viernes, 8 de diciembre de 2017

EN LA MIRA




“SEMBRANDO EL ODIO”

LA DECLARACION DE TRUMP DE RECONOCER A JERUSALÉN COMO LA CAPITAL DE ISRAEL SOLO BUSCA ENCENDER UN CONFLICTO QUE NO SE SABE A DONDE TERMINARA



Por Charles H. Slim
Ha pasado un siglo pareciera, de aquellas jornadas en las cuales y tras los acuerdos de Oslo que negociaron con la intermediación de EEUU en forma secreta y pacientemente los representantes israelíes y palestinos llegaron al principio de la esperanza por una paz con justicia. Fue allá en 1993 en medio de un mundo que cambiaba en forma brutal, el entonces primer ministro israelí Yitzak Rabin y el líder palestino Yasser Arafat se daban la mano en los jardines de la Casa Blanca ante la sonriente mirada de un Bill Clinton que sería felicitado por los sectores moderados de ambas partes y por los verdaderos demócratas de su partido.

Pero ello no significaba que los chacales y las serpientes que se retorcieron desde las sombras ante ese acto que podía cambiar el rumbo de la región y que afectaba los intereses del ideario sionista, se quedaran pasivamente esperando que esos planes de paz cuajaran con el tiempo. Algo había que hacer y lo hicieron.  Los atentados y los asesinatos cundieron a ambos lados y cuando ello no basto, se pudo ver como sorpresivamente como estallaba por los aires la sede mutual AMIA en pleno Buenos Aires, lo que había concitado varias especulaciones de los sectores ligados al estado de Israel especialmente direccionadas por aquel entonces a tratar de enculpar a la OLP y cuando no era creíble dicha tesis apuntaron contra la Jihad Islámica y cuando aquello se comprobó como imposible y la ocasión lo meritó, se lo quisieron cargar a los sirios y cuando esto fue imposible de encajarlo, buscaron convenientemente pegárselo al rival geopolítico del momento, Irán. Actualmente en el país, las fuerzas de seguridad están siendo dirigidas por los servicios de inteligencia israelíes con lo cual, no asombra. No es de extrañar que hoy por hoy los medios argentinos estén hablando con tanta seguridad (y sin pruebas verificables) de la autoría de Irán en dichos atentados lo que a todas luces además de irresponsable es muy sospechoso.  

Pero volviendo puntualmente a lo que ocurre hoy en Palestina, la decisión de Donald Trump de declarar a Jerusalén como la capital de Israel no solo apunta a consagrar el despojo que ha venido sufriendo la población palestina a manos del gobierno de Tel Aviv sino también, es un aval a las constantes presiones y a las poderosas influencias de los lobbies pro-israelíes que históricamente se encaraman en el Congreso estadounidense y en el conglomerado de medios sustentado por la banca de Wall Street y obviamente la que opera desde Londres.  

Casualmente –una nueva casualidad que nada tiene de casual- en Buenos Aires son detenidos varios ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández bajo los cargos de traición a la patria y encubrimiento de los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA en 1992 y 1994 respectivamente, cargos que surgieron de aquella denuncia realizada por el asesinado fiscal Alberto Nisman y que los actuales investigadores consideran como innegables. El despliegue policial y judicial, además de servir para tapar la aberración de Trump que escandaliza al mundo entero,  ha caído con mucho agrado al sector de la comunidad judía argentina que constantemente ha sido acusada por otro sector de la misma, de servir a los intereses del estado de Israel que, por intermedio de su embajada en Buenos Aires poner a rodar en la región.

Se trata sin dudas de una provocación deliberada y que está orientada a desatar nuevas matanzas en la región y Donald Trump es el personaje perfecto para llevar adelante esta nueva estrategia del caos que sin dudas ha sido urdida con paciencia y mucha inversión económica por parte de la elite sionista que controla al gobierno estadounidense. Y no es solo por la personalidad estridente y hasta delirante del presidente norteamericano  que  cabe perfecto para estos planes sino también, porque se dan las circunstancias perfectas para que Tel Aviv utilice esto como una cortina de humo para cubrir el despliegue masivo de sus fuerzas con intensiones de ampliar su mapa territorial a costa de Siria.

Es un momento importante para la unidad palestina, que desde hace un mes viene celebrando acercamientos entre Hamas y Fatah, acercamientos que han molestado a Tel Aviv para lo cual, sus agencias de inteligencia y sus brutales fuerzas militares vienen intentando crear situaciones que lleve a un enfrentamiento generalizado entre ambas partes.


Desde hace décadas que Israel y en particular sus extremos sionistas tratan de apoderarse de la ciudad para, entre otras cosas, remover la Mezquita de Al Aqsa y –según ellos- reconstruir el Templo de Salomón. Todo tipo de argucias y fraudes orquestados por los colonos como son la confección de escrituras falsas han puesto a rodar para arrebatar las casas de los pobladores palestinos de la ciudad de Jerusalén sin dejar nunca claro, el uso de la violencia y el crimen como herramienta más acostumbrada.  Es por ello que la última medida de Trump es otra afrenta contra la soberanía palestina y contra la fe de musulmanes y cristianos. 

sábado, 2 de diciembre de 2017

EN DEBATE



LA HORA DE LAS RESPUESTAS

Tras el fracaso inexplicable por hallar al submarino ARA San Juan, muchos sospechan de las reales causas de ello y de que el mismo gobierno encubre la situación





Por Charles H. Slim

La tragedia del submarino argentino ya entra en horas decisivas y ello ha desatado varios interrogantes. Algunos de ellos los expondremos a continuación. Ante todo hay que señalar que el 15 de septiembre el Congreso argentino autorizo la entrada de tropas extranjeras al país, compuestas por unidades militares estadounidenses que venían a llevar adelante maniobras militares que se denominaron “Cormorán” que llevaron adelante maniobras combinadas en territorio patagónico. Igualmente Argentina no aprobó la participación de sus fuerzas en esta operación por lo cual las mismas se desarrollaron sin su presencia.

Más allá de las posturas en pro y en contra de estos ejercicios lo cierto fue que desde el mes de septiembre había una notable presencia naval de las fuerzas estadounidenses, más de lo que acostumbradamente puede verse con la 4º Flota que desde hace décadas se pasea por las aguas territoriales argentinas. No es una casualidad que la Armada estadounidense se halle operando en el Atlántico sur. La presencia de la base británica en Port Stanley que forma parte de la cadena de bases estratégicas de la OTAN en la región, es la razón sin la cual no habría el movimiento que existe dentro del mar argentino.

Por principio de cuentas, la desaparición del submarino argentino no puede normalizarse con versiones que aún no han sido comprobadas. Si bien es cierto de que existen varios factores (tanto internos como externos)  que pudieron concurrir  a este hecho, hay una conclusión que no puede ser negada y ella es que se trata de “un mensaje”.

El hecho es parte de años de abandono por parte del estado argentino de sus deberes soberanos en lo que hace a la custodia de sus derechos e intereses sobre los espacios acuáticos, mares adyacentes y su zona económica exclusiva donde gracias al sistemático desmantelamiento de la Armada, flotas de otros países –entre ellas la británica- pasan y operan sin problemas, al amparo del completo desconocimiento de Buenos Aires.

Los desastres por esta falta de presupuesto se extienden en una larga lista negra que solo para citar algunos números, en lo que hace a la Fuerza Aérea Argentina durante los diez años de gobierno del FPV cien aviones de la Fuerza Aérea se perdieron por la falta de repuestos, combustible y vetustez. Como siempre, estos hechos han sido arrojados  al cajón más oscuro de los archivos del estado con la intensión de que alguna vez, eso sea olvidado.

Ha sido por ello que el país ha caído a un estado de completa inoperatividad de las FFAA, que ha redundado entre otras cosas, en la imposibilidad de montar una búsqueda medianamente eficaz. Con este dato duro de la realidad, queda claro que sin lograr concretar este tipo de actividades, el cumplimiento de tareas de mayor riesgo y en las cuales hubieran posibilidades de un enfrentamiento abierto con unidades navales de otra potencia, sería algo ilusorio.

Con este luctuoso hecho que si bien aún no se conocen las causas puntuales que han propiciado y desencadenado esta desaparición, revela la sensible vulnerabilidad a la que se halla la república Argentina cuando no puede garantizar la seguridad de sus propios servidores públicos. Sin dudas que el factor de la corrupción político estructural es central en el hecho y que sumado al continuo plan de desarme de las Fuerzas Armadas, hoy llegamos a la situación en la que Buenos Aires deberá decidir si manejara sus asuntos de la Defensa atendiendo a cuestionamientos ideológicos-partidarios o lo asume de una buena vez como parte de una política de alto nivel con objetivos a la altura de los actuales desafíos. 

Nuevamente la administración de justicia pasa a jugar un rol central en garantizar a los familiares y a la opinión pública de esta res publika saber qué ha sido lo que realmente ha ocurrido con el submarino “ARA San Juan” y sea cual fuere las injerencias propias y/o externas, hacerlas públicas para dar un nuevo comienzo en la catastrófica situación de indefensión que padece la república.   

La publicación de las anomalías hidroacusticas que explicaron desde el gobierno, parecieran ser pistas trascendentes para poder explicar que es lo que pudo ocurrirle al submarino argentino. Para la Armada si bien las anomalías revelan “una explosión”, se ha encargado de desvirtuar que las mismas hayan provenido de un posible ataque externo. Según el informe de esta pista tecnológica que recogió una estación de escucha submarina H10S1 en el hemisferio sur, reveló dos señales que se produjeron en una secuencia temporal bastante llamativa.  La primera de estas anomalías se produjo a las 14:55 llego a los 100 decibeles  seguida por otra de unos 60 decibeles y una tercera abarcando hasta las 15:07 del 15 de noviembre que revelarían dos explosiones que revelarían algo más que incidentes surgidos dentro de la nave.

Según esta tesis, las dos señales detectadas por el centro de escucha en Viena, Austria, habrían sido nada menos que dos torpedos disparados por un submarino clase “Astute” con base en Malvinas que tras haber detectado la presencia del “ARA San Juan” dentro de las aguas de la zona de exclusión, al no tener respuestas del submarino argentino recibieron la orden de abrir fuego hundiéndolo sin más.

Según el análisis de esta información y considerando que la misma se compone de tres elementos como son dos explosiones y una tercera que se describe como sub explosiones, parecieran indicar la secuencia de un ataque con dos vectores que hicieron blanco y ya el submarino totalmente fuera de servicio, colapso completamente, explotando sus diversos compartimientos que no habían sido afectados por el torpedo principal. Esta hipótesis habría sido informada por la inteligencia rusa a Buenos Aires mucho antes de que Londres ofreciera su desinteresada ayuda.

Reconstruir la historia y retrotraernos hasta el momento de la zarpada desde Ushuaia, es imprescindible para determinar cuáles fueron los factores contemporáneos y presentes en ese lugar que pudieron desencadenar esta misteriosa desaparición. Los medios existen y las pistas pueden ser complementadas con información proveída por  agencias de inteligencia que manejan información satelital y de empresas privadas que monitorean constantemente el tráfico marítimo (https://www.marinetraffic.com/es/p/ais-historical-data )

Desde lo político esta horrorosa situación se asemeja más a un mensaje mafioso a Buenos Aires, que al producto de un infortunio por la enorme cadena de irregularidades que rodeaban a su mantenimiento técnico y presupuestario (Geopolítica.ru. “El hundimiento del submarino ARA San Juan y la decapitación del poder militar argentino”. https://www.geopolitica.ru/es/article/el-hundimiento-del-submarino-ara-san-juan-y-la-decapitacion-del-poder-militar-argentino ). Incluso y viendo el estado de degradación existente dentro del país, pudo haberse tratado de un sabotaje muy bien elaborado.

De ser veraz esta posición y de ratificarse el origen de las fuentes, el submarino no aparecerá jamás ya que ello significaría incriminar a los autores del hundimiento.

Las investigaciones ni siquiera han comenzado por el simple motivo de que no se han hallado los restos del navío ni se han recuperado los cuerpos de sus tripulantes. Las conclusiones aún son debidas y no podrán haber tales hasta tanto se haga lo primero.   

jueves, 30 de noviembre de 2017

EN LA MIRA



“FALSEANDO LA VERDAD EN YEMEN”

Pese a los cambios dentro del poder real saudita, la agresión sobre el Yemen continua y no hay visos de apaciguarla. A la par de esto, los medios neoconservadores y la prensa anglosajona trata de maquillar la tragedia saliéndose por la tangente.




Por Javier B. Dal
Desde el inicio del 2015, el pequeño y pobre país en la cabecera de la península arábiga llamado Yemen, se ve sacudido por la continua campaña de agresión militar encabezado por Arabia Saudita que una y otra vez, ha tratado por los medios más mortíferos existentes, doblegar a la población local para que bajen los brazos y se dejen ocupar a los fines de restablecer un gobierno adicto a los lineamientos de la Casa real Al Saud que como se viene viendo desde mediados del 2010, están emparejados con los intereses geopolíticos de Tel Aviv y Washington.

El origen de esto viene desde la misma época en que los británicos deciden retirarse tras la independencia del Yemen allá a mediados de la década de los sesentas y que continuo cuando el país en las épocas de la guerra fría estuvo dividido en un Yemen del norte gobernado por  un partido republicano nacionalista con capital en Sanaa y el Yemen del sur que en 1967 nació de una revolución marxista con su capital en la ciudad portuaria de Adén.

Tras la reunificación de ambos en mayo de 1990, la estabilidad del nuevo gobierno con su capital en Sanaa se vio constantemente sacudida por incidentes tribales y en especial como los pobladores del norte de mayoría Houtie, quienes son musulmanes de la rama chiita que durante siglos convivieron en paz con los sunitas y cristianos coptos de la zona,  por lo cual –y valga la aclaración- el problema en Yemen nada tiene que ver con la fábula de la “guerra sectaria” que muchos autores en occidente han venido tratando de vender como la causa por antonomasia en las disputas dentro de la región.

Fue de ese modo que en enero de 2015 cuando los rebeldes Houtie, que no toleran la injerencia permanente de los regímenes del Golfo sobre los destinos del país y que tenían en el presidente Abdu Rabu Mansour Hadi un descarado colaborador de Riad y de Tel Aviv, tomaron la iniciativa de darle un corte a esa situación mediante un alzamiento armado que termino con el arresto de éste viejo político yemenita. Al poco tiempo de ello, Mansour Hadi logra escapar y se refugia en Riad, donde tras su llegada al aeropuerto es recibido por el jefe de inteligencia saudita Jaled Al Jamidán. 

Como era de esperar y a la vista del interés que reviste dicho personaje, salieron a su rescate los grandes medios que continuamente han venido describiéndolo como el único que puede gobernar el país  y por ello, ha venido siendo ensalzado por editoriales neoconservadoras y los medios corporativos los cuales a su vez tratan de explicar con retorcidos argumentos, las consecuencias de lo que sus gobiernos han creado (Foreign Affair. “Pesadilla humanitaria de Yemen”. https://www.foreignaffairs.com/articles/yemen/2017-10-16/yemens-humanitarian-nightmare?cid=int-lea&pgtype=hpg ; CNN. “Depuesto presidente de Yemen huye de su arresto domiciliario y planea retirar su renuncia”. http://edition.cnn.com/2015/02/21/world/yemen-unrest/index.html )

Actualmente y pese a que la resistencia nacional yemenita ha sido exitosa en detener el avance saudita e incluso frustrando el intento de implantar una lucha intestina dentro del territorio, insertando fuerzas especiales estadounidenses, células de la CIA dirigiendo matones privados alquilados a empresas de seguridad privada como “Constellis”  (https://constellis.com/ ) y de mercenarios árabes traídos de escenarios como Siria e Iraq para tratar de impostar la aparición de grupos sunitas locales afiliados al “ISIS” en la supuesta misión de “combatir a los apostatas Houtie” acusándolos de apostatas, no han triunfado.   

Pero como éstas tácticas de la guerra sucia no han dado los frutos que se esperaban, los sauditas con el apoyo de Washington no han tenido clemencia y están desquitando sus frustraciones sobre la población civil causando una crisis humanitaria tan abominable que  a la vista de Naciones Unidas y en especial del Consejo de Seguridad, es un escándalo que se ha hecho muy difícil de seguir sosteniendo ya que no pueden detenerse las preguntas n lo referente a por qué aún no se haya condenado con la misma energía con la que en 1990 y 1991, se condeno y  sanciono  a Iraq hasta llevarlo al caos que persiste hasta el presente.

Aunque se hicieron intentos de realizar investigaciones Ad Hoc  por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre las masacres colectivas que la aviación saudita, armada con aviones provistos por EEUU y armamento israelí, las mismas no llegaron a ninguna parte por el simple motivo que los países sindicados entorpecieron todos los intentos, tratando de encubrir con ello las acciones de sus protegidos sauditas. De esta manera, evitando que se constituyan grupos de observadores e investigadores de Naciones Unidas, tratan de mantener en el silencio las injerencias de Tel Aviv y varios de sus socios árabes regionales.

Al mismo tiempo ello ha sido el disparador  de una tragedia humanitaria que eleva a decena de miles a los hombres, mujeres y niños, sometidos a la hambruna, el cólera por falta de agua potable y la  carestía de medicamentos por un embargo unilateral impuesto por Riad y apoyado desde el mar por la flota estadounidense y británica. Esto  demuestra una vez más, quienes son los que dirigen al organismo internacional y quienes financian a las ONG que se presentan como actores desinteresados y al servicio de los derechos humanos.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

NACIONAL




“SUBMARINO DESVANECIDO”

El miércoles 15 de noviembre último un aviso del submarino ARA San Juan donde alerto de problemas con las baterías paso desapercibido porque supuestamente unos minutos después reportaron que el problema había sido solucionado. Desde ese momento solo hubo silencio y hoy siguen las preguntas ¿Dónde está este submarino?





Por Javier B. Dal  
La extraña desaparición del submarino “ARA” San Juan en aguas del Golfo San Jorge, ha desatado además de la preocupación de los familiares y los mandos navales, una serie de especulaciones sobre lo que realmente ha ocurrido.  Lo cierto es que la posición en donde se perdió contacto con el submarino argentino, es una zona económica en la cual barcos de otras naciones, ingresan a depredar la fauna marina mediante actividades pesqueras sin control que  desde hace décadas había sido abandonada a su suerte.

Pero también hay que decir que a los buques de pesca furtivos y de todo tipo de tráfico ilegal (que suelen estar armados), hay una intensa actividad naval británica que podría estar implicada en la situación de incertidumbre que se ha desatado por el corte de contacto con el continente. El submarino argentino es una pieza bastante antigua para la guerra naval actual aunque sí es cierto, que su origen le da una mayor confiabilidad técnica. Según sus especificaciones técnicas, el “ARA San Juan” (S-42) fue construido en 1974 en los astilleros alemanes de “Emden”, entrando en servicio activo en 1985 para la Armada Argentina.

Como arma de ataque, el submarino clase TR-1700 se halla dotado de seis tubos lanzadores de torpedos “Telefunken SST-4”, puede  desarrollar una velocidad de 25 nudos en inmersión y unos 15 nudos en la superficie pudiendo desarrollar maniobras rápidas de evasión ante naves de mayor porte o incluso aviones con armas antisubmarinas que operan desde portaaviones o bases cercanas.  

Precisamente y en medio de la eterna crisis presupuestaria que acoge a la Armada, la reducida flota de submarinos compuesta por solo tres unidades, es lo único que supervive como arma defensiva optima para mantener a raya cualquier intrusión en los extensos mares argentinos aunque y como se ha podido ver, no son suficientes unidades y las existentes carecen del mantenimiento técnico que los haga plenamente operativos. Ello ya desato un acalorado debate entre militares y ciertos sectores políticos sobre la calamitosa situación de infraestructura de las Fuerzas Armadas. Solo como un marco referencial, recordemos que para momentos previos a la salida del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el área que se hallaba a cargo del ministro de defensa Agustín Rossi reportaba una completa inactividad y solo había presupuesto para el pago de sueldos y retiros.

Y si bien es cierto que el “ARA San Juan” fue reparado para  2015, ello no lo salvo del recorte presupuestario que entre otras cosas, le privo del combustible, suplementos y lo peor de toso, objetivos estratégicos para operar. 

Con la llegada del gobierno de Macri se han tomado algunas medidas de reactivación que le han dado un empuje a las Fuerzas Armadas aunque es cierto, estamos muy lejos del nivel optimo de operatividad que requiere un país con el litoral marítimo tan extenso y rico como el argentino.
C-13O RAF ubicándose en la Base Espora

Sobre lo que pudo haber sucedido, solo podríamos hacer especulaciones y entre ellas entraría la de un posible incidente que no tenga nada de accidental.  
Como hemos dicho, el submarino argentino acusa una antigüedad que lo hace vulnerable a submarinos más modernos de otras potencias como los submarinos nucleares británicos y los estadounidenses que pululan por la zona económica exclusiva sin que la Armada Argentina pueda hacer nada al respecto. Como dice el dicho “lo cortés no quita lo valiente” y ello por la encomiable ayuda que por estas horas  EEUU y Gran Bretaña que viene desplegando, no los excluye de la posible participación de una nave de sus armadas en lo que ha ocurrido.

Algunas fuentes en la región informaron que entre la noche del lunes y la madrugada del martes 21 de noviembre llegaron a la Base Aeronaval Comandante espora en la ciudad de Bahía Blanca, un equipo de la Real Armada Británica embarcada en un C-130 proveniente de Malvinas que tras decolar, fue sellada el área al ingreso general. Otro de los aviones que los británicos remitieron a la zona es un “Airbus Voyayer 330” destinado para la búsqueda submarina,  que actualmente se encuentra operando con base en Comodoro Rivadavia.

Si hay involucrado un tercer navío en esta situación, es posible que haya sido captado por los satélites que continuamente barren la región.

Para nada ello quiere decir que los grupos de operaciones norteamericanos enviados para esta situación sepan lo que ha ocurrido ni mucho menos, aunque es posible que algunos de sus oficiales si se hallen al tanto de los pormenores de la real situación por una cuestión muy simple: Inteligencia satelital. Lo mismo y con mayores razones se puede sospechar de la Real Armada británica, la cual mantiene una base naval en Malvinas y es un hecho conocido su operatividad en la región.

Por lo pronto, los esfuerzos se centran en lograr encontrar al submarino o señales y/o rastros sobre el agua de algún posible incidente que haya afectado su integridad estructural. La misión sobre aquella zona a unos 300 kilómetros de las costas de Comodoro Rivadavia, es compleja y ha representado un desafío profesional para los involucrados. 
K-141 Kursk

En las últimas horas del 21 de noviembre hubieron contactos entre la embajada de la Federación Rusa y el gobierno argentino  que terminaron con una comunicación directa entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente argentino Mauricio Macri en la cual, se acordó el envió inmediato de un buque oceanográfico de avanzada para cooperar con el operativo de búsqueda. 

La experiencia de Rusia con este tipo de tragedias es amplísima. Cuando en agosto del año 2000 se reporto como desaparecido el submarino nuclear  K-141”Kursk” que navegaba en el Mar de Barents con 118 tripulantes, Moscú movilizó su Armada para organizar la búsqueda y rescate y tras localizarlo a más de 108 metros de profundidad, sin los equipos que EEUU y los británicos ofrecieron para asistirlos,  no pudo hacer nada por rescatar a tiempo a sus tripulantes. Un año más tarde tras complejas maniobras de reflotamiento, los grupos de la armada levantaron al Kursk de su tumba oscura y fría y lo llevaron a dique seco al puerto de Roslyakovo.


Ahora tras esta tragedia se están viendo las consecuencias de políticas inconscientes e irresponsables de casi cuarenta años de desidia gubernamental y mediocridad política, de juegos sucios intestinos que han degradado la capacidad defensiva a niveles impensados. Más allá de las posibles causas que han llevado a este silencio de radio y a su pérdida de la vista de los sonares, hay una realidad imposible de eludir y ella es que, de no ser por la ayuda que se ha estado ofreciendo por las marinas de varios países, incluyendo a la norteamericana y británica, a las cuales en unas horas se estarían sumando la rusa, sería imposible y frustrante para la Armada Argentina organizar una búsqueda eficaz. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

EN LA MIRA



“SALMAN LIKE SADDAM”

La cadena de eventos que han venido sacudiendo desde finales de octubre al reino de Arabia Saudita parecen hablar de una nueva dinámica política conducida por un posible nuevo líder de los musulmanes sunitas ¿Un nuevo Saddam pero saudita?


Por Charles H. Slim
Que no ha ocurrido en Arabia Saudita últimamente debería decirse, luego del inesperado y masivo arresto de príncipes, empresarios y funcionarios del estado real ordenado por el joven príncipe heredero Mohamed Bin Salman.  
Para la sorpresa de los más altos círculos gubernamentales y del establishment corporativo anglosajón fue un baldazo de agua fría del cual aún no logran reponerse. El único que ha puesto cara de no saber nada ha sido el presidente Donald Trump quien unos días antes de que esto comenzara (por finales de octubre), había comisionado a su hijo político, el sionista Jared Kushner para entrevistarse con Mohamed Bin Salman para tratar temas que no trascendieron al público.

Según las versiones “Ligth” y que tratan de enmascarar lo que sucede en la península arábiga, lo que ocurre es una especie de “manipulite” árabe para combatir la galopante corrupción que –según estas fuentes- han hundido al reino en una crisis moral y económica inédita.

Como nota de color –y que no podía faltar- una delegación argentina encabezada por la vicepresidente Gabriela Michetti llegaría a Arabia Saudita y se entrevistaría con Mohamed Bin Salman en los mismos momentos que, con notable sigilo y discreción las fuerzas de seguridad conducidas por la Mukhabarat estaban llevando a cabo los arrestos, confiscaciones y congelamiento de cuentas bancarias de los sospechados de malversación. 
Igualmente y conociendo el peculiar carácter de los argentinos, no hubiera sido de extrañar que en algún momento alguno de la comitiva hubiere advertido movimientos extraños en torno a donde se hallaban, llevándolo instintivamente a mirar hacia otro lado y salir de allí silbando como un pájaro.

Para agregar otros matices a esta notoria purga, quienes no han sido arrestados han sufrido la muerte que más allá de habérselas explicado como accidentes infortunados, los hechos demuestran que fueron simples atentados que entre otros, costaron la vida del príncipe Mansour Bin Muqrin y a otros funcionarios cuando su helicóptero “se precipito al suelo” en momentos que volaban en la frontera con Yemen en la provincia de Asir sin mayores explicaciones.

Todos los prominentes arrestados que hoy se hallan privados de su libertad en las recamaras del lujoso hotel Ritz-Carlton de Riad, pertenecen a los más altos círculos de la familia real y tienen desde hace décadas negocios millonarios con empresas estadounidenses y británicas, incluyendo a la “BINLADIN.Group” la más grande empresa de construcción asociada al reino saudita.

Según informaciones filtradas por algunas agencias de inteligencia, el número de purgados llega a las 2400 personalidades, lo que no es poco para un golpe palaciego dentro de una monarquía como la saudita.

Pero las cosas se han ido complejizando con el pasar de los días y tal como se ha hecho público en los cuatro rincones del planeta, el primer ministro libanes Saad Hariri que se hallaba fortuitamente con su familia en Arabia Saudita, repentinamente apareció en la televisión y con un tono monocorde leyó un extraño comunicado que fue visto desde Bahrein hasta Beirut en el cual responsabilizó a Irán y a Hezbolla por el caos regional, intentando como dijeron algunos analistas, crear la controversia entre comunidades dentro del Líbano y desatar una ola anti chiita que complicara la posición política de Hezbolla en el parlamento. Pese al intento, no se logró ese objetivo.

No solo porque la población libanesa no presto oídos a las acusaciones de Hariri, sino y contrariamente a lo que habrían esperado los orquestadores de esta pantomima guionada, el presidente libanes Michel Aoun quien además es cristiano no solo reclamo públicamente la devolución de Saad Hariri (dejando en claro que estaba retenido contra su voluntad) sino que sentenció que “de no ser por Hezbolla el Líbano hacía mucho tiempo hubiera caído en las manos de Israel”. Quienes también sintieron el duro revés fueron los personeros en Tel Aviv y en especial Benjamín Netanyahu y su círculo ultraderechista, quienes hubieran aplaudido con alegría el inicio de una trifulca entre sunitas, chiitas y cristianos libaneses.
Al Sadr y Salman en Riad

Apenas hace unos meses atrás, sorprendió a muchos los contactos que tomo Mohamed Bin Salman con el líder chiita iraquí Moqtadar Al Sadr reconocido por haberse opuesto a la invasión y ocupación de su país en 2003 y  sus continuas disputas con el gobierno colaboracionista del partido DAWA de Nouri Al Maliki plagado de casos de crímenes contra la población y malversación de caudales. Esto demostró que Salman está distanciado de los conflictos sectarios y que sus relaciones estratégicas se basan en actores que busquen la renovación en base a la rectitud y el combate  a la corrupción.

Aunque hay algunos que especulan una intensionalidad megalómana en el príncipe heredero, algo así como el de convertirse en el “protector de los árabes musulmanes sunitas” emulando a la personalidad de Saddam Hussein durante la guerra del Golfo en 1991, no hace falta tener que aclarar que no son las mismas circunstancias ni Salman tiene las mismas características del asesinado mandatario iraquí. Los sunitas de la región no pueden agradecer que por los manejos oscuros que el reino estuvo elaborando desde 2010 junto a Washington, Londres y París, han causado demasiado dolor y la irá en las poblaciones de la región que se les vuelve en su contra.


Precisamente, Francia uno de los implicados en toda esa operación denominada como Primavera árabe con la cual desbancaron los gobiernos laicos del norte de África y destruyeron a Libia con una invasión criminal, tras la asunción del presidente Emanuel Macron quien entre otras cosas, demostró no saber nada de los intereses de la región del Golfo. Tras haber viajado a Riad para pretender “rescatar” o al menos reclamar ante Salman la liberación del primer ministro Saad Hariri y creyendo que por su cargo haría que los sauditas se lanzaran a sus pies para cumplir sus deseos,  recibió en persona del mismo príncipe heredero Mohamed Bin Salman un mensaje alto y claro de que París, había perdido la influencia que alguna vez tuvo en los asuntos árabes tanto del Golfo como del Líbano (Red Voltaire.org. “La bofetada de Arabia Saudita al presidente francés Macron”. Por Therry Meyssan. http://www.voltairenet.org/article198772.html )