EN LA MIRA
“GUERRA CALIENTE”
Las volátiles decisiones de Trump y las continuas presiones de la OTAN pronto pueden encender un infierno
Por Dany Smith
Si nos detuviéramos
un momento a ver donde nos hallamos parados, tendríamos una extraña sensación
algo así como un Deja Vu que nos obligaría a preguntarnos ¿Qué es lo que
sucede? Y es que, aunque parecía que aquel mundo bipolar de la ”guerra fría”
entre occidente y oriente se había ido para siempre en aquel 1991, a la vista
de lo que ha resultado el unilateralismo hegemónico estadounidense y de la OTAN, hoy pareciera reactivarse ese
mismo esquema adaptado a estas épocas.
El uso de las bombas y la violencia masiva no ha servido para
llevar la democracia, así pueden verlo con desconsuelo los artífices del
intervencionismo que se hallan en los núcleos duros de los sectores neoconservadores[1] y
del lobbies sionista estadounidense
(especialmente AIPAC), éstos últimos con un protagonismo central en
involucrar a los EEUU en las guerras de los últimos 26 años a la fecha.
Por supuesto que desde estos sectores y en especial desde sus editoriales
de propaganda estelares, la culpa por las desgracias del mundo y todo lo que
ellas reflejan está fincada en “las mentiras mediáticas”, que cínicamente se
lanzan a otros, en especial contra Rusia que según acusan en Washington, han
emprendido una verdadera “guerra de desinformación”. Claro, esto solo puede
convencer a un adoleacente que haya nacido en el 2000 y que aún con pocas
referencias histórico informativas y bombardeado por el conglomerado mediático
angloestadounidense que no se rinde en su papel de mentir hasta las últimas
consecuencias, se ven mareados ante la masividad de las fuentes informativas de
las que disponen actualmente.
En este sentido, las grandes corporaciones de medios saben que
están perdiendo la batalla informativa y ello se debe al salto que realizó el
emprendimiento mediático ruso que ha logrado avanzar mucho más allá de lo que
los Think Thanks de la Casa Blanca había pronosticado. El problema no es la
supuesta desinformación que los medios rusos practican contra los intereses
occidentales, eso es falso, sino, por el papel central en revelar lo que antes
nadie hubiera sabido. Ello ha redundado
en la pérdida de posiciones alrededor del mundo y el aumento del descrédito
político que ya estaba en baja desde el primer mandato de George W. Bush. Con
esto a la vista ¿Quién le puede creer a la Casa Blanca o a sus vocero mediáticos
como son la CNN, ABC o FOX?
Por supuesto que los estadounidenses se abstienen de analizar
cuánto ha ayudado su actual presidente con sus delirantes políticas en sembrar
la inestabilidad tanto en el interior como en su política externa, en este
último caso vistas con los avances de la OTAN sobre las fronteras de la
Federación rusa como sobre las aguas del Mar Meridional de la China. Aún siguen
con ese infantilismo de echarle las culpas al otro creyendo que los medios
lograran convencer a la opinión pública de sus políticas de estado. Muchos
dicen que algo no anda bien con su cabeza pero en realidad ese no es el tema. Tump
es una figura decorativa, muy peculiar, pero solo eso. Las últimas medidas de
Trump están bien pensadas pero no por él, lo han sido por los sectores del
estado profundo quienes son los que realmente manejan la política en la Casa
Blanca.
La información y la ventilación de las consecuencias de los hechos
que Washington ha venido concretando alrededor del globo y en especial con su
comprobado y terrorífico papel en el Medio Oriente, es suficiente como para que
Washington tuviera que pedir perdón por un siglo sin mencionar los costos de
reparación por esos crímenes. Cómo podrían no estar enfurecidos estos sectores
cuando medios como RT, Rossiya 24 y Sputnik, han sacado a la luz informaciones
que EEUU hubiera querido que estuvieran sepultadas en los archivos del
Departamento de Estado, la CIA y la NSA por –cuando menos- setenta años
¿Puede imaginarse como reaccionó el ex jefe de la CIA John Brennan cuando por
los medios rusos se mostraron las implicancias de su agencia dentro de los
grupos terroristas que estaban operando en Siria? O la eliminación con un
bombardeo de los misiles crucero “Kalbir” de varios agentes de la CIA y el
Mossad que operaban con los “yuhadistas” en un bunker del Monte Simeon? Pero
este dilema ya venía siendo tratado desde mediados del 2005 cuando EEUU quedó
sumido en el escándalo público por la comprobación de prácticas brutales de
torturas, ejecuciones sumarias y todo tipo de
vejaciones contra los civiles en Iraq y Afganistán. En esos momentos los
autores intelectuales de la “guerra preventiva” que habían ilustrado a Bush y
Cia para proceder contra la ley internacional, clamaban por hacer algo para
controlar el tráfico de información por internet, fuente principal de las
filtraciones que mostraron la inconveniente cara real de las Fuerzas Armadas y
de las agencias de inteligencia estadounidenses.
Tal vez podían encarcelar o hacer desaparecer a los periodistas
iraquíes que se oponían a su presencia, o incluso desmantelar todo el espectro
de comunicaciones del país para reemplazarlo por “nuevos medios” financiados y
editorialmente controlados” desde Washington como fue el caso de “Al Hurra”[2],
pero estos métodos no se pueden aplicar al mismo tiempo en todo el globo. Fue
por ello que sus maquiabelicos cerebros dijeron ¿por qué no usar la ley para
violar la ley? Usar la violencia y el soborno para acallar a los medios ya no
funciona –al menos no como regla general- pero, es necesario tratar de
controlar los medios digitales.
Cuando EEUU alegaba que estaba combatiendo al Daesh o que había atacado
a supuestos objetivos terroristas en sitios como Siria, Yemen, Iraq, Afganistán
y Pakistán, testigos presenciales dotados con un simple teléfono celular
derrumbaban esas alegaciones mostrando que esos aviones en realidad no atacaban
al Daesh sino a los iraquíes y que los supuestos terroristas eliminados eran
simples civiles, mujeres, niños que nada tenían que ver con todo eso. El escándalo fue inevitable y con las
actuales políticas implementadas contra Irán solo está alimentando los
argumentos de los conservadores en Teherán[3].
Incluso las redes sociales que se habían convertido en la ventana
alternativa para obtener información que los medios oficiales no publicarían en
su vida, ha sido objeto de la infiltración y la cooptación de las agencias de
inteligencia como la CIA y la NSA que tratan de contra restar el impacto
político desfavorable que aquellas fuentes generan sobre la agenda política
norteamericana. El caso de Facebook ha sido escandalosamente paradigmático.
Eduard Snowden |
Hace años que está red social forma parte de las herramientas de la CIA para la
recopilación ilegal de datos. En ello
hay que agradecer al ex NSA Eduard Snowden[4]
quien tras denunciar y probar como el gobierno estadounidense espiaba a “todo
el mundo”, debió huir y hoy sigue oculto en algún lugar de la Federación rusa
para proteger su integridad física. Al
quedar en evidencia todo este fake, los ingenieros de la inteligencia han
insistido en que el problema solo puede tener una solución política, en
especial legislativa.
En ese sentido, son los legisladores norteamericanos y europeos los
responsables de fabricar nuevos dispositivos legales para tratar de imponer una
censura a las informaciones que provengan de fuentes no occidentales y/o
gubernamentales; un asco. Con la excusa de que Rusia ha estado perjudicando a
la imagen de los EEUU con “fake news” y de lanzar una guerra desinformativa,
Washington ha impulsado a sus aliados europeos como Gran Bretaña y Alemania a
sancionar leyes de control de la información, lo que representa un gigantesco
salto para atrás en el derecho y la libertad de información.
En realidad detrás de estos intentos de desprestigiar a Rusia se
halla el fracaso rotundo por presentarla como una nación agresiva e invasiva –como
suele calificarla John McCain-, llevando a que se le inventara el intento
de envenenamiento del ex agente Skripal, un verdadero fiasco mediático
destinado a causar un golpe mediático contra Vladimir Putin en momentos previos
a las elecciones para su reelección pero que sirvió para reafirmar ante el
público, quién miente y quién no. Con todo esto, queda claro que EEUU y la OTAN
buscan recrear aquella atmosfera de la guerra fría solo que hoy por y hoy y con
las tecnologías reveladas por Putin el 1º de marzo, esa guerra puede volverse
muy caliente.
[1]
CONTRAPESO.INFO. com. “¿Qué es el neoconservadurismo? 6 de marzo de 2014. Por
Leonardo Girondella Mora. http://contrapeso.info/2014/que-es-neoconservadurismo/
[2]
LINK SPRINGER.com. “LAS LECCIONES DE AL HURRA TELEVISIÓN”. Por Shawn Powers y
Ahmed El Gody. https://link.springer.com/chapter/10.1057%2F9780230100855_3
[3] RED VOLTAIRE.org. “¿Es posible la paz
alrededor de Israel? Por Therry Meyssan.
Publicado el 22 de mayo de 2018. http://www.voltairenet.org/article201196.html
[4] BBC. “Lo que Snowden ha revelado hasta
ahora del espionaje de EEUU”. Por William Márquez. Publicado el 2 de junio de
2013. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/07/130702_eeuu_snowden_revelaciones_espionaje_wbm