viernes, 10 de enero de 2020



“REFLEXIONES SOBRE UN IRREFLEXIVO”
¿Qué hay detrás de la insensatez de Trump y su orden de asesinar a Qassem Soleimani?


Por Dany Smith
Los eventos se precipitaron demasiado rápido como para entender que sucedió realmente. Minutos antes de que Donald Trump saliera a dar las explicaciones publicas de los pasos a seguir tras la contundente respuesta de Irán contra las bases aéreas estadounidenses que mantiene en Iraq, pocos eran quienes podían mantener la calma, incluso los jefes militares del Pentágono estaban visiblemente nerviosos por lo que podría suceder.

Pasara tiempo hasta que sepamos que tan duro fue el ataque de los misiles iraníes sobre las bases norteamericanas de “Al Asad” y de Irbil en el Kurdistán. Tanto la afirmación iraní de que habrían muerto 80 marines como la de Trump de que no salio nadie herido, responden a los intereses de propaganda por mostrar poder de cada una de las partes.
Igualmente, se puede deducir de lo ocurrido y de las declaraciones de ambas partes que dicha respuesta tuvo algún tipo de efecto en el ánimo de los personeros en Washington dado que, más allá de las bravatas antiranies e islamofobas de Trump, éste freno la escalada.

Asimismo el líder supremo de Irán advirtió que esto solo fue “apenas un sopapo”, pero sin dudas lo suficientemente seco para hacer recapacitar al mismo Departamento de Estado que llamo a no escalar a su homologo iraní. Precisamente el Secretario de Estado Mike Pompeo no es alguien que tenga estima por los musulmanes en general y por los iraníes en particular, dado su conocida militancia sionista y desprecio hacia el Islam a tono con los círculos neoconservadores anglosajones.  

Washington cayó en cuentas de que no está suficientemente apoyado en la región como para aventurarse a una guerra. Si, así de simple. Incluso el asesinato de Soleimani, tuvo un efecto inesperado y contraproducente congregando a millones de iraníes a las calles furiosos clamando venganza contra EEUU absorbiendo a las manifestaciones de opositores –apoyadas por el Departamento de Estado y la CIA- que unos días antes se estaban realizándose contra el gobierno de Teherán. Mala jugada.

En Washington aún muchos se preguntan ¿Quiénes le sugirieron a Trump ordenar hacer esta estupidez? La CIA no ha dado ningún tipo de explicación ya que aquel asesinato fue ejecutado según sus acostumbrados métodos.

El tan esperado “Speech” del mandatario decepciono a los partidarios de la mano dura contra Irán y no sorprendió a quienes saben como se manejan estas crisis. Henry Kissinger habría clamado por pensar en frío y moderar las palabras, no solo para proteger a la nación sino a su presidente. Trump ya se había equivocado con sus bravuconadas contra Corea del Norte y con su fallido castigo contra Siria en 2017 por lo cual su decisión debió haber sido más meditada. Algunos creen que el asesinato de Soleimani fue inapropiadamente arreglado por su yerno Jared Kushner, quien se sabe, tiene línea directa con Tel Aviv.  De haber sido así, la irresponsabilidad de Trump se duplica por su nepotismo.

Además, lanzar una agresión escalar en las puertas de Eurasia poniendo en riesgo la seguridad de todos sus emplazamientos militares y del personal que lo ocupan sería imperdonable. Era algo que estaba preanunciado: EEUU no podía ir más allá sin considerar a sus socios rusos y chinos ¿Cómo se puede interpretar esto? Pues que si La Casa Blanca, según algunas versiones no oficiales,  pretendía escalara con posibles bombardeos tácticos usando ojivas nucleares montadas en el submarino “USS-Tritón”, Rusia y China ciertamente no se quedarían inmóviles.

Desde el primer momento Trump confundió a la opinión pública cuando tras enterarse de la respuesta iraní dijo  “Todo está bien” y mucho más cuando, lejos de sus bravuconadas busco enfriar la situación conformándose con lanzar epítetos y acusaciones que no son otra cosa, que parte del viejo relato anti iraní fabricado por la Corporación mediática y la intelectualidad estadounidense con fuerte financiamiento de los Lobies y organizaciones pro-israelies en occidente desde 1979.

Consecuencias inmediatas del asesinato de Qassem Suleimani son la condena masiva del mundo islámico,  la expulsión de las tropas de EEUU en Iraq y la cohesión del eje de la resistencia árabe-islámica contra los planes de Washington y Tel Aviv. Precisamente es Israel (el gran Cabildero en el Congreso norteamericano) quien detenta mayor interés en agudizar la crisis entre ambas partes aunque no tan abruptamente. Netanyahu demostró en público su satisfacción por el asesinato de Soleimani pero en privado con sus asesores habría comentado que “no es un hecho israelí sino un hecho estadounidense” tratando de apartarse él y su gobierno de lo sucedido. 
Incluso habría llegado a decirles a sus cercanos “No estamos involucrados y no debemos ser arrastrados por eso”.

Benjamín Netanyahu y Yossi Cohen

Pero más allá de estos supuestos comentarios, algunas fuentes han señalado que el jefe del Mossad Yossi Cohen estuvo implicado en la cuestión al participar a su agencia en la planificación y desarrollo de la ejecución del asesinato de Soleimani ¿Entonces, cuál es la versión veraz?

Suenan muy extrañas estas reacciones del mandatario israelí cuando durante años estuvo conspirando y arengando con mucha fuerza un ataque contra Irán. Pero en realidad, ello no es nada irrazonable. La actual situación interna y regional en la que se encuentra Israel –con el Hesbolla libanes marcándole límites- no perdonaría una aventura belicista y además su objetivo principal es la de destruir –por cualquier medio- el desarrollo tecnológico nuclear de Irán. Eso no significa que el Mossad no estuviese involucrado.

Netanyahu y sus militantes sionistas saben que Irán podría replicar de tal modo que convertiría a la región en un pandemónium y eso no sería un negocio para Israel y sus socios árabes del Golfo. Lo que trata de buscar es 
una degradación paulatina y silenciosa como la causada en Iraq.

Otros que temblaron ante lo sucedido fueron los sauditas (otro cabildero en el Congreso) quienes tras blanquear su alineamiento con Tel Aviv, se han convertido a los ojos de muchos en el gran traidor del mundo árabe-islámico. Riad también está consciente de lo peligroso que puede llegar a ser provocar frontalmente a Teherán y de las consecuencias que ello acarrearía. Es por ello que son más partidarios de las sanciones y las presiones diplomáticas que de una agresión militar.

Una de las preocupaciones de los monarcas es que si las cosas se ponen difíciles Washington los abandone a su suerte y ciertamente, no se equivocan.  Necesitan que el estrecho de Ormuz se encuentre libre y sin amenazas para el paso de su petróleo y la única garantía que tienen para ello es la presencia de la Quinta Flota estadounidense. Los mercados son contestes con esto ya que inmediatamente a la descompresión de la situación, los números volvieron a estabilizarse en Wall Street.

Pero nadie ha considerado la posición  y situación de Iraq en esto. Tras la invasión y ocupación, se ha convertido en el mero teatro de operaciones para dirimir rencillas entre Occidente e Irán. El asesinato de Soleimani fue ejecutado en su territorio lo que no es poco. Desde 2014 EEUU ha reforzado su presencia con la excusa de “combatir al ISIS”, con la cual Washington ha venido chantajeando a los iraquíes para que obedezcan a lo que ellos le sugieren para que ese  “fenómeno” no se vuelva a extender. 
Convertido en un estado fallido y sin instituciones independientes carece de peso para hacer valer una posición, al menos así ha quedo en claro en cuanto los últimos acontecimientos.

Pese a la resolución del Parlamento iraquí que voto la inmediata expulsión de todos los efectivos estadounidenses de su suelo, el Secretario de Defensa Mark Esper ya adelanto que “no se irán de Iraq” alegando que hubo una confusión en la remisión de una carta al gobierno de Bagdad firmada por el jefe del Comando Militar estadounidense. Pese a la explicación de Esper, el gobierno iraquí ratificó su decisión por lo cual queda claro que no son –si es que alguna vez lo fueron- bienvenidos en su suelo, pero también que el gobierno iraquí es un “cero a la izquierda”. Por lo pronto quienes entendieron que la situación se ha complicado a niveles muy peligrosos son sus aliados canadienses y alemanes quienes ya se trasladaron a Kuwait.

Pero el show debía continuar y Trump debía mostrarse seguro y decidido ante el público. Tras su discurso de nueve minutos y rodeado de su vice Mike Pence, su Secretario de Estado Mike Pompeo, sus asesores de Defensa Mark Sper  y el jefe del Pentágono Mark Milley, Trump apaciguó su ánimo de redoblar la apuesta y se limito a señalar que agudizaría la vía de las sanciones económicas adicionales y la convocatoria de la OTAN a involucrarse más en los asuntos del Oriente Medio. Sobre esto último tan pronto se enteraron del asesinato de Soleimani, sus aliados de la OTAN abandonaron inmediatamente Iraq ante el temor de represalias.

Ciertamente, el mandatario norteamericano necesitaría rever su capacidad de reflexión y consultar a un psicólogo.

Pero como lo hemos dicho anteriormente, el presidente Trump no es el único involucrado en este tipo de decisiones y mucho menos es el único responsable por sus consecuencias. Esto ha sido históricamente utilizado como un fusible político e incluso histórico que no permite imputar al estado por los crímenes y daños que se cometen en el desarrollo de acciones que fueron ordenadas por el poder ejecutivo. Esta argucia legal, ha servido para que EEUU no pueda ser llevado a instancias judiciales internacionales por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra aunque es posible, que ello cambie a mediano plazo.

lunes, 6 de enero de 2020



“GEOPOLITICA DEL CAOS”
Quién es quién dentro de la escena de esta trama geopolítica impulsada por Washington ¿Dónde está la legalidad internacional?


Por Charles H. Slim
La repentina aparición del “ISIS” recargado –un mejorado Islamic State of Iraq de 2006- allá por mediados de junio de 2014 tomo por sorpresa a la mayoría de los ciudadanos de Occidente pero no para los habitantes del Medio Oriente. Los iraquíes conocían de las andadas de lo que ellos llamaban “Daesh” que para 2012 y tras haber sufrido arias perdidas solo era una banda de no más de veinte miembros dispersada en el desierto del “Al Sham” limítrofe con Siria. Pero ¿Qué sucedió?, ¿Cómo crecio tan rápido de la forma en que lo hizo esta desorganizada y pequeña banda de profugos?

El curso de los eventos demostró el cómo y quiénes sustentaron esta empresa siniestra. El juego de manipular los extremos dentro del mundo árabe islámico ha sido una parte de ello. Esta tarea viene siendo ejecutada desde hace tiempo por las agencias de inteligencia occidentales con la CIA a la cabeza con la finalidad de cambiar o derrumbar gobiernos en la región. 
Los antecedentes de ello sobran, pero para mención de ejemplo no olvidemos al grupo “Mujaideenes Al Kalq” una agrupación subversiva financiada por Washington en los ochentas y noventas que con base en Iraq durante el gobierno de Saddam Hussein buscaba desestabilizar a Irán. Tras la invasión de 2003, la CIA y las agencias de inteligencia, comprometidas por lo que representaba esta organización, cortaron sus contactos abandonándoles a su suerte.

Otro fue “Al Qaeda” (La Base), un programa de contrainsurgencia compuesto de elementos reclutados por la CIA en países árabes islámicos creado por el Departamento de Estado norteamericano en 1978 con la finalidad de sabotear al gobierno pro-soviético de Kabul, Afganistán. Pese al paso de los años, ese programa fue puesto a rodar en Iraq luego de la invasión de 2003 y aún subsiste –con otros componentes obviamente-  para que Washington lo use como el frontón de sus argumentos para las intervenciones extranjeras. Su implementación ha demandado mucho dinero y tiempo demostrando la importancia que representaba su inversión y la utilidad que le ha concedido.  

Viéndolo desde un punto de vista forzadamente razonable, el planteo de la lucha del terror usando el terror, ha comprobado su inutilidad táctica y estratégica salvo, que ello estuviera pensado para que esa lucha no acabe nunca. Ahora bien ¿Cuáles serían los beneficios de esto? El establecimiento del interminable negocio de la seguridad privada y el desarrollo de la industria armamentística que anualmente factura miles de millones de dólares, son suficientes estimulos para que esta supuesta lucha no termine jamás.

Hoy ante los acontecimientos, ha quedado revelado el objetivo puntual de EEUU en la región. Pero cabe preguntarse ¿Es el objetivo de Washington o solo está sirviendo a los propósitos geopolíticos de Israel? Si bien quien anuncia públicamente las acciones del gobierno estadounidense es el presidente y son sus recursos los que se utilizan para concretarlos, lo que se ejecuta en la región ha sido influenciado y planificado por poderosos intereses israelíes dentro del Congreso y también por fuera de él.
EEUU agredió simultaneamente a dos países con este ataque ya que asesino a un ciudadano iraní en territorio iraquí asesinando al mismo tiempo a otros ciudadanos de éste último ¿Qué hay de la ley internacional sobre esto?, ¿Hay posibilidad de que la Corte Penal Internacional tome injerencia en esto?

El asesinato de Qassem Soleimani parece más un encargo mafioso de Tel Aviv que un objetivo pensado y razonado por Donald Trump y su círculo de asesores. Soleimani estaba eliminando con gran eficacia los últimos residuos del “Daesh” en Iraq y eso fastidia los planes de Washington pero también de Tel Aviv que gano mucho con la destrucción de Iraq y la inestabilidad en Siria.

Apenas se conoció el magnicidio, las manifestaciones de repudio y temor por las redes sociales no tardaron en aparecer. Los únicos contentos con esto solo son aquellos sectores de la elite política y financiera quienes vieron como los precios del crudo se dísparaba hacia las nubes. La naturalización del crimen de estado en EEUU parece haber encontrado una barrera ya que son muchos dentro de este país repudian con fuerza esta acción inconsciente y poco inteligente.

Esto ha causado que una vez más, EEUU quede aislado de la Comunidad internacional desatando críticas y controversias entre sus propios aliados. 
En Iraq (aliado zombie) los estadounidenses que jamás fueron populares (mucho menos tras el legado dejado tras su ocupación), tras este hecho, ha colmado la paciencia de los ciudadanos iraquíes y ello, ante las revueltas callejeras que desde mediados del mes de septiembre se vienen sucediendo en todo el país, no han podido ser contenidas por los políticos títeres y sus cuerpos de represión policial “ISOF” que dependen directamente de Washington.

La presión popular es tan grande que los títeres del gobierno no han podido resistir sus demandas entre ellas, la de efectivizar la inmediata salida de todos los estadounidenses del país (sus contratistas) y la de sus soldados. Esto ha empujado a los parlamentarios a pedir oficialmente la salida inmediata de las tropas estadounidenses que aún se mantienen en sitios clave del país.

Sobre la curiosa posición de Iraq en todo esto revela la farsa de gobierno que detenta. La administración títere firmo varios acuerdos con Washington en los cuales autoriza a las tropas norteamericanas a estar en su suelo bajo el estatus de “invitados”; una forma legal que les protege de prosecusiones legales por crímenes contra la población o cualquier otro daño al patrimonio iraquí. Desde la distancia, una tomadura de pelo. 
Solamente los fanáticos sionistas de la administración Trump como los es el Secretario de Estado Mike Pompeo o la ex representante ante Naciones Unidas Nikki Haley y una parte de los neoconservadores del Congreso –sin mencionar a los obsecuentes latinos- festejan esta imbecilidad con “Twits patrióticos” similares a los que los funcionarios de la administración Bush-Cheney se enviaban cuando invadieron Iraq.

En la oposición demócrata no tardaron en salir a la palestra y responder a esto. El vice de Obama Joe Biden califico este hecho como una verdadera torpeza. No hay en este ataque algun interés estadounidense en juego, incluso ello suena ridículo a la vista de los mismos ciudadanos estadounidenses que han sido consultados sobre esto.

Pero no debemos caer en el engaño que plantean los medios occidentales al reparar en las responsabilidades solo en la persona del mandatario estadounidense. Decir que Donald Trump es el único responsable de esta decisión es un engaño. Para nada es así. Detrás de este tipo de “operaciones” se mueven muchas voluntades, muchos recursos y se involucran muchos ejecutores que a la sazón de encubrir su ejecución, pondrán en marcha lo que no es otra cosa que “un ataque terrorista” ordenado por un estado, similar al que asesino a quién logró derrotar al “ISIS”.

A los ojos de muchos Trump pareciera –pese a sus continuas criticas- querer mostrarse como el “Cowboy” del lejano oeste, una caricatura que ya uso su homologo George W. Bush y que dicho sea de paso, mansillo hasta el tuétano la imagen de la Unión. Pareciera que trata de demostrar que está dispuesto al “ojo por ojo” pero en su versión Talmudica como queriendo demostrarle al ala sionista local (AIPAC entre otros) y a Israel en particular, que puede con sus enemigos sin mirar o medir las consecuencias.

Esto ha desatado una cadena de actos deliberativos dentro del Congreso dirigidos a limitar las intensiones de Trump por involucrar al país en una guerra abierta con Irán, algo que la presidente de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi ha dejado bien evidenciado con su carta pidiendo limitar los poderes de guerra del presidente.

Lo importante sería que el público estadounidense, quienes pagan sus impuestos y que no es de mayoría judía ni mucho menos con ciudadanía israelí (ya que son estadounidenses), que le haga conocer a su presidente y a la elite que les gobierna, si están o no de acuerdo en que los metan en estos siniestros juegos que además de servir a los intereses geopolíticos de Israel, ya tienen preanunciadas consecuencias fatales.

No hay que perder de vista el curso de los acontecimientos ya que ante el anuncio del gobierno de Teherán por vengar la muerte de Soleimani,  ello sería sin dudas aprovechado por  los oscuros círculos del poder en Washington y Tel Aviv que utilizando a sus proxies diseminados en todo el globo, monten operaciones de “Falsa Bandera” en el formato de cruentos atentados en países de baja seguridad –especialmente en países donde los medios operan al ritmo de las embajadas de ambos países-  para convenientemente endilgarselos a los iraníes ¿Acaso cree que eso no sea posible? Solo vea la historia contemporánea y en especial la de los últimos 18 años hasta esta parte y verá que ello es muy posible.

sábado, 4 de enero de 2020



“LINEA ROTA”
Qué diferencia hay entre asesinar con armas sofisticadas o con explosivos rudimentarios. Asesinar a un alto funcionario iraní bajo argumentos carentes de pruebas ¿Debe ser tolerado por la ley internacional? El dilema que tratan de eludir los sustentadores de las políticas de Washington y Tel Aviv refiere a si estas acciones pueden tener algún sostén legal ¿Es terrorismo o no lo es?

Por Chrales H. Slim
En la tarde del jueves Bagdad se volvía a sacudir. Varias y potentes  explosiones se escucharon en las inmediaciones del Aeropuerto detonando las alarmas de los complejos cercanos. Los bagdadíes acostumbrados a la guerra no se sorprendían y muchos aseguraban con impavidez la injerencia de los “amerikí” en esto. Y no se equivocaron. Varios cohetes que supuestamente habían sido disparados por manos anónimas resultaron ser un ataque puntual y bien planificado de misiles guiados lanzados desde un Dron de la CIA contra un alto e influyente funcionario iraní.

Se trato de un ataque terrorista, sofisticado, pero terrorista al fin que asesino al general Iraní Qassem Soleimani de 62 años de edad y a ocho personas que lo acompañaban cuando salían del aeropuerto a bordo de dos automóviles. A la vista de la ley internacional, un crimen más en un país convertido por los mismos estadounidenses en tierra de nadie. Pero yendo a su ejecución material de este ehcho habría que preguntarse ¿Cómo sabían con tanta precisión donde estaría Soleimani? Pues la respuesta es muy clara. Iraq es un país cooptado por los estadounidenses y los alcahuetes de la CIA pululan por doquier.  

Soleimani no era cualquier general. Su reputación lo precede y obviamente, sus éxitos militares y políticos en Siria e Iraq fueron aborrecidos por los estadounidenses y en especial por los israelíes. La disposición de los asesores de las milicias “Al Quds” y el entrenamiento de combatientes iraquíes para derrotar a los “ISIS” y demás grupos mercenarios –plantados por los EEUU- fue central en la derrota del embuste del “Estado Islámico”. Su lucidez estratégica lo hizo famoso y temible para los enemigos de Irán. Hombre callado y contemplativo, Soleimani solía estar más atento a escuchar que a charlar. Fue uno de los artífices de la derrota definitiva del “ISIS” en Mosul y de la erradicación de los grupos mercenarios seudo-yihadistas que habían ocupado la provincia de “Quneitra” en Siria  que estaban siendo apoyados por Israel.

Fue el estratega y creador de las milicias populares iraquíes “Hashad Al Shaabi” que junto a las “Brigadas Kataib Hesbolla” se unieron para combatir a la sofisticada maquinaria de “ISIS” que –contaba con armamento provisto por Arabia Saudita y EEUU- ciertamente, no podía ser enfrentado por el gobierno títere de Bagdad. Esto destruye el mito de que fue “EEUU quien derroto al ISIS”, afirmación que Trump realizo en algún momento para justificar la retirada parcial de Siria. Los medios y en particular los periodistas de alquiler en Occidente no tardaron en hablar cuantas sandeces se les cruzó por la mente, sin haberse puesto en contexto y sin hablar la realidad de lo que viene sucediendo en la región desde 2003. Soleimani fue otra víctima en la larga lista de asesinatos por acciones terroristas de gobiernos occidentales y de sus aliados regionales, en especial de Israel.

Los supuestos argumentos con lo que sustentan este ataque, son bastante discutibles y endebles. Las premisas para justificar este asesinato nunca fueron probadas y ellas se basan en las acusaciones sobre los sabotajes a los buques petroleros llevados a cabo unos meses antes en el Golfo Pérsico. Si bien los medios corporativos justifican esto con todo tipo de falacias y acudiendo al maniqueísmo del “malo y el bueno”, dentro de EEUU son muchos quienes critican este arrebato demencial y ello ha propiciado a que la oposición demócrata reclame en forma oficial las pruebas tangibles y documentadas con las que se basó la Casa Blanca para autorizar esta acción.
EEUU uso la misma táctica que viene usando para matar civiles inocentes en Afganistán, Yemen, Pakistán e Iraq desde que comenzó en 2001 con su parodia de la “Lucha contra el terror”. No hay otra denominación para calificar estos actos que los de terror, aunque ello desagrade al Departamento de Estado y a la cada vez menos influyente Corporación de Medios encargada de maquillar la información.

Pero si bien Donald Trump salio inmediatamente –mediante sus acostumbradas bravuconadas- a reivindicar esta patética  acción, no hay dudas de que otros son los instigadores los que están detrás de su ejecución. 

Uno de los Twitts del presidente norteamericano decía:

"Donald J. Trump
@realDonaldTrump
General Qassem Soleimani has killed or badly wounded thousands of Americans over an extended period of time, and was plotting to kill many more...but got caught! He was directly and indirectly responsible for the death of millions of people, including the recent large number....
126 mil
10:54 - 3 ene. 2020."

Sin dudas, esto también ha sido parte de una estrategia para amortiguar las consecuencias del Impeachment que tiene en puerta.

A estas alturas a nadie le quedan dudas a quiénes beneficia esta muerte y cuál es el propósito real de ella. Dentro de la misma comunidad de inteligencia advierten que Israel y Benjamin Netanyahu en particular, se ven muy beneficiados con este golpe que no es otra cosa que “arrojar combustible a las llamas del Medio Oriente. Tel Aviv viene desde hace dos años impulsando una frenética y brutal campaña de usurpaciones y anexiones de territorios palestinos para concretar varios emprendimientos inmobiliarios en los cuales se construirán asentamientos para colonos judíos, algo que trata de ocultarse a la opinión pública mundial.

Que Trump lo haya ordenado no significa que tenga la menor idea de a quién le sirve en último sentido esto ni las consecuencias que ello traerá.

Neosionistas de Graham junto a Trump

Para Netanyahu y toda el ala sionista de dentro y fuera de Israel, la muerte de Soleimani es una magnifica noticia que hay que festejar. Coligados a estos, se hallan las iglesias evangelicas estadounidenses –aliados neosionistas- las cuales salieron a apoyar al presidente Trump, en particular el ministerio de la nieta de Billy Graham, Cissie Graham Lynch en Miami quien en una de sus misas afirmo junto a Donald Trump  que “Dios esta de nuestro lado”, revelando el mismo mesianismo psicópata de su predecesor el alcohólico George W. Bush. Sus comunicadores tratan de argumentar todas las justificaciones posibles acudiendo a la demonización, la misma que George W. Bush uso contra todos los musulmanes y que inmediatamente después uso contra Saddam Hussein y todo Iraq. No hay que olvidar que éste país árabe fue convertido en el caos actual, gracias a la invasión y ocupación que ellos mismos llevaron a cabo. 

Para estos sectores con clara orientación ideológica pro-sionista, los antecedentes de Israel en todo esto son pasados por alto. En los meses de julio agosto pasado, los aviones furtivos israelíes “F-35” invadieron el espacio aéreo de varios países para atacar objetivos iraníes en Siria e Iraq tratando de hacerlos parecer, como “misteriosas explosiones”. Incluso los mismos iraquíes saben que células de la inteligencia judía opera con la cooperación de los kurdos iraquíes y que entre otras acciones, están las de asesinar a los altos cargos de las agrupaciones chiitas.

Pero pese a que  estos periodistas y medios tratan de silenciar esto, los mismos han salido a la luz para pesar de los sionistas. Aquellos ataques y muchos otros que son ejecutados en forma discreta y silenciosamente revelan la naturaleza de estas acciones. Ello además fue una abierta violación al derecho internacional, una más en la larga lista de Tel Aviv. Incluso ante el uso de esta ventaja tecnológica ¿No sería posible que muchos de los ataques a bases estadounidenses ocurridos recientemente hayan sido ejecutados por estos aviones furtivos?

Con ello claramente pretende por un lado, amenazar a Iraq para que suspenda sus multiples relaciones con su vecino chiita y al mismo tiempo intimidar a Teherán para que salga de Siria y deje de apoyar a la causa palestina que, pese a las divisiones que actualmente hay dentro del mundo árabe –especialmente de las petromonarquías- sigue siendo una causa irrenunciable.

Más allá de la muerte, los daños causados y las consecuencias que ello traerá, la advertencia que ha surgido del bombardeo con estos Drones furtivos, ha llamado a muchos a cuestionarse  si en realidad esto no fue un plan pacientemente preparado llevando a que muchos sospechen ¿Han sido también aquellos misteriosos ataques previos contra las bases y emplazamientos petroliferos, operaciones de la CIA?

martes, 31 de diciembre de 2019




“ESCANDALO EN LA OPAQ”
Cómo las organizaciones internacionales pueden y son manipuladas desde adentro para concretar objetivos geopolíticos de las potencias globales?


Por Charles H. Slim
La legalidad mundial está en jaque y eso no es algo nuevo. Esta es una afirmación que puede verse ante los continuos ejemplos que desde 2001 vienen saliendo a la luz, referidos a políticas para manipular situaciones y hechos para presentarlos ante la opinión pública completamente diferentes a como realmente sucedieron.  En Siria desde las primeras horas de la agresión a su soberanía, la información de lo que estaba ocurriendo fue manipulada desde los medios informativos de los centros del poder global.

Desde marzo de 2011, los hechos que fueron ocurriendo en Siria, al ser informados por los medios occidentales –especialmente los anglosajones y franceses- estuvieron tiznados con una pátina de distorsión y ocultamiento que pretendía escenificar una revolución que en realidad nunca se produjo. Trastocar la realidad fue su más claro objetivo con la finalidad última de encubrir un intento por derrocar al legítimo gobierno de Damasco, algo que no pudo lograrse gracias a que en parte, no pudieron perpetuar el engaño.

Parte de este engaño se dio con la fabricación de los ataques químicos en las localidades de “Al Gouta”  en 2013 y “Duma” en 2018, ejecutados por grupos “Wahabistas” –de orientación saudita- que contando con el  apoyo secreto de agencias de inteligencia foráneas que entre otras cosas, le proveían de los precursores químicos para elaborar  agentes venenosos tales como el “Sarín” y “Cloro”, pretendían endilgárselo a Damasco.

Las pruebas de esto fueron extensamente recopiladas en bunkers y zulos de armas escondidos en ciudades y sitios que tras haber estado bajo el control de estas bandas, al ser recapturadas por el ejército árabe sirio pudieron hallar dentro de aquellos, toneladas de esos elementos muchos de los cuales traían impreso el logo de laboratorios turcos y saudíes. Obviamente esto representaba un duro revez a sus planes y una situación imposible de explicar ante la opinión pública occidental que comenzaba a cuestionarse ¿Acaso no estábamos luchando contra el terrorismo?

Borrar las pruebas, eliminar a testigos y de ser posible destruir a una nación como lo hicieron con Iraq y Libia, era fundamental para fabricar una historia a molde de las expectativas políticas de los sectores de la elite neconoservadora y sionista de Washington, principales impulsores de los planes por destruir a Siria.  Mire usted lo que ocurre en Libia, un país fracturado por las luchas internas que instaló deliberadamente el Departamento de Estado con Hillary Clinton a la cabeza y que la Francia de Zarcosi y la Gran Bretaña de Cameron, con ambiciones de recuperar sus glorias colonialistas,  apoyaron con entusiasmo. No pierda el hilo de la historia sino quiere que lo engañen.

Es cierto que fue la OTAN  la que proporcionó la cobertura aérea y militar para las operaciones de intervención bajo la resolución 1973 de Naciones Unidas, pero más cierto es que para lograrlo, trabajaron codo a codo con bandas criminales como “Al Qaeda” y grupos especiales financiados y armados por los petrodólares de las monarquías del Golfo que festejaron junto Tel Aviv el asesinato de un tipo tan molesto e incomodo como Gadafi.  Como se puede ver, no hubo nada de moralidad  en estas políticas.

Lo mismo habían esperado para Bashar Al Assad en Siria, pero fracasaron.  
Pese a que creyeron que las mismas tácticas funcionarian sin necesidad de mayores esfuerzos y complejidades, la preparación de las autoridades sirias para contra restar operaciones terroristas de agencias como el “Mossad” dentro de Damasco y la intervención paulatina de Rusia, lograron frenar el plan por consolidar un caos similar al que aún persistía en Bagdad.

White Helmets & Yihadists

Ante aquello, los conspiradores pasaron a profundizar la fase de desinformación y propaganda para demonizar a Siria y a su gobierno, fabricando todo tipo de tretas discursivas basadas tanto la falsificación de la realidad como la construcción de hechos brutales con los cuales crear un argumento sólido contra el gobierno “Baasista” de Al Assad. Nada mejor que elaborar ataques de Falsa bandera con agentes químicos con victimas reales. Los planificadores buscaban crear con ello, una condena mundial contra Damasco y al mismo tiempo y por intermedio de agencias internacionales como la OPAQ obligarlo a deshacerse de su arsenal de armas químicas, único factor de contra peso estratégico contra el arsenal de armas nucleares y químicas que posee Israel.

Tras el desarrollo de investigaciones independientes en el lugar donde –según los británicos y los franceses- se habría producido un ataque químico por la aviación siria, especialistas rusos determinaron que el mismo había sido falsificado y que nunca hubo tal ataque aéreo. Ante las evidencias la OPAQ no pudo sino más que cotejar con su personal conducido por el inspector Ian Henderson, el terreno y el informe ruso llegando a la misma conclusión.

Quedo claro que no sería fácil engañar al gobierno sirio y mucho menos a sus aliados en particular a Rusia que con la voluntad política de Vladimir Putin por cortar el progreso del terrorismo –que buscaría refugio en el Cáucaso-, proveería de todo el apoyo necesario a su colega árabe. Igualmente y confiando que podrían prosperar, los mecenas de los grupos “Yihadistas” llevaron adelante sus acciones clandestinas confiando que el impacto mediático haría el resto.  Pero pese a la presión mediática que secundó la versión de occidente, los planes no fructificaron.

Y más aún. Pese de las presiones de Washington y de la OTAN sobre la organización para el control de armas químicas, no pudieron alterar sus conclusiones o al menos, así lo hicieron parecer.

Las indagaciones de investigadores independientes, lograron descubrir que el informe que presento la OPAQ, había sido falseado.  Como lo revelan artículos de reconocidos investigadores[1], detrás de este supuesto ataque, acusado por la banda armada “Jaysh Al Islam” se ocultaban las incumbencias de agencias de inteligencia occidentales que operando bajo la máscara de organizaciones de ayuda humanitaria –como White Helmets dirigida por el MI-6-, buscaban dar sustancia a los argumentos políticos de sus gobiernos. Esto a su vez, justifico el ataque conjuto realizado por EEUU, Francia y Gran Bretaña sobre territorio sirio entre el 13 y 14 de abril de 2018 que a pesar de su masividad, tuvo un resultado magro gracias, a la implementación de un sofisticado sistema de defensa electrónica a cargo de las Fuerzas Aeroespaciales rusas.

Inmediatamente, Rusia presento ante la sede de la OPAQ en “La Haya” 17 testigos oculares que desmentían la versión presentada por el grupo yihadista y las potencias occidentales que acusaron sin más pruebas que su propaganda mediática al gobierno sirio. Pese a la importancia de ésta prueba, la ONU y también la OPAQ se negó a producirla gracias a la presión ejercida por las representaciones Francia, Gran Bretaña y EEUU. 
Fue entonces que muchos se cuestionaron ¿No es algo demasiado curioso que dichos organismos se negaran a escuchar estos testimonios? ¿Qué querían esconder los promotores de este ocultamiento?

Hace poco “Wikileaks” volvió a publicar una serie de documentos confidenciales que revelan detalles inquietantes en rededor a este tema[2] y explican el por qué de aquella negativa. Según estos, se determinó que el diplomático francés Sebastián Braha insertado en la OPAQ tres meses después del incidente del 7 de abril 2018 en “Duma”, tenía la misión específica de controlar el resultado de las investigaciones. Documentos internos de la organización revelaron que Braha ordeno a Henderson la destrucción de evidencia que se había recopilado en las inspecciones.

Sin más rodeos, el diplomático francés le ordeno al inspector Ian Henderson eliminar sus correos electrónicos donde se adjuntaban el informe de “Duma” y los rastros que hubiera dejado. Esta directiva surgió de uno de los documentos digitales internos de la OPAQ en el cual se lee: «Sírvase retirar ese documento de los archivos […]. Y sírvase eliminar todo rastro, ‎si existe, de su entrega/conservación/lo que sea que haya en los archivos». El motivo para esta extraña orden era, que Henderson había comprobado que los restos de los cilindros hallados en el lugar del presunto ataque aéreo, evidenciaban que habían sido plantados en el terreno y detonados el lugar.

Esta revelación no puede hacer otra cosa, que llamar la atención a la opinión pública para estar alerta y no ser manipulada pero también a las instancias judiciales internacionales como la Corte Penal Internacional que en algún momento y cuando se logren vencer las presiones que obstaculizan sus funciones, deberá presentar un caso por crímenes de guerra y lesa humanidad contra los verdaderos cerebros y ejecutores de estas abominaciones.


[1] RED VOLTAIRE.org. “Informe sobre “ataque químico” en Siria ‎fue falsificado en la OPAQ”. https://www.voltairenet.org/article208428.html

jueves, 26 de diciembre de 2019




“TRUMP NO MORE?”
¿Ha llegado el momento de una salida oprobiosa de Trump o de pactar un arreglo que no permita que la sangre llegue al río?

Por Charles H. Slim
Al parecer pocos en Washington son quienes toleran un día más del gobierno de Donald Trump. 

Sus excentricidades, su desparpajo ante los medios, su neopotismo que se ve con la participación de su familia dentro de áreas sensibles de la administración, le han dado más argumentos a la oposición demócrata que ya venía insistiendo con  los ya previamente planteados sobre las supuestas conexiones con el Kremlin y su despreciable misoginia.

Y aunque aquel “Russia-Gate” haya sido una novela de espías y misterio tejida por la resentida senadora Hillary Clinton y su equipo de asesores, lo cierto es que Trump ha hecho mucho para que su impopularidad, tanto dentro como fuera de los EEUU haya crecido ha niveles impensados. Si bien varias de sus políticas son del agrado y simpatía del Establishment (como el bloqueo a Venezuela), otras parecieran apuntar a crear corrosivas controversias en estos círculos poniendo en tela de juicio los frentes bélicos que aún persisten y sabotenado con ello la industria de la muerte de la cual desde casi dos décadas han venido sacando multimillonarias ganancias.

Su política inmigratoria de Apartheid  calificando y tratando a los inmigrantes como “animales”, “criminales” y “mala gente” que se materializaron en las inhumanas condiciones de persecución y detención, ayudo a ensuciar aún más la percudida imagen de EEUU. Para colmo, su arrebatada personalidad ha confundido la amistad que lo une con Benjamín Nentayahu con las políticas de un estado de Israel cada día más inviable. 

Ello ha causado controversias y rechazos dentro del espectro de la influyente comunidad judía estadounidense que se siente políticamente  representada por AIPAC (acusada de haber pagado a funcionarios para apoyar a Israel) y sus políticos cabilderos, que por las inconsecuencias de Trump los ha separado entre sionistas de derecha y de izquierda. Mientras que para algunos Trump es “la figura del Cristo” (para los neosionistas), para otros sionistas es “el Rey de Israel” demostrando con ello, el grado de mesianismo y locura que afecta a la política norteamericana.
Igualmente ello no significaría un fracaso en las elecciones presidenciales 2020, y ello por el hecho de que él es el menos peor entre los demás candidatos.

En lo referente a sus políticas exteriores, Trump ha sido tan sorpresivo como contradictorio. Pese a reforzar los lazos de EEUU con Israel concediéndole un reconocimiento ilegal sobre Jerusalen, al mismo tiempo, tras ordenar la retirada parcial de las fuerzas especiales de Siria –retirando su apoyo a los kurdos sionistas-, ha cortado las expectativas de los necon y sus aliados sionistas en el Congreso por extender sus incumbencias sobre  Iraq, de cara a proseguir con los planes por lanzar una campaña belica a mediano plazo sobre Irán.  
Misil tactico Chino de última generación

Al  mismo tiempo, la repentina salida del tratado de misiles estratégicos de alcance medio “START”, retrogrado la relación con Rusia a épocas pretéritas desatando el miedo a una nueva carrera armamentística. Sumado a ello, su empecinamiento por desatar una guerra comercial con China que pone en riesgo al mundo de una profunda recesión, se le agrega el crecimiento y modernización que Beijin viene teniendo en el área estratégica militar.

Asimismo, ha roto varias lanzas con sus aliados europeos y en especial con la OTAN a la que sigue considerando como un “gasto innecesario” que EEUU no debe solventar.

Pero a pesar de estas cuestiones, el actual desarrollo del Impeachment contra su investidura, no ha estado excento de contra marchas, contrariedades y peleas entre sus opositores.  Pareciera que la aversión que estos tienen por Trump los lleva a competir para ver quien puede desbancarlo antes que el otro. Las discusiones que se ven entre la presidente de la Cámara de representantes Nancy Pelosi y el líder de la minoría demócrata Chuck Schumer han puesto en tela de juicio la capacidad de la oposición por presentar un caso sólido y coordinado contra el presidente.

Pero los desacuerdos y las contradicciones sobre la personalidad y las controversias del presidente afectan también a los republicanos causando discusiones y controversias que asemeja a los debates  políticos dentro de la Cámara y los recintos de los bloques que refleja una verdadera “torre de Babel”.

En este sentido el presidente de la mayoría republicana el senador por Kentuky Mitch McConnel ha dejado entrever sus objeciones en cuanto al llamado a testificar de los asesores de Trump tan insistentemente pedido por los demócratas en especial, por la presidente de la Cámara de Representantes a quien Trump le dedico no hace mucho una dura reprimenda verbal en medio de una charla en el Salón Oval de la Casa Blanca.

Para McConnell hay en muchos de los senadores democratas que buscan entablar un juicio político duro y profundo, un calculado interés político claro en especial en varios de ellos como Bernie Sanders y Elisabeth Warren quienes-cada uno por su lado-  aspiran a la candidatura presidencial 2020. 
Tan claro fue en su señalamiento McConnel que llamo a sus pares en el senado y en particular a estos dos a “terminar la farsa”.

Igualmente y desde otra perspectiva, puede advertirse que las trabas existentes y los rodeos en poner a rodar un proceso irrestricto, existen miedos de los demócratas a que muchos de sus asuntos sucios, particularmente aquellos que involucran a los Clinton y Obama, queden aún más al descubierto perjudicando con ello no solo al partido, sino al mismo sistema que ya viene acusando u
n severo cuestionamiento desde la opinión pública estadounidense.
Nancy Pelosi antes de anunciar el Impeachment

¿Pero como se ve esta realidad desde Argentina? Pues directamente ni se advierte. Y es que por estos lados los problemas que tiene el país, supera cualquier interés por saber como le va a lo que alguna vez fue la potencia política más influyente de la región. Lo que si es cierto es que sea Trump o sea quien fuere el ocupante de la Casa Blanca, la elite política y financiera argenta estará incondicional con lo que Washington “guste mandar”.

Con respecto a la Argentina, Trump no ha hecho nada trascendente salvo, el ayudar a Mauricio Macri y su gobierno a que el FMI le otorgara aquel escandaloso e impagable préstamo que ha hipotecado a la nación para los próximos cien años. Lo que Macri y su gente vieron como un auspicioso apoyo, no fue sino más que un eslabon más de la cadena que sujeta a la Argentina a la dependencia externa. Incluso a Trump nunca le intereso Argentina en sí, caso contrario con Brasil –y más allá de sus simpatías por Bolsonaro- con el cual vio –como sus predecesores- un interés estratégico para la inversión en diversas áreas de la producción.

Tanto Macri como Bolsonaro –y más allá de las obsecuencias de cada uno de ellos- advirtieron cada uno por su lado y en diverso grado, que Donald Trump era y sigue siendo bastante reticente a insertar sus economías nacionales –o incluso la del bloque MERCOSUR- como socios participes de la ya de por sí cerrada y proteccionista economía estadounidense. La imposición de aranceles a varios productos y la discriminación de otros provenientes desde ambos países han reafirmado esa política.

Esto se ve enmarcado en una guerra comercial abierta con China que ya lleva varias batallas y que amenaza con causar más pérdidas económicas a los socios europeos y por supuesto, a todos aquellos países que se hallan de alguna manera sujetos a la economía y las finanzas que digita Washington. Esto ha propiciado que tanto la UE como muchos países latinoamericanos estén mirando a Rusia y China para establecer acuerdos en varias áreas especialmente, para la provisión de gas.

Pero sin lugar a dudas, lo que permitió a la oposición demócrata y dio lugar al juicio político fue la arrogancia de un empresario acostumbrado a sus caprichos y mañas en el mundo de los negocios, quien creyéndose invencible tras salir airoso de las investigaciones del fiscal Mueller por el asunto “Russian-Gate”, metio la pata con el “asunto ucraniano” al realizar gestiones impertinentes e ilegales con el gobierno de Kiev no solo por pedir que investiguen a un rival político como Biden sino porque esto, al ser descubierto y puesto a la vista de la opinión pública compromete la tan invocada “Seguridad Nacional” y atenta contra la Constitución.

Es por ello que Donald Trump es un dolor de cabeza, un inconveniente para el sistema político bipartidista norteamericano que debe ser erradicado tan pronto como sea posible si la elite en Washington quiere proteger sus negocios e intereses.