos detalles que desmienten esas supuestas intensiones.  Primero que todo, ISIS ha sido desmontado quedando bajo su control algunas aldeas al norte linderas con el Kurdistán iraquí. Otra cuestión, es que sus ataques no están dirigidos a todos los grupos armados que atacan a Siria sino, solo a los kurdos del YPG quienes a su vez reciben el apoyo de EEUU. Y lo peor de todo, es que esta operación militar no ayuda a combatir el terrorismo que asola a Siria.

Por su lado, Rusia mientras ha puesto de manifiesto sus dudas sobre la eficacia de este tipo de acciones, no tardo en retirar a todo su personal militar y equipos de Afrin, epicentro de la ofensiva lanzada por los turcos. Con esto podemos ver un movimiento de ajedrez en el cual Rusia solo será un espectador siempre y cuando, Erdogan y sus mercenarios del “ELS” no se pase de la raya.

Los estadounidenses que se hallan implicados en todo lo que viene siendo el operar de grupos mercenarios árabes (incluido el embuste del Daesh) y kurdos con la finalidad de derrocar al presidente sirio Bashar Al Assad y desmontar el estado sirio, simulan por los canales diplomáticos y mediáticos alguna preocupación por la estabilidad de la región, pero en realidad festejan esta ofensiva turca ya que son parte de las operaciones batallones del llamado “Ejército Libre Sirio”, que tras haber sido creado por la CIA a mediados del 2011, estaban siendo armados y entrenados por las fuerzas especiales norteamericanas que acampan en Hasaka y el mismo Afrín y que han sido denunciados por usar armas químicas como el gas Sarín y Mostaza.

Como un dato especial a tener en cuenta, hay que recordar que el vice Mike Pence realiza en estos días una visita al Medio Oriente con la supuesta intensión de buscar puntos en común para buscar la paz, un argumento que ni siquiera es creíble para los mismos norteamericanos que son consientes del daño que ha causado la medida de declarar a Jerusalén como capital de Israel.  
La  polarización que ha creado la declaración de Trump a ese respecto, puede sentirse en el ambiente y las poblaciones árabes de la región –incluidos los mismos palestinos- ven con completo escepticismo el viaje del vice estadounidense.  Es muy posible que la medida de Washington haya sido deliberadamente tomada precisamente para enardecer a los árabes ya que, con ello saben que pueden crear la agitación que les abre las puertas para que, en especial los israelíes, puedan operar.

Pence no ha sido recibido con muy buenos ánimos, en Egipto y Jordania,  incluso dentro de Israel. Quien es parte de un conflicto no puede oficiar de mediador y eso queda muy claro con el tema palestino.

En medio de todo esto, Francia con las declaraciones del presidente Macron alegando preocupación por la escalada bélica, aparenta una sincera inquietud pero, solo es otra impostación de falsas intensiones de establecer negociaciones a nivel internacional que sin lugar a dudas están aceitadas con los planes negros que tienen Washington y Tel Aviv. Ganar tiempo es la función de los alegatos del mandatario francés, nada más.  Por otra parte, no hay que olvidar que Macron pretende recuperar el honor perdido por sus antecesores, especialmente por Sarcosi, quien tras haber sido el mandatario que involucró a Francia en toda la farsa de la Primavera Árabe y que tras cometer el mismo error de Jaqués Chirac fracaso horriblemente en la aventura por pretender derrocar a Al Assad en 2011, tuvo que abandonar la empresa con grandes escándalos que le costaron el mandato.

Entre tanto, la OTAN realiza mayores movimientos en torno a la península de Crimea y continua abasteciendo de armas y equipos a Ucrania, quien sigue buscando la recuperación forzada de los territorios autonómicos del Donbass. 
Suecia por su parte ha venido tomando medidas de defensa para (según su hipótesis) un posible enfrentamiento con Rusia. En medio de todo este clima, algunas declaraciones agregaron mayores incertidumbres a lo que está sucediendo. Putin en el aniversario al bloqueo de la ciudad de Leningrado durante la segunda guerra mundial advirtió que este tipo de sucesos no debería repetirse jamás, sentenciando que el mundo no debe repetir otra guerra mundial. Ello ha concitado la pregunta ¿Putin  está al tanto de preparativos para una gran guerra?

En lo que respecta a Rusia y el resto de la Federación, en las últimas maniobras ZAPAD realizadas en septiembre de 2017, Moscú ha quedado muy conforme con los resultados obtenidos y ellos han revelado la confirmación de que sus ejércitos están listos para enfrentar una posible amenaza de países de la OTAN.

Pero si hay un escenario que realmente preocupa es la Península coreana donde a pesar de la victoria política de Pion yang sobre las pretensiones estadounidenses de realizar una invasión contra Corea del norte, se sigue observando cómo EEUU y buques de la OTAN realizan maniobras claramente provocativas en torno a las aguas adyacentes algo de lo que la marina de Corea del norte está al tanto y alerta.

A todo esto, cabe mencionar a China que desde el gobierno de Xi Jiping mantiene una política de expansión comercial y financiera  sin pausa, que va a la par de una reestructuración de sus Fuerzas Armadas que está a su vez impulsando el desarrollo lento pero seguro de su propia geopolítica ante las amenazas que EEUU y los países de la OTAN ciernen tanto sobre la península coreana como sobre su extensa frontera sur.

jueves, 18 de enero de 2018

EN LA MIRA



“NO HAY RELACIONES CARNALES, PERO…¿?

Ante las declaraciones del canciller argentino que en breve visitará Moscú muchos se preguntan ¿Cómo se puede disimular lo evidente?




Por Pepe Beru
Asi lo aseguró el embajador argentino ante los EEUU Jorge Faurie antes de emprender su viaje a Moscú para entrevistarse con el presidente Vladimir Putin, tratando de apagar los rumores que campan sobre el regreso de las relaciones de subordinación del gobierno argentino que habían existido especialmente en las épocas del gobierno de Carlos Menem.

Pero el intento de Faurie choca contra una realidad cruda y dura que no puede esconder y aquella que ata al país, a los designios políticos y económicos que se digitan desde Londres. Un momento, ¿Quieren decir que Argentina carece de independencia política? Y la respuesta sería “algo así”. El país solo tiene una relativa independencia para manejar sus asuntos domésticos y nada más,  pero en lo concerniente a los temas geopolíticos que puedan afectar a la influencia británica y de la OTAN en la región, se encuentra absolutamente subordinada a lo que el Ministerio de Defensa británico y la Oficina de asuntos externos –Foreign Office- dispongan en sus claustros fuera de la vista y conocimiento de los ciudadanos y de los gobernantes argentinos. Simplemente los argentinos han sido y siguen siendo un rebaño de ovejas manipulado por administraciones arregladas bajo estos condicionamientos externos.

Esta situación que muchos creen de hecho y que viene desde el final de la guerra de Malvinas en Junio de 1982, lamentablemente es una situación jurídica que fue finalmente materializada y consentida por el entonces gobierno de Carlos S. Menem con la firma de los Tratados de Madrid entre 1989 y 1990 por medio de los cuales, Argentina renunciaba a cualquier tipo de acción o medidas que hicieran a temas de su política económica, de defensa y de exteriores (mov-condor.com.ar. “Tratado de 1990 entre Argentina y Gran Bretaña”. http://www.mov-condor.com.ar/documentos/Tratado.htm )  

Con este marco, la Argentina poco puede negociar o incluso proponer ideas que puedan ser beneficiosas para el país sin que previamente puedan ser evaluadas por los británicos. Se trata ni más ni menos que de una simple relación de dominación nada más que en este caso, no han necesitado del garrote para disciplinar a los gobernantes pasajeros de la Casa Rosada quienes aceptan de buen agrado el marco en el que desempeñan su administración. Como suelen decir los británicos “todos tienen un precio, solo es cuestión de ofrecer y comprarlos”, algo que con los políticos argentinos y los empresarios de las comunicaciones el dicho ha funcionado a la perfección.

No caben dudas de que este marco tan detestable para muchos de los argentinos que no renuncian a la lucha por la plena soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias y el fin de este control invisible, es a su vez un clima maravilloso y de muchas ventajas para los anglófilos admiradores de las políticas de aquellos lugares, que hoy día gozan de grandes privilegios por el notable estrechamiento de relaciones con el dúo Washington-Londres que ha dado como consecuencia colateral, el peligroso acercamiento a Tel Aviv que se nota en las áreas de las fuerzas de seguridad y de inteligencia.

Aunque las declaraciones del embajador tratan de impresionar a sus pares rusos, lo cierto es que en Moscú están bastante bien al tanto de tan fea realidad en la que el país se halla que ha quedado  especialmente visibilizada tras el incidente del submarino “ARA San Juan”, una tragedia de la cual el gobierno de Macri no sabe cómo resolver para no involucrar a los autores de dicha agresión. A la vista de esto, se sabe que Buenos Aires está seriamente condicionada para maniobrar con libertad en las negociaciones que vaya a emprender con Moscú  no solo porque a Washington no le agrada la idea de que se permita una mayor injerencia rusa en la región sino por más bien, porque Gran Bretaña es un socio y aliado indeclinable en los intereses que acaparan en el Atlántico sur.

Precisamente, lo ocurrido a los cuarenta y cuatro marinos que fueron sacrificados por el gobierno y por la desidia todos aquellos que previamente habían ocupado la Casa Rosada, recuerdan a los argentinos que sus mares no son sus mares y que ha sido muy fácil para los agresores (hasta el momento) salirse con la suya. 

La misma tragedia en sí, ha sido una oportunidad de oro para reflotar ante los ojos de la opinión pública nacional el grado de subalternización política en la que se halla el país. También y por los indicios que se vienen acumulando desde aquella “desaparición”, ha quedo bien en claro que Buenos Aires carece de cualquier forma de respuesta o de ejecutar una retaliación a lo que no cabe dudas, fue un ataque por parte de navíos hostiles con base en Mount Pleasant.

De este modo, un país sin Fuerzas Armadas (que vienen a descubrir recientemente) sin una comunidad de inteligencia propia y con objetivos al servicio de un estado foráneo y con un sistema político completamente decorativo y corrupto, con una lastimera capacidad de administrar una economía de un país africano, hay pocas chances de creer que no existan las relaciones carnales que la cancillería niega con vehemencia.