EN LA MIRA
“GONNA”
Esto es lo que clara y tácitamente se ha escuchado en los círculos elitistas de Washington a favor de Hillary Clinton
Por
Charles H. Slim
Sin dudas, que el escandaloso cierre de las causas penales contra
Hillary Clinton por parte de la fiscalía del gobierno de Barak Obama, fue una
de las lavadas de cara más descaradas de la historia política estadounidense,
que a pesar de la evidente indignación que desató en amplios sectores de la
ciudadanía estadounidense, deja una muy buena enseñanza a todos los
espectadores de alrededor del globo y ella es que “más vale prestar oídos a sus
propios razonamientos que a los sermones de Washington”. Es una adaptación de aquella sabía frase de
Confucio quien dijo El mayor defecto de los hombres consiste en
preocuparse arrancar la cizaña de los campos ajenos, descuidando el cultivo de
sus propios campos, una enseñanza que deja expuesto en
forma irrefutable, que Washington no es el faro más indicado para guiarse.
Es
que lo visto por la justicia norteamericana, demuestra que sus autoridades
políticas lejos están de poder o tener autoridad moral para andar señalando los
errores ajenos.
Y la
medida absolutoria no fue caprichosa. El 26 de julio pasado la señora Clinton
fue ungida como la candidata del partido Demócrata para las elecciones
presidenciales del mes de noviembre lo que viene a explicar éste oportuno y tan
irregular borrado de gravísimos antecedentes criminales.
A
pesar de los graves cargos que la candidata demócrata debía haber rendido ante
un juez federal, los “Think Tanks” y los adictos medios neconservadores del
país del norte, la ensalzan como la nueva esperanza para los EEUU y para el
mundo, una alucinación tan increíble como nociva. Igualmente y como forma de
reforzar la masiva campaña mediática por
“humanizar su figura”, se han planteado varias tácticas de campaña entre las
que se cuentan, las alocuciones de su hija Chelsea Victoria Clinton haciendo
emotivas alocuciones recordando las fortalezas de su madre hasta la publicación
de su propio puño y letra de sus experiencias en la función pública. Como ella
misma relata en un artículo publicado en el sitio Foreing Affairs (v. https://www.foreignaffairs.com/articles/north-america/2010-11-01/leading-through-civilian-power ), su experiencia en el cargo de secretario de estado, la llevo a implementar la diplomacia con el
poder de la defensa (militar) como supuesta fórmula para darle un “enfoque
inteligente” para resolver los problemas globales. Tan solo estas líneas,
reflejan una clara inconsecuencia histórica con lo que ha realizado en el
terreno de los hechos que no dejan lugar a una réplica.
Esta
formulación de un “enfoque inteligente”, pareciera referirse a los planes
desplegados en el norte de África en 2010 y que bajo el rótulo tragicómico de
la “Primavera árabe”, sumió en la
miseria y la desgracia a varios países de la región sin que se haya escuchado
aún de los labios de la candidata, algún tipo de reflexión coherente. Con estas
semblanzas sensibeleras para el consumo
editorial, Clinton trata de tapar el sol
con el dedo.
Recordemos
sino a Libia, un resultado de ese “enfoque”, que tras la agresión e invasión de
la OTAN, hoy se haya convertido en el campo de entrenamiento a cielo abierto más
grande del mundo para todos los grupos mercenarios que los militares
norteamericanos, británicos y franceses puedan adiestrar para su lanzamiento a
los escenarios en Siria e Iraq.
Tal
cual lo habíamos adelantado en previas editoriales, la candidata Hillary
Clinton es la sucesora de facto en la Casa Blanca y para ello, el
desmedido Donald Trump es un aliado involuntario para que ello se concrete. Y
aunque muchos nieguen el carácter claramente conspirativo de esta estos
análisis, solo basta detenerse un momento y mirar lo que pasaba hace unos meses
atrás con la insostenible situación judicial de la candidata demócrata. No es posible que ante semejantes cargos y
las ineludibles evidencias que había contra la senadora por el estado de New
York pudiera salir airosa sin ni siquiera una citación para testificar
informativamente de esos hechos. Ante esto, los simples ciudadanos
estadounidenses se preguntaran ¿Podremos gozar de estas ventajas si mato a mi
vecino y le robo todas sus pertenencias? Obviamente que no, sería la respuesta,
para ustedes caerá todo el peso de la ley y un hermoso traje anaranjado.
Pero
es que ha quedado muy claro a estas alturas, cómo y quiénes dentro de los EEUU son
los que digitan las políticas de Washington, que sin rodeos y eufemismos son
aquellos que tienen el dinero contante y sonante. Y son estos sectores que con
sus abultados aportes de campaña y claro, sus muy buenas referencias a sus
nexos externos especialmente con Tel Aviv, esperan como contra prestación
políticas propensas a no descuidar el irrestricto apoyo militar, financiero y
político a la causa mesiánica del “Gran Israel”.
Sobre
aquello, para los sionistas en general, Clinton es la opción más razonable en
el anaquel de los postulantes, aún cuando sus propuestas para los ciudadanos
comunes de su país sean tan sosas como ambiguas.
Asimismo
hay que señalar que no solo por este histórico punto los Lobbies sionistas americanos le dan la
derecha a la hoy candidata demócrata a la Casa Blanca, sino también por la
clara incondicionalidad y previsibilidad que Hillary Clinton presenta en
comparación con un díscolo y hasta
peligroso Trump, que entre sus últimas propuestas de política exterior, reveló
que para descomprimir la situación de continua hostilidad de los EEUU en el
este de Europa, propuso reconocer a la Península de Crimea como parte de la
federación rusa, algo que además del malestar en el gobierno de Obama, causó un
abierto rechazo en los sectores del Neocon y por supuesto, los sionistas del
Congreso.
A
contrario de esto, Hillary Clinton garantiza que no solo no habría ningún tipo
de reconocimiento como el propuesto por Trump y menos aún algún grado de
reconciliación, sino que ajustara aún más la política de sanciones y
hostigamiento militar en torno a la Federación rusa algo de lo cual, Moscú es
consciente y trabaja en para contra restar esa situación. Es que Clinton está
en la sintonía de aquellos sectores que consideran a Rusia como un estado
“enemigo” a quienes muchos han señalado como un punto de vista retrogrado y
claramente “rusofobo” ya que, pretende reinstalar las viejas formas de pensar
de una época pretérita en la que el mundo se halló sumido en la llamada “guerra
fría”.
Hillary
Clinton garantiza que al complejo de la Industria militar no le faltaran
jugosos contratos de defensa y sus productos de última generación, podrán ser
ampliamente vendidos y testeados en teatros de guerra reales tanto en el Medio
Oriente como en posibles nuevos frentes
que podrían abrirse en el extremo oriente.
Junto a estos, los negocios de
empresas privadas de servicios subcontratados para mantenimiento de
instalaciones, repuestos, servicios de comida, vigilancia de complejos e
instalaciones, contratistas de seguridad para operaciones militares especiales
y de inteligencia y muchos otros, se verán beneficiados por el incremento de la
economía de guerra que a costa del sufrimiento de las poblaciones de otros
países, lubrica la inestable economía domestica norteamericana desde el 2001.
Otras
garantías que ofrece una Hillary Clinton en la Casa Blanca será sin dudas, la
ampliación de las tareas de inteligencia y contra inteligencia que bajo el
rótulo de la “guerra contra el terrorismo”, llegaran a los países de todo
Latinoamérica con más profundidad y seguramente crudeza para entre otras
“tareas” estará la definitiva terminación de
gobiernos opositores (Venezuela, Nicaragua, Ecuador) con la consecuente eliminación
física de sujetos que cuestionen las políticas y las consecuencias que ellas
están dejando en el camino. Sobre este particular tópico han sido muy
suspicaces las últimas noticias sobre la presencia de “ISIS” en varios países
de sud América que se vieron ilustradas con la detención de diez ciudadanos
brasileños acusados de planificar ataques en los juegos olímpicos presuntamente
bajo las órdenes de aquella organización. Las últimas informaciones dieron
cuenta que se trataban de meros pinches amateur, sin recursos, entrenamiento y
menos aún armas para concretar sus amenazas.
Sobre
esto último valga el recordatorio que vino desde el Líbano allá por septiembre
del 2015, cuando el líder del Movimiento de resistencia Chiita Hesbolla,
advirtió de los planes de Arabia Saudita y Cía, de trasladar y financiar su
programa de “Yihadistas” a Sudamérica donde podrían comenzar a darse hechos que
luego se los vincularían con “ISIS”.
Estos señalamientos se cumplieron y hoy se ha comenzado a dejar rodar,
rumores de que habría células del “ISIS” incluso en el norte argentino. Es
claro que con ésta advertencias que pasaron silenciosas por los medios convencionales
argentinos pero que ha sido difundida por los variados medios alternativos,
rompen el factor sorpresa que los interesados en crear el terror buscan en una
determinada región.
También
hay que señalar que, casualmente con la nueva corriente por-estadounidense
entre los gobiernos de la región, como sucede con Argentina, los encargados de la seguridad interna y
exterior, están siendo “asesorados” por
el Pentágono y la intervención de las agencias de inteligencia como la CIA, el
Mossad israelí y la DGSE francesa en el rediseño de las estructuras de
inteligencia como sucede con la AFI. Las consecuencias de ello las veremos
pronto y una de ellas podría ser el involucramiento directo del país en sus
operaciones en el Medio oriente.
En
este sentido, Hillary Clinton en sus propuestas ha sido clara en mantener el
relato de la “guerra contra el terrorismo”, un embuste que cubre un cúmulo de
basura política que no podrá sostenerse oculto por mucho tiempo. De este modo, la candidata demócrata reimpulsa
su iniciativa de imponer una zona de exclusión aérea sobre el norte de Siria –tal
como lo logro con la vergonzosa resolución 1973 de la ONU contra Libia- algo
que podría verse muy difícil por la actuación de las fuerzas aeroespaciales
rusas y por supuesto, mantener la ocupación en Afganistán.