“OPERACIÓN D”
Qué fue lo que
realmente sucedió con el avión de la CIA en la provincia de Gazni en Afganistán
¿La venganza perfecta?
Por Charles H. Slim
Si bien las ordenes para ejecutar los trabajos sucios
encargados a la CIA salen con la presunta autorización del presidente de los
EEUU y/o el Congreso norteamericano, ellos no se ejecutan por si mismos y es
allí donde entran en escena los “operativos” de la agencia quienes
materializaran los asesinatos, los atentados o la operación de “falsa bandera”
que se haya planificado.
Esto es parte del bajo mundo de las agencias de
inteligencia al servicio del poder político y financiero estadounidense y que
aquí en Argentina llamamos “las Cloacas del poder”. Es la infraestructura mediante la cual
Washington logra que las cosas sucedan, como ellos quieren que sucedan. Así son
las cosas con ésta y la docena de otras agencias federales que al amparo del
embuste de la “Lucha contra el terror” fueron creadas desde 2001 por la
administración de George W. Bush y Dick Cheney.
Son estos quienes el 3 de enero último llevaron
adelante junto a sus colegas israelíes, el asesinato del general iraní Qassem
Soleimani en en momentos que arribaba engañado a Iraq. Se trató de un golpe muy
bien planificado en el cual se calcularon entre otras cuestiones, las
consecuencias políticas que podría conllevar. Para ejecutarlo contaron con la complicidad de
soplones iraquíes que forman parte de las redes que la CIA tejió tras la ocupación
y que seguirán activas hasta tanto el pueblo iraquí cambie el Status Quo.
Quienes se hicieron cargo de la operación no fueron
novatos en estos menesteres. La táctica de asesinatos con el uso de Drones (que
no es otra cosa que atentados sofisticados) solo la planifica y ejecutan tipos
con experiencia.
El “trabajo” fue encargado a un alto funcionario de
la CIA llamado Michael D’ Andrea más conocido como el “Príncipe oscuro”, un
sujeto que tenía amplias incumbencias en todo lo que tenía que ver con las
redes de operaciones especiales y
encubiertas –incluyendo el reclutamiento
de los falsos yihadistas- en el Medio Oriente y Asia central. En lo que
hacía al área de Afganistán y Pakistán, la CIA lleva adelante todo tipo de
operaciones y mantiene multiples contactos con oscuros actores regionales como
ser la “Red Haqqani” implicada entre otras cuestiones, en el control del
tráfico de amapola (Heroína) a Europa. No hay que olvidar que el control de
este comercio ilegal de drogas proporciona a las organizaciones que allí operan
(incluida la “agencia”) una considerable caja de recaudación con la
cual se financian todo tipo de operaciones clandestinas.
Avion de la CIA derribado en Gazni, Afganistán |
El 27 de enero último, un avión de reconocimiento
“E-11 A-BACN” con personal de la CIA abordo, entre los que se hallaba el mismo
D´Andrea fue presuntamente derribado con un misil guiado cuando sobrevolaba la
provincia de Gazni causando la muerte de todos sus ocupantes. De esta manera
fue descrito por el Taliban. Algunas suposiciones apuntan a que el avión pudo
haber sufrido algún tipo de desperfecto y en momentos que trato de realizar un
aterrizaje forzado, fue seguido desde tierra y atacado por el Taliban con el
resultado aquí visto. Como haya sido que sucedió esto, el estupor golpeo a
Washington y pronto se ordeno silencio total sobre el incidente. Los medios
anglosajones comenzaron a jugar su papel y sin demora comenzaron a poner en
dudas la reivindicación del Taliban y las afirmaciones provenientes desde
Teherán sobre la muerte de D´Andrea. Inmediatamente el CENTCOM salio a
desmentir el hecho aunque, por internet se viralizaron fotos y filmaciones
colgadas por el Taliban.
Cuando no se pudo tapar más el derribo, los medios
como CNN comenzaron a hablar de un “accidente” para alejar cualquier idea de un
exitoso golpe del Taliban y basándose en las fuentes del Departamento de
Defensa solo confirmaron la muerte del piloto Ryan Phaneuf y del Coronel Paul
Voss, como únicos tripulantes del aparato sin aclarar las calificaciones
personales de cada uno de ellos. Del resto de los ocupantes, nada.
Pero en tanto de puertas afuera los jefes de la
Comunidad inteligencia trataban vanamente desmentír esto, discutían como pudo
suceder esto.
Alguien en Langley, en medio de una agitada reunión de los jefes
de la CIA se animo a susurrar que habrían sido los iraníes quienes
pudieron hacerlo, causando un impas de
silencio entre los presentes.
Las CGRI y la inteligencia iraní con obvia
operatividad dentro de Afganistán, descubrieron que uno de los cerebros del
asesinato de Soleimani se movía por la región y tras lograr establecer sus
rutas y movimientos de éste alto jerarca de la CIA, diseñaron un plan para
eliminarlo. Tras confirmar que se movía constantemente entre Pakistán y
Afganistán, establecieron un acuerdo conjunto con el Taliban y se pusieron a la
empresa de cazarlo.
Aunque Washington aprovecha la muy dificultosa
prueba de la existencia de Michael D´Andrea entre los restos del avión, lo
cierto es que sus personeros no pueden obviar que éste derribo fue un duro
golpe para la Agencia ya que tanto el piloto como el copiloto, revestían la
calidad de personal efectivo del Comando Conjunto en la Base Conjunta de
Langley- Eustis, en Virginia, la más importante de la Fuerza Aérea de los EEUU
y encargada de la inteligencia y guerra cibernética. Con ello se puede evidenciar que las pérdidas
para la “agencia” van más allá de un veterano como D´Andrea.
Más allá de que los medios occidentales hablan constantemente
del enfrentamiento entre los sunitas del Taliban y a los chiitas de Irán, como
una manera de desacreditar ésta posible colaboración y al mismo tiempo justificar
una guerra sectaria, ambos comparten el mismo enemigo y fue así como la
inteligencia de las CGRI y del Taliban habrían colaborado con mucho éxito en ubicar,
rastrear y planificar el momento adecuado para darle un golpe devastador a la
cúpula de la CIA en la región.