martes, 29 de mayo de 2018


EN LA MIRA



“GUERRA CALIENTE”

Las volátiles decisiones de Trump y las continuas presiones de la OTAN pronto pueden encender un infierno


Por Dany Smith
Si nos detuviéramos un momento a ver donde nos hallamos parados, tendríamos una extraña sensación algo así como un Deja Vu que nos obligaría a preguntarnos ¿Qué es lo que sucede? Y es que, aunque parecía que aquel mundo bipolar de la ”guerra fría” entre occidente y oriente se había ido para siempre en aquel 1991, a la vista de lo que ha resultado el unilateralismo hegemónico estadounidense  y de la OTAN, hoy pareciera reactivarse ese mismo esquema adaptado a estas épocas.

El uso de las bombas y la violencia masiva no ha servido para llevar la democracia, así pueden verlo con desconsuelo los artífices del intervencionismo que se hallan en los núcleos duros de los sectores neoconservadores[1] y del lobbies sionista estadounidense  (especialmente AIPAC), éstos últimos con un protagonismo central en involucrar a los EEUU en las guerras de los últimos 26 años a la fecha.

Por supuesto que desde estos sectores y en especial desde sus editoriales de propaganda estelares, la culpa por las desgracias del mundo y todo lo que ellas reflejan está fincada en “las mentiras mediáticas”, que cínicamente se lanzan a otros, en especial contra Rusia que según acusan en Washington, han emprendido una verdadera “guerra de desinformación”. Claro, esto solo puede convencer a un adoleacente que haya nacido en el 2000 y que aún con pocas referencias histórico informativas y bombardeado por el conglomerado mediático angloestadounidense que no se rinde en su papel de mentir hasta las últimas consecuencias, se ven mareados ante la masividad de las fuentes informativas de las que disponen actualmente.

En este sentido, las grandes corporaciones de medios saben que están perdiendo la batalla informativa y ello se debe al salto que realizó el emprendimiento mediático ruso que ha logrado avanzar mucho más allá de lo que los Think Thanks de la Casa Blanca había pronosticado. El problema no es la supuesta desinformación que los medios rusos practican contra los intereses occidentales, eso es falso, sino, por el papel central en revelar lo que antes nadie hubiera sabido.  Ello ha redundado en la pérdida de posiciones alrededor del mundo y el aumento del descrédito político que ya estaba en baja desde el primer mandato de George W. Bush. Con esto a la vista ¿Quién le puede creer a la Casa Blanca o a sus vocero mediáticos como son la CNN, ABC o FOX?

Por supuesto que los estadounidenses se abstienen de analizar cuánto ha ayudado su actual presidente con sus delirantes políticas en sembrar la inestabilidad tanto en el interior como en su política externa, en este último caso vistas con los avances de la OTAN sobre las fronteras de la Federación rusa como sobre las aguas del Mar Meridional de la China. Aún siguen con ese infantilismo de echarle las culpas al otro creyendo que los medios lograran convencer a la opinión pública de sus políticas de estado. Muchos dicen que algo no anda bien con su cabeza pero en realidad ese no es el tema. Tump es una figura decorativa, muy peculiar, pero solo eso. Las últimas medidas de Trump están bien pensadas pero no por él, lo han sido por los sectores del estado profundo quienes son los que realmente manejan la política en la Casa Blanca.

La información y la ventilación de las consecuencias de los hechos que Washington ha venido concretando alrededor del globo y en especial con su comprobado y terrorífico papel en el Medio Oriente, es suficiente como para que Washington tuviera que pedir perdón por un siglo sin mencionar los costos de reparación por esos crímenes. Cómo podrían no estar enfurecidos estos sectores cuando medios como RT, Rossiya 24 y Sputnik, han sacado a la luz informaciones que EEUU hubiera querido que estuvieran sepultadas en los archivos del Departamento de Estado, la CIA y la NSA por –cuando menos- setenta años ¿Puede imaginarse como reaccionó el ex jefe de la CIA John Brennan cuando por los medios rusos se mostraron las implicancias de su agencia dentro de los grupos terroristas que estaban operando en Siria? O la eliminación con un bombardeo de los misiles crucero “Kalbir” de varios agentes de la CIA y el Mossad que operaban con los “yuhadistas” en un bunker del Monte Simeon? Pero este dilema ya venía siendo tratado desde mediados del 2005 cuando EEUU quedó sumido en el escándalo público por la comprobación de prácticas brutales de torturas, ejecuciones sumarias y todo tipo de  vejaciones contra los civiles en Iraq y Afganistán. En esos momentos los autores intelectuales de la “guerra preventiva” que habían ilustrado a Bush y Cia para proceder contra la ley internacional, clamaban por hacer algo para controlar el tráfico de información por internet, fuente principal de las filtraciones que mostraron la inconveniente cara real de las Fuerzas Armadas y de las agencias de inteligencia estadounidenses.

Tal vez podían encarcelar o hacer desaparecer a los periodistas iraquíes que se oponían a su presencia, o incluso desmantelar todo el espectro de comunicaciones del país para reemplazarlo por “nuevos medios” financiados y editorialmente controlados” desde Washington como fue el caso de “Al Hurra”[2], pero estos métodos no se pueden aplicar al mismo tiempo en todo el globo. Fue por ello que sus maquiabelicos cerebros dijeron ¿por qué no usar la ley para violar la ley? Usar la violencia y el soborno para acallar a los medios ya no funciona –al menos no como regla general- pero, es necesario tratar de controlar los medios digitales.

Cuando EEUU alegaba que estaba combatiendo al Daesh o que había atacado a supuestos objetivos terroristas en sitios como Siria, Yemen, Iraq, Afganistán y Pakistán, testigos presenciales dotados con un simple teléfono celular derrumbaban esas alegaciones mostrando que esos aviones en realidad no atacaban al Daesh sino a los iraquíes y que los supuestos terroristas eliminados eran simples civiles, mujeres, niños que nada tenían que ver con todo eso.  El escándalo fue inevitable y con las actuales políticas implementadas contra Irán solo está alimentando los argumentos de los conservadores en Teherán[3].
Incluso las redes sociales que se habían convertido en la ventana alternativa para obtener información que los medios oficiales no publicarían en su vida, ha sido objeto de la infiltración y la cooptación de las agencias de inteligencia como la CIA y la NSA que tratan de contra restar el impacto político desfavorable que aquellas fuentes generan sobre la agenda política norteamericana. El caso de Facebook ha sido escandalosamente paradigmático. 
Eduard Snowden

Hace años que está red social forma parte de las herramientas de la CIA para la recopilación ilegal de datos.  En ello hay que agradecer al ex NSA Eduard Snowden[4] quien tras denunciar y probar como el gobierno estadounidense espiaba a “todo el mundo”, debió huir y hoy sigue oculto en algún lugar de la Federación rusa para proteger su integridad física.  Al quedar en evidencia todo este fake, los ingenieros de la inteligencia han insistido en que el problema solo puede tener una solución política, en especial legislativa.

En ese sentido, son los legisladores norteamericanos y europeos los responsables de fabricar nuevos dispositivos legales para tratar de imponer una censura a las informaciones que provengan de fuentes no occidentales y/o gubernamentales; un asco. Con la excusa de que Rusia ha estado perjudicando a la imagen de los EEUU con “fake news” y de lanzar una guerra desinformativa, Washington ha impulsado a sus aliados europeos como Gran Bretaña y Alemania a sancionar leyes de control de la información, lo que representa un gigantesco salto para atrás en el derecho y la libertad de información.

En realidad detrás de estos intentos de desprestigiar a Rusia se halla el fracaso rotundo por presentarla como una nación agresiva e invasiva –como suele calificarla John McCain-, llevando a que se le inventara el intento de envenenamiento del ex agente Skripal, un verdadero fiasco mediático destinado a causar un golpe mediático contra Vladimir Putin en momentos previos a las elecciones para su reelección pero que sirvió para reafirmar ante el público, quién miente y quién no. Con todo esto, queda claro que EEUU y la OTAN buscan recrear aquella atmosfera de la guerra fría solo que hoy por y hoy y con las tecnologías reveladas por Putin el 1º de marzo, esa guerra puede volverse muy caliente.



[1] CONTRAPESO.INFO. com. “¿Qué es el neoconservadurismo? 6 de marzo de 2014. Por Leonardo Girondella Mora. http://contrapeso.info/2014/que-es-neoconservadurismo/ 
[2] LINK SPRINGER.com. “LAS LECCIONES DE AL HURRA TELEVISIÓN”. Por Shawn Powers y Ahmed El Gody. https://link.springer.com/chapter/10.1057%2F9780230100855_3
[3] RED VOLTAIRE.org. “¿Es posible la paz alrededor de Israel? Por  Therry Meyssan. Publicado el 22 de mayo de 2018. http://www.voltairenet.org/article201196.html
[4] BBC. “Lo que Snowden ha revelado hasta ahora del espionaje de EEUU”. Por William Márquez. Publicado el 2 de junio de 2013. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/07/130702_eeuu_snowden_revelaciones_espionaje_wbm  

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