jueves, 30 de enero de 2020



MAS ALLÁ DE LA LEY
¿Quiénes y cuál es la finalidad real del supuesto “Pacto del siglo” que Donald Trump y Benjamín Netanyahu han anunciado en las últimas horas? ¿Qué ocurrirá con la población palestina?


Por Charles H. Slim
A mediados del año pasado ya se comenzaban a conocer algunos rumores que rondaban por los despachos de la Casa Blanca sobre una propuesta política de paz sobre el candente asunto Palestino-Israelí. Hoy ya es una realidad que pretende ser impuesta contra la voluntad de una las partes. Nada novedoso en este asunto y ciertamente poco esperanzador si atendemos de donde proviene dicha propuesta.  Por principio de cuentas hay que tener en vista que en estas negociaciones no se le ha consultado ni se les ha participado a los palestinos. Como se puede ver desde el punto de visto técnico-jurídico no se puede hablar de acuerdo alguno.

Desde un angulo oficial las tratativas unilaterales y secretas que se vinieron generando entre Washington y Tel Aviv nacieron del Departamento de Estado norteamericano y por medio de las cuales se descartan como posible contenido de esta propuesta, el reconocimiento de un estado nacional palestino. Pero si bien el Secretario de Estado Mike Pompeo y su staff de trabajo es notoriamente sionista (pro-israelí) la idea y la concepción de éste plan no sería de su autoría sino, del yerno del presidente Jared Kushner, un personaje oscuro dentro del gabinete presidencial.

Nombrado por el presidente Donald Trump como su “asesor”, Kushner no tardo en incorporar a estas funciones a su caprichosa esposa (e hija de Trump) Ivanka, quien con muchas ínfulas jactanciosas (entre ellas la de pretender ser presidente) pero muy pocos conocimientos en el área de la política y mucho menos de la geopolítica internacional, habría puesto sus puntos de vista y consideraciones para elaborar junto a su esposo lo que se hoy se presento como el “Acuerdo del siglo”. Por otra parte Kushner no aporta mayores cualidades que puedan opacar a su blonda y petulante esposa.

El único mérito de éste personaje es el de ostentar la calidad de hijo político que esta casado con Ivana Trump, hija del presidente Donald Trump. Ello le dio la posibilidad de ser nombrado como Consejero especial con una oficina propia dentro de la Casa Blanca. Agregado a esto, Kushner por ser miembro de una conocida familia judía de New Jersey vinculada a los negocioso inmobiliarios y militante sionista, desarrollo un fervoroso activismo pro-israelí que lo llevo a establecer estrechos vínculos con Tel Aviv y con el mismo primer ministro Benjamín Netanyahu quien en algunas oportunidades tras realizar visitas a los EEUU fue alojado en su casa.

Estas ideas y posturas ya venían siendo expuestas en el inicio de la administración Trump, algo que según fuentes internas en Washington, fastidiaban al por entonces Secretario de Estado Rex Tillerson quien pese a ser otro funcionario simpatizante y comprometido a las posturas de Israel, era más realista y profesional al momento de contemplar la entidad del problema.
Jared Kushner & Ivanka Trump

Otro ribete del autor de este pretendido “Acuerdo del siglo” es su ambición desmedida, heredada de su padre y que tras casarse con la hija de quien luego sería el presidente de los EEUU, vio la posibilidad de tejer redes de contactos e influencias para sacar provecho en negocios futuros. En su haber no parecer tener otro interés que el de lograr trascender las fronteras para establecer negocios inmobiliarios con clientes tan exóticos como serían los ricos emires sauditas y como no, con los empresarios israelíes y el gobierno de Tel Aviv en el desarrollo de los asentamientos para colonos importados desde todas partes del mundo en terrenos usurpados a los palestinos.

Pero a pesar de estas redes de influencias y sus ambiciosos proyectos personales, este dinámico matrimonio, ha sido y sigue siendo motivo de constantes críticas y contrariedades públicas dentro y fuera de los EEUU ya que además de sus excentricidades, no tienen empacho en mostrarse en actos de gobierno como si se trataran de un apéndice o formaran parte del Departamento de Estado.

Kushner no es un diplomático de carrera ni experto en alguna materia vinculada a las relaciones internacionales, dejando en evidencia la calidad y seriedad del supuesto plan. Su única cualificación para ocupar este estratégico puesto en la Casa Blanca es ser el yerno del presidente y –sin lugar a dudas- ser un activo militante sionista. Sin dudas, credenciales más que satisfactorias para una administración populista neoconservadora. Al mismo tiempo, su esposa Ivanka Trump ha estado actuando como otra consejera presidencial Ad Hoc sin que ello se halle establecido oficialmente en los cargos gubernamentales. Esta dupla de poder nacida del nepotismo del presidente Trump es conocida dentro de los EEUU como “Javanka”, una sociedad de poder que no es otra cosa que la combinación de los nombres del matrimonio.
Colonos judíos armados por Tel Aviv

La propuesta de este “acuerdo” surge de una serie de preconceptos y velados prejuicios antisemitas dado que van contra los árabes palestinos, pobladores semitas si los hay. Este solo responde a los intereses de Israel que ya anunció que entre otras medidas, anexara los territorios en la Cizjordania en los que se hallan asentamientos ilegales. En una descripción burda y llana de lo que propone este libelo sería “comprar a los palestinos para que entreguen su soberanía” bajo la falsa amenaza de que no hay otra alternativa para una solución al conflicto. Israel cuenta con una ventaja militar superlativa  para amedrentar a la población palestina que para el caso de que hubieran levantamientos, simplemente los masacrarían.

El planteo de este “acuerdo” no es otra cosa que un chantaje a punta de fusil que pretende destruir definitivamente la identidad nacional palestina.

Nota de Demolición de vivienda Palestina

Y sin dudas de que ello no esta errado ya que, Israel ha estado presionando de forma inhumana a la población árabe palestina privándoles –por diversas vías y  formas- de sus tierras, el acceso a comida de calidad y medicamentos e incluso, de poder consumir agua potable dado que se ha determinado que desde hace tiempo los colonos extremistas con la complicidad del gobierno israelí han venido envenenando las aguas que abastecen la Franja de Gaza.

La creación de estas condiciones de inhabitabilidad se enderezan a fomentar el terror, la miseria y la desesperación en cada aldea palestina. La estrategia se basa en aprovechar esta desesperación que Tel Aviv ha venido creando entre las familias palestinas en los últimos veinte años buscando quebrar la voluntad de unidad de los árabes. Pese a ello, en las últimas horas las facciones palestinas en especial el “Hamas” liderado por Islamil Hanuye y “Fatah” conducido por el longevo Mahmud Abbas han clamado al únisono que “no pasaran”, “no se agacharan” ante las pretensiones de Washington y Tel Aviv llamando a la población palestina a levantarse contra este “acuerdo”.

Desde el exterior el Partido de Dios Libanes “Hesbollah” ha expresado su rechazo a esto y al mismo tiempo su apoyo incondicional a la causa irrenunciable de un estado para el pueblo palestino.

Al mismo tiempo, otros actores internacionales como Argentina, especialmente desde su gobierno (con la visita de Alberto Fernández a Jerusalen) y el aparato corporativo de medios, pretenden hacerse los desentendidos de la situación lo que concita un velado apoyo a las políticas de Apartheid de Israel.

Ello a su vez pone sobre el tapete la complicidad que su postura representa ante una entidad colonialista que sin más rodeos y a la vista de las evidencias solo busca erradicar definitivamente –y en todos sus aspectos- a la entidad palestina. Sin lugar a dudas, estamos ante una ilegitima imposición unilateral que no prevé discusiones ni la atención a las consideraciones de una de las partes, la de los palestinos. De acuerdo no tiene nada. Se trata de un plan preconcebido a medida de las aspiraciones sionistas pero una calamidad asegurada para el futuro de los palestinos y con seguridad la agudización del conflicto en la región.

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